domingo, 1 de agosto de 2010

el cura de Alcalá

Hacía unos cuatro años que no le veía, fue en una visita que hicimos a Alcalá con la Parroquia. Él nos recibió en su Iglesia donde hicimos la primera parada, muchos le saludaron muy contentos, yo le conocía hacía poco y no reparó mucho en mi pero cuando vio a una de las señoras que nos acompañaba, a ella la saludó muy efusivamente, le preguntó por sus hijos y como le iban las cosas.
Estuvieron charlando un rato y después seguimos nuestra visita por la monumental Alcalá.

Mª Jesús, fue compañera mía de trabajo, nos llevamos bien y tenemos confianza mutua, mientras caminamos por Alcalá me contó su reconocimiento hacia el cura.
Según me dijo, por los años setenta, compró su piso, tenía los niños pequeños (4) y un marido que le daba a la botella más que al trabajo. Ella trabajaba, pero con una hipoteca apenas le llegaba, no solo a fin de mes, si no que había veces que el día diez ya no había en casa más dinero que para la botella del Wisky. Me contó que había días que mandaba al niño mayor que fuese a algún club a comprar la botella, pues como era lógico las tiendas estaban cerradas cuando a él se le había acabado.
Llegó un día de Nochebuena y cuando ella volvió de trabajar, en casa no había nada que cenar, ni dinero para comprar.
En el barrio sabían lo que esta familia estaba pasando y, por supuesto el cura de la Parroquia se enteró.
Sobre las nueve de esa Nochebuena, se presentó el cura en casa de Mª Jesús, dijo que si le invitaban a cenar, al entrar en la casa dejó un paquete que traía muy bien envuelto, sobre una mesita que había en el recibidor. A cualquier ama de casa, donde se presenta algún amigo a comer sin avisar le da un repelús, pues siempre quiere uno lo mejor para sus amigos y darle algo especial, sobretodo que no sean un par de huevos con patatas que es lo que siempre tenemos. Me imagino que a mi compañera y amiga se le caería el alma a los pies pués ella no tenía ni huevos.
Le dijo que ellos no tenían cena especial, "al cura de Alcalá" no le importó.
No tenían más que sopa de sobre y encontró unas pocas patatitas pequeñitas que puso a hervir con piel y todo.
Se sentaron a la mesa y "El cura de Alcalá" bendijo la mesa de un modo precioso, según mi opinión, Se dieron todos la mano y rezaron el Padrenuestro.
Mª Jesús puso la sopa de sobre en la mesa y después las patatas que se comieron cada uno quitándole las pieles a su ración. Dice que a los niños les hizo mucha gracia eso de pelar las patatas y comérselas.
Cuando terminaron, "El cura de Alcalá"salió al recibidor,desenvolvió el paquete, que no era otra cosa que ricos turrones variados. Los críos daban saltos de contentos...los mayores también comieron, incluso "El cura de Alcalá".
El día de Navidad en la homilía, el cura que era de Coslada y ahora es de Alcalá, expuso las necesidades de una familia de la parroquia diciendo que necesitaba ayuda...El domingo siguiente, recaudó en la colecta 15o,000 pesetas de principios de los años setenta.
Este dinero les vino muy bien, Mª Jesús respiró, su marido al poco tiempo "reventó" de una borrachera de Wisky porque a él no le gustaba el vino, no, tenía que ser Wisky.
Hoy mi querida compañera, ha casado a sus hijos, tiene nietos y aunque vive sola, está contenta y es feliz...no le falta de nada gracia a Dios.

Como nuestro Párroco esta de vacaciones (como todo el mundo), cuando hoy al entrar en la Iglesia he visto "Al cura de Alcalá"para sustituir al nuestro en la misa dominical, he sentido una inmensa alegría, no queda ahí la cosa, si no que le voy a volver a ver el domingo día ocho y el día quince...a ver si se me pega algo de su bondad.
Aunque no lo creaís, !Tengo unas ganas que llegue el domingo¡

No hay comentarios:

Publicar un comentario