jueves, 13 de octubre de 2011

El boton negro

Hace unos días mi hijo se compró una camisa muy bonita, en Zara, el se viste en esta casa. Era de color azulado, más bien clarita y como es natural (hasta ahora) llevaba todos los botones blancos. Cuando la estaba mirando me doy cuenta de que uno de los botones es NEGRO, si, si, como lo digo, un botón negro en una camisa casi blanca. Yo muy seria le digo que han cometido un error y el me dice que es la moda, que ahora se lleva un botón negro entre una botonadura blanca. !Dios mío¡ ya no saben que inventar para que, (a mis ojos) hagan el ridículo los muchachos y los no tan muchachos, pues todos los hombres se tienen que comprar camisas.
Al hacerle yo esta advertencia, me dice que yo no entiendo de las nuevas modas. Desde luego que no, yo he vivido en una época que íbamos todos limpios, planchados, cosidos y relavados. Jamás nos tirábamos al suelo como hacen ahora, jamás hemos llevado los bajos de los vestidos deshilachados y mucho menos rotos...pero claro, nosotros los mayores no entendemos. Además estábamos un poco reprimidos. Primero por los padres. Después por el marido, ni uno ni otro aceptaban que las chicas lleváramos ropa llamativa ni transparente, ni el pelo corto ni...Bueno mejor me voy a otra cosa.
Volvamos al botón negro: Me contó mi suegra que un día su padre se fue a poner una camisa (entonces eran todas blancas), y se le había caído un botón. Como tenía varias hijas pidió que le cosieran uno, también en aquellos tiempos todas las niñas sabían coser un botón. Entonces la más pequeña de las niñas se prestó para ello, la cría que no tenía más de 5 años se puso muy afanosa a coserle el botón a su padre. Cogió el cesto de la costura, una aguja, hilo y...el primer botón que encontró...negro. Cuando su padre lo vio, cogió la camisa se la puso y se marchó como tenía previsto irse a la plaza del pueblo a tomarse la copeja con sus amigos, estos cuando le vieron el botón tan llamativo en el centro de la camisa se echaron a reír y, le preguntaban quien había tenido el mal gusto. Él contestó. -Me lo ha cosido mi hija y no me lo quitaré hasta que la camisa se rompa.
Según me contó mi encantadora suegra...cumplió su palabra. La camisa se rompió con el botón negro, pero ni era moda ni había sido comprada en Zara. Así que no se pongan tontitos con eso de la moda del botón negro pues ya por el año 1800 y pico, el bisabuelo de mis hijos llevaba un botón negro en una camisa blanca...he dicho.

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