lunes, 27 de enero de 2020

Perros blancos





¡¡Hay que ver cuantos perritos hay en mi barrio!!
Con pena digo que a la pobre de mi vecina se le ha muerto una preciosa perrita, pero como todas las cosas, ha sido de vieja. Tenía artrosis, apenas veía y también estaba sorda la pobrecita. Pero bueno, con todo y eso, no nos faltan perros y "perras", que de todo hay.

Esto me ha recordado que hace un tiempo, dos viejos amigos que hacía muchísimo que no se veían se reencontraron mientras daban un paseo por el parque cercano a su casa.
Empezaron a hablar de sus experiencias compartidas, de sus amigos comunes, de las historias del pasado que les habían dejado una huella imborrable y, ya al final, llegaron al presente.
-¿Y cual es tu actual ocupación?, preguntó uno de ellos.
Y el otro respondió lleno de orgullo:
-No te lo vas a creer, pero colecciono perros blancos.
-¿Que quieres decir con eso de perros blancos?
-Pues que ya tengo más de 20 de distintas razas. Contestó pareciendole lo más normal del mundo.
-Debes de ganarte muy bien la vida para haber comprado tantos animales, volvió a insistir el buen hombre sin salir de su asombro.
Y el propietarios de semejante colección le confesó:
-No he tenido que invertir ni un euro, son animales que me encontré abandonados por la calle.
-Eso que me cuentas es imposible, yo voy cada día por la calle y no encuentro ninguno y menos de color blanco, argumentó el amigo.
-La diferencia es que yo los busco y tu no, sentenció finalmente el coleccionista.

La moraleja es que en la vida hay que estar siempre atento a las oportunidades. La suerte no llega, hay que ir a buscarla.

No tengo ningún chiste de perritos, pero ahí va uno con un ...león:

El propietario de un circo necesita un domador y pone un anuncio.
Aparecen dos, un hombre de buena apariencia, de unos 60 años de edad y una espectacular rubia de 25 años.
El dueño del circo les dice:
-Vamos directos al grano. El león es muy fuerte y mató a los dos últimos entrenadores. o ustedes son realmente buenos o no van a durar ni un minuto. Aquí tienen el equipo: el banco, el látigo y una pistola. ¿Quien quiere ser el primero?
La rubia dice:
-¡Yo!
Haciendo caso omiso del equipo rápidamente entra en la jaula. El león ruge y corre como loco hacia la rubia. Cuando llega a un metro de distancia, la rubia se saca el vestido quedando completamente desnuda.
¡El león se detiene en seco! Se acerca lentamente, se acuesta y le lame los pies. Poco a poco, va hacia arriba lamiendo todo el cuerpo de la mujer. El dueño del circo muy impactado dice:
¡Nunca en mi vida he visto nada como esto! Se vuelve hacia el otro candidato y le pregunta:
-¿Usted puede hacer lo mismo?
¡-Por supuesto y mejor aún! Pero primero saque al león...

lunes, 20 de enero de 2020

Un duro al mes...

                                         Billete de cinco pesetas, o de Duro.



