Madrid está plagado de cotorras, y no me refiero a dos vecinas mías que salen a las 7 de la mañana con el perrito y se pasan cotorreando todo el día.
Ya son famosas en el barrio y se han llegado a hacer apuestas a ver hasta que hora de la noche se recogen.
Yo salgo poco, pero aunque sólo sea a comprar el pan de diario, las veo. Una tiene un Caniche blanco, la otra, una perita Yorkshire o algo parecido, pues es de un color no definido entre negro, gris, o marrón. Como decía mi madre, "color de panza burra". El caso es que dichas "cotorras" siempre están en la calle.
Ahora, las cotorras a las que yo me refiero son las de verdad, vamos, esas aves preciosas que son oriundas de los países sudamericanos.
Ya sabemos que ahora se viaja mucho y cuanto más lejos mejor (no es mi caso), pues lo más lejos que voy es a la Comunidad Valenciana a mojarme los pies y...
Como iba diciendo, las gentes que viajan a países exóticos no se conforman con pasarlo bien y traer un regalito típico de la ciudad donde hayan estado, no. Los hay que se traen un monito, una cría de cocodrilo, una higuana sin pensar que estos animales se hacen grandes y como es el caso de las cotorras, tienen a Madrid plagado.
Están en los jardines, en el Templo de Debod, en el Parque del Retiro y hasta han llegado al jardín de mi comunidad y de otros colindantes.
El "cotorreo", nunca mejor dicho que hay desde la mañana hasta la noche no es para contarlo.
Claro que tenemos que estar contentos pues las aves están en los árboles y solo molestan al oído, aparte de que ya están desapareciendo los gorriones y otra aves de nuestro entorno.
Pero en el caso de los caimanes, cocodrilos y demás criaturitas que han sido tiradas al inodoro, resulta, que salen por el inodoro del vecino, y ya se han dado casos de llamar a la Guardia Civil porque en los pantanos se han visto "bichos raros".
No hace mucho, y esto salió en los periódicos, Un señor entró en su cuarto de baño y al levantar la tapadera del inodoro, en ese momento salía una culebra de gran tamaño.
El señor con los pantalones por las rodillas salió corriendo y tuvo la serenidad de cerrar la puerta del baño, automáticamente llamó a la Policía y estos a los bomberos, tanto unos como otros siempre se llevan la "mejor" parte.
Primero llegaron los policías, uno de ellos trató de abrir la puerta un poco, soltó un taco y cerró tan pronto como pudo.
Cuando llegaron los bomberos, los tacos se multiplicaron Como no sabían que hacer, uno de ellos, sacó su hacha, esa que llevan siempre atada a su cintura y que pocas veces usan si no es para tirar alguna puerta y...ha hachazos descuartizó a la, según ellos era una Pitón.
Por lo visto alguien la había echado por el Wáter, tiró de la cadena y se quedo tan tranquilo.
Días más tarde de este suceso también un señor encontró otro "regalito" en su terraza. Otra Boa, pero esta se le había escapado a su vecino.
Después de todos estos casos ya no me importa que mis queridas vecinas las "cotorras" se pasen el día de chachará, por lo menos no hacen mal a nadie, solo cotorrean.
Yo aconsejaría a quienes van a esos paraísos de vacaciones, que se traigan una collar de piedras preciosas, unas cuantas perlas negras y si me apuran un poco...un morenazo para su hija o una isleña bien guapa para su hijo, seguro que se lo agradecen.
¡Ah, si el que viaja es joven, no importa que cualquiera de las cosas que he mencionado se las regalen a su padre o a su madre, seguro que les gustara.
Pero no se os ocurra traer mas "gente" aquí que ya somos bastantes...
lunes, 29 de agosto de 2016
lunes, 22 de agosto de 2016
Mas vale tarde...
Aunque han pasado unos días desde que se ha celebrado la Festividad de la Virgen de la Paloma en Madrid, paso a contar lo poco que se de la historia del famoso cuadro y por que es la Patrona de los bomberos de la Capital de España:
Corría el año 1923, cuando un grupo de personas trataban de colgar un cuadro de la Virgen de la Soledad para ponerlo en unas andas y hacerle una procesión. El cuadro que pesa 80 kilos y está a 7 metros de altura, les era muy difícil descolgarlo.
En esos momentos vieron que unos bomberos de un parque cercano, estaban de maniobras a la vuelta de la esquina. Entonces les pidieron ayuda, que ellos muy gustosamente aceptaron y bajaron el hermoso cuadro y además les acompañaron en el recorrido por las calles del viejo Madrid.
