Hoy va de otra estación del metro madrileño.Hace tiempo escribí sobre la de Tirso de Molina, pero cuando una de mis amigas que es un poco miedosa la leyó, desde entonces no hay quien la haga ir por llí. Desde aquí le digo que no tenga miedo, que en la estación de Antón Martín no hay enterramientos. Lo que cuento hoy es...como la mayoría de cosillas que tienen como protagonista a mi querido Madrid.
Desde el siglo XVII aparece la plaza de Antón Martín, personaje que a su muerte fue santo.Nació en Mira (Cuenca). Era muy feliz hasta que un día asesinaron a su hermano.
Desde ese día el odio que sentía por el asesino de su hermano no le dejaba vivir en paz, decidió que no descansaría hasta que atraparan al asesino. Alguien le comentó que se encontraba en Granada. Hacia allí se dirigió, encontrando al asesino una semana después. Dio parte a la autoridad, que le arrestó.
Antón Martín puso todo su empeño en pedir la pena capital. Lo consiguió, no contento con ello, iba todos los días a la cárcel imaginándolo colgado de la horca. Uno de esos días tropezó con un fraile el la calle, a los pocos minutos entablaban una conversación sobre los proyectos que tenían. El fraile le contó que sus proyectos eran ayudar a los necesitados, el único proyecto de Antón Martín era ver morir a una persona. El fraile le dijo que perdonara igual que hizo Jesús en la cruz y si algún día cambiaba de idea fuera a buscarle al hospital donde el estaba, el se llamaba Juan de Dios.
Desde ese día Antón Martín cambió y su corazón perdonó al reo, hizo gestiones para librarle de la muerte. Cuando lo consiguió, el reo y el fueron al hospital en busca del fraile. A la muerte de Juan de Dios, Antón Martín continuó su labor.
Reinando Carlos V, se traslada a Madrid y funda el hospital del Amor de Dios. Desde aquél día Antón Martín pedirá limosna por las calles para mantener su obra hasta su muerte.
La plaza donde vivió y murió lleva su nombre, hoy, hay una estación de metro, un cine, un teatro y un...¡Dios mío si el pobre levantara la cabeza!
Sus restos del que hoy es santo, se veneran en un sarcófago de mármol y bronce en una capilla de la iglesia de San Rafael.
Espero que no sienta miedo mi querida amiga Piluca, claro que le va a dar igual porque el próximo día que salgamos...la llevo a esta iglesia.
martes, 31 de enero de 2012
lunes, 30 de enero de 2012
Independizados
Ahora son muchos los hombres y mujeres que se dicen independizados: los hay por gusto y los hay a la fuerza.
Hoy me ha visitado uno de mis hermanos que es independiente a la fuerza, digo esto, porque vivía con mi madre y cuando la pobre murió él no tuvo más remedio que ser independiente. Pero bueno el " angelito" solo tiene 50 años y, aunque es muy "apañao", hay cosas que todavía se le resisten. De vez en cuando me llama por teléfono para preguntar como se hace esta comida o la otra. Yo esperaba que comiéramos juntos un día de estos, pensaba hacerle un pollo en pepitoria que me sale riquísimo (tuve buena maestra en la cocina...mi madre), y además a mi hermano le encanta. Como la visita ha sido corta, pues no podía quedarse mucho tiempo en casa, pues claro se ha ido antes de comer, yo que ya tengo muchas salidas le he dicho: - Como no me has dado tiempo de hacer el rico pollo en pepitoria...te lo llevas crudo y lo haces tu como quieras. Cuando ha visto el pedazo de pollo, entero, en su paquetito de supermercado, va y me dice que como lo va a partir, que no sabe si tendrá con que hacerlo. La cara que he debido de poner, ha hecho que coja el pollo, me diera un beso y marcharse. Antes de irse le he contado una anécdota que ocurrió en Madrid durante la guerra civil. De paso os la cuento a vosotros también:
Resulta que estando en plena guerra, habían metido a varios prisioneros en la plaza de toros, a modo de campo de concentración. No se quienes eran los prisioneros ni los que los habían encerrado. Los dos bandos fueron igual de tontos.
Pues bien, estando los prisioneros, quizá tomando el sol porque no tenían otra cosa que hacer, y tampoco la comida sería muy abundante, aparecieron los "guardianes" y les echaron unas cuantas latas de más de diez kilos, de sardinas en aceite. Los prisioneros no tenían ni navajas, ni cuchillos, ni cordones de zapatos, ni cinturones y mucho menos un abrelatas. Nadie sabe como en menos que canta un gallo, esos hombres abrieron las latas de sardinas y, de las sardinas...nunca más se supo.
Con que abrieron las latas, nadie lo supo, pero se comieron su contenido.
Así, que no me diga mi querido hermano, que no iba a saber trocear el pollo, pues en casa de mi madre, que es donde el vive, y ya que ella era una magnífica cocinera, hay toda clase de utensilios.
¡Espero que no vuelva a casa con el pollo muerto aún entero!...
¡¡¡Estos independientes!!!
Hoy me ha visitado uno de mis hermanos que es independiente a la fuerza, digo esto, porque vivía con mi madre y cuando la pobre murió él no tuvo más remedio que ser independiente. Pero bueno el " angelito" solo tiene 50 años y, aunque es muy "apañao", hay cosas que todavía se le resisten. De vez en cuando me llama por teléfono para preguntar como se hace esta comida o la otra. Yo esperaba que comiéramos juntos un día de estos, pensaba hacerle un pollo en pepitoria que me sale riquísimo (tuve buena maestra en la cocina...mi madre), y además a mi hermano le encanta. Como la visita ha sido corta, pues no podía quedarse mucho tiempo en casa, pues claro se ha ido antes de comer, yo que ya tengo muchas salidas le he dicho: - Como no me has dado tiempo de hacer el rico pollo en pepitoria...te lo llevas crudo y lo haces tu como quieras. Cuando ha visto el pedazo de pollo, entero, en su paquetito de supermercado, va y me dice que como lo va a partir, que no sabe si tendrá con que hacerlo. La cara que he debido de poner, ha hecho que coja el pollo, me diera un beso y marcharse. Antes de irse le he contado una anécdota que ocurrió en Madrid durante la guerra civil. De paso os la cuento a vosotros también:
Resulta que estando en plena guerra, habían metido a varios prisioneros en la plaza de toros, a modo de campo de concentración. No se quienes eran los prisioneros ni los que los habían encerrado. Los dos bandos fueron igual de tontos.
Pues bien, estando los prisioneros, quizá tomando el sol porque no tenían otra cosa que hacer, y tampoco la comida sería muy abundante, aparecieron los "guardianes" y les echaron unas cuantas latas de más de diez kilos, de sardinas en aceite. Los prisioneros no tenían ni navajas, ni cuchillos, ni cordones de zapatos, ni cinturones y mucho menos un abrelatas. Nadie sabe como en menos que canta un gallo, esos hombres abrieron las latas de sardinas y, de las sardinas...nunca más se supo.
Con que abrieron las latas, nadie lo supo, pero se comieron su contenido.
Así, que no me diga mi querido hermano, que no iba a saber trocear el pollo, pues en casa de mi madre, que es donde el vive, y ya que ella era una magnífica cocinera, hay toda clase de utensilios.
¡Espero que no vuelva a casa con el pollo muerto aún entero!...
¡¡¡Estos independientes!!!
viernes, 27 de enero de 2012
Museo Antropológico
Ya he visto que os ha gustado mi entrada "La Cafetera", me alegro haberos sacado una sonrisa en estos tiempos que corren. Prepararos para esta que es, espeluznante:
Hoy como todos los viernes, después de ir a la Basílica de Medinaceli, acompañada por mi amiga Engracia y antes de comer, hemos pensado ir a un museo. Engracia que está muy puesta en estas cosas, dice de ir al Museo Antropológico, yo le digo que a ese museo no voy ni atada, ella me pregunta por qué y, le digo que me da repelús además estábamos en la puerta del Museo del Prado. Total que empezamos con un tira y afloja, que yo al del Prado, que ella al Antropológico al final...no hemos ido a ninguno de los dos después de contarle el por que yo no quería ir, este es el motivo:
Pedro Gonzalez de Velasco ( empieza siendo Pedro y al final de la historia será D. Pedro), como decía, este señor, nació en un pequeño pueblo de Segovia llamado Valseca en 1815 hijo de padres labradores.
Desde muy pequeño se vio obligado a ayudar a su familia. Marcho a Segovia donde sirvió de soldado. A la muerte de sus padres decide trasladarse a Madrid.
Tras años de estudio logra el título de practicante y 5 años más tarde el de cirujano.
Con el correr de los años, ya que era muy estudioso, llegó a ser Catedrático de la Facultad de Medicina. Pronto la fortuna le sonrió y comenzó a ganar dinerito que dedicó a ampliar sus estudios y a coleccionar piezas de antropología o etnografía. Tal llegó a ser su colección que decidió edificar un palacete a modo de templo del saber. Se inauguró el edificio en 1875 en presencia del rey Alfonso XII. A la muerte de su propietario el edificio fue cedido al Estado.
Hasta aquí la historia de un gran hombre que fue reconocido y admirado. Lo que sigue es mezcla de verdad y leyenda.
Dice la leyenda que la única hija del D. Velasco, siendo muy joven enfermó y los médicos poco pudieron hacer por ella y murió al poco tiempo. Tanta fue la tristeza de su padre y la impotencia por no haber podido salvar su vida que pide y obtiene un permiso en base a su prestigio como científico, para embalsamar a su hija y retener el cadáver en su domicilio. En todo el proceso de embalsamamiento es ayudado por el Doctor Muñoz al parecer, prometido de la difunta.
A las pocas semanas del fallecimiento, comienza a correrse por Madrid la noticia que el Doctor Velasco y su ayudante sientan a su mesa el cádaver de su hija, como si de un vivo se tratara, hablando con ella. Algunos llegan a decir que han vestido a la difunta de novia, o que la cambian de ropa varias veces.
Los rumores van corriendo cada vez más, algunos afirman que al atardecer el D. Velasco saca a su hija en el coche de caballos y la sienta enfrente de él, al lado de la ventanilla.
La leyenda crece y un cierto temor se va apoderando de los madrileños, que no se atreven a pasar delante de la casa del doctor o por sus cercanías. Algunos periódicos se hacen eco del rumor y en los cafés y mentideros de Madrid no se habla de otra cosa.
El escritor aragonés Ramón J. Sender escribió muchos años después:
"La verdad parece ser que el D. Velasco embalsamó a su hija y que su cádaver permaneció en su casa hasta la muerte del doctor. Momificado, pasó a la Facultad de Medicina donde se conserva hoy día.".
Sin duda las dos pasiones del doctor Velasco fueron, el amor a su hija y la creación de su Museo Antropológico.
Todo esto es la realidad y un poco de leyenda, pero yo me he enterado por otras fuentes, que el cádaver de esta criatura está en el Museo Antropológico y una servidora no va allí ni por todo el oro del mundo...vamos, que no voy.
Después de contarle esto a Engracia sentadas en un banco del paseo del Prado de mi querido Madrid, con un frio que hacía hoy, que se nos ha quedado el culete tan frío como una barra de hielo, ya no hemos tenido más remedio que ir al restaurante a comer. Hemos comido: Brochetas de langostinos acompañadp con una salsita y zanahoria hilada, de segundo: marrano muerto asado con verduras y de postre una rica tarta de frutas, a esta hora de la tarde tengo un ardor de estómago...
Hoy como todos los viernes, después de ir a la Basílica de Medinaceli, acompañada por mi amiga Engracia y antes de comer, hemos pensado ir a un museo. Engracia que está muy puesta en estas cosas, dice de ir al Museo Antropológico, yo le digo que a ese museo no voy ni atada, ella me pregunta por qué y, le digo que me da repelús además estábamos en la puerta del Museo del Prado. Total que empezamos con un tira y afloja, que yo al del Prado, que ella al Antropológico al final...no hemos ido a ninguno de los dos después de contarle el por que yo no quería ir, este es el motivo:
Pedro Gonzalez de Velasco ( empieza siendo Pedro y al final de la historia será D. Pedro), como decía, este señor, nació en un pequeño pueblo de Segovia llamado Valseca en 1815 hijo de padres labradores.
Desde muy pequeño se vio obligado a ayudar a su familia. Marcho a Segovia donde sirvió de soldado. A la muerte de sus padres decide trasladarse a Madrid.
