Esto va para los madrileños de pro y para los "isidros" que de vez en cuando vienen a visitar la Villa y Corte:
Tócame Roque no fue el nombre de ningún personaje, como se cree, si no que así se llamaba una casa de vecindad ubicada en aquel Madrid de entonces. Hace muchos años.
Esta famosa casa estuvo situada durante el siglo XVIII y la mitad del XIX en la esquina del las calles Barquillo y Belén
¿Cómo era?.
Al parecer era una corrala con varios patios y muchas viviendas, un inmueble feo e insalubre, que fue demolido en 1850. Esta castiza finca estaba en boca de todo el mundo por los mil !zipizapes! que en ella se armaron. En ella vivían varios chisperos (hereros), que creo que se les llamaba así por aquello de que saltaba chispas, pues trabajaban el hierro en los patios.
¿Por qué se llamó así?
Se cuenta que la casa fue heredada por dos hermanos, Juan y Roque, que no se ponían de acuerdo en nada. Ambos discutían pretendiendo que la herencia les correspondía por entero. Así Juan le decía a Roque: "Tócame a mí Roque" y Roque le contestaba: "La casa tócame a mí Juan". Y como la disputa duró años la casa se quedo con el nombre de. "TÓCAMEROQUE"
Ramón de la Cruz (1731-1794) le dedicó a la bullanguera vivienda uno de sus populares sainetes: "La Petra y la Juana"
En 1849 el Ayuntamiento ordenó su derribo, las ochenta familias que quedaron en la Corrala tras la orden de desalojo, impidieron que la casa se derribase durante más de un año de pleitos con la municipalidad, hasta que se consumó el desahucio.
Fue demolida en 1850. Todos los follones quedaron en el imaginario madrileño, y así, cuando alguien quería recordar una comparación para hablar de una casa en la que había mucho jaleo y muchos disgustos, decía: Esto parece la casa de Tócame Roque.
Según el Diccionario, se denomina a la casa de Tócame Roque, aquellas en las que reina la confusión y hay con frecuencia alborotos.
No hace mucho tiempo que pasé por aquel sitio donde estuvo ubicada la famosa corrala...mi dolor fue ver...que en aquel mismo sitio...había un banco, pero no de sentarse, no, de esos donde se deja el "dinerito".