Desde ese momento, los bomberos madrileños se han encargado de bajar el cuadro todos los años, llevar la carroza y acompañarla. Desde hace varios años, al llegar a la Puerta de Toledo, donde tienen el parque los bomberos, le hacen una exhibición que es digna de ver pues está a gran altura, empiezan justo cuando pasa la Virgen por debajo de ellos.
La devoción a la Virgen de la Paloma surgió en el siglo XVIII, cuando unos niños se encontraron en un vertedero un lienzo que representaba a una mujer con ropas monjiles y un rosario en las manos.
Los chiquillos jugaban con el retablo en un solar donde hoy se levanta el templo, hasta que una mujer llamada Isabel Tintero les compró la pintura por dos reales. La reparó por su cuenta y la colocó en el portal de su casa, en la calle de la paloma. Inició el culto a la Virgen, que se contagió a todo el vecindario.
Quien lo pintó, como el cuadro llegó allí, son preguntas sin respuestas claras todavía.
Hay varias versiones: una que es el retrato de una monja de un convento de Burgos, al parecer la pintó su padre antes de que entrara en la clausura. Era el siglo XVI.
Otra, que es la Virgen de la Soledad realizado por Gaspar Becerra. Y los hay que funden ambas teorías y afirman que el pintor hizo el cuadro teniendo a una monja por modelo.
Es la Virgen más querida de Madrid, sin que se enfade la de la Almudena que es la verdadera Patrona de la Villa.
Para que nadie se quede con la duda de saber algo de Nuestra Señora de la Almudena, que se prepare para leer otro dato curioso:
Este nombre es árabe "Al Mudayna" (o sea ciudadela), y esta es su leyenda:
En el año 712 antes de la toma de Madrid por los árabes, los habitantes de la villa tapiaron una imagen de la Virgen María en los muros de la muralla para esconderla de los musulmanes.
Con la Reconquista de la ciudad en el siglo XI por el rey Alfonso VI, se propusieron encontrar...y encontraron la imagen oculta.
Fue mientras hacían una procesión por la Cuesta de la Vega y ¡zas! un fragmento de la muralla cayó mostrando la imagen, intacta y con dos velas con las que había sido tapiada aún encendidas a pesar de los siglos transcurridos.
Madrid y sus murallas fue fundada en el siglo IX por el Emir cordobés, Muhammad I. No se sabe si esta leyenda es cierta pues los cristianos de aquella época no tenían nada que temer, pues los musulmanes respetaban sus iglesias cristianas y permitieron a los mozárabes-cristianos bajo sus dominios seguir practicando su religión, o sea, que no era tan fiero el león como lo pintaban.
He leído en un hermoso libro de historia, que en el reinado de Alfonso VI, en España, vivían hermana mente Cristianos, Judíos y árabes, ¿No es hermoso? A mi me lo parece, además creo, o yo me he forjado esa idea, que desciendo de moros y judíos, ya que en Toledo se asentaron y vivieron más de cuatro siglos y...yo he nacido en Toledo...Pero... algo después...aunque no mucho.
Vale.
Corría el año 1923, cuando un grupo de personas trataban de colgar un cuadro de la Virgen de la Soledad para ponerlo en unas andas y hacerle una procesión. El cuadro que pesa 80 kilos y está a 7 metros de altura, les era muy difícil descolgarlo.
En esos momentos vieron que unos bomberos de un parque cercano, estaban de maniobras a la vuelta de la esquina. Entonces les pidieron ayuda, que ellos muy gustosamente aceptaron y bajaron el hermoso cuadro y además les acompañaron en el recorrido por las calles del viejo Madrid.
Desde ese momento, los bomberos madrileños se han encargado de bajar el cuadro todos los años, llevar la carroza y acompañarla. Desde hace varios años, al llegar a la Puerta de Toledo, donde tienen el parque los bomberos, le hacen una exhibición que es digna de ver pues está a gran altura, empiezan justo cuando pasa la Virgen por debajo de ellos.
La devoción a la Virgen de la Paloma surgió en el siglo XVIII, cuando unos niños se encontraron en un vertedero un lienzo que representaba a una mujer con ropas monjiles y un rosario en las manos.
