lunes, 16 de enero de 2012

Jesús en guerra

Antes de concluir la historia del Cristo de Medinaceli, mando un saludo a Erasmo, gracias por visitarme y también por las cosas tan bonitas que dedicas a mis entradas. Espero que me sigas y disfrutes leyéndome.

Continuaré diciendo que Jesús llegó a Valencia casi acompañando a los muchos madrileños que huían igual que Él. Ya en Valencia, la imagen fue depositada en la iglesia del Patriarca hasta los primeros meses del año 1939, en que, ante la inminencia del corte del Mediterraneo, fue trasladad a Cataluña con otros muchos objetos de arte, al castillo de Perelada. Casi un año permaneció en Perelada.
Como el "cisco" continuaba y ante el peligro, la Junta del Tesoro Artístico ordena evacuar las obras de arte, sacándolas del territorio nacional. Don X, restaurador del Museo del Prado, fue encargado de organizar los detalles del viaje. El día 3 de febrero de 1939 salían los primeros camiones camino de Francia. Este señor formó los camiones, poniendo a la cabeza al Cristo de Medinaceli para que los protegiera. Hicieron parada en el castillo francés de Ceret durante varios días para descansar, mientras prepararon un tren con destino Ginebra.
En marzo de 1939 un comité internacional de expertos examinó e identificó la imagen de Jesús Nazareno de Medinaceli, quedando hondamente impresionados ante su rostro dulce y dolorido.
Finalmente aquella espantosa guerra concluyó. Era el 1 de abril de 1939.
Ocho días más tarde, el Superior Provincial de los Capuchinos de Castilla, fue a Ginebra para negociar el retorno de Jesús a Madrid.
Recuperada ya en poder del Superior de los Capuchinos y ante el argumento de la expectación del pueblo de Madrid por recibir la famosa y venerada imagen, tuvo que prometer que la llevaría él mismo en su departamento del tren.
El tren especial con la imagen de Jesús cautivo y segunda vez rescatado salió de Ginebra el día 10 de mayo de 1939. El recorrido era largo. Finalmente se detiene en la estación de Pozuelo de Alarcón ya muy cerquita de Madrid, era la estación convenida para bajar la imagen. Esta venía en una caja especial adornada con la bandera de España. Al descenderla del tren, un batallón de soldados le rindió honores. Inmediatamente en un coche, la llevaron a la iglesia de la Encarnación donde llegaba a la una de la madrugada del 14 de mayo.
¡Como la esperaban los madrileños!
A las cuatro y media de la tarde salía hacia su casa Jesús de Medinaceli. La sacaban a hombros cuatro religiosos capuchinos.
Y allí estaba todo Madrid.
Aplausos, lágrimas, gritos, oraciones, bandas interpretando el Himno Nacional.
Aquella procesión fue "una de las más grandes registradas en Madrid"
A las siete y cuarto de la tarde la sagrada imagen llegaba ante su templo.
Atrás quedaban escenas de tanta emoción, inolvidables...
Aquello había sido como un abrazo de un ser querido después de larga ausencia.
Desde aquel día Jesús en su templo "esperando, llamando y recibiendo"...y dispensando sus gracias a cuantos a El llegan.
Esto lo conocemos y vivimos cada día. ¡Es una historia de amor!

Yo le visito todos los viernes, si alguno de vosotros no lo habéis hecho...hacerlo...los que vivís lejos, quizá... en alguna ocasión.
Si no sabéis ir, no tenéis más que decírmelo...yo os acompaño con mucho gusto.

3 comentarios:

  1. ¡Caramba! Si que tiene una histori y que historia del Cristo.
    Que tal odisea tan ajetreada.Creo que ahi tambien se alimento mas la fe y la devocion.
    Muy interesnate y bonita historia.
    Muchas gracias por la inviotacio. si alguna vez tengo la suerte de ir por Madrit, ya se que tengo una de las mas especiales y agradables guias, que me pueden orientar y contar la historia.
    Grtacias ¡gata! Te tomo la palabra
    Un beso

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  2. Quisiera yo también poder disfrutar de tu presencia en campaña tan emotiva: Ser bendecido por el corazón poderoso de Aquél, el de Medinaceli.

    Gracias, señora María Ángeles.

    Ángel

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