martes, 10 de noviembre de 2015

Las estaciones de la vida

Hoy es principio de semana para los madrileños, pues ayer día 9 de noviembre fue su Patrona, la Virgen de la Almudena.
Yo aunque ya estoy jubilada estaba muy contenta porque estaba mi hijo descansando en casa. Hoy, todos de nuevo al trabajo.
He salido sobre la una de la tarde para hacer una pequeña compra y que me diera un poco el sol, que por suerte tenemos un magnifico otoño. Según iba yo calle abajo, digo calle abajo, porque después tendría que subir calle arriba, así es mi calle. Pues bien, cerca de casa hay un semáforo que no se por que motivo lo han hecho un poco peligroso.
 Hace un par de semanas atropelló un  conductor que iba hablando por su móvil a la señora que nos limpia la escalera y ha estado la pobre de baja laboral.
Hoy, como iba diciendo veo que en dicho semáforo hay multitud de gente, unos vociferando a un conductor y otros haciendo ,lo mismo a un peatón. Mi curiosidad ha podido y me he acercado, siempre que he visto que no había heridos.
Se estaban diciendo de todo menos bonitos. Uno incriminaba al conductor que según él tenía toda la culpa, después de decirle varias palabrotas y acordarse de su señora madre, va y le suelta:
 "- Además de tonto eres ya un viejo". Le miro y dirigiéndose a mi dice: -No ve señora que lo menos tiene 40 años?
Le he mirado y le he dicho:
-¡Ojala tengas suerte y llegues tú por lo menos al doble!"

Me he venido un poco triste a casa. ¿Qué piensan algunos jóvenes de una persona que tiene 40 años?...Si le llego a decir los que tengo yo, seguro que me echa a la alcantarilla...
Como siempre tengo algo aparente, ahí va algo que le viene muy bien al día de hoy:

Un hombre que tenía cuatro hijos quería que aprendieran a un juzgar las cosas rápidamente. Y se le ocurrió enviarlos, por turnos, a ver un peral que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en invierno, el segundo, en primavera; el tercero, en verano, y el más joven, en otoño.
Cuando todos hubieron regresado, el padre los llamó y les pidió que le describieran lo que habían visto.
El primogénito explicó que el árbol era horrible, parecía seco y estaba sin hojas; el segundo comentó que no era verdad, que él lo había visto con finos brotes verdes y lo encontró lleno de promesas; el tercero no estuvo de acuerdo y aseguró que había muchas flores, que desprendía un dulce aroma, y que era muy hermoso.
Por último, el pequeño explicó que el árbol estaba cargado de frutos, con muchas hojas, algunas de las cuales empezaban a caer, pero pleno de vida.
 Entonces, el hombre les dijo que todos tenían razón, pero que su impresión era parcial porque sólo había visto el árbol en una de las estaciones de su vida. Y añadió:
" -No debéis juzgar al árbol o a una persona teniendo sólo en cuenta una parte de su existencia. De la misma manera, no podéis daros por vencidos en el invierno, ya que no os dejará ver la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño".

Una cosa que se me ha olvidado preguntar al jovenzuelo que tan viejo le parecía el señor que él suponía tenía más de 40 años, ha sido:
-¿Cuantos años tienen tus padres?...
¡¡Dejémoslo así!!

14 comentarios:

  1. Me ha parecido precioso todo, los años del "viejo" y la leyenda. Besicos.

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    1. Te imaginas decir viejo a una persona de 40 años?
      Es que estos chicos no saben de que hablan.
      Un besito trimbolera y gracias

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  2. Mª Ángeles es una pena que en este tiempo que nos toca vivir prime solamente la juventud y que a las personas que van haciéndose mayores nos arrinconen a un lado y no nos tengan ningún respeto , tampoco nos valoren nada. Recuerdo tiempos atrás el respeto y admiración que sentíamos por nuestros mayores pero nos los inculcaban nuestros padres y la misma sociedad cosa que hoy no ocurre porque empezando por los medios de comunicación pasando por los padres y terminando por el medio que nos desenvolvemos todos ellos elevan al extremo a la juventud cómo si de dioses se tratara y tiran por el suelo a los mayores a excepción de aquellos a quienes explotan sus hijos para cuidar a los nietos.Del relato que nos cuentas deberíamos de aprender mucho. Besicos