Los chiquillos jugaban con el retablo en un solar donde hoy se levanta el templo, hasta que una mujer llamada Isabel Tintero les compró la pintura por dos reales. La reparó por su cuenta y la colocó en el portal de su casa, en la calle de la paloma. Inició el culto a la Virgen, que se contagió a todo el vecindario.
Quien lo pintó, como el cuadro llegó allí, son preguntas sin respuestas claras todavía.
Hay varias versiones: una que es el retrato de una monja de un convento de Burgos, al parecer la pintó su padre antes de que entrara en la clausura. Era el siglo XVI.
Otra, que es la Virgen de la Soledad realizado por Gaspar Becerra. Y los hay que funden ambas teorías y afirman que el pintor hizo el cuadro teniendo a una monja por modelo.
Es la Virgen más querida de Madrid, sin que se enfade la de la Almudena que es la verdadera Patrona de la Villa.
Para que nadie se quede con la duda de saber algo de Nuestra Señora de la Almudena, que se prepare para leer otro dato curioso:
Este nombre es árabe "Al Mudayna" (o sea ciudadela), y esta es su leyenda:
En el año 712 antes de la toma de Madrid por los árabes, los habitantes de la villa tapiaron una imagen de la Virgen María en los muros de la muralla para esconderla de los musulmanes.
Con la Reconquista de la ciudad en el siglo XI por el rey Alfonso VI, se propusieron encontrar...y encontraron la imagen oculta.
Fue mientras hacían una procesión por la Cuesta de la Vega y ¡zas! un fragmento de la muralla cayó mostrando la imagen, intacta y con dos velas con las que había sido tapiada aún encendidas a pesar de los siglos transcurridos.
Madrid y sus murallas fue fundada en el siglo IX por el Emir cordobés, Muhammad I. No se sabe si esta leyenda es cierta pues los cristianos de aquella época no tenían nada que temer, pues los musulmanes respetaban sus iglesias cristianas y permitieron a los mozárabes-cristianos bajo sus dominios seguir practicando su religión, o sea, que no era tan fiero el león como lo pintaban.
He leído en un hermoso libro de historia, que en el reinado de Alfonso VI, en España, vivían hermana mente Cristianos, Judíos y árabes, ¿No es hermoso? A mi me lo parece, además creo, o yo me he forjado esa idea, que desciendo de moros y judíos, ya que en Toledo se asentaron y vivieron más de cuatro siglos y...yo he nacido en Toledo...Pero... algo después...aunque no mucho.
Vale.
lunes, 15 de agosto de 2016
Olimpiadas
Estamos en plenas Olimpiadas y vamos a hacer un buen homenaje a los deportistas de todo el mundo. Todos son fabulosos y tenían que darles medalla de oro a todos solamente por participar, que bien merecido lo tienen ya que se han pasado 4 años preparándose.
He recordado unas cuantas curiosidades que os voy a contar, seguro que ya las sabéis, pero por si acaso, ahí van:
Es curiosos como en los primeros JJOO en 1896 daban medalla de plata al ganador, medalla de bronce al segundo y al tercero...un gran aplauso. El oro se sumo al medallero en los siguiente JJOO, en Paris en 1900. Además fue la única edición en la que las medallas eran cuadradas.
También es curiosos que el medallista más anciano que participó en Amberes, 20. Tenía 72 años. ¡Bien merecida se la tenía!
Este año en Rio se han recuperado dos nuevos deportes, el golf y el rugby.
También hay tramposillos, pues en 2004 un tal Fred Lorz había ganado el maratón en el coche de su entrenados, pero para que este no quedara mal, otro tramposo, el griego Belokas, llegó el tercero y eso que lo hizo en el carro de su padre.
Un dato gracioso fue cuando Mark Spitz, aquel chico tan guapo que ganó un montón de medallas en Múnich. Fue la estrella de los juegos con aquel bigotazo que tenía y que al preguntarle los rusos porque no se lo quitaba el les respondió:
-"Me dejo el bigote porque me hace nadar más rápido al aligerar el agua de la boca". Dos días después, todos los nadadores rusos lucían, orgullosos, sus nuevos mostachos.
Ocurrió un caso muy graciosos, dentro de lo que cabe, en los JJOO olímpicos de Ámsterdam, en 1928, a la alemana Hilde Schrdes se le rompió el bañador y se le quedo un pecho al aire. Le dio tanta vergüenza que sólo quería terminar la carrera cuanto antes...tan rápido nadó...que gano.