Tras años de estudio logra el título de practicante y 5 años más tarde el de cirujano.
Con el correr de los años, ya que era muy estudioso, llegó a ser Catedrático de la Facultad de Medicina. Pronto la fortuna le sonrió y comenzó a ganar dinerito que dedicó a ampliar sus estudios y a coleccionar piezas de antropología o etnografía. Tal llegó a ser su colección que decidió edificar un palacete a modo de templo del saber. Se inauguró el edificio en 1875 en presencia del rey Alfonso XII. A la muerte de su propietario el edificio fue cedido al Estado.
Hasta aquí la historia de un gran hombre que fue reconocido y admirado. Lo que sigue es mezcla de verdad y leyenda.
Dice la leyenda que la única hija del D. Velasco, siendo muy joven enfermó y los médicos poco pudieron hacer por ella y murió al poco tiempo. Tanta fue la tristeza de su padre y la impotencia por no haber podido salvar su vida que pide y obtiene un permiso en base a su prestigio como científico, para embalsamar a su hija y retener el cadáver en su domicilio. En todo el proceso de embalsamamiento es ayudado por el Doctor Muñoz al parecer, prometido de la difunta.
A las pocas semanas del fallecimiento, comienza a correrse por Madrid la noticia que el Doctor Velasco y su ayudante sientan a su mesa el cádaver de su hija, como si de un vivo se tratara, hablando con ella. Algunos llegan a decir que han vestido a la difunta de novia, o que la cambian de ropa varias veces.
Los rumores van corriendo cada vez más, algunos afirman que al atardecer el D. Velasco saca a su hija en el coche de caballos y la sienta enfrente de él, al lado de la ventanilla.
La leyenda crece y un cierto temor se va apoderando de los madrileños, que no se atreven a pasar delante de la casa del doctor o por sus cercanías. Algunos periódicos se hacen eco del rumor y en los cafés y mentideros de Madrid no se habla de otra cosa.
El escritor aragonés Ramón J. Sender escribió muchos años después:
"La verdad parece ser que el D. Velasco embalsamó a su hija y que su cádaver permaneció en su casa hasta la muerte del doctor. Momificado, pasó a la Facultad de Medicina donde se conserva hoy día.".
Sin duda las dos pasiones del doctor Velasco fueron, el amor a su hija y la creación de su Museo Antropológico.
Todo esto es la realidad y un poco de leyenda, pero yo me he enterado por otras fuentes, que el cádaver de esta criatura está en el Museo Antropológico y una servidora no va allí ni por todo el oro del mundo...vamos, que no voy.
Después de contarle esto a Engracia sentadas en un banco del paseo del Prado de mi querido Madrid, con un frio que hacía hoy, que se nos ha quedado el culete tan frío como una barra de hielo, ya no hemos tenido más remedio que ir al restaurante a comer. Hemos comido: Brochetas de langostinos acompañadp con una salsita y zanahoria hilada, de segundo: marrano muerto asado con verduras y de postre una rica tarta de frutas, a esta hora de la tarde tengo un ardor de estómago...
jueves, 26 de enero de 2012
La cafetera
Hace unos días se me rompió la cafetera, bueno la cafeterita, se trataba de una pequeñita que solo la uso para hacer mi desayuno, era, digo era porque "murió", se me cayó al suelo y ¡zas! el asa se partió. Bueno el caso es que me fui a comprar otra, porque aunque tengo una más grande, no era cosa de hacer tanta cantidad y luego no tomarla, ya que me gusta recién hecho.
Me voy a una tienda de esas de barrio en la cual encuentras de todo, conozco al dueño hace lo menos 25 años, es tan "joven" como yo. A mi me jubilaron, pero este hombre no se jubila ni a la de tres. Bueno el caso es que compré una cafetera y me fui a casa. Al día siguiente cuando me dispongo a preparar el desayuno...resulta que no puedo abrir la cafetera, `por más fuerza que hacía nada, no se desenroscaba. Cojo el guante de cocina por ver si es que se me escurre, nada. El caso es que como estoy sola en casa y no tengo quien lo intente, cojo la grande y me hago el café.
Cuando viene mi hijo y se lo cuento, el haciéndose el fuertote, coge la cafetera y...nada, ni por esas. El muy gracioso me dice:-Ya te han timado, la puedes tirar.
¿Como la voy a tirar?, Mañana mismo voy a devolverla...y fui.
Cuando entro en la pequeña tienda, digo pequeña porque no hay quien entre, el local no es muy grande pero es que está lleno hasta el techo, hay de todo lo que le pidas: una plancha, bombillas, hules, tornillos, vasos, etc.etc.etc...y cafeteras.
Cuando le cuento el rollo de que no he podido usarla porque no hay quien la abra, se echa a reír, coge la dichosa cafetera (que por cierto, es de marca), Monix, trata de desenroscarla de mil maneras...nada, me dice que coja yo de un lado mientras el le da vueltas al contrario, le digo que es imposible ya que yo no tengo tantas fuerzas, el sigue en sus trece, nada. Entra una señora y cuando ve el panorama, se interesa y entonces el buen hombre la dice que haga el favor de abrirnos la cafetera. Yo ya no sabía si llorar o reír, hice esto último, reír.
Yo a lo mejor lo cuento mal, pero aquello era para reír a carcajadas viendo a este hombre tratando de abrir la cafetera, le daba golpes al asa, cogía un punzón y sacudía la parte de arriba, luego la parte de abajo y yo no paraba de reír y la otra señora igual. Ya por fin le digo: - Mira, mándala a la casa y que te la cambien por otra, yo no me la llevo, pues mi hijo con 35 años no ha sido capaz de abrirla.
Se mete entre todos los artículos que tiene por medio y al cabo de un rato sale con una cafetera que a la primera se abre, la cojo y le digo:- Gracias. Salgo de la tienda y me voy rápidamente sin mirar atrás. Pienso que que este hombre es capaz de llamarme, por lo tanto, he puesto pies en polvorosa como Tin-Tin y me he ido a mi casa. Cuando se lo he contado a mi hijo el trajín de la cafetera, me ha dicho que soy una exajerada. ¡Ja!
Me voy a una tienda de esas de barrio en la cual encuentras de todo, conozco al dueño hace lo menos 25 años, es tan "joven" como yo. A mi me jubilaron, pero este hombre no se jubila ni a la de tres. Bueno el caso es que compré una cafetera y me fui a casa. Al día siguiente cuando me dispongo a preparar el desayuno...resulta que no puedo abrir la cafetera, `por más fuerza que hacía nada, no se desenroscaba. Cojo el guante de cocina por ver si es que se me escurre, nada. El caso es que como estoy sola en casa y no tengo quien lo intente, cojo la grande y me hago el café.
Cuando viene mi hijo y se lo cuento, el haciéndose el fuertote, coge la cafetera y...nada, ni por esas. El muy gracioso me dice:-Ya te han timado, la puedes tirar.
¿Como la voy a tirar?, Mañana mismo voy a devolverla...y fui.
Cuando entro en la pequeña tienda, digo pequeña porque no hay quien entre, el local no es muy grande pero es que está lleno hasta el techo, hay de todo lo que le pidas: una plancha, bombillas, hules, tornillos, vasos, etc.etc.etc...y cafeteras.
Cuando le cuento el rollo de que no he podido usarla porque no hay quien la abra, se echa a reír, coge la dichosa cafetera (que por cierto, es de marca), Monix, trata de desenroscarla de mil maneras...nada, me dice que coja yo de un lado mientras el le da vueltas al contrario, le digo que es imposible ya que yo no tengo tantas fuerzas, el sigue en sus trece, nada. Entra una señora y cuando ve el panorama, se interesa y entonces el buen hombre la dice que haga el favor de abrirnos la cafetera. Yo ya no sabía si llorar o reír, hice esto último, reír.
Yo a lo mejor lo cuento mal, pero aquello era para reír a carcajadas viendo a este hombre tratando de abrir la cafetera, le daba golpes al asa, cogía un punzón y sacudía la parte de arriba, luego la parte de abajo y yo no paraba de reír y la otra señora igual. Ya por fin le digo: - Mira, mándala a la casa y que te la cambien por otra, yo no me la llevo, pues mi hijo con 35 años no ha sido capaz de abrirla.
Se mete entre todos los artículos que tiene por medio y al cabo de un rato sale con una cafetera que a la primera se abre, la cojo y le digo:- Gracias. Salgo de la tienda y me voy rápidamente sin mirar atrás. Pienso que que este hombre es capaz de llamarme, por lo tanto, he puesto pies en polvorosa como Tin-Tin y me he ido a mi casa. Cuando se lo he contado a mi hijo el trajín de la cafetera, me ha dicho que soy una exajerada. ¡Ja!
lunes, 23 de enero de 2012
"El Sansón de Extremadura"
Diego García de Paredes conocido como "El Sansón de Extremadura", fue un principal caballero, natural de Trujillo, en Extremadura, más concretamente en Cáceres, donde nació Pizarro para ser más exactos, valentísimo soldado y de tantas fuerzas naturales, que detenía con un dedo la rueda de un molino en la mitad de su furia.
La niñez de Diego se desenvolvió de una forma tranquila vivía con su familia, tuvo varios hermanos, uno de sus juegos era saltar de una parte a otra de una mula o un caballo.
Ya a la temprana edad de 9 años, Diego realizó una de sus más contadas azañas.
Doña Juana, su madre, iba diariamente a misa con sus hijos. Una mañana por tener cosas urgentes que hacer en el hogar, la madre salió ligera de la iglesia, ya, fuera en la puerta, dándose cuenta de que no se había mojado los dedos en agua bendita, según era su costumbre al santiguarse, Diego, ofreciéndose inmediatamente para ir a buscarla, fue hacia la enorme y granítica pila, la cogió en sus brazos, y arrancándola fue a ofrecérsela a su madre, dejándola después al lado de la puerta, en el sitio donde hoy se encuentra.
Todas estas increíbles pruebas de enormes energías dio Paredes durante su infancia y juventud.
¡Ah! la pila del agua bendita, todavía hoy está en la puerta de la iglesia.
Estar en la Plaza Mayor de Trujillo (España), te hace parecer que estás lo menos 400 años atrás. Casi en el centro de ella hay una magnifica estatua ecuestre de Francisco Pizarro, hijo de esta villa.
Como digo, nació en Trujillo y después de muchas conquistas, murió en Lima, asesinado por alguien que no le apreciaba mucho, claro está.
Bueno dejemos la historia lejana y pasemos al presente. En esta misma plaza, se agrupa todo el turismo...se siente uno también,! Ah¡, también se como de maravilla y también tiene su picaresca... Lo cuento.
En la misma plaza Mayor hay varios restaurantes, bares y cafeterías, pero hay uno que se lleva la palma. Este restaurante, te pone comida hasta reventar, claro si te la comes toda, es por eso que hay una picaresca que a la vez es graciosa:
Cuando entras en el restaurante y antes de pedir la carta, llega un camarero o varios y te pone un aperitivo, como diría un castizo madrileño, de órdago,
Aparece una tortilla de patatas, unas morcilltas, un poquito de jamón, chorizos, aceitunas etc.etc.etc. cuando está la mesa llena de viandas, te dice el camarero: -¿Han elegido ya? Tu te quedas mirando y piensas, >como voy a pedir más comida, si la mesa está llena<, pero claro, por educación y porque has ido a comer tienes que encargar más comida y si pides el exquisito cordero asado de la zona...ya te puedes echar a dormir una buena siesta.
Ahora llega la picaresca. Hay familias (supongo que serán de la zona que ya conocen el tema, yo solo he ido una vez), pues bien, entra el padre con uno de sus hijos, se sientan a la mesa, llega el camarero y se la llena de comida y mientras les sirven lo que han pedido...entra la madre y otro hijo, arramplan con lo que hay en la mesa y después cuando les traen el resto...el papá y el que se ha quedado con el se comen el menú y la señora madre y los demás hijos... se van a casa con la tortilla, los chorizitos, las morcillitas, el jamoncito y alguna veces un extraordinario queso de la zona, que dicho sea de paso es magnifico.
Me gustaría volver...quizá este verano.
La niñez de Diego se desenvolvió de una forma tranquila vivía con su familia, tuvo varios hermanos, uno de sus juegos era saltar de una parte a otra de una mula o un caballo.
