miércoles, 27 de noviembre de 2013

Una mala experiencia

Eso es lo que le ha ocurrido a mi amiga Carmen, que ha tenido una mala experiencia y que además no le ha ocurrido a ella sola.
Una de cada 1000 personas que son intervenidas en el mundo se despiertan durante la operación.
Normalmente no se recupera totalmente la conciencia y solo se recuerdan fragmentos de la conversación del personal sanitario o un leve malestar. Cuando detectan que está recuperando la conciencia, simplemente se le aumenta la dosis de la anestesia.
Creo que existen multitud de testimonios de individuos que sentían como su cuerpo permanecía inmóvil incapaces de avisar que estaban despiertos, no podían gritar, ni tan siquiera llorar, y nadie parecía darse cuenta que padecían dolor cuando cortaban sus cuerpos y hurgaban en sus órganos.
Sin duda una de las peores agonías que se pueden vivir.
El domingo pasado fui a visitar a mi amiga Carmen, pues hacía una semana que se sometió a una cirugía para extirparle un tumor de ovario.
Recuerda haberse dormido con la anestesia, pero minutos después despertó con un intenso dolor al sentir como cortaban su cuerpo.
Se sintió atrapada en su cuerpo, incapaz de moverse o respirar.
El hospital le informó después, que un gas había estado cayendo durante la operación y solo recibió el 5% de la anestesia necesaria.
Según me lo estaba contando, me entraba un repelús por la espina dorsal que casi me tienen que llevar a urgencias, pero era del miedo que sentí.
No es que mi amiga haya exagerado pues tengo una vecina que es enfermera de quirófano y, cuando se lo he contado me ha dicho que es posible, que a veces ocurren cosas así...
Sin comentarios.
Yo sigo pidiendo a Dios que no me ocurra, pues con lo cobarde que soy...

6 comentarios:

  1. Debería haber un método que el paciente tenga a mano para avisar de un caso así, yo recuerdo y muy mal mi operación de apendicitis, era chica y mi mamá pidió anestesia local, sufrí como loca porque ella tenía miedo de la total, en fin, ojalá esto no ocurra a menudo, un abrazo Ma de los Angeles, y mi saludo solidario para tu amiga Carmen

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    1. Yo por suerte y gracias a Dios no me han tenido que operar, pero si alguna vez me toca, pediré al cirujano que me de un buen mazazo, jajaja.
      Mi amiga ha leído tu comentario, se ha emocionado y dice que te de las gracias. Yo también te las doy y agradezco como siempre tus visitas.
      Un abrazo María Cristina

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  2. ¡Qué horror! Yo también espero que no me ocurra nunca, Sería terrible. Un beso

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    1. Ya lo creo que debe de ser un verdadero horror verse en esas circunstancias, que Dios nos libre.
      He leído y visto el cuento que habéis hecho tu amiga y tu, está muy majo y las ilustraciones me dejan maravillada.
      No pude dejarte comentario, no se por qué, seguro que algo no hice bien, de todas maneras, os felicito a las dos...¡Ah, y a la narradora.
      Un besito Hada...

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  3. Hola Mª Angeles, que miedo madre mía, si me pasa a mi no se me da algo vamos, gracias a dios nunca he entrado a un quirofano (toco madera), pero les tengo un pánico que no me lo puedo explicar y encima nos cuentas esto ya ni te cuento, pobre amiga tuya y a todo el que le pase eso, jolín.

    Besos.

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    1. Harás bien de tocar madera y pedir que nunca tengas que entrar en un quirófano, pues creo que a veces ocurren cosas que te darían un repelús saberlas. De todos modos, no tengas miedo.
      Un besito Piruja

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