      Siempre le cambiamos el nombre a las cosas, en este caso, un duro, le llamábamos a las cinco pesetas de curso legal. (Que por cierto, me ve mi hijo escribiendo y dice que el no ha conocido ese billete).
    Este billete de cinco pesetas es el que yo mas he conocido, claro que yo soy muy mayor, pero vayamos a lo nuestro.
    Hace muchos años, la gente compraba muchas cosas pagando cinco pesetas al mes, o sea, un duro.
Recuerdo perfectamente, que en los años de mi niñez los señores llevaban, la mayoría, unos relojes de bolsillo que además le daban cuerda todos los días si no, se paraban y tenían que ponerlo otra vez en marcha.
    Uno de ellos era mi padre. Tenía un precioso reloj en el que todos mirábamos la hora. Lo tenía en un clavo puesto en la pared y solo lo cogía cuando se marchaba. Entonces, se lo metía en el bolsillo de turno y nos quedamos sin saber la hora hasta que volvía del trabajo, así día tras día.
    Cuando empezaron a asomar los relojes de pulsera, el que más y el que menos quería uno y, si tenía la suerte de poder comprarlo, no os podéis hacer una idea lo tontito que se ponía enseñando dicho reloj a diestro y siniestro.
    Como es natural, mi padre, todavía un hombre joven, tenía más ganas de un reloj de pulsera que un hambriento un trozo de pan.
    Como la que llevaba los pantalones era mi señora madre, el pobre ni tenía reloj de pulsera, ni dinero para comprarlo.
    Una noche cuando llegó del servicio, venía muy sonriente y contento. A nadie, mejor dicho a nosotros los niños, no nos pasó desapercibido que a papá le pasaba algo, pues estaba muy alegre. Empezamos a cenar y él seguía sonriente, más bien contentisimo.
    No dijo nada pero hacía muchos aspavientos con su brazo izquierdo (ahora que lo pienso, lo que quería era enseñarnos tal "joya").
    De repente unos de mis hermanos que lo descubrió dijo:
-Papá tiene un reloj en el brazo.
    ¡¡Dios mío, la que se armó!!
    Los niños, todos, queríamos ver ese artilugio que llevaba papá en el brazo y decía la hora que era. Pero cuando lo descubrió mamá, todo se desmoronó:
    -Que si muchas ganas tenías tú de un reloj de pulsera.
    -Te habrá costado una fortuna.
Que si fue que si vino, el caso es que la fiesta terminó. Nos mandaron a todos a la cama y el pobre de mi padre no hacía más que disculparse diciendo que lo iba a pagar a un compañero que los vendía...a un duro al mes.
    Mi madre no daba su brazo a torcer y no paraba de decir que íbamos a comer todo el mes RELOJ.
Pasados unos días, mi padre se fue a hacer unos ejercicios espirituales pagados por el Ayuntamiento de Madrid a Pozuelo de Alarcón.
    Creo que duraban 7 días y los hacían por turnos voluntarios todos los funcionarios que querían. Yo creo que mi padre fue por no oír a mi madre darle la murga con lo del reloj.
    Yo era muy pequeña, creo que tenía 10 años y no se que pasaría  a la vuelta de mi padre de dichos ejercicios espirituales. Lo que si se, es que, pasados 9 meses nació otro de mis hermanitos, ya eramos 5. Mi madre, ilusa ella, quería que naciera rubio, pues no le haría más ilusión que tener un hijo rubio.
¡¡¡Pero si mi padre era un morenazo, ella también, aunque más clara y nosotros todos mas bien morenetes!!!
    En fin, el niño era precioso, pero puedo asegurar que fue el más moreno de todos. Tal es así, que le llamábamos..."El negrito" .
   Pasado el tiempo, mi madre le regaló un día de su cumpleaños un magnifico reloj, mejor que el que se compró pagando cinco pesetas al mes.
    ¡¡Claro, que, los tiempos cambian!!




lunes, 13 de enero de 2020

¡¡Que rico está el café!!


Melitta Bentz.