Seguro que nuestras chicas de ahora no habrían sentido ningún pudor ya que en las playas están...¡Hoy los tiempos adelantas que es una barbaridad! Esto lo dijo Don Hilarión.
Tampoco podemos olvidarnos de Johnny Weissmuller, el famoso tarzán, quizá el mejor de todos los tiempos. Gano tres oros y un bronce en Paris y dos oros más en Amsterdan.
No puedo dejar pasar que hoy dio 15 de agosto es la Virgen de la Paloma, muy querida en Madrid. Ya se que también son las patronas de muchos o casi todos los pueblos de España, por eso después de honrar a la Virgen, nos vamos a tomar una sangría en "Las Cuevas de Luis Candelas" y a ver si llego a la procesión porque me encanta ver a los Bomberos madrileños con la carroza del cuadro de la Virgen, que esta mañana ellos mismos lo han descolgado de la iglesia donde se venera durante todo el año.
Todos los años se concentra una gran multitud para ver como los bomberos descuelgan el cuadro. Han estado muchas autoridades civiles y eclesiásticas.
Ya he contado muchas veces como apareció este cuadro, lo vuelvo a decir:
Lo encontraron en un vertedero en el Madrid de hace muchos años. Lo tenían unos niños jugando con él. Entoces una señora que lo vio les pidió que se vendieran, lo hicieron por dos reales. La señora se lo llevó a su casa hasta su muerte. Luego lo vieron tan hermoso que la iglesia del barrio lo recuperó.
Otro día os daré pelos y señales de esta historia con nombres y apellidos. Mi curiosidad hace que me los conozca todos.
No quiero cansar más a mis amigos...mejor dicho...llego tarde a la procesión.
He recordado unas cuantas curiosidades que os voy a contar, seguro que ya las sabéis, pero por si acaso, ahí van:
Es curiosos como en los primeros JJOO en 1896 daban medalla de plata al ganador, medalla de bronce al segundo y al tercero...un gran aplauso. El oro se sumo al medallero en los siguiente JJOO, en Paris en 1900. Además fue la única edición en la que las medallas eran cuadradas.
También es curiosos que el medallista más anciano que participó en Amberes, 20. Tenía 72 años. ¡Bien merecida se la tenía!
Este año en Rio se han recuperado dos nuevos deportes, el golf y el rugby.
También hay tramposillos, pues en 2004 un tal Fred Lorz había ganado el maratón en el coche de su entrenados, pero para que este no quedara mal, otro tramposo, el griego Belokas, llegó el tercero y eso que lo hizo en el carro de su padre.
Un dato gracioso fue cuando Mark Spitz, aquel chico tan guapo que ganó un montón de medallas en Múnich. Fue la estrella de los juegos con aquel bigotazo que tenía y que al preguntarle los rusos porque no se lo quitaba el les respondió:
-"Me dejo el bigote porque me hace nadar más rápido al aligerar el agua de la boca". Dos días después, todos los nadadores rusos lucían, orgullosos, sus nuevos mostachos.
Ocurrió un caso muy graciosos, dentro de lo que cabe, en los JJOO olímpicos de Ámsterdam, en 1928, a la alemana Hilde Schrdes se le rompió el bañador y se le quedo un pecho al aire. Le dio tanta vergüenza que sólo quería terminar la carrera cuanto antes...tan rápido nadó...que gano.
Seguro que nuestras chicas de ahora no habrían sentido ningún pudor ya que en las playas están...¡Hoy los tiempos adelantas que es una barbaridad! Esto lo dijo Don Hilarión.
Tampoco podemos olvidarnos de Johnny Weissmuller, el famoso tarzán, quizá el mejor de todos los tiempos. Gano tres oros y un bronce en Paris y dos oros más en Amsterdan.
No puedo dejar pasar que hoy dio 15 de agosto es la Virgen de la Paloma, muy querida en Madrid. Ya se que también son las patronas de muchos o casi todos los pueblos de España, por eso después de honrar a la Virgen, nos vamos a tomar una sangría en "Las Cuevas de Luis Candelas" y a ver si llego a la procesión porque me encanta ver a los Bomberos madrileños con la carroza del cuadro de la Virgen, que esta mañana ellos mismos lo han descolgado de la iglesia donde se venera durante todo el año.
Todos los años se concentra una gran multitud para ver como los bomberos descuelgan el cuadro. Han estado muchas autoridades civiles y eclesiásticas.
