lunes, 31 de agosto de 2020

Los gansos salvajes


Preciosos gansos volando

     Dos hermanos salieron al bosque a cazar y, al cabo de muy poco tiempo,vieron aproximarse una bandada de gansos salvajes. Rápidamente, prepararon sus arcos pensando en el banquete que se darían después en casa.

    "-Hermano, si conseguimos dar caza a uno de estos gansos, lo prepararemos en adobo. verás que rico manjar", dijo uno de los hermanos.

    "-En adobo, no", respondió el otro. Esta forma de cocinarlos es buena si los cazas mientras están en tierra, pero los gansos cazados en pleno vuelo quedan mejor asados", añadió.

     Empezaron a discutir y, como no se ponían de acuerdo, decidieron ir a preguntárselo al jefe de la aldea.

    "¡Menudo dilema!", exclamó este. Mi consejo es que si cazáis dos, preparéis uno en adobo y el otro asado, pero si solo conseguís uno, cortadlo por la mitad y que cada uno de vosotros lo prepare a su gusto", sentenció.

     Los cazadores aceptaron satisfechos los consejos del jefe y regresaron al bosque dispuestos a disparar a los gansos para darse un festín.

    Pero, para su sorpresa, las aves ya se habían perdido en el horizonte...

Y es que hay que saber aprovechar las oportunidades al vuelo, cuando se presentan, porque si las desperdiciamos o dudamos demasiado, acaban esfumándose como les ocurrió a nuestros amigos los cazadores.


Para quitarnos el mal sabor de boca de esta pareja de ineptos cazadores, ahí va algo que me han contado:

Tres obreros charlando mientras toman una cerveza:

Dice el primero: Los patronos son todos unos sinvergüenzas.

Dice el segundo: Si uno es malo el otro es peor. El tercero dice:

Bueno, no hay que generalizar. También hay excepciones...Hay algunos que te tratan como a un ser humano e incluso te invitan a comer a restaurantes carisimos después del trabajo para hablar de tus problemas y a su casa para discutir de la lucha de clases. Incluso son capaces de invitarte un fin de semana a su bungalow de caza solamente para reducir la diferencia social.

¡¡¡Déjate de cachondeo!!!Dice uno de sus compañeros. ¿Pero conoces tú a algún empresario asi?

"Yo, personalmente, no, pero mi mujer si...

Hoy no sabemos cual es más ignorante, si los cazadores o este buen marido...










lunes, 24 de agosto de 2020

El huevo de mi tía Remedios

 

                                                    Huevo perfecto

Ocurrió hace lo menos 70 años. 

 Recuerdo perfectamente cuando llegaba la "Caminera" a casa de mis abuelos. (Entonces se les llamaba "camineros" a los encargados de limpiar las cunetas y reparar las carreteras), que en el caso de mi pueblo, eran de piedra y arena. Ahora hay una hermosa carretera de asfalto. 

     Los "camineros que yo recuerdo vivían entre Recas y Villaluenga que distan entre ellos ocho kilómetros. Ambos pertenecen a la Provincia de Toledo, de donde era mi padre y toda su familia. Yo, aunque amo mucho a Madrid, también nací en Recas pero me hicieron madrileña con tan solo tres añitos. Pero no por eso, olvido a mi querido Toledo.

     Pues bien, lo que recuerdo de aquellos años en los que pasaba temporadas de verano en casa de mis abuelos no se me olvida. Como aquél día que apareció la "Caminera" con una cesta llena de huevos y dando unas voces que la oía todo el pueblo. Era muy simpática y agradable, recuerdo su enorme casa con infinidad de animales domésticos, e iba al pueblo cada X días, quizá para vender sus huevos.

     También recuerdo que hay dos palabras que se dicen mucho por allí y seguro que mis paisanos de entonces, no  sabían  lo que significaba, son: Bolo y Papo. 

     Lo de Bolo casi siempre se lo dicen al hombre, lo de Papo, es para las mujeres. Ese día yo me llevé los dos insultos, que en aquel momento pensé que era algo malismo.

     La finca de mis abuelos era muy grande, en ella vivían: mis abuelos, mi tío soltero y mi tía Remedios, casada con seis hijos. Además de las dos viviendas, tenían la bodega, la cuadra, un enorme patio y el corral.

     Aquel día y en ese momento estaban, mi abuela, mi tía, dos vecinas la caminera y...yo.

     Estaban mirando los huevos al trasluz de una bombilla, yo no se que miraban pero se pasaban el huevo de una a otra. De pronto dice una de ellas:

-Este tiene pollo.

