viernes, 15 de octubre de 2010

marineros

Hoy más que otros días he echado de menos a mi amiga Piluca. Casi todos los viernes comemos juntas después de hacer la visita a Jesús de Medinaceli, pero claro hoy no ha podido ser.
La hecho de menos, pero claro como tiene un hermoso chale en la Costa Brava, de vez en cuando hace una escapada y precisamente, allí está ahora.
Iba yo pensativa y patidifusa por el Paseo del Prado, cuando veo sentada en un banco a Adelina, una amiga a la que no veía hace lo menos tres meses. Cuando nos hemos visto, nos ha dado mucha alegría, yo me he sentado junto a ella y hemos charlado un buen rato. Hemos empezado por los nietos y ahí si que se nos pasa el tiempo volando.
Resulta que Adelina tiene un hijo que es teniente de la Marina Española. Recuerdo cuando el niño se casó, fuimos todos a Cartagena pues uno de mis hijos es amigo del teniente.
La boda fue muy bonita, hacía buen tiempo y todos los compañeros se vistieron sus mejores galas, pues se daba la circunstancia, que la novia tenía (y tiene) el grado de capitán.
Fue muy emocionante cuando los novios pasaron por entre las espadas cruzadas de sus compañeros todos de uniforme blanco, por lo menos a mi me gustó mucho. En fin, que toda la ceremonia estuvo fantástica.
Las dos estuvimos recordando aquel día tan maravilloso que pasamos, luego Adelina me contó muchas cosas que a las dos nos hicieron reír, tales como cuando la capitana le tiene que dar alguna orden al teniente y que este algunas veces nos las acata muy bien. Un caso fue, que en un momento le mandaron de maniobras en el buque Castilla y al recibir la orden y saber que le había mandado su esposa, se le escapó un..."La madre que la..."y el cabo que estaba a su lado le dijo:
-Mi teniente,¿ no es su esposa la capitana? Este le contestó.-Sí pero es mi esposa en casa, aquí es tan capitana mía como tuya.
Las dos nos hemos reído mucho, pues nos resulta gracioso, pero yo pienso que, la capitana manda mucho en el cuartel, pero en la cama, el que manda es el teniente pues hace seis años que se casaron y tienen cinco niños...
Por cierto que el buque Castilla ya no existe, creo que lo han desmantelado. ¿Habrá tenido algo que ver el teniente hijo de mi amiga Adelina?...Espero que no.

Cuando voy con Piluca, comemos en algún sitio mono, charlamos mientras tomamos el té, pero hoy después de despedirme de Adelina, cada una se ha ido por su sitio, yo me he venido a casa, he comido judías pintas y un filetito a la plancha que, ni fu, ni fa. Distinto es cuando como con mi amiga y nos damos el gustazo de salirnos de la dieta y, a veces hasta nos tomamos un pastelito. Hummmm.

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