Ya a la temprana edad de 9 años, Diego realizó una de sus más contadas azañas.
Doña Juana, su madre, iba diariamente a misa con sus hijos. Una mañana por tener cosas urgentes que hacer en el hogar, la madre salió ligera de la iglesia, ya, fuera en la puerta, dándose cuenta de que no se había mojado los dedos en agua bendita, según era su costumbre al santiguarse, Diego, ofreciéndose inmediatamente para ir a buscarla, fue hacia la enorme y granítica pila, la cogió en sus brazos, y arrancándola fue a ofrecérsela a su madre, dejándola después al lado de la puerta, en el sitio donde hoy se encuentra.
Todas estas increíbles pruebas de enormes energías dio Paredes durante su infancia y juventud.
¡Ah! la pila del agua bendita, todavía hoy está en la puerta de la iglesia.
Estar en la Plaza Mayor de Trujillo (España), te hace parecer que estás lo menos 400 años atrás. Casi en el centro de ella hay una magnifica estatua ecuestre de Francisco Pizarro, hijo de esta villa.
Como digo, nació en Trujillo y después de muchas conquistas, murió en Lima, asesinado por alguien que no le apreciaba mucho, claro está.
Bueno dejemos la historia lejana y pasemos al presente. En esta misma plaza, se agrupa todo el turismo...se siente uno también,! Ah¡, también se como de maravilla y también tiene su picaresca... Lo cuento.
En la misma plaza Mayor hay varios restaurantes, bares y cafeterías, pero hay uno que se lleva la palma. Este restaurante, te pone comida hasta reventar, claro si te la comes toda, es por eso que hay una picaresca que a la vez es graciosa:
Cuando entras en el restaurante y antes de pedir la carta, llega un camarero o varios y te pone un aperitivo, como diría un castizo madrileño, de órdago,
Aparece una tortilla de patatas, unas morcilltas, un poquito de jamón, chorizos, aceitunas etc.etc.etc. cuando está la mesa llena de viandas, te dice el camarero: -¿Han elegido ya? Tu te quedas mirando y piensas, >como voy a pedir más comida, si la mesa está llena<, pero claro, por educación y porque has ido a comer tienes que encargar más comida y si pides el exquisito cordero asado de la zona...ya te puedes echar a dormir una buena siesta.
Ahora llega la picaresca. Hay familias (supongo que serán de la zona que ya conocen el tema, yo solo he ido una vez), pues bien, entra el padre con uno de sus hijos, se sientan a la mesa, llega el camarero y se la llena de comida y mientras les sirven lo que han pedido...entra la madre y otro hijo, arramplan con lo que hay en la mesa y después cuando les traen el resto...el papá y el que se ha quedado con el se comen el menú y la señora madre y los demás hijos... se van a casa con la tortilla, los chorizitos, las morcillitas, el jamoncito y alguna veces un extraordinario queso de la zona, que dicho sea de paso es magnifico.
Me gustaría volver...quizá este verano.
viernes, 20 de enero de 2012
Encuentro agradable
Es curioso, cuando menos te lo esperas, te encuentras con la gente que menos te imaginas que ibas a ver. Eso me ha pasado esta mañana. Iba yo como siempre tan formalita hacia la Básilica de Medinaceli, cuando al llegar cerca del museo del Prado me encuentro con mi excompañera Norma, iba acompañando a familia que había venido de Chile (ella es chilena) al museo del Prado. La alegría ha sido mutua y me ha preguntado, ya que como madrileña conozco un poco mi querido Madrid, donde podíamos tomar un aperitivo. Se echaron a reír cuando les señalé, justo detrás de nosotros...El museo del Jamón. Ni que decir tiene, que todos se pusieron muy contentos, y ya no sigo porque si no se os van a poner los dientes largos.
Norma, es una emigrante chilena desde hace muchos años, yo la conocí cuando las dos trabábamos en el Ayuntamiento de Coslada, Yo soy mayor que ella y por eso me jubilaron, lógicamente antes, pero un día me contó una historia que me impresionó, era de cuando ella era casi una niña, os cuento:
Vivía con sus padres y siete hermanos, tres chicas y dos chicos, estos eran más pequeños. Su casa a las afueras de Chile era paso de trabajadores temporeros que iban a trabajar en el campo. Eran hombres que casi siempre iban acompañados por algún niño y, cosa curiosa, cuando volvían al final de la temporada casi nunca volvía el niño con ellos, creo que los prestaban a otros trabajadores.
Un día llego un hombre ya de vuelta del trabajo, se paró a beber agua y a descansar, iba acompañado por un niño de unos 5 años. Cuando se dieron cuenta, el hombre había desaparecido y el niño estaba sentado sobre una piedra. Al llegar la noche le dejaron que se acurrucara en el pajar. A la mañana siguiente el niño estaba en la puerta de la casa a la hora del desayuno, cuando hubo desayunado desapareció pero a la hora de la comida volvió, esto la hacía todos los días hasta que la madre de mi amiga, mujer maravillosa, se hizo cargo del chaval. Aquí venía bien aquel refrán que dice: "éramos pocos y parió la abuela", como no sabía su nombre ni apellido e iba vestido solamente con una camiseta, le llamaban, "Juan Camiseta" y con este nombre se quedó hasta que un día con 16 o 17 años, desapareció.
Con el paso de los años, todos se hicieron mayores.
Un día recibieron una carta en la que había tres pasajes de avión para ir a New York, concretamente al edificio de la O N U, además de los pasajes, había un nombre en inglés por el que tenían que preguntar. Las tres hermanas mayores se pusieron muy contentas de poder conocer esta magnifica ciudad, la madre no quería que fuesen pues tenía miedo de que les pasara algo malo, las chicas decidieron que iban...y fueron.
Cuando llegaron al edificio de la O N U y preguntaron por el nombre que llevaban escrito, enseguida las pasaron a un despacho magnífico, el secretario les dijo:-Esperen un momento, enseguida aviso al señor.
No pasaron más de cinco minutos cuando apareció un señor elegantemente vestido, atractivo y con una sonrisa de oreja a oreja, les abrió los brazos y les dijo:-¿No me conocéis mis queridas hermanas chilenas?
¡¡¡Era Juan Camiseta!!!
Después de esta entrevista en la que todos lloraron de alegría, les presentó a su esposa y a sus dos hijos y desde entonces, se ven una vez al año. El dice que no puede olvidar a sus hermanas chilenas.
"Juan Camiseta" es hoy un alto cargo de la O N U y sigue en New York.
Norma, es una emigrante chilena desde hace muchos años, yo la conocí cuando las dos trabábamos en el Ayuntamiento de Coslada, Yo soy mayor que ella y por eso me jubilaron, lógicamente antes, pero un día me contó una historia que me impresionó, era de cuando ella era casi una niña, os cuento:
Vivía con sus padres y siete hermanos, tres chicas y dos chicos, estos eran más pequeños. Su casa a las afueras de Chile era paso de trabajadores temporeros que iban a trabajar en el campo. Eran hombres que casi siempre iban acompañados por algún niño y, cosa curiosa, cuando volvían al final de la temporada casi nunca volvía el niño con ellos, creo que los prestaban a otros trabajadores.
Un día llego un hombre ya de vuelta del trabajo, se paró a beber agua y a descansar, iba acompañado por un niño de unos 5 años. Cuando se dieron cuenta, el hombre había desaparecido y el niño estaba sentado sobre una piedra. Al llegar la noche le dejaron que se acurrucara en el pajar. A la mañana siguiente el niño estaba en la puerta de la casa a la hora del desayuno, cuando hubo desayunado desapareció pero a la hora de la comida volvió, esto la hacía todos los días hasta que la madre de mi amiga, mujer maravillosa, se hizo cargo del chaval. Aquí venía bien aquel refrán que dice: "éramos pocos y parió la abuela", como no sabía su nombre ni apellido e iba vestido solamente con una camiseta, le llamaban, "Juan Camiseta" y con este nombre se quedó hasta que un día con 16 o 17 años, desapareció.
Con el paso de los años, todos se hicieron mayores.
Un día recibieron una carta en la que había tres pasajes de avión para ir a New York, concretamente al edificio de la O N U, además de los pasajes, había un nombre en inglés por el que tenían que preguntar. Las tres hermanas mayores se pusieron muy contentas de poder conocer esta magnifica ciudad, la madre no quería que fuesen pues tenía miedo de que les pasara algo malo, las chicas decidieron que iban...y fueron.
Cuando llegaron al edificio de la O N U y preguntaron por el nombre que llevaban escrito, enseguida las pasaron a un despacho magnífico, el secretario les dijo:-Esperen un momento, enseguida aviso al señor.
No pasaron más de cinco minutos cuando apareció un señor elegantemente vestido, atractivo y con una sonrisa de oreja a oreja, les abrió los brazos y les dijo:-¿No me conocéis mis queridas hermanas chilenas?
¡¡¡Era Juan Camiseta!!!
Después de esta entrevista en la que todos lloraron de alegría, les presentó a su esposa y a sus dos hijos y desde entonces, se ven una vez al año. El dice que no puede olvidar a sus hermanas chilenas.
"Juan Camiseta" es hoy un alto cargo de la O N U y sigue en New York.
jueves, 19 de enero de 2012
El carajillo
Yo creía que "El carajillo" era un invento español (aunque casi lo es), pero no, la primera vez que se mezcló el café con el alcohol fue en Marsella, en el siglo XVII, donde se combinó con ron.
La nueva bebida no tuvo nombre hasta 200 años más tarde.
En la guerra de Cuba, los soldados españoles solían tomar café con brandy para reunir el "corajillo" suficiente para entrar en batalla. Esta denominación evolucionó hasta la del...carajillo.
Es muy frecuente sobre todo entre os camioneros que surcan las carreteras de nuestro País, ver como después de las comidas se echan, como ellos dicen, un carajillo, unas veces les hace entrar en calor, otras, quizá se acuerdan de sus familias que las tienen a muchos kilómetros de distancia.
Sea como sea, a mi me ha parecido que tenía que probarlo, y no lo he pensado mucho, he hecho un cafelito, lo he puesto en una linda tacita le he puesto su azuquitar y después...un chorrito de brandy. Estaba sola en casa, sentía un poco de reparo por si me hacía daño, he esperado un poco y me he dicho. "De los cobardes no hay nada escrito" y aleó...me he tomado el carajillo con todas las precauciones del mundo, que eran, estar cerca de la cama, por si acaso...
Amigos, estaba requiso. He cogido un libro, me he hechado en la cama y...he dormido una siesta de dos horas.
La nueva bebida no tuvo nombre hasta 200 años más tarde.
En la guerra de Cuba, los soldados españoles solían tomar café con brandy para reunir el "corajillo" suficiente para entrar en batalla. Esta denominación evolucionó hasta la del...carajillo.
Es muy frecuente sobre todo entre os camioneros que surcan las carreteras de nuestro País, ver como después de las comidas se echan, como ellos dicen, un carajillo, unas veces les hace entrar en calor, otras, quizá se acuerdan de sus familias que las tienen a muchos kilómetros de distancia.
Sea como sea, a mi me ha parecido que tenía que probarlo, y no lo he pensado mucho, he hecho un cafelito, lo he puesto en una linda tacita le he puesto su azuquitar y después...un chorrito de brandy. Estaba sola en casa, sentía un poco de reparo por si me hacía daño, he esperado un poco y me he dicho. "De los cobardes no hay nada escrito" y aleó...me he tomado el carajillo con todas las precauciones del mundo, que eran, estar cerca de la cama, por si acaso...
Amigos, estaba requiso. He cogido un libro, me he hechado en la cama y...he dormido una siesta de dos horas.
miércoles, 18 de enero de 2012
De Madrid al Cielo
Esta frase "De Madrid al Cielo" la decimos mucho los madrileños y, también algunos que no han nacido aquí.
Hoy voy a contar una leyenda que, como se suele decir, nos viene al pelo, dice así:
Cuenta la leyenda que las almas que han vivido en Madrid, se juntan en el mirador más importante de "La casa de Campo" en el cerro Garabitas.
Cuando un madrileño muere viaja hasta este cerro y cuando llega la madrugada emigra junto al resto de almas hasta el más allá.
Muy pocos son los que aseguran haber presenciado el extraño fenómeno que se produce en este lugar en las madrugadas, y los que lo han visto aseguran que una nube de color violácea se eleva despacio hasta el infinito. Justo antes se ven una pequeñas luces, cada una corresponde a un alma que habita en cada rama de los árboles, como intentando aferrarse a Madrid y no queriendo marcharse.
