lunes, 24 de marzo de 2025

Un Castillo en Pedraza


 

      El Castillo de Pedraza además de bello encierra una historia de amor y es,ésta:

En los primeros años del siglo VIII habitaba el castillo un noble llamado Sancho de Riadura guerrero y señor generoso, respetado por sus vasallos. Cerca de allí, en una aldea de sus dominios, vivía Elvira, moza de gran belleza- hija de unos pobres colonos- que estaba muy enamorada de Roberto, joven labrador, trabajador y honrado. Un día el señor del castillo vio a la muchacha y quedó prendado de su belleza, hasta el punto de utilizar sus derechos para obligarle a convertirse en su esposa. Roberto quedó destrozado pues como siervo no podía competir con el señor y fue a refugiarse a un convento y allí entregado a la oración  fue cicatrizando sus heridas.

Pasó el tiempo y sucedió que el capellan del castillo murió y el señor pidió otro al convento para reemplazar al cura fallecido. El Abad mandó a Roberto por ser el más devoto. Cuando los enamorados se vieron, se evitaban para que no volviera a renacer su amor.

Ocurrió que el rey Alfonso VIII hizo un llamamiento a los nobles castellanos los cuales fueron a luchar llenándose de gloría en la batalla de las Navas de Tolosa.

Regresó el señor a su castillo en olor de mutitudes, cuando vio a su esposa. esta, cuando fue a abrazarla se desmayó entre sus brazos, mando llamar a uno de sus criados y por él supo de la infidelidad de su esposa. El señor del castillo no demostrando su dolor, decidió que para celebrar su triunfo preparar una gran fiesta invitando a todos los nobles del reino. Llegado el momento se sentaron a la mesa presidida por el señor que sienta a ambos lados a los amantes, a la hora del brindis dice que ha llegado el momento de conceder premios a los que lo han merecido. Dirigiéndose a Roberto, dice "Una corona bendita lleva sobre su cabeza como insignia de honradez, vitud y santidad, yo le pondré otra que si no tan divina será más duradera". Haciendo una seña, se acercaron dos vasallos que portan en una bandeja de plata una corona de hierro cuya parte inferior tenía afiladas puntas enrrojecidas al fuego. El caballero poniéndose unos guantes de acero, toma la corona y la coloca con fuerza sobre la cabeza del fraile mientras le decía: "La recompensa por tus servicios" 

Elvira huye espantada mientras se oyen los gritos de dolor del fraile y el espanto de los invitados se refleja en sus caras. Como no ve a su esposa, se dirige a sus aposentos y allí la encuentra con el corazón traspasado por una daga.

Pronto el castillo se ve envuelto en llamas y todos los invitados huyen despavoridos y se cree que Ridaura tambien se larga con rumbo desconocido.

Hay quien dice, que desde entonces, cierta noche del año, en el ruidoso castillo, se ve pasear a dos extrañas figuras coronadas por una orla de fuego.

Yo le digo a mi hijo que si me lleva, para verlo una noche...me da largas

4 comentarios:

  1. Una trágica historia de amor. Cuenta la historia que mientras los reyes
    iban a guerrear durante meses, las infidelidades eran frecuentes.
    He visitado ese castillo y no he visto fantasmas, claro que no fui de noche.
    Pedraza es un pueblo muy bonito, merece la pena visitarlo.
    Un abrazo.

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  2. Historias de amores trágicos! Cuántas hay y cuánto se sufre, es preferible no ser noble ni rico, la sencillez es humilde y el amor sereno, un abrazote Ma. de los Angeles!

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  3. Hace unos años estuve en Pedraza en una boda y vi el castillo, es un pueblo precioso. Esta historia que cuentas no la conocía. Besicos

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