sábado, 4 de diciembre de 2010

una historia

Me ha gustado tanto esta historia, que no me puedo pasar sin contárosla. Seguro que muchos la sabéis, pero si alguien no la sabe, aquí estoy yo para contarla. Comienza así:
En la antigua Roma en la época del emperador Tiberio, vivía un hombre muy bondadoso que tenía dos hijos. uno era militar, el otro hijo era poeta y encantaba a todos los que le escuchaban.
Una noche, el el buen hombre tuvo un sueño. Se le aparecía un Ángel para decirle que las palabras de uno de sus hijos serían conocidas y repetidas en el mundo entero por todas las generaciones futuras. Lo más seguro, pensaría este hombre, es que los versos de mi hijo serán reconocidos en el mundo entero. Pero no fue así, ya que las palabras que todos nosotros sabemos y que fueron dichas por el hijo soldado fueron estas:

"Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero decid una sola palabra y mi siervo será salvo"
¿A que las habéis recordado todos?
Los católicos las decimos todos los días en la Eucaristía.
Yo la he puesto abreviada, pero si queréis saber más, es de Paulo Coelho y está en su libro ( que os recomiendo) EL ALQUIMISTA

Después de esta historia tan bonita, ¿Que os parece lo que han hecho los controladores aéreos?
!Pobres viajeros¡ yo no estoy de acuerdo con ellos. Se puede protestar pero no hacer la puñeta a los demás. Esto ha sido (como dice el detective Colombo) con premeditación y alevosía y además en unas minivacaciones. Solo han perjudicado a la gente trabajadora...Id a por los "gordos" pero de frente y con la cara levantada...me solidarizo con todas las personas que han sufrido por culpa de otros...ya me he desahogado un poco...solo un poco.

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