Ya he contado muchas veces como apareció este cuadro, lo vuelvo a decir:
Lo encontraron en un vertedero en el Madrid de hace muchos años. Lo tenían unos niños jugando con él. Entoces una señora que lo vio les pidió que se vendieran, lo hicieron por dos reales. La señora se lo llevó a su casa hasta su muerte. Luego lo vieron tan hermoso que la iglesia del barrio lo recuperó.
Otro día os daré pelos y señales de esta historia con nombres y apellidos. Mi curiosidad hace que me los conozca todos.
No quiero cansar más a mis amigos...mejor dicho...llego tarde a la procesión.
lunes, 8 de agosto de 2016
"Batallitas"
Seguro que todos os acordáis del "Abuelo Cebolleta". Si alguien no sabe quien es, cosa que dudo, os diré que es un personaje de comic ideado por Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón, El botones Sacarino etc.
Nos hace mucha gracia cuando estamos leyendo las historietas, pero cuando uno se hace mayor piensa...¡caramba! pero si yo estoy actuando igual. Y es que como hemos vivido mucho tenemos la memoria llena de anécdotas.
Hoy precisamente estaba recordando algo de hace muchos años. De 1955, total nada, muchos de vosotros no habíais nacido.
Dos monjas, veinte chicas y yo.
Estábamos pasando nuestras vacaciones en El Espinar, provincia de Segovia. Teníamos entre los 14 y los 20 años.
Estas vacaciones nos las pagaban por nuestro buen comportamiento. 1º por no faltar a todas las cosas que nos mandaran las monjas. Si teníamos que rezar...rezábamos. si nos mandaban coser (canastillas) cosíamos. Si nos mandaban cantar...cantábamos. En fin, no voy a enumerar mas "obligaciones". El caso es que nos ganábamos bien merecidas las vacaciones.
Estando en El Espinar, nos enteramos de que había una ermita a unos cinco kilómetros del pueblo donde habían rodado la película que todos conocéis "Marcelino Pan y Vino", además cerca de ella había una fabrica de miel. No se lo que harían, el caso es que vimos unos grandes tanques llenos de miel, podíamos comprar y además comer toda la que quisiéramos. Compramos y no os digo lo que comimos.
Era el mes de julio, cuando llegamos a la ermita, caminando cinco kilómetros a pleno sol...(si fuera ahora yo no llegaría).
Llevábamos nuestra pobre merienda que nos habían preparado las monjas del convento donde estábamos...pan con chocolate. Cuando fuimos a comerlo era más bien chocolate a la taza.
Éramos tan jóvenes que todo nos parecía bien.
Antes de merendar visitamos la ermita y el hermoso Crucifijo que sale en la película. ¡Era impresionante! no es de extrañar que el niño se quedara extasiado mirándolo, nosotras también.
Según los lugareños era muy milagroso pues había una sala llena de miembros de cera, brazos, piernas, pies. Cada persona que era curada le llevaba un trozo de su cuerpo en cera...
Una vez hecha la visita nos dieron permiso para ver los alrededores o jugar.
Al poco rato aparecieron por la ermita unos labriegos con un burro cargado de frutas, se lo dijimos a la hermana Paquita y nos dijo que si vendían nos compraba de todo. ¡Para que nos dijo más!
¡Nos compró un serón de uvas y ciruelas!
Los hortelanos una vez hubieron vendido la mercancía se tumbaron a la bartola debajo de un árbol. Al burro lo ataron en la parte de atrás de la ermita para que descansara.¡¡Pobre burrito!!
Después de nuestro pan con chocolate, las uvas y las ciruelas, nosotras, jóvenes, teníamos más ganas de retozar que el pobre burro.
Las monjas y demás gentes que allí había estaban junto a la puerta principal de la ermita donde había buena sombra. A nosotras no nos molestaba el sol.
Nos fuimos donde estaba el burro.
Una chica se puso de guardia en una esquina para avisarnos si venía alguien.
Empezamos a montar en el burro una tras otra. Una cogía el ramal, la otra montaba le daba una vuelta y volvía al sitio de destino. Así una tras otra, las casi treinta que éramos...¡¡¡Que paliza le dimos al pobre burrito!!!
Después de un par de horas, vimos que venían los dueños del asno. Le echan los serones al lomo. Como ya nos habíamos comido las frutas estaban vacíos. Nosotras como buenas "niñas" mirábamos lo que hacían.
Entonces llenaron los serones de niños, sus hijos, y el pobre burro hizo algo así como.¡¡ Uaaaag!!.
