lunes, 29 de junio de 2015

¡¡¡ Que boda !!!

El sábado fui de boda y...que boda pasé.
La cosa empezó mal por culpa del calor que aquí en Madrid es "Juan o Juanillo" o te asas de calor o te mueres de frío.
Yo me había preparado ropa de primavera, pues todavía estamos en el mes de Junio: Un abriguito monísimo de esterilla azul cielo, pantalón y blusa blanco, de verdad precioso el conjunto.
Cuando me ve mi hijo con esa ropa me dice que me voy a asar de calor, que me cambie. Yo le digo que no tengo que ponerme, ´´el me dice:
-¿No tienes que ponerte y me dijiste ayer que necesitas otro armario? Ponte el traje blanco, ese que te sienta también. Yo le contesto que a una boda no debe ir nadie de blanco más que la novia, me dice:
-Eres de lo que no hay madre.
No respondo y sigo arreglándome.
Al rato salimos hacia la iglesia...voy "empaqueta".
Era la boda a las cinco de la tarde (hora muy taurina), en el Este de la comunidad de Madrid. La verdad es que hacía calor. En la iglesia había bastantes invitados...muchos.
Cuando llega la novia empieza la ceremonia. Según va pasando el tiempo, cada vez siento más calor. Saco el abanico y muy discretamente empiezo a abanicarme. Mi hijo, se agacha para hablarme al oído (mide 1,80 y yo metro y medio), me dice el muy majadero:
-Yo creo que te podías haber puesto el abrigo de pieles...Le fulmino con la mirada.
El cura hablaba más de la cuenta, parecía que estaba dando una homilía dominical, además no paraba de hablar de la pureza de la novia. Me dije para mis adentros: Si tu supieras...la novia está preñada, lo sé de buena tinta. Él seguía con su lema, la pureza, la educación de los hijos si Dios se los daba. Pensé: Como siga hablando el primero nace aquí.
Por fin termina la ceremonia. Ya los tenemos casados, dice la madre de la novia, muy ufana...
Cuando llegamos al restaurante seguía haciendo calor...Los refrescos, los saludos con gente que no conoces, mejor, porque los que te han conocido se quedan como alelados mirándote y, con todo el descaro del mundo, te dicen con cara de asombro: Huuuuuu, que gorda estás. con lo delgadita que eras...
"Mentecata, ¿Te has visto tú? Apenas tienes cuello y llevas la cabeza sobre los hombros".
Muy educadamente le digo:
¿Has visto alguna anciana con cuerpo de Lolita?

La fiesta se prolongó hasta casi las doce de la noche. Empezamos a despedirnos y dice la tía del novio a los más allegados:
-Venid a mi casa a tomar algo.
Los padres de la novia ya se habían marchado. Así que la familia del novio ( yo incluida que soy familia política de no se quien), nos vamos a casa de "la tía".
En ese momento la novia se cabrea por no ver a nadie de los suyos.
Entre el restaurante y la casa de dicha tía, hay un enorme solar arenoso y empinado por donde sale corriendo la novia con sus galas nupciales. A todo esto decía algo que yo no entendí, el novio corría detrás de ella  dando voces, que si entendí, decía:
"-Ven aquí chica que me he casado contigo porque tienes tripa, sino te quedas con el C...de tu padre"...
...sin más comentarios. Podría comentar más...pero ya es demasiado.

martes, 23 de junio de 2015

Alpargatas de cáñamo

Las alpargatas de cáñamo antiguamente las llevaban los más humildes, o sea, los pobres. Ahora las cosas han cambiado, pues como somos ricos, riquísimos, las llevan los más pudientes.
El llevarlas los más pudientes es por el precio que tienen. En mis tiempos valían 5 pesetas, ahora valen 8 euros, que son...1.365, más o menos. (Las más sofisticadas valen más, claro está)
Recuerdo cuando yo era niña (de esto hace solo unos días), que los que más llevaban este calzado eran los albañiles, sus hijos, sus esposas y todos los que de ellos dependían. Yo también he calzado alpargatas, pero con el piso de goma, pues decía mi madre que duraban más y claro, había que mirar la economía.

¿Por qué cuento todo esto? Pues muy sencillo. Resulta que desde hace unos años he descubierto que estas alpargatas de cáñamo sientan muy bien a mis cansados y viejecitos pies, las uso para estar en casa en el verano, pues se daba el caso de que me estaba cambiando de zapatillas y chanclas buena parte del día hasta que me compre dichas alpargatas que al ser de materiales naturales mis pies descansaban que era una maravilla.
Ahora que tengo una pequeña dolencia en el talón y me ha recomendado el médico que no lleve zapato plano y aunque tengo alpargatas del año pasado lavaditas y limpitas, resulta que no me son tan cómodas.
Entonces pensé, pues a pesar de todo, algunas veces  pienso, que tenía que buscar unas alpargatas de cáñamo con una pequeña cuña.
Como lo pensé, lo hice y como en mi barrio de las encontraba, sabiendo que había una casa en Madrid que es precisamente una "Alpargatería", decidí ir en busca de unas lindas alpargatitas para que mis lindos pies estén todo lo cómodos que se merecen este verano. Dicho y hecho:

Me pongo en camino. Desde mi casa hasta la alpargateria hay casi 20 kilómetros, no me importa. Cojo el tren de cercanías y en media hora me presento en la calle de Toledo, la más típica de Madrid y rápidamente encuentro la dichosa alpargatería. Pero...
Cuando llego al establecimiento hay una cola de lo menos cien personas. Tal es así que estuve una hora esperando a que me tocara.
En un principio pensé marcharme, pero yo sola me decía: "Ya que has venido, espera un poco y llévate lo que has venido a comprar"
A todo esto, yo con mi bastón esperando a pie firme que me tocara.
Cuando llegó el momento, le pido dos pares, uno rojo y otro amarillo, así, como mi bandera...las dos del mismo número, me pruebo las amarillas y como me están bien pago y me voy. Ya casi no me tenía de pie. Vuelvo al tren y rápidamente estoy en casa.

Lo primero que hago es probármelas a ver lo bonitas que me quedaban. Las amarillas perfectas, entonces me pongo las rojas y...horror, me están grandes, aun siendo del mismo número, Ufffff.

¡¡¡Que rabia me dio!!!
He dejado pasar una semana pero no he tenido más remedio que volver y...hacer otra hora de cola.
Cuando llegué a la tienda dije en la puerta lo que me había ocurrido, que solo era un cambio, pero de muy malos modos me dijeron que me fuese a la cola...somos solidarios con los de fuera, a los de casa que les den...

Cuando me tocó me dijeron que las provase y cosa curiosa, todas las que me sacaba rojas, ninguna me sentaba bien. Como ya estaba cansada le dije al dependiente que no me importaba el color.
Las próximas que me probé eran blancas, me estaban bien, las cogí y salí corriendo sin mirar atrás no fuese a pasarme lo que a la mujer de Lot.

También tengo que decir por si le interesa a alguien, que son muchos los extranjeros que acuden a esta tienda pues está en la lista turística como la más antigua de España y quizá del mundo, pues data de 1845.
Claro que como les pase lo que a mi, no creo que vuelvan a cambiarlas. Vi a una señora mejicana comprando más de diez pares. ¡Claro, si no les valen, tiene excusa para volver a España a cambiar lo que el producto!. La verdad es que hay mucho surtido de todas clases y colores, de niños de caballero y, muchas, muchas de señora.

Después del cabreo, todavía les estoy haciendo publicidad...como dice mi hijo...
¡¡¡Soy de lo que no hay!!!

lunes, 15 de junio de 2015

Fiestas patronales

Las mismas del año pasado...
No es cosa de chiste, es que casi todos los años son iguales. Eso no quita para que siempre las esperemos con ilusión y alegría.
Para mi, este año han sido distintas, he ido a la procesión...con bastón. ¡Claro que por ello no he dejado de asistir!
Lo mismo que el año pasado...los niños se han divertido en la feria, muchos mayores en los toros y encierros, algunos, como es mi caso, me he conformado con ver los fuegos artificiales desde la azotea e ir a misa mayor con procesión incluida.
Lo mismo que el año pasado...hubo una magnifica misa mayor. Presidida por las autoridades eclesiásticas y civiles.
Lo mismo que el año pasado... salió la procesión con Nuestra Madre del Amor Hermoso, patrona de la ciudad. Iba sobre los hombros de varias señoras que se turnaron a través de todo el recorrido. Todas iban muy guapas, vestidas con sus mejores galas, pues aunque nos separa Madrid por una acera somos unos pueblerinos.
Me extrañó ver que el estandarte de la Virgen lo llevara un señor que pertenecía a una peña taurina, claro que ahora los taurinos se conforman con la fiesta de recortadores, aquí en Coslada no matan toros.
Lo mismo que el año pasado... al llegar la imagen de la Virgen a un sitio estratégico... lo mismo que el año pasado...la esperaban los componentes de una de las peñas taurinas con trompetas y tambores. La comitiva se paró, los taurinos empezaron a tocar sus instrumentos a los acordes de la Salve Rociera...la emoción no tenía límites.
Cuando acabaron los músicos, uno de ellos le puso un enorme y bonito ramo de flores a los pies de la imagen y otro le colocó al rededor del cuello un pañuelo rojo con las siglas de la peña.
Lo mismo que el año pasado...nos volvimos a emocionar.
Aunque yo iba con un bonito bastón que hacía juego con el bolso y los zapatos, por la dolencia que tengo en un talón y que no hay modo de que se me termine de curar...aguanté toda la procesión hasta que de vuelta a la iglesia metieron a  La Virgen...hasta el año que viene.
Temiendo que después de la caminata me iba a doler mi lindo taloncito, me fui a la parada del Bus, el cual tardo 20 minutos en llegar pues como habían cortado el tráfico por la procesión creo que el conductor estaba de charla y comiéndose un choricito a la brasa con un refresco, con una de las peñas.
¡¡Claro, también tenía derecho a disfrutar de un aperitivo!!
Aquí nos llevamos tan bien que perdonamos hasta la tardanza del autobús.
Como estaba cerca de casa, pues solo son tres paradas, yo pensaba  que iba a preparar de comida. Mi hijo se había marchado con sus amigotes, seguro que tomaría el aperitivo y no se cuando volvería.
¡En fin! Me dio tiempo a preparar comida que, en caso de tener que dejarla, no se estropeara.
Preparé una tortilla de patatas tan grande como la plaza de toros.
Freí pimientos verdes.
Mientras se hacían, asé pimientos rojos en el microondas, que se hacen en 10 minutos.
Cuando llegó mi niño, le dije lo que había preparado y que si quería un filete a la plancha...respuesta...
-Solo quiero el filete a la plancha, lo demás te lo puedes comer tu...
Comí tortilla, cené tortilla, hoy he comido tortilla y...no se cuantos días más voy a comer tortilla y pimientos. Porque os digo una cosa.
¡¡¡No pienso tirar nada!!!      Esperaremos otro años, si Dios quiere, para ver nuestras fiestas patronales.
Espero comerme antes todas las viandas que había preparado con tanto esmero.

