viernes, 18 de enero de 2013

El afeitado

Es un hábito aún más antiguo que cortarse el pelo ya que existen evidencias de que nuestros antepasados se rasuraban la barba con conchas hace 20.000 años. Los antiguos egipcios, mucho más evolucionados, llevaban a la tumba su colección de navajas de afeitar, ya que la cara afeitada realzaba la categoría social de quien la lucía y los griegos se afeitaban todos los días por una cuestión de supervivencia para evitar que sus enemigos les agarrasen por ella en la lucha cuerpo a cuerpo. Es más, cuando los españoles llegaron  América constataron que los amerindios se "pulían" el rostro utilizando finas conchas de molusco a modo de pinzas con las que, más que afeitarse, se depilaban unos a otros mientras charlaban.
Estos personajes debían de tener la piel muy dura. Yo recuerdo a mi padre que cada vez que se afeitaba, solo le faltaba llorar porque chillar, chillaba lo suyo. Por su trabajo tenía que ir siempre muy bien afeitado, muchas veces cuando empezaba a afeitarse mi madre nos mandaba a jugar porque lo pasaba mal y si se cortaba (que era muy a menudo). ¡ La que armaba!
Cierto día que estaba el pobre con su maquinilla, su brocha, su jabón, etc.etc.etc. me acerqué a ver como se rasuraba, era muy simpático y yo era la única niña, los demás eran todos chicos.
En un momento que estaba mirándole me dio con la brocha en la nariz, el se rió y a mi me gustó. Yo seguía sus movimientos y cuando ya casi había terminado, no se me ocurrió otra cosa que darle un pellizquito en un moflete...Pobrecillo que grito dio. Enseguida apareció mi madre, no solamente por el grito que dio, si no por las palabrotas que soltó. Para más inri, en aquellos tiempos no había los bálsamos que hay ahora para después del afeitado, no, en aquellos tiempos se echaban alcohol. No me extraña que chillara el pobre cada vez que se afeitaba.
Un apunte más: La primera navaja como la que conocemos hoy nació mucho después de 1772.
Creo que no fue solo mi padre el que sufrió la odisea de los afeitados, pues tanto nuestros antepasados como los indios que se afeitaban con conchas, debían de sufrir lo suyo. Por cierto, los indios que vemos en las películas y que van tan depilados desde la cara hasta los tobillos, hay que ver lo que pasarían si se lo hacían con dos conchas de molusco. Uffff.

12 comentarios:

  1. No tenía yo ni idea Mª de Los Ángeles de la historia de algo que realizo cada mañana, así que supongo que todos los días me acordaré. Un apunte: en la era actual, de vez en cuando aún se sufre con el afeitado, al menos yo, y eso que tengo la piel fuerte, que no es lo mismo que la cara dura. me ha gustado mucho tu entrada, un fuerte abrazo y feliz fin de semana.

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    1. Pepe,dar gracias a que ahora hay infinidad de masajes y bálsamos que os hacen que sufráis menos...pobres de aquellos que se echaban el alcohol,Ufff
      Que tengáis buena semana, un gran abrazo

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  2. ¡¡¡Pobrecitos!!! Lo que tenían que pasar.
    Un abrazo.

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    1. ¡No te lo puedes imaginar! No es que yo lo sepa por experiencia, si no oír gritar a mi pobre padre.

      Un abrazo Pedro Luis

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  3. Los hombres sufren con su afeitadas y las mujeres con la depilaciones con cera ayyyyy mamita! Es el destino Ma.de los Angeles, muy graciosa la anécdota, salvo los ayes claro, un abrazo!

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    1. Lo de la cera debe de ser morrocotudo. Digo debe, porque nunca lo he probado...hay otras soluciones. Soy muy sensible al dolor.
      Un beso María Cristina

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  4. María de los Ángeles:
    Desde hace unos años, solo maquina eléctrica y cada vez más espaciada.
    Y al que no le guste, que se aguante, que mi piel no está para sacrificios.
    Un gran abrazo.

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    1. Me parece estupendo, yo opino lo mismo que tu, mientras se pueda evitar el dolor...

      Un fuerte abrazo Arturo

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  5. Hola Mª Angeles muy curiosa tú entrada, los hombresssss... pues no eran los más fuertes jajajaja la verdad que debe de ser algo cansino pero siempre existe la opción de dejarse barba.
    Abrazos Pilar.

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    1. De fuertes nada, a la hora de la verdad son unos quejicas.
      La verdad es que algunos con su barbita están la mar de sexis.
      Un beso Pilar

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  6. Gajes del oficio.
    Es el calvario que tenemos que sufrir los hombres y que bueno que hay cuchilas y navajas para todos los gustos hoy en dia.
    Un beso.

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    1. ¡¡¡Que pena!!! ¡Pobrecitos!

      Os quejais de vicio, y si no, dejaros la barba como Moises.

      Un beso

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