Uno de los labriegos, encarándose al asno dijo:
¡¡¡Vamos Pilón, no te enfades que has estado toda la tarde descansando, so vago!!!
Nosotras nos mirábamos y poco a poco nos fuimos hacia donde estaban las monjas como si nunca hubiésemos roto un plato, mejor dicho...¡¡¡como si nunca hubiésemos montado en el pobre burrito!!!
Volvimos a caminar los cinco kilómetros que nos separaban del pueblo, íbamos cantando tan contentas...¡¡¡Lo que es la juventud!!!
No se si alguna de mis compañeras de aquellos tiempos leerá esto, no me voy a hacer ilusiones, pero si que me acuerdo de cada una de vosotras muy a menudo. Recuerdo los nombres, el color de vuestros cabellos, lo simpáticas que erais, en fin todo. Otro día contaré algo más a ver si tengo suerte y localizo a alguna de vosotras.
Por la edad, quizá ya no este entre nosotras la madre "Ito" (cuanto la hacíamos de rabiar), la hermana Paquita, la guapísima hermana Salvadora, que cuando le decíamos que era muy bella nos regañaba...nosotras éramos casi niñas y ellas ya pasaban de los cuarenta...
Es un recuerdo de mi juventud y doy gracias a Dios por poder recordar....
No me importa si me llamáis, como mis hijo, "La abuela Cebolleta!
Nos hace mucha gracia cuando estamos leyendo las historietas, pero cuando uno se hace mayor piensa...¡caramba! pero si yo estoy actuando igual. Y es que como hemos vivido mucho tenemos la memoria llena de anécdotas.
Hoy precisamente estaba recordando algo de hace muchos años. De 1955, total nada, muchos de vosotros no habíais nacido.
Dos monjas, veinte chicas y yo.
Estábamos pasando nuestras vacaciones en El Espinar, provincia de Segovia. Teníamos entre los 14 y los 20 años.
Estas vacaciones nos las pagaban por nuestro buen comportamiento. 1º por no faltar a todas las cosas que nos mandaran las monjas. Si teníamos que rezar...rezábamos. si nos mandaban coser (canastillas) cosíamos. Si nos mandaban cantar...cantábamos. En fin, no voy a enumerar mas "obligaciones". El caso es que nos ganábamos bien merecidas las vacaciones.
Estando en El Espinar, nos enteramos de que había una ermita a unos cinco kilómetros del pueblo donde habían rodado la película que todos conocéis "Marcelino Pan y Vino", además cerca de ella había una fabrica de miel. No se lo que harían, el caso es que vimos unos grandes tanques llenos de miel, podíamos comprar y además comer toda la que quisiéramos. Compramos y no os digo lo que comimos.
Era el mes de julio, cuando llegamos a la ermita, caminando cinco kilómetros a pleno sol...(si fuera ahora yo no llegaría).
Llevábamos nuestra pobre merienda que nos habían preparado las monjas del convento donde estábamos...pan con chocolate. Cuando fuimos a comerlo era más bien chocolate a la taza.
Éramos tan jóvenes que todo nos parecía bien.
Antes de merendar visitamos la ermita y el hermoso Crucifijo que sale en la película. ¡Era impresionante! no es de extrañar que el niño se quedara extasiado mirándolo, nosotras también.
Según los lugareños era muy milagroso pues había una sala llena de miembros de cera, brazos, piernas, pies. Cada persona que era curada le llevaba un trozo de su cuerpo en cera...
Una vez hecha la visita nos dieron permiso para ver los alrededores o jugar.
Al poco rato aparecieron por la ermita unos labriegos con un burro cargado de frutas, se lo dijimos a la hermana Paquita y nos dijo que si vendían nos compraba de todo. ¡Para que nos dijo más!
¡Nos compró un serón de uvas y ciruelas!
Los hortelanos una vez hubieron vendido la mercancía se tumbaron a la bartola debajo de un árbol. Al burro lo ataron en la parte de atrás de la ermita para que descansara.¡¡Pobre burrito!!
Después de nuestro pan con chocolate, las uvas y las ciruelas, nosotras, jóvenes, teníamos más ganas de retozar que el pobre burro.
Las monjas y demás gentes que allí había estaban junto a la puerta principal de la ermita donde había buena sombra. A nosotras no nos molestaba el sol.
Nos fuimos donde estaba el burro.
Una chica se puso de guardia en una esquina para avisarnos si venía alguien.
