sábado, 20 de julio de 2013

Ignacio Anaya

Yo no he sabido quien era este señor "Nacho" hasta hace unos días y sin embargo, seguro que muchos de vosotros lo conocíais o sabíais de él.
Antes de saber nada de él, seguro que en nuestras manos y estómago hemos tenido su invento.
Cuando uno está sin saber que hacer, de vacaciones en mi caso estos días, picotea lo que se le pone por delante.
Hace unos días llegó mi hijo a donde yo estaba tumbada en una hamaca mirando al mar y me dio un paquete de Nachos. Como soy muy curiosa del saber, cuando llegué al hotel, abrí el ordenador y me informé que eran los Nachos.
Cuando me enteré de todo el proceso, le dije a mi hijo que si sabía que era lo que había comido de ese paquete tan apetitoso. Lo primero que me dijo fue:-Ya está aquí la sabihonda.
No, le dije, pero si me gusta aprender y he aprendido la procedencia de estas "cosas", pon atención que aunque no quieras te lo voy a contar:
En 1943, un grupo de esposas de militares estadounidenses destinadas en Fort Duncan, se desplazó hasta Piedras Negras (México) para pasar la tarde.
Después de una agotadora jornada, quisieron parar a comer algo, pero el único restaurante que tenían cerca estaba cerrado. Aún así, el mesonero, Ignacio "Nacho" Anaya, las dejó entrar e improvisó un platillo con lo poco que le quedaba en la cocina: unas tortillas.
Las cortó en triángulos, las frió y las aderezó con queso. Y el resultado fue tan exquisito que, durante meses, las doce mujeres acudieron cada semana a pedir "nachos".
Su fama se extendió rápidamente por todo México y Texas y, en 1959, empezaron a servirse por toda América.
Yo, como ya he dicho, no los he conocido hasta hace unos días, pues para tomar un aperitivo como soy muy clásica, me gustan: unos taquitos de queso manchego, unas rodajitas de chorizo un poco de jamón. Me da igual serrano que ibérico, no les hago gestos a ninguno de los dos.
De todas maneras, no le quito mérito a don Ignacio Anaya, pues todas las amas de casa hemos tenido que improvisar en algún momento para dar de comer a algún invitado ocasional.
Ya que estoy puesta, voy a dar un consejo a los que se presentan en una casa sin avisar.
Lo primero que tenéis que hacer es, llevar un par de kilos de chuletitas de cordero o unos filetes de ternera y si me apuráis un poco. Llevar un jamón y dos quesos: uno para que señora mientras asa las chuletitas, lo haga tacos para el aperitivo. El otro para que la señora se acuerde de vosotros (para bien) mientras le dura el otro queso.

12 comentarios:

  1. Pues a mí de vez en cuando si que me gusta comer esas "chuches"........lo de las visitas inesperadas estoy de acuerdo contigo en que se tienen que presentar con la comida hecha para todos:-)
    Besicos

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    1. A mi también me gustan las "chuches" aunque me contengo por aquello de no "meter" más de la cuenta al estómago.
      Charo, creo que como nos lean nuestros amigos, no van a visitarnos muy a menudo.
      Un besito guapetona

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  2. María..." Ignacio Anaya "

    Es muy lindo lo que comentas,que son los Nachos....es aperitivo
    antes de las comidas quita el apetito y se recaudan kilitos jaja
    Si nos damos esos gustos una vez a la semana, puede ser y sino salir a caminar para bajar lo que tenemos demás jaaj

    ¡¡ interesante nota !!

    un beso desde Argentina

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    1. Fíjate Doris, aunque me coma unos "nachos" lo que sea...no se me va el apetito, es por eso que muchas veces me controlo...¡¡Con lo ricos que están!!
      Un besito cariñoso

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  3. Qué buen consejo Ma de los Angeles! Uno no debe caer nunca en casa ajena a la hora de comer, pero si lo hace debe llevar extras, el ama de casa se sentirá reconfortada, un abrazo!

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    1. En una ocasión se me presentaron 5 sin avisar, además eran mas de las 12 del mediodía. Había puesto lentejas para los niños y para mi (pocas)...tuve que improvisar.
      Hice puré con las lentejillas, abrí unos botes de guisantes, los salteé con ajitos. Tanía solo jamón de York...total que eso fue lo que pude dar a mis inoportunos visitantes.
      Mi despensa en aquellos tiempos no estaba muy "boyante"
      Un abrazo Mª Cristina

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  4. Muy buena entrada!!!...nunca me hubiese dado po indagar sobre los "nachos" y mira que me gustan, por lo que tu trabajo de investigación me ha venido muy bien para quedar como todo un ilustrado en la próxima reunión de amigos, jajajaaaa!!!

    Un abrazo, amiga!!! ;)

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    1. Ya me contarás como reaccionan tus amigos cuando les des tan ilustrativo "mitin" acerca de los Nachos.
      Gracias por tu simpatía

      Un abrazo Ignacio

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  5. Jajajajaja, me ha encantado tu entrada, tienes razón, nada de Nachos.
    Es verdad que a veces se nos llena la casa en vacaciones, este año de momento estoy solo con mi marido, aun así estoy a la espera de “la sorpresa” que me temo que llegara, y se acabaron las vacaciones como todos los años.
    En fin que para eso estamos las madres, y mis hijos, sus mujeres, y mis nietos… para hacerme trabajar en vacaciones. Un beso.

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    1. Disfruta antes de que lleguen. Espero que sepan agradecer tu sacrificio. Muchas veces los hijos no lo hacen, se creen que después de criarlos a ellos, sigues con derecho a estar siempre dispuesta para atenderlos.
      Descansa y prepárate por si acaso Lola.
      Un besito

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  6. Menos entrantes y màs comida fuerte....jejjeje

    un abrazo

    fus

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    1. Hola fus: gracias por tu visita, ya veo que debes de ser un buen gourmet.
      Como noto que te gusta la comida fuerte, pásate por Madrid a degustar riquísimo cocido madrileño, un buen cochinillo en casa Botín o unos huevos estrellados en casa Lucio...después me cuentas.
      Un fuerte abrazo y bienvenido.

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