martes, 21 de abril de 2015

El manzano

Hace muchos años, había un manzano muy cerca de la casa de un niño que lo adoraba y pasaba todos los días jugando alrededor de él.
Gateaba por las ramas, rodeaba el tronco y muchas veces se tumbaba sobre la hierba a la sombra de tan hermoso árbol.
El pequeño creció y nunca jamás volvió a ser su compañero de juegos.
Un día, regresó ya hecho un muchacho y el árbol le dijo:
¿Juegas conmigo?.
Pero este le respondió:
-Ya no soy el niño de antes, lo que ahora quiero son juguetes y no tengo dinero para comprarlos.
Te sugiero que cojas todas las manzanas y las vendas, le contestó el árbol. Pero, tras hacer eso, se marchó dejándolo solo otra vez.
Transcurrieron unos años hasta que, ya hecho un hombre, volvió bajo su sombra protectora.
¿Vienes a jugar conmigo?, le preguntó el manzano.
.No tengo tiempo, he de trabajar para mantener a mi familia. Necesito una casa. ¿Puedes ayudarme?. Y éste le respondió:
Coge mi madera y constrúyela.
Y así lo hizo.
Pasaron muchos, muchos años, sin que el manzano supiese nada de aquel, primero niño, luego adolescente y más tarde hombre, cuando un día se acercó un anciano con bastón, que era su amigo.
El árbol le dijo:
No tengo nada que ofrecerte, pero puedes apoyarte en mi seco tronco para descansar.

Esta podría ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres, que a lo largo de la vida nos lo dan todo, o al menos lo que pueden en cada caso, y nos apoyan siempre sin pedir nada a cambio y, nos ofrecen "su tronco" para que descansemos de las vicisitudes de la vida.
Por muy mayores que seamos y cuando ya no están con nosotros, ni un sólo día dejamos de recordarlos...¿Verdad que sí?

10 comentarios:

  1. Hola paso de visita por tu blog me encanta todo lo que tienes escrito. Saludos

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    1. Gracias por tu visita ..NaNy... Y además me siento muy contenta con tu presencia en mi blog.
      Un fuerte abrazo

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  2. Tierna alegoría, Ma de los Angeles, muy cierto que los padres somos el refugio sin edad ni tiempo para nuestros hijos, nunca dejamos de ayudarlos y protegerlos, un abrazo!

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    1. Es ley de vida, antes nos protegieron, educaron y amaron a nosotros.
      ¡Que sigamos muchos años siendo ese tronco viejo...!
      Un abrazo María Cristina

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  3. Has hecho una magnífica comparación y yo ahora ya casi me siento el tronco.Besicos

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    1. Tenemos que dar gracias a Dios porque hemos llegado a ser..."Troncos",
      Yo creo que es una de las más bonitas etapas de los humanos.
      Un beso Charo

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  4. Preciosa historia Mª Angeles, y así es, nuestros padres están siempre en nuestro corazón y en nuestra mente. Me ha encantado. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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    1. Así es Pepe, no hay día en que no nos acordemos de ellos y, a la vez, nosotros ahora somos ese "tronco" que tanto echamos de menos.
      Un abrazo

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  5. Gracias Paula, encantada de tenerte como amiga.
    Espero que volvamos a visitarnos.
    Un abrazo

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