     Se volvieron a pasar el dichoso huevo de una a otra y seguían diciendo, que si tenía pollo, que si no tenía. El caso es que, una niña que ve esas cosas, lo lógico es que quiera ver el pollo dentro del huevo. Tanto insistí, que me dejaron el huevo. Yo lo miraba y lo miraba pero no veía el pollo que ellas decían ver. Entonces mí tía Remedios hizo intención de quitarme el huevo, que yo seguía mirando, de mi mano...y ¡¡zas!!. El huevo se me escurrió y fue al santo suelo. 

     Me dijeron de todo, pero lo que no olvidé nunca fue aquello que me decía mi tía muy enfadada:

     -¡Mirad, el Papo-Tonto, ha roto el huevo...

     Lo que pasó después ya no me acuerdo. solo se que mi abuela, que me quería mucho, me cogió de la mano y me llevó con ella.

¡¡¡Gracias abuelita, te recuerdo todos los días!!!


Seguro que a estas alturas todos sabéis el significado de ambas palabras: PAPO, se dice de la papada de las aves y demás animales, incluidos nosotros. Lo de BOLO, es mas significativo, pues solo indica que somos...Tontos, Bobos, Lelos y demás cosas que nos quieran decir...



lunes, 17 de agosto de 2020

Nunca llueve a gusto de todos

 


Los padres nos sentimos siempre muy orgullosos de nuestros hijos, pero este buen hombre que tenía dos hijas y las dos hacían un trabajo manual, no sabía por cual de las dos rogar al Cielo para que agradara a las dos, pero claro, eso era imposible pues una estaba casada con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos.
     Hacía tiempo que no iba a visitarlas, por lo que un día decidió dedicarles una jornada entera.
     Cuando llegó a casa de la que había formado una familia con el agricultor, le preguntó qué tal iban las cosas. Y ella respondió:
     -Todo va de fábula, pero si tengo un deseo es que llueva todos los días para que a las verduras del huerto no les falte nunca riego suficiente.
     El padre la abrazó deseándole que su sueño se cumpliera y continuó su camino hasta llegar a casa de la otra hija, a la que también preguntó por su estado. Y ella le contestó:
     -La verdad es que no podemos quejarnos, sólo pediría que haga sol cada día para que los ladrillos se sequen bien.
     El padre anheló que su petición se hiciera realidad, pero al momento se dió cuenta de que si se cumplía lo que una deseaba, la otra sería infeliz.
     Muy desconcertado, miró al cielo y exclamó:
     -Si una pide lluvia y la otra sol, ¡por cuál de las dos debo rogar?

Esta historia es una adaptación de una fábula de Esopo y, nos enseña que, por mucho que nos empeñemos, es imposible intentar complacer y quedar bien con todo el mundo.



Una cosa que me ha hecho gracia al leerla es esta que quizá ya muchos la sepan, yo no lo sabía:

     La frase "Dormir a pierna suelta". 
     Dicha frase se remonta a siglos atrás, cuando los presos vivían con grilletes para evitar que escapasen. Algunos de ellos tenían tan buena conducta que los vigilantes les quitaban las cadenas durante la noche para que durmieran "con la pierna suelta"

lunes, 10 de agosto de 2020

Madrid misterioso


 La casa de la Cruz de palo

     Me encanta leer cosas que han pasado en madrid, o por lo menos, eso dicen. No cabe duda de que encierra muchas leyendas, yo, que soy una apasionada de ellas, me leo y recopilo todo lo que me cuentan.

     He leído varias de dulces doncellas, que a la primera, ¡ale! van y se suicidan. Otras por el contrario...hacen cosas como esta:

      Resulta que cerca de la calle del Royo, hubo una casa que la llamaban, "La casa de la Cruz de palo".      

     Este edificio, como otros muchos, desapareció hace años, pero la historia que la hizo popular persiste en la memoria de muchos.

     En esta casa vivió una joven árabe que fue casada con un noble de mayor edad, pero la chica como no era tonta, se enamoró de un caballero español con el que mantuvo numerosos encuentros clandestinos hasta que este desapareció.

     Cuando la joven enviudó y quiso marcharse de la casa, descubrió el cadáver de su amante entre muebles viejos guardados en el desván. Entonces comprendió que su marido les debió de descubrir y preparar la venganza. Tras enterrarlo , la mujer mandó colocar en lo alto de la casa una cruz de madera en recuerdo del joven cristiano asesinado.