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    1. Nuestros padres tenían menos cultura (por lo menos los míos), que los de ahora, pero nos educaron mucho mejor. Nos decían como debíamos tratar a las personas mayores, como teníamos que cederles la acera, ayudarlos a cruzar una calle, etc.etc.etc..
      Ahora ni te dejan sentar en metro, autobús y demás servicios públicos, si te descuidas, te tiran al suelo y pasan sobre ti.
      Bien dices, además de nuestros padres, los maestros también nos enseñaban, pero ahora los pobres si se descuidan les dan una zurra y luego van los papás para darles otra.
      ¡¡¡Que le vamos a hacer!!!
      Un beso Charo

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  3. Así es Ángeles, para los muy jóvenes somos viejos como sus padres que según ellos estamos pasados de moda, y que más de una vez no tienen en cuenta nuestros años pero si los de los demás, y es que más de una vez se creen los dueños del mundo, y yo recuerdo que he sido joven y jamás trate así a los mayores, eso sí a mi abuela si porque siempre fue mayor sobre todo de mentalidad. Un abrazo, me ha gustado tu entrada.

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    1. Yo creo que más bien son un poco tontos. ¡Mira que parecerles viejo un hombre de 40 años!
      Lo que no se, es si les preguntarán a sus padres la edad.
      Gracias por todo Lola, te mando un besito

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  6. A la gente idiota...... ni caso, y si son niñatos...... no merece la pena ni escucharlos.
    Ahiiiiii, toa la vida matando tontos y no se acaban, ja ja ja.
    Un abrazo.

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    1. Me ha hecho gracia eso de que no se acaban los tontos ni matándolos, jajaja.
      Tienes toda la razón del mundo pero...¡es que hay tantos!
      Un abrazo LOBEZNA

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  7. Tienes razón Mª Angeles, los jovencitos les parecen mayores todos los que tengan más edad que ellos y lo expresan con desprecio...Aunque esos creo que son los menos.
    Recuerdo que cuando tenia yo pocos años veía a mis padres muy mayores y no te digo nada de las personas de 60 años, yo ahora paso bastante de los 60 sin embargo no me veo como las mujeres de entonces. Sera, digo yo, por la diferencia en la manera de vestir, en los peinados. Las mujeres cuando se casaban ya se vestían de negro...Ahora tenemos 70 y todavía nos ponemos de rojo o del color que nos da la gana... Je je ¡así estamos de guapas!
    De mi castañazo aun conservo reliquias, hoy he ido al fisioterapeuta . Estoy mejor. Me alegro de que tu ya estes recuperada.
    Un abrazo.
    Roser

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    1. Aunque de niña vieras a las personas mayores, no se te ocurría burlarte de ellas como hacen ahora algunos jóvenes.
      Por otra parte, si es verdad que aunque hayamos pasado de los 70, vamos más alegres vestidas que las de antaño de nuestra edad.
      Echa las reliquias de tu "tortazo" fuera, yo estoy casi bien...la bata en el costurero, jajaja.
      Un fuerte abrazo Roser

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  8. Bueno y qué decir de los jóvenes que son como bebés, no tienen idea de nada y se creen que pueden con todo. Ya vendrá Paco con las rebajas¡jaja! y les pesará haber sido tan intransigentes con los de cierta edad.
    Buen ejemplo nos aporta con las cuatro estaciones y el árbol.
    Gracias por preocuparse por mi salud, más o menos sigo igual.
    Un gran abrazo

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    1. También pienso que la culpa no la tienen ellos. Nuestros padres nos educaron de una manera y nosotros hemos cogido el testigo y hemos hecho lo mismo con nuestros hijos. Claro que siempre hay excepciones.
      Cuídese mucho Sor Cecilia .
      Un fuerte abrazo

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