lunes, 26 de noviembre de 2012

Un cuento

Estamos un poco deprimidos con tantas cosas malas: el caso del Madrid Arena, no paran de salir cosas a la luz a cual peores. Una mujer asesinada. Un hombre que se ha caído por el balcón de su casa y para rematarlo, la muerte de un gran cómico, Tony Leblanc. Con este panorama no tengo más remedio que contar algo bonito, por lo menos a mi me lo parece:
Un aldeano ruso muy devoto constantemente pedía en sus oraciones que Jesús viniese a visitarlo en su humilde cabaña.
La víspera de Navidad soñó que el Señor se le aparecía. Cuando por la mañana se levantó comenzó a poner la casa en orden para recibir el huésped tan esperado.
Una violenta tempestad de granizo y nieve sucedía allá afuera. El aldeano continuaba con los quehaceres domésticos, cuidando también de la sopa de repollo, que era su plato predilecto.
De vez en cuando él observaba la calle, siempre a la espera. Transcurrido algún tiempo el aldeano vio que alguien se aproximaba caminando con dificultad en medio de la tormenta de nieve.
Era un pobre vendedor ambulante, que llevaba a sus espaldas un fardo bastante pesado. Compadecido, salió de la casa y fue al encuentro del vendedor. Lo llevó a la cabaña, puso su ropa a secar al calor de la chimenea y repartió con el la sopa de repollo. Solo lo dejo ir, luego de ver que ya había recobrado las fuerzas para continuar la jornada.
Mirando de nuevo a través del vidrio, vio una mujer en la calle cubierta de nieve. Fue a buscarla y la abrigó en la cabaña. Le dio de come y la arropó con su propia capa...No la dejó partir hasta que no recobró fuerzas para seguir la caminata. La noche comenzaba a caer...Y nada de Jesús¡¡¡
Ya casi sin esperanzas al mirar por la ventana distinguió a un niño que estaba perdido y casi congelado de frió. Recogió al niño, le llevó a la cabaña y le dio de comer. No tardó mucho en verlo dormido al calor de la chimenea.
Cansado y desolado, el aldeano se sentó y terminó por adormecerse junto al fuego.
De repente, una luz radiante iluminó todo¡¡Delante del pobre aldeano, surgió risueño El Señor, envuelto en una túnica blanca.
-Ah, Señor¡ Te esperé todo el día y no apareciste, se lamentó el aldeano...Jesús le respondió:
"Hoy te he visitado tres veces; El vendedor ambulante que socorriste y diste de comer...era Yo!
La pobre mujer, a quien diste la capa...era Yo!
Y ese niño que salvaste de la tempestad, también era Yo...El bien que a cada uno hiciste, a mi mismo me lo hiciste".
Este cuento está basado en un cuento de Navidad atrivuido, nada más y nada menos que a...León Tolstoi.

10 comentarios:

  1. Hermoso cuento Ma.de los Angeles, un abrazo!
    P.D. Y lamento las tristezas por las desgracias ocurridas.

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    1. Hola María Cristina, de las desgracias no hay quién se salve, por eso mismo debemos de leer, ver y oír cosas que nos alegren un poco.
      Gracias por tu visita.
      Un beso

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  2. Precioso Cuento lleno de sabiduria y Fé.
    Abrazos y besos.

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  3. El cuento es precioso y nos lo deberíamos de aplicar sobre todo los que creemos en Dios que bien claro dijo Jesús: quién haga algo por alguno de estos pobres me lo está haciendo a mí.Besotes

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    1. Charo se nota que eres practicante de la religión, yo también y por eso nos sentimos muy bien.

      Un beso

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  4. En medio de las tristezas El está por todas partes!!!! ¡Precisamente ahora Carmen!!! MUCHOS SALUDOS

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    1. Nos da mucha felicidad pensar que El Señor siempre está a nuestro lado, eso se llama Fe.

      Un abrazo Lao

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  5. A veces me gustaría ser creyente para disfrutar mas de estas interesantes historias.

    Un abrazo.

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    1. No me puedo imaginar, que alguien como tu, que con un lápiz en las manos hace las maravillas que tu plasmas en un trozo de papel, no sea creyente.
      Amigo Pablo...no me lo creo.

      Un fuerte abrazo

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