Antes de llegar al Cielo las almas abren un pequeño agujerito para poder ver por última vez la preciosa cuidad que los vio nacer, crecer y morir. MADRID.
Los que por desgracia no conocéis Madrid, os diré que la Casa de Campo es una gran extensión de maravillosa arboleda, pinos, campo y hasta tiene un hermoso lago. Era en tiempos de "Maricastaña" ( ya contaré en otra ocasión quien era la tal Maricastaña), cuando este terreno era coto de caza de los reyes hasta que alguien dijo que tenía que ser para uso de los madrileños y el rey aceptó.
Aquí mismo hay otro lugar que le llaman el cerro de los locos, que es ni más ni menos donde se van a entrenar los "maletillas" o sea los futuros toreros.
También los domingos y festivos está muy concurrida la Casa de Campo, pues los madrileños vamos de Picnic e incluso a remar en el lago, también hay un parque atracciones.
Me gustaría ir al Cerro de Garabitas una madrugada para ver si soy una de las afortunadas que verán subir a esas almas al cielo madrileño, pero lo veo difícil. No solamente porque la Casa de Campo está a unos 25 kilómetros de mi casa, si no porque yo en las madrugadas, estoy...ZZZZZZZZZZ.
Hoy voy a contar una leyenda que, como se suele decir, nos viene al pelo, dice así:
Cuenta la leyenda que las almas que han vivido en Madrid, se juntan en el mirador más importante de "La casa de Campo" en el cerro Garabitas.
Cuando un madrileño muere viaja hasta este cerro y cuando llega la madrugada emigra junto al resto de almas hasta el más allá.
Muy pocos son los que aseguran haber presenciado el extraño fenómeno que se produce en este lugar en las madrugadas, y los que lo han visto aseguran que una nube de color violácea se eleva despacio hasta el infinito. Justo antes se ven una pequeñas luces, cada una corresponde a un alma que habita en cada rama de los árboles, como intentando aferrarse a Madrid y no queriendo marcharse.
Antes de llegar al Cielo las almas abren un pequeño agujerito para poder ver por última vez la preciosa cuidad que los vio nacer, crecer y morir. MADRID.
Los que por desgracia no conocéis Madrid, os diré que la Casa de Campo es una gran extensión de maravillosa arboleda, pinos, campo y hasta tiene un hermoso lago. Era en tiempos de "Maricastaña" ( ya contaré en otra ocasión quien era la tal Maricastaña), cuando este terreno era coto de caza de los reyes hasta que alguien dijo que tenía que ser para uso de los madrileños y el rey aceptó.
Aquí mismo hay otro lugar que le llaman el cerro de los locos, que es ni más ni menos donde se van a entrenar los "maletillas" o sea los futuros toreros.
También los domingos y festivos está muy concurrida la Casa de Campo, pues los madrileños vamos de Picnic e incluso a remar en el lago, también hay un parque atracciones.
Me gustaría ir al Cerro de Garabitas una madrugada para ver si soy una de las afortunadas que verán subir a esas almas al cielo madrileño, pero lo veo difícil. No solamente porque la Casa de Campo está a unos 25 kilómetros de mi casa, si no porque yo en las madrugadas, estoy...ZZZZZZZZZZ.
martes, 17 de enero de 2012
¡¡¡Menudo fregado!!!!
¡En que lío me he metido! Todo sin proponérmelo.
Había quedado con una amiga para ir a comprar un paraguas al Corte Inglés. Quedamos en la estación de metro de Callao pues a las dos nos viene bien. Ya he visto, desde el principio, mas gente de la normal, pues como no era hora punta en esta estación rara vez hay aglomeración.
Yo salía de la linea 5, mi amiga...no se de cual, pero venía de Príncipe Pío. Como no la localizaba y siempre llega tarde a las citas...por lo menos a las mías, cojo el móvil y la llamo. Me contesta:- Estoy en la calle, tu no salgas que hay jaleo, esta la policía y no me deja entrar. yo le contesto :-¿Que no voy a salir? Ahora mismo voy, tu esperame donde siempre.
Yo muy chulita y muy decidida y muy cabreada intento ir hacia la salida y, cuando llego, veo un tropel de gente intentando saltarse los tornos o controles o como se llamen, esos donde metes el billete para entrar y salir. Saltaban como gamos, se subían encima, pateaban dichos artefactos, a todo esto lógicamente la policía trataba de impedirlo.
Yo, que quería salir.
El, que quería entrar sin pagar, al grito de ¡¡¡yo, no, pago!!!
Los dos nos encontramos, uno que salía y otro que entraba y...ambos fuimos al santo suelo por el impulso que llevaba el muy ganso.
Yo empecé a gritar como una posesa y en ese momento la que se armó no es para contarlo.
Gritos, unos a favor y otros en contra, como ocurre siempre.
Unos decían, ¡Pobre señora!
Otros, ¡Que se hubiera quedado en casa!
Un policía en seguida fue hacia mi, momento que aprovechó el zángano que me tiró para poner pies en polvorosa y meterse en tren que llegaba en ese momento y de este...nunca más se supo.
El jolgorio no terminó ahí, no.
Me querían llevar a un hospital y yo me negaba.
Claro que como me veía tan mimada por los agentes de policía...me estaba poniendo un poco tontita. En un momento oigo que dice alguien. ¡Conchita!
La tal Conchita era una policía, además guapísima.
Acompañe a la señora en el coche a donde ella quiera. Conchita hizo caso rápidamente, me tomo del brazo y me apartó a un lado para preguntarme a donde me llevaba, yo le dijo muy bajito:
-Mire hijita, no se preocupe, me encuentro bien solo quiero salir de este jaleo pues me está esperando mi amiga Rufina en la calle. Después de un tira y afloja con esa policía tan guapa (me hubiera gustado que la viera mi hijo), decide llevarme con mi amiga, esta, cuando me ve salir del brazo de una mujer policía...¡Zas! del susto va y se desmaya. Al final si hemos ido al hospital pues Rufina no se despertó durante todo el trayecto. Yo gracias a Dios no tengo más que un pequeño dolorcillo en un hombro, pero nada más.
Este lío lo han horganizado unos que se dicen indignados, no quieren pagar en los transportes públicos pero no les importa, o mejor dicho, les gusta pagar en las discotecas, en el cine y donde tengan diversión.
Voy a llamar por teléfono a mi amiga, haber como se encuentra, pues ninguna de las dos hemos contado el percance a nuestros hijos.
Había quedado con una amiga para ir a comprar un paraguas al Corte Inglés. Quedamos en la estación de metro de Callao pues a las dos nos viene bien. Ya he visto, desde el principio, mas gente de la normal, pues como no era hora punta en esta estación rara vez hay aglomeración.
Yo salía de la linea 5, mi amiga...no se de cual, pero venía de Príncipe Pío. Como no la localizaba y siempre llega tarde a las citas...por lo menos a las mías, cojo el móvil y la llamo. Me contesta:- Estoy en la calle, tu no salgas que hay jaleo, esta la policía y no me deja entrar. yo le contesto :-¿Que no voy a salir? Ahora mismo voy, tu esperame donde siempre.
Yo muy chulita y muy decidida y muy cabreada intento ir hacia la salida y, cuando llego, veo un tropel de gente intentando saltarse los tornos o controles o como se llamen, esos donde metes el billete para entrar y salir. Saltaban como gamos, se subían encima, pateaban dichos artefactos, a todo esto lógicamente la policía trataba de impedirlo.
Yo, que quería salir.
El, que quería entrar sin pagar, al grito de ¡¡¡yo, no, pago!!!
Los dos nos encontramos, uno que salía y otro que entraba y...ambos fuimos al santo suelo por el impulso que llevaba el muy ganso.
Yo empecé a gritar como una posesa y en ese momento la que se armó no es para contarlo.
Gritos, unos a favor y otros en contra, como ocurre siempre.
Unos decían, ¡Pobre señora!
Otros, ¡Que se hubiera quedado en casa!
Un policía en seguida fue hacia mi, momento que aprovechó el zángano que me tiró para poner pies en polvorosa y meterse en tren que llegaba en ese momento y de este...nunca más se supo.
El jolgorio no terminó ahí, no.
Me querían llevar a un hospital y yo me negaba.
Claro que como me veía tan mimada por los agentes de policía...me estaba poniendo un poco tontita. En un momento oigo que dice alguien. ¡Conchita!
La tal Conchita era una policía, además guapísima.
Acompañe a la señora en el coche a donde ella quiera. Conchita hizo caso rápidamente, me tomo del brazo y me apartó a un lado para preguntarme a donde me llevaba, yo le dijo muy bajito:
-Mire hijita, no se preocupe, me encuentro bien solo quiero salir de este jaleo pues me está esperando mi amiga Rufina en la calle. Después de un tira y afloja con esa policía tan guapa (me hubiera gustado que la viera mi hijo), decide llevarme con mi amiga, esta, cuando me ve salir del brazo de una mujer policía...¡Zas! del susto va y se desmaya. Al final si hemos ido al hospital pues Rufina no se despertó durante todo el trayecto. Yo gracias a Dios no tengo más que un pequeño dolorcillo en un hombro, pero nada más.
Este lío lo han horganizado unos que se dicen indignados, no quieren pagar en los transportes públicos pero no les importa, o mejor dicho, les gusta pagar en las discotecas, en el cine y donde tengan diversión.
Voy a llamar por teléfono a mi amiga, haber como se encuentra, pues ninguna de las dos hemos contado el percance a nuestros hijos.
lunes, 16 de enero de 2012
Jesús en guerra
Antes de concluir la historia del Cristo de Medinaceli, mando un saludo a Erasmo, gracias por visitarme y también por las cosas tan bonitas que dedicas a mis entradas. Espero que me sigas y disfrutes leyéndome.
Continuaré diciendo que Jesús llegó a Valencia casi acompañando a los muchos madrileños que huían igual que Él. Ya en Valencia, la imagen fue depositada en la iglesia del Patriarca hasta los primeros meses del año 1939, en que, ante la inminencia del corte del Mediterraneo, fue trasladad a Cataluña con otros muchos objetos de arte, al castillo de Perelada. Casi un año permaneció en Perelada.
Como el "cisco" continuaba y ante el peligro, la Junta del Tesoro Artístico ordena evacuar las obras de arte, sacándolas del territorio nacional. Don X, restaurador del Museo del Prado, fue encargado de organizar los detalles del viaje. El día 3 de febrero de 1939 salían los primeros camiones camino de Francia. Este señor formó los camiones, poniendo a la cabeza al Cristo de Medinaceli para que los protegiera. Hicieron parada en el castillo francés de Ceret durante varios días para descansar, mientras prepararon un tren con destino Ginebra.
En marzo de 1939 un comité internacional de expertos examinó e identificó la imagen de Jesús Nazareno de Medinaceli, quedando hondamente impresionados ante su rostro dulce y dolorido.
Finalmente aquella espantosa guerra concluyó. Era el 1 de abril de 1939.
Ocho días más tarde, el Superior Provincial de los Capuchinos de Castilla, fue a Ginebra para negociar el retorno de Jesús a Madrid.
Recuperada ya en poder del Superior de los Capuchinos y ante el argumento de la expectación del pueblo de Madrid por recibir la famosa y venerada imagen, tuvo que prometer que la llevaría él mismo en su departamento del tren.
El tren especial con la imagen de Jesús cautivo y segunda vez rescatado salió de Ginebra el día 10 de mayo de 1939. El recorrido era largo. Finalmente se detiene en la estación de Pozuelo de Alarcón ya muy cerquita de Madrid, era la estación convenida para bajar la imagen. Esta venía en una caja especial adornada con la bandera de España. Al descenderla del tren, un batallón de soldados le rindió honores. Inmediatamente en un coche, la llevaron a la iglesia de la Encarnación donde llegaba a la una de la madrugada del 14 de mayo.
¡Como la esperaban los madrileños!
A las cuatro y media de la tarde salía hacia su casa Jesús de Medinaceli. La sacaban a hombros cuatro religiosos capuchinos.
Y allí estaba todo Madrid.
Aplausos, lágrimas, gritos, oraciones, bandas interpretando el Himno Nacional.
Aquella procesión fue "una de las más grandes registradas en Madrid"
A las siete y cuarto de la tarde la sagrada imagen llegaba ante su templo.
