miércoles, 2 de junio de 2010

Luz de Gas

Tengo una amiga...no muy íntima, más bien digamos, una vecina. Nos apreciamos mutuamente, e incluso hemos ido de compras. Pero ella tiene un marido...que creo que le hace Luz de Gas¡¡¡
Muchos habréis visto la película que lleva ese nombre, es muy antigua, en blanco y negro, quizá los muy jóvenes, no.
Bueno, para los que no saben el tema, es el siguiente: un marido que por dinero le hace ver a su esposa que los pájaros nadan y los peces vuelan. El caso era volverla loca, no os cuento más por si la veis algún día.
Como os digo, el marido de mi vecina lo está intentando; no por herencias ni mucho dinero, no, lo hace por la tarjeta de El Corte Ingles y el teléfono móvil.
No hace mucho tiempo me llamó contándome que creía haber perdido el móvil y después de casi volverse loca buscándolo, su querido esposo con una sonrisita le dijo:-Mira, estaba en tu mesilla de noche. Pepa me contó que de eso nada, que creía que le había desaparecido del bolso.
Siempre que la ve que viene de Hipercor...la tienen liada, es un tacaño compulsivo. Le ha quitado la Visa...y hasta le ha querido cerrar el bono transporte.
Más de una vez le ha hecho ver que había perdido la tarjeta de los grandes almacenes y se ha tenido que hacer otra.
El lunes pasado me llamó llorando diciéndome:-!Hay que disgusto tengo? He vuelto a perder la tarjeta. Yo mosqueada le digo:-¿Lo sabe Juan? -Claro que lo sabe, acabo de llegar, he dejado el bolso encima de la mesa, creía que lo llevaba todo, pero no, me falta la tarjeta...
-Mira, le digo. Sal de casa, di a ese zángano que tienes por marido que vas a anular la tarjeta para que no pueda usarla nadie, yo te espero en la puerta de los almacenes...
Así lo hicimos, anuló la tarjeta...le dieron otra...y yo como buena amiga le dije:-Ahora te vas a comprar un modelito caro y le dices que lo has hecho por la alegría que te ha dado de ver que nadie había usado la tarjeta. Porque yo daba por hecho, que él le había quitado la dichosa tarjetita que tantos disgustos le trae.
No se ha comprado el modelito que yo le aconsejé, pero se gastó 200 euros en cremas y potingues.
Me ha llamado esta mañana. Cuando ella llegó a casa, él estaba con una sonrisa de oreja a oreja con la tarjeta en la mano.-Mira, le dijo- Estaba encima de una silla.
Pepa le miró y le dijo que ya traía otra nueva, empezó a sacar las compras y le entregó las facturas...Todo esto, se lo aconsejé yo. !Que lista soy¡
!Ah¡ También me ha dicho que a Juan le dio un enorme dolor de cabeza y se tuvo que acostar, ni siquiera cenó.
El consejo se lo dí gratis...

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