Esta es la imagen de Nuestra Señora la Virgen del Amor Hermoso, patrona de Coslada.
Para la procesión la ponen en unas andas
adornadas con flores y queda muy bonita.

lunes, 8 de junio de 2015

Los tres ancianos

Una mujer que salía de su casa vio sentados en un banco a tres ancianos con aspecto de no haber comido en los últimos días.

Se acercó a ellos y les invitó a pasar a su casa, donde les prepararía un buen desayuno. Pero, para su sorpresa, uno de los tres hombres le respondió:
-Nosotros no podemos ser invitados a una casa juntos.
-¿Por qué?, preguntó extrañada la generosa señora.

El anciano con la barba más larga sólo respondió:
-Su nombre es Riqueza, dijo señalando a uno de sus compañeros. El de este otros es Éxito y el mío,  Amor. Ustedes decidirán a quien convidan, concluyó.

El marido de la señora pensó que lo mejor sería que se sentara a su mesa Riqueza, así la prosperidad entraría por la puerta de su casa para instalarse.
Su esposa consideró que aún mejor sería invitar a Éxito:
-Así seríamos admirados por todos, dijo.

La hija del matrimonio, una niña adoptada hacía 8 años, había permanecido callada hasta ahora, pero también dio su opinión:

-¿Por qué no invitamos a Amor? ¿Siempre hemos de pensar en el dinero y el éxito?
Avergonzados, le hicieron caso, pero tras invitar a Amor, los tres ancianos se levantaron y dijeron:

-Si hubiesen invitado a Éxito o a Riqueza, los otros dos habrían quedado fuera, pero donde hay amor siempre hay éxito y riqueza.

martes, 2 de junio de 2015

El campanero

Mas de una vez hemos oído esa frase que dice "No hay mal que por bien no venga". Claro que en el momento en que te "viene el mal", ni por un momento piensas que van a venir otros tiempos mejores.
Pero sí, suele ocurrir, como le pasó a nuestro amigo El campanero.
Dicen que esto ocurrió en un pueblo de Brasil, pero bien podía y puede pasar en cualquier otro sitio:
Pasó, que vivía un hombre humilde y si ninguna formación que trabajaba en la iglesia tocando las campanas.
Pero, como también ocurre en muchos sitios, llegó una orden del obispado, que decidió que todos los empleados de las parroquias tenían que haber realizado estudios primarios.
Para nuestro buen amigo el campanero, demasiado mayor para ponerse a estudiar, aquello significó quedarse en paro.
Sin nada que hacer, fue  a la plaza del pueblo a fumarse un cigarrillo. Pero no tenía tabaco de liar  y le pidió a unos amigos si le podían dar un poco. Como tampoco tenían, le dijeron:
- Tu tienes tiempo libre. Si vas a comprar a la ciudad de al lado, te daremos una comisión.
El ex campanero empezó a hacer esta tarea regularmente. Y como vio que faltaban otras cosas en el pueblo, decidió montar una tienda.
El negocio prosperó y un día necesitó abrir una cuenta bancaria y lógicamente se dirigió al banco más cercano.
Cuando fue a firmar los papeles, el hombre confesó:
-No sé escribir.
El gerente se quedó asombrado:
-¿Ha logrado todo esto siendo analfabeto?
-Lo he conseguido con esfuerzo y dedicación, respondió el próspero tendero.
El banquero sin poderlo remediar le dijo:
-Imagínese donde estaría si hubiese estudiado.
El viejo campanero sonrió, pensando que lo que para muchos habría sido una derrota, para él fue una bendición. Mirando a aquel asombrado banquero le dijo:
-Me lo imagino muy bien. Todavía estaría dando las campanadas en la iglesia.

Aquí viene muy bien aquello de que "Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana"

Ojalá se abran muchas ventanas, para aquellos que se les cierra la puerta a mitad de su edad laboral.