Atrás quedaban escenas de tanta emoción, inolvidables...
Aquello había sido como un abrazo de un ser querido después de larga ausencia.
Desde aquel día Jesús en su templo "esperando, llamando y recibiendo"...y dispensando sus gracias a cuantos a El llegan.
Esto lo conocemos y vivimos cada día. ¡Es una historia de amor!
Yo le visito todos los viernes, si alguno de vosotros no lo habéis hecho...hacerlo...los que vivís lejos, quizá... en alguna ocasión.
Si no sabéis ir, no tenéis más que decírmelo...yo os acompaño con mucho gusto.
Continuaré diciendo que Jesús llegó a Valencia casi acompañando a los muchos madrileños que huían igual que Él. Ya en Valencia, la imagen fue depositada en la iglesia del Patriarca hasta los primeros meses del año 1939, en que, ante la inminencia del corte del Mediterraneo, fue trasladad a Cataluña con otros muchos objetos de arte, al castillo de Perelada. Casi un año permaneció en Perelada.
Como el "cisco" continuaba y ante el peligro, la Junta del Tesoro Artístico ordena evacuar las obras de arte, sacándolas del territorio nacional. Don X, restaurador del Museo del Prado, fue encargado de organizar los detalles del viaje. El día 3 de febrero de 1939 salían los primeros camiones camino de Francia. Este señor formó los camiones, poniendo a la cabeza al Cristo de Medinaceli para que los protegiera. Hicieron parada en el castillo francés de Ceret durante varios días para descansar, mientras prepararon un tren con destino Ginebra.
En marzo de 1939 un comité internacional de expertos examinó e identificó la imagen de Jesús Nazareno de Medinaceli, quedando hondamente impresionados ante su rostro dulce y dolorido.
Finalmente aquella espantosa guerra concluyó. Era el 1 de abril de 1939.
Ocho días más tarde, el Superior Provincial de los Capuchinos de Castilla, fue a Ginebra para negociar el retorno de Jesús a Madrid.
Recuperada ya en poder del Superior de los Capuchinos y ante el argumento de la expectación del pueblo de Madrid por recibir la famosa y venerada imagen, tuvo que prometer que la llevaría él mismo en su departamento del tren.
El tren especial con la imagen de Jesús cautivo y segunda vez rescatado salió de Ginebra el día 10 de mayo de 1939. El recorrido era largo. Finalmente se detiene en la estación de Pozuelo de Alarcón ya muy cerquita de Madrid, era la estación convenida para bajar la imagen. Esta venía en una caja especial adornada con la bandera de España. Al descenderla del tren, un batallón de soldados le rindió honores. Inmediatamente en un coche, la llevaron a la iglesia de la Encarnación donde llegaba a la una de la madrugada del 14 de mayo.
¡Como la esperaban los madrileños!
A las cuatro y media de la tarde salía hacia su casa Jesús de Medinaceli. La sacaban a hombros cuatro religiosos capuchinos.
Y allí estaba todo Madrid.
Aplausos, lágrimas, gritos, oraciones, bandas interpretando el Himno Nacional.
Aquella procesión fue "una de las más grandes registradas en Madrid"
A las siete y cuarto de la tarde la sagrada imagen llegaba ante su templo.
Atrás quedaban escenas de tanta emoción, inolvidables...
Aquello había sido como un abrazo de un ser querido después de larga ausencia.
Desde aquel día Jesús en su templo "esperando, llamando y recibiendo"...y dispensando sus gracias a cuantos a El llegan.
Esto lo conocemos y vivimos cada día. ¡Es una historia de amor!
Yo le visito todos los viernes, si alguno de vosotros no lo habéis hecho...hacerlo...los que vivís lejos, quizá... en alguna ocasión.
Si no sabéis ir, no tenéis más que decírmelo...yo os acompaño con mucho gusto.
domingo, 15 de enero de 2012
Viernes de Jesús
Bueno hoy es domingo pero como hay a quien le ha interesado saber más acerca de lo que conté respecto al Cristo de Medinaceli el viernes pasado, voy a seguir. Primero contando a los interesados como salió y entró Jesús en Madrid durante la guerra civil. Segundo, dando la tabarra a los que no les interese pero me siguen ¡Pobrecitos!
A lo mejor lo tengo que contar en varios días como mi buen amigo Limeño, que nos tiene intrigados con su historia, leyenda o lo que sea, el caso que yo ya no puedo dormir de curiosidad, espero que ya esté cerca el final. Pluma y Data y Marilyn...Va por vosotros. ¿A que parezco un torero brindando?
En aquellos días (Dios quiera que no vuelvan) Fueron muchos los conatos de algunos de incendiar la iglesia de Jesús de Medinaceli. Entre ellos se recuerda especialmente aquel 14 de marzo de 1936, segundo viernes de mes. La fe y el fervor han convocado a mucha gente y las "colas" están formadas en la calle. A la vez se van reuniendo grupos sospechosos que van adquiriendo mayor volumen y prorrumpen con aquel grito de "U.H.P. Jesús ha de arder".
Antes de seguir, diré que, no voy a dar nombres propios, aunque los se, pero esta "coletilla" la he puesto por aquello de la rima. Las siglas son auténticas. No se, ni me importa lo que quieren decir.
No quiero ofender a nadie, aquello pasó y todos fueron culpables...unos...y...otros. Dicho esto, sigo.
La serenidad de los devotos, firmes en sus filas y seguro que pasando mas frió que "Carracuca" que no se quien era, pero mi madre lo decía muy a menudo cuando tenía frío.
Como decía, en el mes de marzo en Madrid, se hielan hasta las piedras. La serenidad de los fieles, les dejo tiempo a los frailes para llamar al orden público y esconder la estatua de Jesús en un ataúd y enterrarlo en la cripta de dicha iglesia...ese día no la pudieron quemar, ale, chincharos.
En la mañana del domingo 20 de Julio de 1936, dos días después del Alzamiento Nacional, unas milicias cercan por todas partes el templo, insultando, cacheando y deteniendo a no pocos de los fieles que acuden a Misa. Ante tal estado de cosas, los superiores religiosos deciden cerrar la iglesia y es cuando los frailes "entierran" la imagen. Así cuando el martes siguiente la chusma asaltaba el convento y busca afanosamente la imagen, por ninguna parte aparece. Remedando el Evangelio, diríamos que "todavía no había llegado su hora".
La hora sonó el día 12 de febrero del año siguiente, de 1937, cuando el batallón de Margarita Nelken (señalo su nombre, porque gracias ella la estatua se salvó), que a la sazón residía en el convento, buscando leña por todos los sótanos y criptas...al levantar una vieja puerta tirada en el suelo oyeron caer escombros como en algo hueco, y cavando dieron con la caja donde estaba el Cristo.
El Capitán, X pensó que se trataba de la imagen de Jesús y ordenó desalojar inmediatamente la cripta y la cerró con llave. Al día siguiente hicieron todos los preparativos para trasladarla...no sabían donde...
Emulando a mi querido limeño, digo...continuará.
A lo mejor lo tengo que contar en varios días como mi buen amigo Limeño, que nos tiene intrigados con su historia, leyenda o lo que sea, el caso que yo ya no puedo dormir de curiosidad, espero que ya esté cerca el final. Pluma y Data y Marilyn...Va por vosotros. ¿A que parezco un torero brindando?
En aquellos días (Dios quiera que no vuelvan) Fueron muchos los conatos de algunos de incendiar la iglesia de Jesús de Medinaceli. Entre ellos se recuerda especialmente aquel 14 de marzo de 1936, segundo viernes de mes. La fe y el fervor han convocado a mucha gente y las "colas" están formadas en la calle. A la vez se van reuniendo grupos sospechosos que van adquiriendo mayor volumen y prorrumpen con aquel grito de "U.H.P. Jesús ha de arder".
Antes de seguir, diré que, no voy a dar nombres propios, aunque los se, pero esta "coletilla" la he puesto por aquello de la rima. Las siglas son auténticas. No se, ni me importa lo que quieren decir.
No quiero ofender a nadie, aquello pasó y todos fueron culpables...unos...y...otros. Dicho esto, sigo.
La serenidad de los devotos, firmes en sus filas y seguro que pasando mas frió que "Carracuca" que no se quien era, pero mi madre lo decía muy a menudo cuando tenía frío.
Como decía, en el mes de marzo en Madrid, se hielan hasta las piedras. La serenidad de los fieles, les dejo tiempo a los frailes para llamar al orden público y esconder la estatua de Jesús en un ataúd y enterrarlo en la cripta de dicha iglesia...ese día no la pudieron quemar, ale, chincharos.
En la mañana del domingo 20 de Julio de 1936, dos días después del Alzamiento Nacional, unas milicias cercan por todas partes el templo, insultando, cacheando y deteniendo a no pocos de los fieles que acuden a Misa. Ante tal estado de cosas, los superiores religiosos deciden cerrar la iglesia y es cuando los frailes "entierran" la imagen. Así cuando el martes siguiente la chusma asaltaba el convento y busca afanosamente la imagen, por ninguna parte aparece. Remedando el Evangelio, diríamos que "todavía no había llegado su hora".
La hora sonó el día 12 de febrero del año siguiente, de 1937, cuando el batallón de Margarita Nelken (señalo su nombre, porque gracias ella la estatua se salvó), que a la sazón residía en el convento, buscando leña por todos los sótanos y criptas...al levantar una vieja puerta tirada en el suelo oyeron caer escombros como en algo hueco, y cavando dieron con la caja donde estaba el Cristo.
El Capitán, X pensó que se trataba de la imagen de Jesús y ordenó desalojar inmediatamente la cripta y la cerró con llave. Al día siguiente hicieron todos los preparativos para trasladarla...no sabían donde...
Emulando a mi querido limeño, digo...continuará.
viernes, 13 de enero de 2012
Viernes de Jesús
Después de las navidades ya hemos vuelto a la normalidad. Hoy he ido como todos los viernes a visitar a Jesús de Medinaceli, no lo hice el viernes anterior por ser día de Reyes y, lógicamente tenía que ir a mi parroquia.
Hoy he visto por el recorrido que hago siempre, que casi no había gente, hoy era como si faltara turismo. Al pasar por el Museo del Prado me he dado cuenta de que no había las colas que hay habitualmente y así hasta la Glorieta de Neptuno. Por cierto que no estaba "neptuno". No, no temáis, la estatua no ha desaparecido, el que no estaba es un anciano que se viste de Neptuno, se coloca en una plataforma y se está quieto, vamos que parece que le han hecho de barro, digo de barro, porque se embadurna de una especie de sustancia azul desde la cabeza hasta los pies, incluyendo la barba. Esta, como ya digo que es un anciano, la tiene totalmente blanca y le llega casi hasta la cintura, pero también se la tiñe de azul. Hoy hacía mucho frío en Madrid, creo que por eso no estaba el mimo que suplanta al dios Neptuno, muchas veces pienso que va a pillar una pulmonía allí quieto sin moverse...espero verle el próximo viernes si Dios quiere.
Sin embargo si estaba llena la iglesia, es curioso, pero en la Basilica, nunca está solo Jesús. La cola para subir al camarín para besarle el pie también era larga, como de costumbre.
Los madrileños veneramos mucho esta imagen que en la guerra civil estuvo fuera de Madrid. El 14 de marzo de 1936, viernes, había colas, como siempre, en la calle. A la vez se iban reuniendo grupos sospechosos, los frailes eran cacheados y los fieles que iban a misa también. El batallón de Margarita Nelken, que residía en el convento, careciendo de combustible, se dio a la búsqueda de leña y madera por todos los sótanos y criptas...y al levantar una tapa pensando que era una momia...se encontraron con la imagen de Jesús que los frailes habían habían metido en un ataúd.
El capitán y sus más allegados se dieron cuenta de que era la imagen de Jesús. Como es natural se paso aviso a la Junta de Defensa de Madrid, el general Miaja y Margarita Nelken y, aunque eran "rojillos" (con todo mi respeto), tuvieron un par de ... Metieron la imagen en un camión y escoltada por guardias de asalto se procedió su traslado hacia Valencia.
Así salió Jesús de Medinaceli de Madrid, hacia levante donde habían sido evacuados muchos madrileños y ahora iba con ellos su Cristo de Medinaceli.
