lunes, 2 de marzo de 2015

¡Que nada nos frene mejorar!

Hoy me voy a poner un poco filósofa ya que después de contaros el percance de mi experiencia con el "terremoto" madrileño parece que os habéis reído lo vuestro, lo cual me satisface pues no es muy frecuente reír en los momentos que tenemos encima.
Las inundaciones, los políticos, los malos, los buenos, en fin, todo lo que nos rodea. Por eso, hoy nos vamos a sentir filósofos por un día...

Un filósofo y su joven discípulo paseaban por los alrededores de un pueblo, cuando divisaron una pequeña granja. Tras llamar a la puerta para pedir un vaso de agua, les recibió un humilde matrimonio y sus tres hijos, vestidos con pobres harapos. Al preguntarles de qué vivían, el granjero les contó que una vaca les daba leche, con la que hacían mantequilla y queso para su autoconsumo y venta.
Lejos ya del lugar, el filósofo le ordenó a su discípulo:
-Regresa a la granja, coge la vaca y tírala por un precipicio.
-Pero si es el único sustento de la familia. Respondido el joven intentando, sin éxito, salvar al animal.

Años más tarde, el muchacho, convertido en un rico empresario, volvió al mismo lugar y quedó sorprendido al ver que la granja ahora era una lujosa mansión.
Aquello le provocó una enorme tristeza, pero pronto descubrió que sus propietarios eran los mismos granjeros que, empujados por la necesidad, habían empezado a cultivar algodón. Y lo que comenzó como una forma de escapar de la miseria, con el tiempo se convirtió en un próspero negocio.

A menudo, en la vida nos acomodamos a lo que nos da nuestra "vaca", pero no dudemos en tirarla por el precipicio y pasemos a la acción.
Que nada nos frene para mejorar.

11 comentarios:

  1. Aunque tengas razón en el momento de los hechos me parece una “putada” con perdón.
    Sé que nos quedamos con lo que tenemos y más de una vez decimos ¿para qué mas… aunque sea poco? Pero el miedo y la incertidumbre en estos días que vivimos es mucha, y el miedo nos deja sin movimiento alguno, y claro yo… ni vaca ni algodón, y así es de difícil pensando en mis hijos que lo tienen difícil, pero el cambio está cercano, esperemos que para bien.
    Me has hecho pensar que todo se está moviendo rápido, la gente joven ya no anda dormida como hace unos años, a estos le tiraron la vaca por el barranco, pero el algodón esta por sembrarse. Un abrazo me encanto tu entrada.

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    1. Te doy toda la razón a ti, pues yo opino lo mismo ya que no soy nada lanzada. Yo me hubiese quedado con mi vaquita, mi quesito y mi mantequilla, ¿Para que más?
      Un beso Lola

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  2. Aunque tengas razón en el momento de los hechos me parece una “putada” con perdón.
    Sé que nos quedamos con lo que tenemos y más de una vez decimos ¿para qué mas… aunque sea poco? Pero el miedo y la incertidumbre en estos días que vivimos es mucha, y el miedo nos deja sin movimiento alguno, y claro yo… ni vaca ni algodón, y así es de difícil pensando en mis hijos que lo tienen difícil, pero el cambio está cercano, esperemos que para bien.
    Me has hecho pensar que todo se está moviendo rápido, la gente joven ya no anda dormida como hace unos años, a estos le tiraron la vaca por el barranco, pero el algodón esta por sembrarse. Un abrazo me encanto tu entrada.

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  3. "El que no arriesga no gana" dice el dicho, pero hay que tener mucho coraje para hacerlo, pienso que a veces se gana y otras se pierde, pero debe valer la pena a quienes no tengan tanto cuiqui como yo, un abrazo!

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    1. También estoy de acuerdo contigo María Cristina. Ya sabes que los filósofos, los abogados y demás gente de carrera, opinan con los libros en la mano, pero en la practica todo es distinto.
      Yo hubiese pensado, " más vale vaca segura, que algodón en el pensamiento".
      Un abrazo guapa

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  4. Me ha encantado este relato y me ha hecho pensar en lo que yo me acomodé en mi trabajo y no fuí capaz de "tirarlo" al precipicio para encontrar otro mejor.Besicos

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    1. Eso mismo nos ha pasado a casi todas las de nuestra generación. Nos acomodábamos en un sitio y allí nos quedábamos.
      Aunque tu eres mas joven que yo, las dos hemos hecho lo mismo. quizá éramos más sensatas o más tontas, ya que ahora ni las chicas ni los chicos se amoldan a estar siempre en el mismo sitio.
      De todas maneras yo he estado muy contenta trabajando.
      Un beso Charo

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  5. Muy bueno tu relato, Mª Angeles, Cuando una cosa falla hay que buscar nuevos horizontes pero... en estos momentos el horizonte esta tan lejos que es difícil llegar y pensamos "más vale vaca conocida...
    En fin, esperemos que vayan cambiando las circunstancias y nuestros hijos no se conformen y puedan tirar para adelante la "plantación",
    Un saludo cariñoso.
    Roser

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    1. Ya verás como se va a solucionar todo pronto para que nuestros hijos no desesperen, como bien dices, o lo dice el refrán, "Más vale lo malo conocido qué lo bueno por conocer". Que a veces, es lo mejor.
      Un beso reser

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  6. Muy buen escrito y como bien dices con mucha filosofía amiga. El refrán que pone más arriba María Cristina, yo lo conocía como "sin riesgo no hay triunfo", que más o menos es lo mismo. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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    1. Lo bueno sería que todos triunfasen, ganaran mucho dinerito, (que es lo todos buscamos) y, sobre todo, que sean felices sin muchas ambiciones.
      Un abrazo Pepe y que tu también tengas un buen fin de semana.

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