     Otra de las leyendas que se cuentan por los madriles, ocurrió hace muchos años quizá cuando Madrid estaba dominado por los moros. Pues bien, dicen que un viejo acaudalado (todos los viejos de aquella época, tenían mucho dinero), pues bien, este buen señor y su joven esposa después de la boda, en la misma noche de bodas la joven se quitó la vida. Nos imaginamos que su nuevo esposo no era de su agrado. A partir de entonces, se dice que todas las noches su fantasma pasea por el sótano de la casa, tintineando unas monedas que el propio Rey le regaló como arras para su desposorio; y es que esta mujer, por lo visto y leído, fue amante de Felipe II.

¡Hay que ver las chicas que se suicidaban en aquellas épocas!

     Esta pobre chica que se suicidó en su noche de bodas, me recuerda a la hija de mi vecina Herminia. Esta no se ha suicidado, pero cuando ha venido del viaje de novios...se ha separado...


Esta curiosidad que cuento ahora, no tiene nada que ver con las leyendas de Madrid...pero casi. Es el origen de la palabra TIOVIVO.

     No se si en otros países a los caballitos de feria les llaman Tiovivo, yo creo que lo he oído en algunas películas, pero quizá sea por el doblaje. El caso es que yo me he enterado solo hace unos días, esta es la historia:

     Ocurrió en Madrid en 1834. Esteban Fernández, conocido como el Tío Esteban, tenía una atracción de feria de caballitos que giraban sobre un eje central. Un día, sufrió un ataque de catalepsia y todos pensaron que estaba muerto, pero cuando se lo iban a llevar, se incorporó de forma súbita gritando que estaba vivo. Desde entonces a Esteban empezaron a llamarle el Tío Vivo y de ahí que su atracción de los caballitos giratorios acabase recibiendo este nombre. 

Curioso ¿verdad?

     


     


     


lunes, 3 de agosto de 2020

Una buena película



Una escena de Raíces Profundas

     Seguro que muchos de vosotros habéis visto la película "Raíces Profundas" y como tiene recuerdos para mí que son difíciles de olvidar... casi parece un cuento, no de miedo, pero si de nostalgia:
     Eran los años cincuenta y cuatro, creo, pues la estrenaron en 1953. Siempre me ha gustado mucho el cine y me sigue gustando, sobre todo las películas antiguas, que sigo viendo cuando mi hijo me las prepara para mi disfrute, ahora vamos al tema que nos ocupa:
     En aquella época, tanto mis hermanos como yo éramos estudiantes. Yo era la mayor de siete. Y en aquellos tiempos no se estilaba (por lo menos en mi casa), que nos dieran una "paga·. Por lo tanto, no teníamos ni un duro que echarnos al bolsillo.
     El tercero de mis hermanos, en el escalafón de hermanos, me dijo un día:
-¿Como haríamos para ir a ver "Raíces Profundas que la ponen en el cine Espronceda?
     Decidimos engañar a mamá. La pobre era muy lista...pero a veces también se la podía engañar. Nos pusimos manos a la obra.
     Dinero no nos daba, entre otras cosas porque no le sobraba. Pero si nos hacía falta algo para la escuela, jamás lo negaba.
     Nosotros, picarones, ideamos la manera de ir al cine:
     Le dijimos que necesitábamos 6 pesetas cada uno, pues teníamos que ir al Museo de Ciencias con el colegio. No pensó ni por un momento que cada uno de nosotros íbamos a escuela diferente. Tal era su responsabilidad para que estudiasemos.
     Nos dio un duro a cada uno y una peseta, también a cada uno para el metro y además, un bocadillo de membrillo a cada unos para la merienda.
    ¡¡¡ No corríamos, volabamos!!! Tomamos el metro hasta Ríos Rosas donde estaba el cine Espronceda. (Vivamos en Tetuán)
     Vimos la película, el Nodo, nos comimos el bocadillo de membrillo...¡¡Que bién lo pasamos!!
     esto fue un jueves, al día siguiente me dice mi madre:
     -Niña (siempre me llamaba así), el domingo vamos al cine Espronceda, me han dicho que hay una película de Alan Ladd.
     Es que a mi madre le gustaba mucho este actor, yo creo que era su amor platónico. Yo me aprovechaba, siempre que veía una película de este actor se lo decía e íbamos al cine. 
     Mamá no se enteró nunca de este pequeño engaño. Quizá ahora que, tanto mi madre como mi hermano están los dos en el Cielo...quizá se haya enterado. Seguro que mi hermano está preparando el terreno para que cuando yo llegue no nos de con la zapatilla...suponiendo que en el Cielo haya zapatillas.


     Una frase:

EL TALENTO ES ALGO CORRIENTE, NO ESCASEA LA INTELIGENCIA, SINO LA CONSTANCIA.

                        Doris Lessing