Quizá en otra ocasión y con más tiempo, si es que a alguien le interesa, contaré todo el recorrido que hizo la imagen, huyendo como muchos españoles, hasta que volvió a Madrid el 14 de mayo de 1939...
Hoy he visto por el recorrido que hago siempre, que casi no había gente, hoy era como si faltara turismo. Al pasar por el Museo del Prado me he dado cuenta de que no había las colas que hay habitualmente y así hasta la Glorieta de Neptuno. Por cierto que no estaba "neptuno". No, no temáis, la estatua no ha desaparecido, el que no estaba es un anciano que se viste de Neptuno, se coloca en una plataforma y se está quieto, vamos que parece que le han hecho de barro, digo de barro, porque se embadurna de una especie de sustancia azul desde la cabeza hasta los pies, incluyendo la barba. Esta, como ya digo que es un anciano, la tiene totalmente blanca y le llega casi hasta la cintura, pero también se la tiñe de azul. Hoy hacía mucho frío en Madrid, creo que por eso no estaba el mimo que suplanta al dios Neptuno, muchas veces pienso que va a pillar una pulmonía allí quieto sin moverse...espero verle el próximo viernes si Dios quiere.
Sin embargo si estaba llena la iglesia, es curioso, pero en la Basilica, nunca está solo Jesús. La cola para subir al camarín para besarle el pie también era larga, como de costumbre.
Los madrileños veneramos mucho esta imagen que en la guerra civil estuvo fuera de Madrid. El 14 de marzo de 1936, viernes, había colas, como siempre, en la calle. A la vez se iban reuniendo grupos sospechosos, los frailes eran cacheados y los fieles que iban a misa también. El batallón de Margarita Nelken, que residía en el convento, careciendo de combustible, se dio a la búsqueda de leña y madera por todos los sótanos y criptas...y al levantar una tapa pensando que era una momia...se encontraron con la imagen de Jesús que los frailes habían habían metido en un ataúd.
El capitán y sus más allegados se dieron cuenta de que era la imagen de Jesús. Como es natural se paso aviso a la Junta de Defensa de Madrid, el general Miaja y Margarita Nelken y, aunque eran "rojillos" (con todo mi respeto), tuvieron un par de ... Metieron la imagen en un camión y escoltada por guardias de asalto se procedió su traslado hacia Valencia.
Así salió Jesús de Medinaceli de Madrid, hacia levante donde habían sido evacuados muchos madrileños y ahora iba con ellos su Cristo de Medinaceli.
Quizá en otra ocasión y con más tiempo, si es que a alguien le interesa, contaré todo el recorrido que hizo la imagen, huyendo como muchos españoles, hasta que volvió a Madrid el 14 de mayo de 1939...
jueves, 12 de enero de 2012
A buen juez mejor testigo
Había en Toledo dos amantes: Diego Martines e Ines de Vargas. Estos dos se amaban locamente, un día llegó una mala noticia para los dos, Diego tenía que partir hacia Flandes y esto sembró el miedo y el terror en los dos, ya que este viaje les separaba y solo Dios sabe por cuanto tiempo. Llegó la hora de la despedida y esta se produjo en la capilla del Cristo de la Vega en la cual los dos se juraron amor eterno y Diego tocando los pies de Cristo prometió desposarla en cuanto regresara.
Mientras, Ines se marchitaba de tanto llorar, aguardando en vano la vuelta del galán. Todos los días rezaba ante el Cristo testigo de su juramento, pidiendo la vuelta de Diego, pues en nadie más encontraba apoyo ni consuelo.
Dos años pasaron y las guerras de Flandes acabaron, pero Diego no regresaba, Ines nunca desesperó y todos los días acudía al miradero en espera de ver aparecer a su amado.
Un día vio un tropel de hombres a lo lejos que se acercaban a la ciudad, se encaminaban a la plaza de Zocodover, esta fue corriendo hacia allí a ver quienes eran, cuando llegó el corazón le palpitó con fuerza, al frente del pelotón iba Diego. ¡Por fin! Tanto esperando dio su fruto, Ines dando gritos de alegría, agradecía al Cielo el haberle traído sano y salvo, pero Diego al verla hizo caso omiso como si no la conociera y dando espuelas se adentró en las callejuelas de Toledo.
Diego había sido ascendido a Capitán y el Rey le nombró caballero tomándolo a su servicio. El orgullo le había transformado y negaba en todas partes que él prometiera casamiento a esa mujer.
Ines no cesaba de acudir a Diego, una veces con ruegos y los más con lágrimas, pero el corazón del capitán de lanceros era una dura piedra y continuamente la rechazaba.
En su desesperación solo vio un camino para salir de esta situación ya que en todas partes murmuraban sobre el caso de Diego e Ines, y fue acudir al Gobernador de Toledo que era Don Pedro de Ruíz de Alarcón y le pidió justicia. Don Pedro hizo acudir ante el tribunal a Don Diego y a Ines, escuchó a uno y a otro contar lo acontecido; Diego negó haber jurado casamiento a Ines. No había testigos y nada podía hacer el Gobernador. Era la palabra de uno contra la de el otro. En el momento que Diego con gesto altanero se marchaba, Ines pidió que lo detuvieran pues recordaba tener un testigo. Cuando la joven dijo quien era el testigo todos se quedaron paralizados, tras un silencio y contando con los jueces Don Pedro, decidieron ir al Cristo de la Vega a tomarle declaración.
Todos se acercaron a la ermita, un tropel de gente acompañaba el cortejo. Entraron todos en el claustro, encendieron ante el Cristo cuatro cirios y se postraron de hinojos a rezar, a continuación un notario se adelantó hacia la imagen y teniendo a los jóvenes uno a cada lado y después de leer la acusación en voz alta, demandó a Jesucristo como testigo:
¿Juráis ser cierto, que un día, a vuestras divinas plantas, juró a Ines Diego Martinez por su mujer desposarla? Tras unos momentos de expectación y tensión el Cristo bajó su mano derecha, desclavándola del madero y poniéndola sobre los autos abrió los labios y exclamó:
-Sí juro.
Ante este hecho ambos jóvenes renunciaron a las vanidades de este mundo y entraron en sendos conventos.
Esta historia verdadera, se puede comprobar en los archivos jurídicos de Toledo (España), aún ahora esta imagen del Crucificado, tiene el brazo derecho descolgado del madero. Aconsejo que valláis a verlo o mejor aún, esta imagen solo sale de la ermita el día de Jueves Santo, le hacen la procesión saliendo de la Catedral a las 12 de la noche y es extraordinaria y emocionante. Yo he tenido la suerte de verla varias veces.
Mientras, Ines se marchitaba de tanto llorar, aguardando en vano la vuelta del galán. Todos los días rezaba ante el Cristo testigo de su juramento, pidiendo la vuelta de Diego, pues en nadie más encontraba apoyo ni consuelo.
Dos años pasaron y las guerras de Flandes acabaron, pero Diego no regresaba, Ines nunca desesperó y todos los días acudía al miradero en espera de ver aparecer a su amado.
Un día vio un tropel de hombres a lo lejos que se acercaban a la ciudad, se encaminaban a la plaza de Zocodover, esta fue corriendo hacia allí a ver quienes eran, cuando llegó el corazón le palpitó con fuerza, al frente del pelotón iba Diego. ¡Por fin! Tanto esperando dio su fruto, Ines dando gritos de alegría, agradecía al Cielo el haberle traído sano y salvo, pero Diego al verla hizo caso omiso como si no la conociera y dando espuelas se adentró en las callejuelas de Toledo.
Diego había sido ascendido a Capitán y el Rey le nombró caballero tomándolo a su servicio. El orgullo le había transformado y negaba en todas partes que él prometiera casamiento a esa mujer.
Ines no cesaba de acudir a Diego, una veces con ruegos y los más con lágrimas, pero el corazón del capitán de lanceros era una dura piedra y continuamente la rechazaba.
En su desesperación solo vio un camino para salir de esta situación ya que en todas partes murmuraban sobre el caso de Diego e Ines, y fue acudir al Gobernador de Toledo que era Don Pedro de Ruíz de Alarcón y le pidió justicia. Don Pedro hizo acudir ante el tribunal a Don Diego y a Ines, escuchó a uno y a otro contar lo acontecido; Diego negó haber jurado casamiento a Ines. No había testigos y nada podía hacer el Gobernador. Era la palabra de uno contra la de el otro. En el momento que Diego con gesto altanero se marchaba, Ines pidió que lo detuvieran pues recordaba tener un testigo. Cuando la joven dijo quien era el testigo todos se quedaron paralizados, tras un silencio y contando con los jueces Don Pedro, decidieron ir al Cristo de la Vega a tomarle declaración.
Todos se acercaron a la ermita, un tropel de gente acompañaba el cortejo. Entraron todos en el claustro, encendieron ante el Cristo cuatro cirios y se postraron de hinojos a rezar, a continuación un notario se adelantó hacia la imagen y teniendo a los jóvenes uno a cada lado y después de leer la acusación en voz alta, demandó a Jesucristo como testigo:
¿Juráis ser cierto, que un día, a vuestras divinas plantas, juró a Ines Diego Martinez por su mujer desposarla? Tras unos momentos de expectación y tensión el Cristo bajó su mano derecha, desclavándola del madero y poniéndola sobre los autos abrió los labios y exclamó:
-Sí juro.
Ante este hecho ambos jóvenes renunciaron a las vanidades de este mundo y entraron en sendos conventos.
Esta historia verdadera, se puede comprobar en los archivos jurídicos de Toledo (España), aún ahora esta imagen del Crucificado, tiene el brazo derecho descolgado del madero. Aconsejo que valláis a verlo o mejor aún, esta imagen solo sale de la ermita el día de Jueves Santo, le hacen la procesión saliendo de la Catedral a las 12 de la noche y es extraordinaria y emocionante. Yo he tenido la suerte de verla varias veces.
martes, 10 de enero de 2012
La mecedora
Hoy he leído algo que me ha puesto los rizos de punta. Yo tengo desde hace mucho tiempo una magnífica mecedora, en ella me siento a leer, a ver la tv. y algunas veces simplemente a descansar.
La mecedora es el disfrute de todo aquel que viene a mi casa. Desde luego la que más la usa, lógicamente soy yo, pero cuando vienen mis nietos lo primero que hacen es ir a la mecedora lo mismo hacen cualquier amigo o incluso una vecina cuando me hace una visita. En fin que la mecedora, está muy concurrida.
Como he dicho, ayer, como me leo todo lo que cae en mis manos, pues me "cayó" una historia un poco espeluznante, es esta:
Un joven, al pasar por una casa de esas que venden cosas usadas, que no por eso están rotas, al contrario, algunas son verdaderas reliquias, algunas son por cambio de mobiliario. Pues bien, este joven vio por el escaparate una estupenda mecedora, era muy antigua, estaba lógicamente usada pero en muy buen estado, no se lo pensó, entró y después de saber el precio dijo que se la llevaran a casa.
Ya en la casa, la colocó en un sitio donde tenía buena luz para además de estar cómodo poder leer.
El joven estaba muy contento con su mecedora, la usaba muy amenudo. Un día mientras estaba en otra habitación, oyó un crujido raro, fue al salón y no vio nada. Otro día volvió a escuchar el mismo crujido, hizo lo mismo, mirar por toda la casa por ver de donde venía y...nada.
Esto le ocurría todos los días, uno de estos días después de oír el dichoso crujidito se fue hacia el salón y...vio que la mecedora se estaba balanceando sola con el correspondiente crujido.
Pasados don días, uno de sus amigos y compañero de trabajo, al ver que no iba a trabajar y tampoco había mandado aviso de su falta, se personó en el domicilio del compañero, vio que la puerta se podía abrir con facilidad, entró y, al llegar al salón, vio a su compañero y amigo...muerto sentado en la mecedora.
Que no tenga miedo ningún amigo ni vecino que venga a mi casa, mi mecedora era nueva cuando la compré... Ummmm
La mecedora es el disfrute de todo aquel que viene a mi casa. Desde luego la que más la usa, lógicamente soy yo, pero cuando vienen mis nietos lo primero que hacen es ir a la mecedora lo mismo hacen cualquier amigo o incluso una vecina cuando me hace una visita. En fin que la mecedora, está muy concurrida.
