martes, 5 de marzo de 2013

Toledo

No se donde, creo que fue en una película que escuché una frase que decía "París bien vale una noche", pues Toledo, no solo vale una noche y un día, si no varios días para empaparse de su arte, su cultura, su arquitectura. etc. etc. etc.
Ayer domingo por la mañana se levantó mi hijo con ganas de salir de Madrid. Empieza a buscarme por la casa...(cien metros cuadrados), luego me encontró enseguida. Me suelta a bocajarro.-Elije donde quieres ir a comer fuera de Madrid, pero no me digas que vamos a Pedraza...
Nos ponemos de acuerdo, como siempre, y decidimos ir a Toledo. En menos que canta un gallo nos encontramos en la carretera pues yo quería llegar antes de la una para oír misa en la Catedral.
Me coloque en primera fila, nadie que no lo ha visto, se puede hacer una idea del resplandor que despide el Altar mayor, casi me dolían los ojos de mirar tanto dorado.
Antes habíamos dejado el coche en un sitio que descubrimos hace mucho, pues como hay tanto turismo es difícil encontrar aparcamiento. Claro que está antes de llegar a la Puerta de Bisagra y luego tenemos que subir la cuesta hasta Zocodover.
Decidimos subir por las escaleras mecánicas, así lo hicimos, pero no se que es peor pues desde donde terminan las escaleras estas tan modernas, hay que cruzar toda la ciudad hasta llegar al centro de Toledo.¡¡¡Palizón!!!
Yo que amo tanto Toledo le voy contando a mi niño la grandeza de esta ciudad, le digo:-¿Ves hijo? de Toledo no se han ido aún esas épocas medievales. Tienes que hacer un esfuerzo para no transportarte a esas edades. Sus murallas casi intactas, sus iglesias, sus mezquitas, esa mezcla de culturas tan bien armonizadas. Cuando ves Toledo, se levanta, te atrae, te habla el águila que dibujan en sus casas los toledanos, te dice que no pares de mirarla, que no pares de observarla porque la magia nunca se acaba.
Estando yo tan poética e inspirada, va y me dice:-¿Cuando vamos a comer?
Casi le taladré con mis ojos. Le respondí que cuando quisiera. A todo esto seguimos caminando por los pedruscos, pienso que no están hechos para mis pies.
Aunque hay mucho arte, también hay mucha gente que almuerza a la misma hora, por eso no encontrábamos un buen sitio donde descansar, poder comer, a menos que nos pusiéramos en lista de espera, ya eran casi las tres de la tarde y...por fin llegamos a Zocodover.
En ese momento me dice mi hijo:-¡Ya he encontrado donde comer! ¡¡Corre ven,veras que bien vas a comer!!...¡¡¡Me metió en Mac Donals.
Muda me quedé...pero comimos unas ricas hamburguesas, alitas de pollo y aros de cebolla y ¿Sabéis qué? Que aunque soy "un poco mayor"...me supo a gloria, no se si sería por el hambre que tenía. Me encantó estar con tanta gente joven, familias con niños pequeños, no como el mío,...en fin lo pasé estupendamente.
Ya de vuelta hacia Madrid, iba rumiando un exquisito Mazapán toledano que no lo superan en ningún sitio del mundo...Ahí queda eso...

10 comentarios:

  1. María de los Ángeles:
    Sin dudas que valió la pena hacer la excursión.
    Por otro lado, al comer una hamburguesa, habrán quedado libres enseguida; tanto como para proseguir la visita a esa ciudad.
    Un gran abrazo.

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    1. Tienes razón Arturo, en esos sitios además de que siempre encuentras mesa libre para comer, también tardas poco y como tu dices, rapidamente otra vez listos para emprender la hermosa visita.

      Un fuerte abrazo

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  2. Pues me alegro que te gustase tanto la visita a Toledo. La verdad es que es ideal para perderse entre sus callejones y placitas cargadas de historia, parece que retrocedemos a otro tiempo.Aunque llevo viviendo aquí desde siempre, no me canso de recorrerla y admirarla. Un abrazo

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    1. Nosotros en cuanto podemos nos dirigimos a Toledo, tanto a mi como a mi hijo nos gusta mucho y además puedes ver todo sin empujones. La próxima, es el Jueves Santo, volveremos para ver la procesión del Cristo de la Vega...¡Me entusiasma!

      Un abrazo Pilar

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  3. Ma.de los Angeles, ir a esos locales con un hijo es símbolo de compañerismo inigualable, recuerdo una época, lo pasaba a buscar por la escuela (estaba en primaria) saliendo yo de mi clase de gimnasia y nos íbamos a un MacDonald cercano, lo pasábamos muy bien. Con los años solíamos ir a un cine que tenía muy cerca un Burguer y ahí también comíamos muy contentos. Rescato esto de tu post, y envidio los paseos por tus hermosas ciudades, un abrazo!

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    1. Entonces mi hijo y yo somos muy, pero que muy compañeros. Vamos juntos a muchos sitios e incluso de vacaciones.
      Espero que algún día te des una vuelta por mis hermosas ciudades, que son también tuyas.
      Un beso María Cristina

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  4. Conozco muy bien Toledo, he pasado unas cuantas vacaciones ya que mi hermana reside allí desde hace muchos años y mis osbrinos son toledanos.Me encanta esta encantadora ciudad de las tres culturas y he disfrutado mucho paseando por sus calles y comiendo en unas cuantas ocasiones en ese Mac Donald de la plaza Zocodover, el mercadillo de los martes también me gusta mucho.Ahora ya llevo varios años sin ir pero le tendré que poner remedio.Besotes

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    1. Pues anímate para la Semana Santa. Hay muchas y hermosas procesiones. A mi, una de las que más me gusta es la del Cristo de la Vega, sale el jueves Santo a las doce de la noche y es muy emocionante ver la Imagen con un brazo desprendido de la cruz, que además tiene una hermosa historia. Ya la he contado en el blog, pero si no la sabes, voy y te la cuento otra vez...no tengo pereza.
      Un fuerte beso Charo

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  5. Jo, que experiencia más chula!!! jejeje Con tu hijo ni más ni menos, jejeje, como yo saltando bajo la lluvia, que me importa el mundo cuando estoy con él...besos.

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    1. Tengo muchas experiencias como esta, gracias a Dios.
      Mi hijo y yo nos compenetramos de maravilla y...¿Con quien mejor que con él para salir de paseo, excursión o de vacaciones?
      Ya verás cuando tu chiquitín sea grandote...también te cogerá en brazos.
      Un beso Amylois

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