lunes, 3 de septiembre de 2012

El abogado

Después de haber vivido "decentemente" en la tierra, mi vida llegó a su fin...
Sentado en un banco de acusados, en la sala de lo que imagino era una sala de jurados. Miré a mi alrededor, vi al fiscal quien tenía apariencia de villano y me miraba fijamente, era la persona más demoniaca que había visto en mi vida. Miré a la izquierda y estaba mi abogado, un caballero con una mirada bondadosa que me era familiar...
Su presencia demandaba admiración y respeto. Yo no podía quitar los ojos de Él, se sentó y dijo: comencemos. El fiscal dijo: Mi nombre es Satanás y demostraré porqué este individuo debe ir al infierno. Comenzó a hablar las mentiras que había dicho, de las cosas que había robado en el pasado, cuando engañaba a otras personas.Satanás habló de cosas horribles cometidas por mi, y entre más hablaba más me hundía en mi silla de acusados. me sentía tan avergonzado, que no podía mirar a nadie, ni siquiera a mi abogado. A medida que Satanás mencionaba pecados que hasta había olvidado. Estaba molesto con Satanás, también estaba molesto con mi abogado, quien estaba sentado en silencio. Yo sabía que era culpable, pero también había hecho cosas buenas en mi vida, ¿No podían esas cosas buenas equilibrar lo malo? Satanás terminó con furia su acusación y dijo: Debe ir al infierno, es culpable de todos los pecados y nadie puede provar lo contrario...
Mi abogado se levantó y solicitó acercarse al juez y este lo permitió haciéndole señas para que se acercara pese a las protestas de Satanás. Cuando se levantó y empezó a caminar, lo pude ver, todo Esplendor y Majestad. Entonces me di cuenta porque me pareció tan familiar, era Jesús guíen me representaba. Mi Señor y Salvador. Se paró frente a juez, suavemente le dijo: Padre, y se volvió para dirigirse al jurado, y dijo: Satanás está en lo cierto a decir que este hombre ha pecado. Reconozco que debe ser castigado. Respiró Jesús, se volvió hacia su Padre y con los brazos extendidos proclamó: Sin embargo yo di mi vida en la cruz para que esta persona pudiera tener vida eterna y me ha aceptado como su Salvador, por lo tanto es mío. Su nombre está escrito en el libro de la vida y nadie me lo puede quitar.Satanás no comprende que este hombre no merece justicia si no misericordia.
Cuando Jesús se iba a sentar, hizo una pausa, miró a su Padre y suavemente dijo: "No hace falta hacer nada más, ya yo lo he hecho todo".
El juez levanto su poderosa mano, y golpeando la mesa fuertemente, dijo: "Este hombre es libre, el castigo para él ha sido pagado en su totalidad, caso concluido.
Cuando mi Salvador me conducía fuera, pude oír a Satanás enfurecido que decía:No me rendiré jamás.
Cuando Jesús me daba instrucciones a donde me debía dirigir, le pregunté: ¿Ha perdido algún caso?
Jesús sonrió amorosamente y dijo:"Todo aquel que ha recurrido a mi `para que lo represente. ha obtenido el mismo veredicto tuyo...
              "PAGADO EN SU TOTALIDAD"

8 comentarios:

  1. Qué original tu cuento Ma.de los Angeles, al mismo tiempo que lo relatás das ejemplo de bondad y amor, un abrazo!

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    1. Gracias María Cristina, por tu visita y por ser tan amble conmigo.
      Un besito

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  2. Un relato muy bonito, con una visión diferente. Un abrazo

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  3. Hola Gata:
    Creo que este relato deja sin palabras a mas de uno.
    Yo mismo no se que agregar, porque todo esta dicho.
    Muy interesante el relato y con mucha enseñamza.
    Quiero disculparme por mis prolongadas ausencias.
    Un beso y un abrazo.

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    1. No te preocupes por tus aunsencias, a mi me preocupa el motivo.

      Un beso Pluma y Data

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  4. Un relato precioso y que llena de esperanza.Besotes

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