viernes, 31 de mayo de 2013

El cura de Alcalá

Le conocí cuando hicimos una visita a Alcalá de Henares con mi parroquia. Nos lo encontramos y vi como saludaba a muchos de mis compañeros. No reparó mucho en mi pero, cuando vio a mi compañera y amiga Mª Jesús, a ella la saludó muy efusivamente, le preguntó por sus hijos y por como le iban las cosas. estuvieron charlando un rato y después seguimos nuestra visita.
Mª Jesús, fue compañera mía de trabajo, amiga y confidente. Mientras caminábamos, me contó su reconocimiento hacia el cura:
Según me dijo, por los años setenta, compró su piso, tenía los niños pequeños (4) y un marido que le daba más a la botella que al trabajo. Ella trabajaba, pero con una hipoteca apenas le llegaba, no solo a fin de mes, si no que había veces qué el día diez ya no había en casa más dinero que para a botella de Whisky. Me contó que había días que mandaba al niño mayor que fuese a algún club para comprar la botella, pues como era lógico, las tiendas estaban cerradas cuando a él se le había acabado.
Era el día de Noche buena, cuando ella volvía de trabajar y en casa no había nada que cenar, ni dinero para comprar.
El barrio sabía lo que esta familia estaba pasando y, por supuesto, el cura que nos ocupa, que era el párroco, se enteró.
Sobre las nueve de la noche, se presentó el cura encasa de Mª Jesús, dijo que si le invitaban a cenar. Al entrar en la casa dejó un paquete que llevaba muy bien envuelto, sobre una mesita que había en el recibidor. A cualquier ama, que se  presenta un amigo a comer sin avisar, le da un repelús. Me imagino que ha mi compañera y amiga se le caería el alma a los pies.
Le dijo que no tenían cena especial, al cura no le importó.
No tenían más que sopa de sobre y unas patatitas pequeñas que puso a hervir con piel y todo.
Se sentaron a cenar. El cura bendijo la mesa de un modo precioso, según mi opinión. Se dieron todos la mano y rezaron el Padrenuestro. Mª Jesús puso la sopa de sobre en la mesa, después las patatas que comieron quitando cada uno la piel a su ración. Dice que a los niños les hizo mucha gracia pelar las patatas y comérselas.
Cuando terminaron, el cura salió al recibidor, desenvolvió el paquete, que no era otra cosa que ricos turrones. Los críos daban saltos de contentos...los mayores también comieron, incluso el cura.
El día de Navidad en la homilía, el sacerdote expuso las necesidades de una familia de la parroquia que necesitaba ayuda. Al día siguiente, les llevó lo que había recogido en la colecta, 150.000 pesetas de principios de los años setenta.
Este dinero le vino muy bien. Mª Jesús respiró. Su marido al poco tiempo "reventó" de una borrachera de Whisky, porque a él no le gustaba el vino, no, tenía que ser Whisky.(Que es mas caro)
Hoy mi querida compañera, a sacado a sus hijos adelante, los ha casado, tiene nietos y aunque vive sola...dice que es la mar de feliz. Algunas veces las compañeras le preguntábamos ¿Por qué no te has vuelto a casar? Ella se reía y decía...lagarto, lagarto...
Creo que este testimonio debía de haberlo contado en Navidad ¿Verdad?

6 comentarios:

  1. Ma.de los Angeles, cualquier día es bueno para contar estos testimonios de vida, nos hacen ver más allá de nuestra narices, un abrazo!

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    1. Gracias por tu comprensión.
      Tengo que decirte que me ha llamado mi amiga, la protagonista. Dice que ha leído vuestros comentarios y se ha emocionado.
      Vaya desde aquí, nuestro reconocimiento a tantas mujeres que pasan por esto.
      Un abrazo Mª Cristina

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  2. Con perdon de los lectores: lo que deberian de hacer con esa clase de anormales es: meterlos en una prision a vida hasta que se les quite el vicio, un vicio que cuesta mucho en el alma de quienes lo rodean.
    Bien lo del sacerdote y lo de los vecinos. Me hubiera encantado haber aportado algo para esa cuasa y ya es hora de que existan leyes que protejan a las mujeres de esas lacras sociales.
    Estas historias me conmuven mucho, pero tambien me hacen hervir de indignacion, porque los hijos y la familia son sagrados y quien no lo entiende asi; no se para que vive.

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    1. Hola Pluma. Como ya digo anteriormente, me ha llamado María Jesús. Me dice que te salude especialmente por tu comentario. Que te diga que todo va bien. Ella tranquila y el sacerdote sigue en Alcalá. Suponemos que haciendo el bien.
      Un beso

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  3. María de los Ángeles:
    Sin dudas, ese hombre tiene la vocación de servir a flor de piel y hace honor al hábito que viste. Como Francisco, quue siempre ayudó al pobre.
    Un gran abrazo.

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    1. Si es verdad Arturo. Sigue en Alcalá de Henares, donde por cierto, el Papa Francisco va a venir en el 2014.
      Espero que Dios me de salud para poder ir a verle.
      Un abrazo fuerte, amigo

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