Empezamos a montar en el burro una tras otra. Una cogía el ramal, la otra montaba le daba una vuelta y volvía al sitio de destino. Así una tras otra, las casi treinta que éramos...¡¡¡Que paliza le dimos al pobre burrito!!!
Después de un par de horas, vimos que venían los dueños del asno. Le echan los serones al lomo. Como ya nos habíamos comido las frutas estaban vacíos. Nosotras como buenas "niñas" mirábamos lo que hacían.
Entonces llenaron los serones de niños, sus hijos, y el pobre burro hizo algo así como.¡¡ Uaaaag!!.
Uno de los labriegos, encarándose al asno dijo:
¡¡¡Vamos Pilón, no te enfades que has estado toda la tarde descansando, so vago!!!
Nosotras nos mirábamos y poco a poco nos fuimos hacia donde estaban las monjas como si nunca hubiésemos roto un plato, mejor dicho...¡¡¡como si nunca hubiésemos montado en el pobre burrito!!!
Volvimos a caminar los cinco kilómetros que nos separaban del pueblo, íbamos cantando tan contentas...¡¡¡Lo que es la juventud!!!
No se si alguna de mis compañeras de aquellos tiempos leerá esto, no me voy a hacer ilusiones, pero si que me acuerdo de cada una de vosotras muy a menudo. Recuerdo los nombres, el color de vuestros cabellos, lo simpáticas que erais, en fin todo. Otro día contaré algo más a ver si tengo suerte y localizo a alguna de vosotras.
Por la edad, quizá ya no este entre nosotras la madre "Ito" (cuanto la hacíamos de rabiar), la hermana Paquita, la guapísima hermana Salvadora, que cuando le decíamos que era muy bella nos regañaba...nosotras éramos casi niñas y ellas ya pasaban de los cuarenta...
Es un recuerdo de mi juventud y doy gracias a Dios por poder recordar....
No me importa si me llamáis, como mis hijo, "La abuela Cebolleta!
lunes, 1 de agosto de 2016
Dos historias
Me han parecido bonitas y rauda como una centella me he puesto manos a la obra, mejor dicho, manos al ordenador. No es que tenga muchas ganas pues aquí en Madrid estamos a casi 40º a la sombra y en mi cuarto de estar, ni con el ventilador se puede estar. Diréis, pon aire acondicionado. Pues os explico el motivo por el que no lo tengo:
Lo primero es que en Madrid solo hace calor quince días al año. Lo segundo es que vivo en un piso bajo con todas las ventanas al jardín de la Comunidad y muchas horas al día y por la noche se está muy bien. Si queréis saber más, os diré que también pienso en lo que cuesta ponerlo, la factura de la electricidad y...lo que es peor, no molestar al vecino más próximo con el "rum-rum" de los aparatos. Por ese motivo y porque dentro de cuatro días ya no hará calor...de momento me estoy achicharrando.
Ahora voy con mis historias:
La horca.
"Erase una vez un hombre muy rico que tenía un único hijo, su heredero. Este vivía a cuerpo de rey y se pasaba todo el día rodeado de amigos y aduladores. El padre estaba harto de advertirle que esos "amigos" sólo estarían a su lado mientras tuviera dinero con el que agasajarlos, pero que cuando se terminase lo abandonarían.
Un día el anciano ordenó a sus criados que construyeran una horca con una placa que decía: "Nunca desprecies las palabras de tu padre". A continuación, hizo venir ante si a su ocioso heredero al que comunicó lo siguiente:
Esta horca es para ti. Si sucede con tus amigos lo que te he advertido, quiero que te cuelgues de ella".
El joven creyó que era una broma de mal gusto de su viejo progenitor pero prometió cumplir lo que le pedía.
Transcurrieron unos eses, el anciano falleció y, tal como éste sospechó, el muchacho empezó a gastar su fortuna sin control hasta arruinarse y quedarse sin un solo amigo. Desesperado, recordó las palabras de su padre y lloró por no haberle hecho caso.
Entonces, se colgó la soga al cuello pero el brazo de la horca se rompió y empezaron a caer sobre su cabeza monedas de oro, diamantes y una nota que decía: "Ésta es tu segunda oportunidad. ¡Te amo mucho! Tu viejo padre".
La señal.
Tras navegar a deriva en una balsa, el único superviviente de un naufragio llegó a una isla inhabitada.