Los que son muy jóvenes y les gusta el café, no saben lo que pasamos antes, los más mayores, para colar tan rico cafelito.
Yo recuerdo que en casa de mis padres había coladores de varios tamaños, pero lo que no faltaba era uno que le llamábamos "la manga" y era el que colaba bien, bien el café.
Todo ello claro esta, hasta que llegó esta maravillosa mujer e inventó los filtros para café. Se llamaba Melitta Bentz. Hoy lleva su nombre una estupenda cafetera que casi todos tenemos en casa. Os cuento...
Si hoy disfrutamos de un rico café con la única preocupación de saborearlo, es gracias, en parte, a Melitta. Esta alemana, nacida en 1873, se hartó una mañana de beber café demasiado amargo porque se servía con unos coladores que dejaban la taza llena de grumos y residuos.
 Después de intentar filtrarlo con una tela de lino y probar otros apaños, se le ocurrió utilizar un secante de los que utilizaban sus hijos para evitar los borrones de la pluma estilográfica. Lo puso sobre un bote de latón y, a continuación, echó un puñado de café molido en el papel y fue vertiendo lentamente agua caliente. El líquido que iba llenando el recipiente era el café llamado goteo, limpio, bien filtrado, sin grumos y con un sabor mucho más agradable.
Aquel innovador sistema tenía otra ventaja, ya que la tarea de limpieza era más sencilla y, básicamente, consistía en tirar el filtro usado a la basura sin tener que preocuparse de los posos.
Melitta llamó a este nuevo método "la manera perfecta de disfrutar el café"
Después de poner a prueba su invento con amigos, vecinos y conocidos celebrando las "tardes del café" en su casa, en junio de 1908, la señora Bentz patentó aquel filtro de papel y, poco después, consiguió abrir su primera fabrica.
En la actualidad, Melitta Group emplea a más de 4.000 personas y factura 1.500 millones de euros anuales.
No quedó ahí la cosa, pues cuando una mujer se propone algo, lo consigue. Siempre trató con con justicia a sus trabajadores. Así, estableció la paga extra de Navidad, un incremento de 6 a 15 días de vacaciones pagadas al año y redujo la jornada laboral a cinco días semanales.
¡No hay duda de que tomar un buen café por la mañana ayuda a tener las mejores ideas!


Café filtrándose.



Manga colador

Como soy muy mayor, yo también he usado todos estos artilugios. La primera cafetera electrica, que por cierto era una Melitta, me la echaron los señores Reyes Magos hace varios años.
Además de saber muy bien el café, también hay que reconoces que es más limpio que por ejemplo la dichosa "manga" que siempre estaba negra.
 Si la lavabas, resulta que ya el cafelito no sabía igual, en fin, viva el progreso.


lunes, 6 de enero de 2020

Cuando un amigo se va...


                                                                      Víctor

Hay veces que escribir lo hacemos con alegría, sobre todo de saber que quizá hagamos feliz a alguien con nuestras letras, bien por hacer gracia, o bien por saludar simplemente a los que nos leen, cosa que yo particularmente agradezco mucho.
Sin embargo hoy no me salen como yo quisiera.
Los que me seguís sabéis lo mucho que he escrito de mi buen amigo Víctor. La mayoría de las veces contando cosas que a su vez él me contaba. Unas, de su buen hacer como policía de Coslada, San Fernando e incluso estuvo destinado en Barcelona. Pues bien, Victor ha muerto.
Murió en 31 de diciembre.

Aquel policía que llevó a un mendigo a cenar a su casa el día de Nochebuena.

El mismo que después de recoger a un maleante, al que habían abandonado sus compinches herido y Víctor y su compañero de patrulla le llevaron al hospital para salvar su vida, cosa que hicieron. Y que cuando se repuso y un juez le mandó a la cárcel de Alcalá Meco, Víctor iba a verle y le llevaba comida ropa e incluso le daba dinero para que llamara a su madre por teléfono, pues ella vivía en Valladolid.

El mismo que evitó que una familia abortase porque no podían mantener a más niños y Víctor con sus palabras de ánimo evito que lo hicieran. (Luego fue el padrino de una niña que nació y según él, era preciosa.

Yo he contado muchas cosas de él, también hubo una temporada que todos los sábados nos mandaba chistes, que muchas veces yo he contado en mi blog.

Decía Santa Teresa:
Un Santo triste, es...un triste Santo.
Creo que nuestro amigo Víctor, era un Santo alegre.

En cierta ocasión, que nos encontrábamos en una comida de la fiesta de la Policía Nacional y al perderle la pista, cuando le encontré le dije:
-No te he visto en mucho rato. Él me contestó:
. Siempre estoy donde hay comida. Los dos nos reímos.

Quizá si alguien me pregunta le contaré más cosas que me ha dejado escritas en una carpeta, todas ellas vivencias suyas.

Ahora os mando algunas fotos suyas.



Todos se hacían fotos con Victor, yo tambien.


El día que le dieron la placa, con el Alcalde don Raúl.



Un grupo de comensales. 
 


Con el Jefe Superior de Policía



Deseo que tanto Manoli (su esposa), sus hijos y nietos se recuperen de tan grande pérdida.