Como he dicho, ayer, como me leo todo lo que cae en mis manos, pues me "cayó" una historia un poco espeluznante, es esta:
Un joven, al pasar por una casa de esas que venden cosas usadas, que no por eso están rotas, al contrario, algunas son verdaderas reliquias, algunas son por cambio de mobiliario. Pues bien, este joven vio por el escaparate una estupenda mecedora, era muy antigua, estaba lógicamente usada pero en muy buen estado, no se lo pensó, entró y después de saber el precio dijo que se la llevaran a casa.
Ya en la casa, la colocó en un sitio donde tenía buena luz para además de estar cómodo poder leer.
El joven estaba muy contento con su mecedora, la usaba muy amenudo. Un día mientras estaba en otra habitación, oyó un crujido raro, fue al salón y no vio nada. Otro día volvió a escuchar el mismo crujido, hizo lo mismo, mirar por toda la casa por ver de donde venía y...nada.
Esto le ocurría todos los días, uno de estos días después de oír el dichoso crujidito se fue hacia el salón y...vio que la mecedora se estaba balanceando sola con el correspondiente crujido.
Pasados don días, uno de sus amigos y compañero de trabajo, al ver que no iba a trabajar y tampoco había mandado aviso de su falta, se personó en el domicilio del compañero, vio que la puerta se podía abrir con facilidad, entró y, al llegar al salón, vio a su compañero y amigo...muerto sentado en la mecedora.
Que no tenga miedo ningún amigo ni vecino que venga a mi casa, mi mecedora era nueva cuando la compré... Ummmm
lunes, 9 de enero de 2012
Calle de El Lazo
Esta calle de Madrid está muy cerca del Teatro Real o sea lo que aquí llamamos "El viejo Madrid"
Estando en esta calle, te crees que no ha pasado el tiempo, es una calle estrecha y muy poco concurrida, pues no circulan coches quizá por su estrechez o quizá, porque no tienen salida ya que hay muchas calles del centro que son peatonales y claro no tendrán salida.
Hoy, mi amiga Piluca y yo, hemos ido de "Compras" lo pongo entre comillas porque lo que hemos hecho ha sido ir a descambiar unas cuantas cosas que nos han echado los Reyes Magos.
Después de hacer los cambios, hemos decidido que teníamos que comer y que mejor que hacerlo por nuestro querido "Viejo Madrid", mientras buscábamos un sitio típico, en ese momento nos hemos topado con la calle del Lazo justo cerca de la Plaza de la Opera. Y sentadas en una especie de tabernita monísima y muy bien acondicionada y mientras nos servían un buen cocido madrileño, hemos recordado la historia que se relaciona con la calle del Lazo y, para los que no la sepáis...ahí va:
Alfonso X "El sabio" nació en Burgos en 1221. A la muerte de su padre Fernando III el Santo, subió al trono. Con su esposa doña Violante, tuvo 11 hijos, pero como de no debía de estar contento con tanto niño, además de ser un padre débil y Rey discreto, también tuvo sus "devaneos amorosos".
Cuenta la leyenda, que el rey Alfonso X, regaló un bello lazo de oro como prenda de amor a su amante María Delanda, esta lo lucía en sus citas reales, o sea cada vez que la visitaba el bueno del rey. Aquel día salió preocupado de la casa de su amada porque no lucía el lazo como en sus anteriores citas. El rey Alfonso, sospechando que su amada tuviera otro amante, y pensando que no le iba a caber la corona con los cuernos, mandó que la vigilaran. Le informaron que un joven frecuentaba la casa de María.
Una noche se encontró a un joven muerto, el joven llevaba el lazo de oro que le había regalado el rey a María, confirmando así la infidelidad. Desde ese día se llamó la calle de "El Lazo" en recuerdo de este hecho.
La tal María Delanda tuvo un hijo (no sabemos de quien), que fue Señor de Molina de Aragón.
En todas las épocas "cuecen habas"
Estando en esta calle, te crees que no ha pasado el tiempo, es una calle estrecha y muy poco concurrida, pues no circulan coches quizá por su estrechez o quizá, porque no tienen salida ya que hay muchas calles del centro que son peatonales y claro no tendrán salida.
Hoy, mi amiga Piluca y yo, hemos ido de "Compras" lo pongo entre comillas porque lo que hemos hecho ha sido ir a descambiar unas cuantas cosas que nos han echado los Reyes Magos.
Después de hacer los cambios, hemos decidido que teníamos que comer y que mejor que hacerlo por nuestro querido "Viejo Madrid", mientras buscábamos un sitio típico, en ese momento nos hemos topado con la calle del Lazo justo cerca de la Plaza de la Opera. Y sentadas en una especie de tabernita monísima y muy bien acondicionada y mientras nos servían un buen cocido madrileño, hemos recordado la historia que se relaciona con la calle del Lazo y, para los que no la sepáis...ahí va:
Alfonso X "El sabio" nació en Burgos en 1221. A la muerte de su padre Fernando III el Santo, subió al trono. Con su esposa doña Violante, tuvo 11 hijos, pero como de no debía de estar contento con tanto niño, además de ser un padre débil y Rey discreto, también tuvo sus "devaneos amorosos".
Cuenta la leyenda, que el rey Alfonso X, regaló un bello lazo de oro como prenda de amor a su amante María Delanda, esta lo lucía en sus citas reales, o sea cada vez que la visitaba el bueno del rey. Aquel día salió preocupado de la casa de su amada porque no lucía el lazo como en sus anteriores citas. El rey Alfonso, sospechando que su amada tuviera otro amante, y pensando que no le iba a caber la corona con los cuernos, mandó que la vigilaran. Le informaron que un joven frecuentaba la casa de María.
Una noche se encontró a un joven muerto, el joven llevaba el lazo de oro que le había regalado el rey a María, confirmando así la infidelidad. Desde ese día se llamó la calle de "El Lazo" en recuerdo de este hecho.
La tal María Delanda tuvo un hijo (no sabemos de quien), que fue Señor de Molina de Aragón.
En todas las épocas "cuecen habas"
sábado, 7 de enero de 2012
Desilusión y llanto
Los Reyes Magos me han desilusionado, igual que el año pasado. No es que se han portado mal del todo,no, solo que no me han traído el chale, ni la limusina con chofer uniformado y con fisico de infarto, para que rabiaran mis amigas, ni el abrigo de visón blanco. Sin embargo han sido generosos y me han hecho llorar.
En mi niñez y muy entrada mi juventúd los pobres Reyes Magos, aunque fuesen magos, no hacían milagros, mucha gente de mi edad y más jovenes, recordaban hace unos días en un reportaje de la tv. que en nuestros tiempos nos podíamos dar por satisfechos si encontrabamos una naranja o un puñado de castañas en los zapatos.
Yo recuerdo muchos días de Reyes, que al levantarnos por la mañana teníamos un paquetito con nueces, castañas, higos y hasta peladillas.¡Que contentos nos poníamos!
Ya siendo un poco mayor...yo ayudaba a mi madre hacer los paquetitos para los que venían detras de mi.
Ayer cuando miré mis zapatos para ver si me habían dejado algo, como digo antes, han sido generosos, pero entre varias cajas y paquetes, había uno muy pequeño, blanco, como si estubiera hecho con un folio (que así era), mis ojos se fueron hacia él, pero empecé a desempaquetar los más grandes, perfumes, libros, zapatos y...ese paquetito blanco que me tenía intrigada, no me atrevía a cogerlo.
Cuando ya había visto la mitad de los regalos, mis ojos miraban hacia el pequeño bulto blanco que ya casi no se veía por el cisco de cajas y papeles que había rotos por todo el salón.
¡Ya no me pude resistir más! Me fuí hacia el paquetito blanco, lo cogí lo abrí con mucho cuidado y...aquí empezó mi llantina. El paquetito blanco, contenía, nueces, castañas higos y una mandarina...
¿Comprendeís mi lloro? ¡¡¡Estos Reyes Magos!!!
En ese momento vi a mis seis hermanos (el septimo nacio desplazado), a mis padres y a mi misma, comiéndonos los restos de la Navidad. Higos, castañas, nueces y alguna vez...unas mandarinas...¡Pero que felices erámos!
¿Como se me habrá ocurrido pedirle a los Reyes Magos, un chalé, un abrigo de visón blanco y no se cuantas majaderías más?
Creo que el próximo año, si Dios quiere,...volveré a pedir otra vez lo mismo. Ja, ja, ja.
Uno de los regalos más bonitos, ha sido un cuadro, pintado por mi hija política y que ha embellecido mi salón.
En mi niñez y muy entrada mi juventúd los pobres Reyes Magos, aunque fuesen magos, no hacían milagros, mucha gente de mi edad y más jovenes, recordaban hace unos días en un reportaje de la tv. que en nuestros tiempos nos podíamos dar por satisfechos si encontrabamos una naranja o un puñado de castañas en los zapatos.
Yo recuerdo muchos días de Reyes, que al levantarnos por la mañana teníamos un paquetito con nueces, castañas, higos y hasta peladillas.¡Que contentos nos poníamos!
Ya siendo un poco mayor...yo ayudaba a mi madre hacer los paquetitos para los que venían detras de mi.
Ayer cuando miré mis zapatos para ver si me habían dejado algo, como digo antes, han sido generosos, pero entre varias cajas y paquetes, había uno muy pequeño, blanco, como si estubiera hecho con un folio (que así era), mis ojos se fueron hacia él, pero empecé a desempaquetar los más grandes, perfumes, libros, zapatos y...ese paquetito blanco que me tenía intrigada, no me atrevía a cogerlo.
Cuando ya había visto la mitad de los regalos, mis ojos miraban hacia el pequeño bulto blanco que ya casi no se veía por el cisco de cajas y papeles que había rotos por todo el salón.
¡Ya no me pude resistir más! Me fuí hacia el paquetito blanco, lo cogí lo abrí con mucho cuidado y...aquí empezó mi llantina. El paquetito blanco, contenía, nueces, castañas higos y una mandarina...
¿Comprendeís mi lloro? ¡¡¡Estos Reyes Magos!!!
En ese momento vi a mis seis hermanos (el septimo nacio desplazado), a mis padres y a mi misma, comiéndonos los restos de la Navidad. Higos, castañas, nueces y alguna vez...unas mandarinas...¡Pero que felices erámos!
¿Como se me habrá ocurrido pedirle a los Reyes Magos, un chalé, un abrigo de visón blanco y no se cuantas majaderías más?
Creo que el próximo año, si Dios quiere,...volveré a pedir otra vez lo mismo. Ja, ja, ja.
Uno de los regalos más bonitos, ha sido un cuadro, pintado por mi hija política y que ha embellecido mi salón.
jueves, 5 de enero de 2012
Para los Reyes Magos
Esta carta es exclusiva para los señores Reyes Magos, los de Oriente, si, esos que esta noche van a poner muchos regalos en los zapatos.
Queridos Reyes Magos, el año pasado me fallasteis, espero que este no hagáis lo mismo. He sido igual de..."buena"...que el año pasado, por lo tanto os voy a pedir lo que más me gustaría encontrarme mañana en mis zapatos, botas, zapatillas y hasta calcetines voy a poner, bueno eso ya lo viereis. El año pasado os pedía: Un chalet en la Sierra madrileña y, digo yo, ¿Porque no me lo trajisteis?...Bueno, me quedo con el pisito que tengo. Tampoco vi en mis zapatos un maravilloso abriguito de visón blanco para ir a la compra, me he tenido que conformar con uno de peluche artificial que tiene ya más años que "la Tana". Que no se quien era la tal Tana, pero yo se lo oía decir a mi madre. Otra cosa que quería era, un coche de esos largos, de color rojo, con un chofer uniformado, con un físico como el Adán de Miguel Ángel para que les de rabia a las marujas de mi peluquería. También quisiera una asistenta pues como se han puesto las cosas tan difíciles, se me ha revelado y se ha ido, dice que quiere más dinero, más seguros sociales, menos horas de trabajo y que entre hora y hora...le deje tomar café copa y puro. ¿No es para mandarla a hacer puñetas?...Ya lo he hecho. Señores Reyes Magos...
¡¡¡Como mañana no tenga lo que pido en mis brillantes zapatos...os quito del Belén!!!.
Después de que lean mi carta, tengo pocas esperanzas. Mañana contaré como el cuento de la lechera, ya veremos.