Cada día, nada más despertar, miraba el horizonte buscando un indicio de que pronto alguien lo salvaría.
Pasaron los días y, convencido de que tendría que dotarse de un mínimo de comodidades para sobrevivir a la espera de ayuda, empezó a construirse una cabaña. Allí pasaría las noches protegido de los animales salvajes y guardaría todas sus pertenencias.
Un día, tras recorrer la isla en busca de alimento y observar el mar desde distintos puntos estratégicos, regresó a su campamento base y se llevó un gran disgusto. Los rescoldos de una hoguera mal apagada habían hecho saltar chispas y, con toda probabilidad, esa era la causa de que su cabaña hubiese sido arrasada por el juego.
¡Oh, Dios!, ¿Cómo has podido hacerme esto?, grito desesperado al cielo.
Pero a la mañana siguiente, lo despertaron las sirenas de un barco que acababa de atracar en la playa y que se disponía a rescatarlo.
¿Como supieron que estaba aquí?, les preguntó.
Vimos sus señales de humo, respondieron...
Así sucede en la vida, cuando creemos que todo está perdido puede que alguien esté ya en camino para brindarnos apoyo.
Dos buenas enseñanzas. La horca salvó a uno y La señal del fuego al otro.
Lo primero es que en Madrid solo hace calor quince días al año. Lo segundo es que vivo en un piso bajo con todas las ventanas al jardín de la Comunidad y muchas horas al día y por la noche se está muy bien. Si queréis saber más, os diré que también pienso en lo que cuesta ponerlo, la factura de la electricidad y...lo que es peor, no molestar al vecino más próximo con el "rum-rum" de los aparatos. Por ese motivo y porque dentro de cuatro días ya no hará calor...de momento me estoy achicharrando.
Ahora voy con mis historias:
La horca.
"Erase una vez un hombre muy rico que tenía un único hijo, su heredero. Este vivía a cuerpo de rey y se pasaba todo el día rodeado de amigos y aduladores. El padre estaba harto de advertirle que esos "amigos" sólo estarían a su lado mientras tuviera dinero con el que agasajarlos, pero que cuando se terminase lo abandonarían.
Un día el anciano ordenó a sus criados que construyeran una horca con una placa que decía: "Nunca desprecies las palabras de tu padre". A continuación, hizo venir ante si a su ocioso heredero al que comunicó lo siguiente:
Esta horca es para ti. Si sucede con tus amigos lo que te he advertido, quiero que te cuelgues de ella".
El joven creyó que era una broma de mal gusto de su viejo progenitor pero prometió cumplir lo que le pedía.
Transcurrieron unos eses, el anciano falleció y, tal como éste sospechó, el muchacho empezó a gastar su fortuna sin control hasta arruinarse y quedarse sin un solo amigo. Desesperado, recordó las palabras de su padre y lloró por no haberle hecho caso.
Entonces, se colgó la soga al cuello pero el brazo de la horca se rompió y empezaron a caer sobre su cabeza monedas de oro, diamantes y una nota que decía: "Ésta es tu segunda oportunidad. ¡Te amo mucho! Tu viejo padre".
La señal.
Tras navegar a deriva en una balsa, el único superviviente de un naufragio llegó a una isla inhabitada.
Cada día, nada más despertar, miraba el horizonte buscando un indicio de que pronto alguien lo salvaría.
Pasaron los días y, convencido de que tendría que dotarse de un mínimo de comodidades para sobrevivir a la espera de ayuda, empezó a construirse una cabaña. Allí pasaría las noches protegido de los animales salvajes y guardaría todas sus pertenencias.
Un día, tras recorrer la isla en busca de alimento y observar el mar desde distintos puntos estratégicos, regresó a su campamento base y se llevó un gran disgusto. Los rescoldos de una hoguera mal apagada habían hecho saltar chispas y, con toda probabilidad, esa era la causa de que su cabaña hubiese sido arrasada por el juego.
¡Oh, Dios!, ¿Cómo has podido hacerme esto?, grito desesperado al cielo.
Pero a la mañana siguiente, lo despertaron las sirenas de un barco que acababa de atracar en la playa y que se disponía a rescatarlo.
¿Como supieron que estaba aquí?, les preguntó.
Vimos sus señales de humo, respondieron...
Así sucede en la vida, cuando creemos que todo está perdido puede que alguien esté ya en camino para brindarnos apoyo.
Dos buenas enseñanzas. La horca salvó a uno y La señal del fuego al otro.
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