martes, 8 de junio de 2010

leyenda

Hoy voy a contaros una leyenda muy...lo que sea.
Lo hago porque no puedo dejar a mis queridas Nuria, Mª Jesús Conchi y Piluca sin leer algo mío.
Dicen que cuando ya se han acostado los niños si no ven nada en mi blog lo pasan mal, hasta el punto de, según alguna, ponerse de mal humor, pues bien, aunque sea algún cuento...os voy a complacer. Ahí va.
Es una leyenda madrileña,! Ahí es na¡
Cuenta la leyenda, que en la calle Sacramento, cerca de la calle del Royo en Madrid, que una desapacible noche, el guardia de Corps don Juan de Echenique, caminaba por la calle Sacramento, cuando una voz de mujer proveniente de un balcón llamó su atención. El apuesto caballero no se lo pensó dos veces y atravesó el umbral, subió la escalera y accedió a la lujosa casa donde encontró a la desconocida dama y pasó con ella una gran noche de amor.
Horas después, medio adormilado, el reloj de la Iglesia de San Justo le recordó que debía volver al Palacio Real para el relevo. Salió con prisa del edificio y a la altura de la calle Mayor se percató de que había olvidado el espadín en el salón de su amante. Regresó sobre sus pasos y al llegar a la puerta descubrió que la lustrosa casa lucía entonces un aspecto abandonado, un vecino salió a la ventana y le informó de que en esa casa no vivía nadie desde hacía más de cincuenta años.
Ignorando al informador, Juan de Echenique forzó la cerradura y accedió al lugar donde horas antes había yacido junto a su amante. Sin embargo se encontró un escenario muy diferente: muebles tapados y cubiertos de telarañas y suciedad.
De pronto, reconoció un cuadro que ilustraba en retrato de la mujer con la que había pasado la noche. La fecha no dejaba lugar a dudas, fue pintado hacía más de cincuenta años. En ese mismo instante, abandonó la casa no sin antes descubrir su espadachín...ya mugriento.

Os doy mi palabra de que, según estaba escribiendo notaba escalofríos en el cuero cabelludo...espero que durmáis bien esta noche.

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