Queridos Reyes Magos, el año pasado me fallasteis, espero que este no hagáis lo mismo. He sido igual de..."buena"...que el año pasado, por lo tanto os voy a pedir lo que más me gustaría encontrarme mañana en mis zapatos, botas, zapatillas y hasta calcetines voy a poner, bueno eso ya lo viereis. El año pasado os pedía: Un chalet en la Sierra madrileña y, digo yo, ¿Porque no me lo trajisteis?...Bueno, me quedo con el pisito que tengo. Tampoco vi en mis zapatos un maravilloso abriguito de visón blanco para ir a la compra, me he tenido que conformar con uno de peluche artificial que tiene ya más años que "la Tana". Que no se quien era la tal Tana, pero yo se lo oía decir a mi madre. Otra cosa que quería era, un coche de esos largos, de color rojo, con un chofer uniformado, con un físico como el Adán de Miguel Ángel para que les de rabia a las marujas de mi peluquería. También quisiera una asistenta pues como se han puesto las cosas tan difíciles, se me ha revelado y se ha ido, dice que quiere más dinero, más seguros sociales, menos horas de trabajo y que entre hora y hora...le deje tomar café copa y puro. ¿No es para mandarla a hacer puñetas?...Ya lo he hecho. Señores Reyes Magos...
¡¡¡Como mañana no tenga lo que pido en mis brillantes zapatos...os quito del Belén!!!.
Después de que lean mi carta, tengo pocas esperanzas. Mañana contaré como el cuento de la lechera, ya veremos.
miércoles, 4 de enero de 2012
La dama de la rosa blanca
Aquí en mi querido Madrid no faltan casos, sucesos, leyendas y chismes de mentidero. Aunque yo tenga mucho que hacer, leer, coser o escribir, siempre hago un hueco para saber cosas de la antigüedad y si son madrileñas mejor que mejor.
Esta es un poco tétrica, pero a muchos os gustan, sobre todo a Piluca y Amylois...va por ellas.
Una dama de la alta sociedad madrileña, invitó a un diplomático extranjero que vivía en Madrid a un baile de mascaras que se celebraba en su lujosa casa. En esa noche de carnaval una bella joven vestida de negro con guantes blancos y una flor del mismo color se acercó al joven, con un gesto indicó que la siguiera. El joven no opuso resistencia y cogidos del brazo pasearon por el salón de baile. El joven extranjero fascinado e intrigado por aquella dama de la que ni siquiera conocía su nombre, decidió acompañarla fuera de la fiesta cuando ella se lo pidió esperanzado de que por fin descubriría su identidad. El joven sintió frió cuando la dama le agarró el brazo con su mano helada, cada vez más inquieto el joven insistía en conocer su identidad, ella callaba hasta que entraron por la puerta lateral de la sacristía de la Iglesia de San José, allí la dama avanzó por la nave central, al final había un catafalco cubierto con paños negros. La dama le dio la flor blanca y siguió avanzando hasta una parte más iluminada y exclamó:- Me pusieron aquí esta mañana, no se lo digáis a nadie.
Instantes después desparece.
El joven extranjero salio corriendo de la Iglesia pensando que la bebida le había pasado una mala jugada.
Volvió a entrar para cerciorarse de que todo había sido una alucinación, cual fue su sorpresa cuando vio el catafalco rodeado de flores blancas, aún así preguntó a una persona vestida de luto ¿que se celebra?.
La mujer le respondió: -Son los funerales de una joven condesita que murió ayer, era muy conocida en los ambientes aristocráticos.
El joven solo se atrevió a contar esta historia a su medico de cabecera que le atendió del resfriado que pilló esa noche del frío que pasó.
Lo que si se sabe es que esa noche nunca la olvidó.
¡¡¡Pobre chico!!! Pensó que había ligado y si se descuida...Lagarto, lagarto...
Esta es un poco tétrica, pero a muchos os gustan, sobre todo a Piluca y Amylois...va por ellas.
Una dama de la alta sociedad madrileña, invitó a un diplomático extranjero que vivía en Madrid a un baile de mascaras que se celebraba en su lujosa casa. En esa noche de carnaval una bella joven vestida de negro con guantes blancos y una flor del mismo color se acercó al joven, con un gesto indicó que la siguiera. El joven no opuso resistencia y cogidos del brazo pasearon por el salón de baile. El joven extranjero fascinado e intrigado por aquella dama de la que ni siquiera conocía su nombre, decidió acompañarla fuera de la fiesta cuando ella se lo pidió esperanzado de que por fin descubriría su identidad. El joven sintió frió cuando la dama le agarró el brazo con su mano helada, cada vez más inquieto el joven insistía en conocer su identidad, ella callaba hasta que entraron por la puerta lateral de la sacristía de la Iglesia de San José, allí la dama avanzó por la nave central, al final había un catafalco cubierto con paños negros. La dama le dio la flor blanca y siguió avanzando hasta una parte más iluminada y exclamó:- Me pusieron aquí esta mañana, no se lo digáis a nadie.
Instantes después desparece.
El joven extranjero salio corriendo de la Iglesia pensando que la bebida le había pasado una mala jugada.
Volvió a entrar para cerciorarse de que todo había sido una alucinación, cual fue su sorpresa cuando vio el catafalco rodeado de flores blancas, aún así preguntó a una persona vestida de luto ¿que se celebra?.
La mujer le respondió: -Son los funerales de una joven condesita que murió ayer, era muy conocida en los ambientes aristocráticos.
El joven solo se atrevió a contar esta historia a su medico de cabecera que le atendió del resfriado que pilló esa noche del frío que pasó.
Lo que si se sabe es que esa noche nunca la olvidó.
¡¡¡Pobre chico!!! Pensó que había ligado y si se descuida...Lagarto, lagarto...
martes, 3 de enero de 2012
Seguimos en fiestas...
Como todavía no ha terminado la Navidad y para que recordemos lo buenecitos que tenemos que ser, vamos a seguir...como si rezásemos, por ese motivo escribo esta bonita...casi plegaria.
COSAS DE MAMÁ
Se cuenta que San Pedro, muy preocupado al notar la presencia de algunas almas que no recordaba haberlas hecho pasar al Cielo, se puso a investigar y encontró el lugar por donde entraban.
Fue entonces ante el Señor y le dijo: -Señor, habiendo observado que hay aquí algunas almas a las que no recuerdo haberles abierto las puertas para que entraran a gozar de la eterna felicidad, hice algunas investigaciones y hallé un hueco por donde entran, yo quisiera que lo vieras...
Aceptó Jesús acompañarlo y vio que del hoyo descubierto colgaba un inmenso rosario, por donde constantemente subían muchas almas.
Alarmado, le dijo San Pedro: -Creo Señor, que debemos cerrar esa entrada de...
-No, no, le respondió Jesús, ¡Dejalo así!...Esas son cosas de Mamá.
¡¡¡Ya falta poco para que lleguen los Reyes Magos!!!
COSAS DE MAMÁ
Se cuenta que San Pedro, muy preocupado al notar la presencia de algunas almas que no recordaba haberlas hecho pasar al Cielo, se puso a investigar y encontró el lugar por donde entraban.
Fue entonces ante el Señor y le dijo: -Señor, habiendo observado que hay aquí algunas almas a las que no recuerdo haberles abierto las puertas para que entraran a gozar de la eterna felicidad, hice algunas investigaciones y hallé un hueco por donde entran, yo quisiera que lo vieras...
Aceptó Jesús acompañarlo y vio que del hoyo descubierto colgaba un inmenso rosario, por donde constantemente subían muchas almas.
Alarmado, le dijo San Pedro: -Creo Señor, que debemos cerrar esa entrada de...
-No, no, le respondió Jesús, ¡Dejalo así!...Esas son cosas de Mamá.
¡¡¡Ya falta poco para que lleguen los Reyes Magos!!!
lunes, 2 de enero de 2012
A vueltas con el empleo
Acabo de leer la entrada de mi querida Amylois en la que cuenta como va su busca de empleo, de momento está ya metida en algo y yo espero y deseo que le salga bien, a ella y a muchos que lo están intentando.
Yo fiel a mis batallitas, voy a contar otra vez como eran las cosas en el pasado,vamos hace...varios años:
Recién terminada la guerra civil, la gente lo que quería era situarse y buscarse un porvenir. En un pueblecito llamado Recas de la provincia de Toledo, había un matrimonio con dos hijos, eran muy jóvenes, el 30 y ella 25.
Hasta antes de la guerra vivían del campo pero, en este pueblo, todos tenían sus tierrucas y cada uno sembraba para la familia y claro, poco tenían que vender ni comprar.
La joven esposa le animó a marcharse a Madrid, decía que en la Capital habría más oportunidades...y así fue.
La cultura del esposo no era muy allá que digamos, vamos, que no era...Las primeras oposiciones que salieron para los caballeros fueron para Guardia Urbano (Hoy, policía municipal). Se daba la circunstancia de que al salir de una guerra civil, por desgracia los hombres eran escasos, y además había necesidad de cubrir las plazas.
Nuestro hombre se presentó el día del examen, tenía tal miedo que le temblaban las piernas.
El examen fue: un dictado, que este hombre lo debió de hacer bien, pues tenía una letra bonita, después les pusieron una cuenta del dividir por 2. Según el me contó varios años después, no hacía mas que darle vueltas y más vueltas a la dichosa cuenta de dividir por 2, no había modo de salir adelante. Estando pensando y mirando el papel con la maldita cuenta de dividir por 2, se acerco uno de los examinadores y le preguntó: -¿Está usted nervioso?
-Si señor, contestó.
-¿De donde es usted.
-De Recas, contesto nuestro buen hombre.
-¡Hombre! yo estuve allí en la guerra, hay un buen vino y unas chicas muy guapas.
-Si, señor, las chicas son muy guapas.
-Bueno, firme usted el examen y ya tendrá noticias.
A los dos meses, nuestro buen hombre, estaba haciendo servicio en plena Plaza de Cibeles de Madrid, vestido con un pantalón de pana y una pelliza con cuello de piel (Al Ayuntamiento no le había dado tiempo de hacer los uniformes.
Con este empleo, saco a sus 7 hijos adelante, estuvo hasta su jubilación, tuvo ese día, una mención honorífica por su buen hacer. Fue un hombre de bien...Con emoción y cariño le recuerdo. Pues este hombre era...Mi padre.
Yo fiel a mis batallitas, voy a contar otra vez como eran las cosas en el pasado,vamos hace...varios años:
Recién terminada la guerra civil, la gente lo que quería era situarse y buscarse un porvenir. En un pueblecito llamado Recas de la provincia de Toledo, había un matrimonio con dos hijos, eran muy jóvenes, el 30 y ella 25.
Hasta antes de la guerra vivían del campo pero, en este pueblo, todos tenían sus tierrucas y cada uno sembraba para la familia y claro, poco tenían que vender ni comprar.
La joven esposa le animó a marcharse a Madrid, decía que en la Capital habría más oportunidades...y así fue.
La cultura del esposo no era muy allá que digamos, vamos, que no era...Las primeras oposiciones que salieron para los caballeros fueron para Guardia Urbano (Hoy, policía municipal). Se daba la circunstancia de que al salir de una guerra civil, por desgracia los hombres eran escasos, y además había necesidad de cubrir las plazas.
Nuestro hombre se presentó el día del examen, tenía tal miedo que le temblaban las piernas.
El examen fue: un dictado, que este hombre lo debió de hacer bien, pues tenía una letra bonita, después les pusieron una cuenta del dividir por 2. Según el me contó varios años después, no hacía mas que darle vueltas y más vueltas a la dichosa cuenta de dividir por 2, no había modo de salir adelante. Estando pensando y mirando el papel con la maldita cuenta de dividir por 2, se acerco uno de los examinadores y le preguntó: -¿Está usted nervioso?
-Si señor, contestó.
-¿De donde es usted.
-De Recas, contesto nuestro buen hombre.
-¡Hombre! yo estuve allí en la guerra, hay un buen vino y unas chicas muy guapas.
-Si, señor, las chicas son muy guapas.
-Bueno, firme usted el examen y ya tendrá noticias.
A los dos meses, nuestro buen hombre, estaba haciendo servicio en plena Plaza de Cibeles de Madrid, vestido con un pantalón de pana y una pelliza con cuello de piel (Al Ayuntamiento no le había dado tiempo de hacer los uniformes.
Con este empleo, saco a sus 7 hijos adelante, estuvo hasta su jubilación, tuvo ese día, una mención honorífica por su buen hacer. Fue un hombre de bien...Con emoción y cariño le recuerdo. Pues este hombre era...Mi padre.
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