lunes, 3 de febrero de 2014

El HIJO

Hoy nos vamos a poner serios, la risa la dejamos para el fin de semana:

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían en su colección; desde Rafael hasta Picasso. Muy a menudo se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte.
Desgraciadamente, el hijo fue a la guerra y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado.
El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su hijo. Un mes más tarde. alguien llamó a la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos, dijo: Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Ese día me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo instantáneamente. Se que a usted le gusta mucho el arte. El muchacho extendió los brazos para entregarle el paquete: "Yo se que esto no es mucho. No soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto".
El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Admiró como el joven soldado había captado la personalidad de su hijo.
El padre estaba tan atrapado por la expresión de los ojos de su hijo, que los suyos se arrasaron de lágrimas. Quiso pagarle al joven soldado el cuadro. "¡Oh no, señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mi. Esto es un regalo"!
El padre colgó el cuadro en el mejor sitio de su famosa galería.
Cuando el hombre murió se anunció una subasta con todas sus pinturas. Mucha gente importante acudió para hacerse con un cuadro de la colección.
Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador dijo; Empezamos con este retrato del hijo. Una voz dijo: "Queremos ver las pinturas famosas, olvídese de esa". El subastador insistió: ¿Alguien ofrece algo por esta pintura?. "No venimos por esa pintura, queremos las de Van Gogh, los Rembrandt...pero aún así, el subastador dijo: El hijo, ¿Quién se lleva el hijo.
Una voz se oyó desde atrás, era el viejo jardinero del padre y del hijo. Siendo un hombre pobre, ofreció, $ 10. "Tenemos 10, ¿Quién da 20? La multitud se estaba enfadando. No querían esa pintura, querían las más valiosas. El subastador golpeó el mazo: "Va una, van dos...Vendida por 10.
Empecemos con la subasta, gritó uno. el subastador dijo: "La subasta ha terminado".
Pero ¿y las pinturas? dijeron los interesados.
Lo siento, contestó el subastador. Cuando me llamaron, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño. Solamente a pintura de "El Hijo" sería subastada. Aquel que la aceptara heredaba absolutamente, todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas.
El hombre que aceptó quedarse con "El Hijo" se queda con TODO.

8 comentarios:

  1. MUY BUENO, Ma de los Angeles, es muy emocionante este relato, un abrazo!

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  2. Que las grandes cosas a veces van en frasco pequeño...besos.

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  3. Me ha gustado mucho el cuento sobre todo el final......el jardinero salió ganando porque se lo merecía.Besicos

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    1. Muchas veces dicen que la avaricia rompe el saco, es verdad, estos hombres que solo desean lo caro, así les fue.
      Un beso Charo

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  4. Muy buena Historia cargada de Sentimiento y Corazón.
    Abrazos.

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    1. Me alegro que te haya gustado Pedro Luis. Las cosas sentimentales siempre gusta a las almas buena.
      Un abrazo

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