Los padres nos sentimos siempre muy orgullosos de nuestros hijos, pero este buen hombre que tenía dos hijas y las dos hacían un trabajo manual, no sabía por cual de las dos rogar al Cielo para que agradara a las dos, pero claro, eso era imposible pues una estaba casada con un hortelano y la otra con un fabricante de ladrillos.
Hacía tiempo que no iba a visitarlas, por lo que un día decidió dedicarles una jornada entera.
Cuando llegó a casa de la que había formado una familia con el agricultor, le preguntó qué tal iban las cosas. Y ella respondió:
-Todo va de fábula, pero si tengo un deseo es que llueva todos los días para que a las verduras del huerto no les falte nunca riego suficiente.
El padre la abrazó deseándole que su sueño se cumpliera y continuó su camino hasta llegar a casa de la otra hija, a la que también preguntó por su estado. Y ella le contestó:
-La verdad es que no podemos quejarnos, sólo pediría que haga sol cada día para que los ladrillos se sequen bien.
El padre anheló que su petición se hiciera realidad, pero al momento se dió cuenta de que si se cumplía lo que una deseaba, la otra sería infeliz.
Muy desconcertado, miró al cielo y exclamó:
-Si una pide lluvia y la otra sol, ¡por cuál de las dos debo rogar?
Esta historia es una adaptación de una fábula de Esopo y, nos enseña que, por mucho que nos empeñemos, es imposible intentar complacer y quedar bien con todo el mundo.
Una cosa que me ha hecho gracia al leerla es esta que quizá ya muchos la sepan, yo no lo sabía:
La frase "Dormir a pierna suelta".
Dicha frase se remonta a siglos atrás, cuando los presos vivían con grilletes para evitar que escapasen. Algunos de ellos tenían tan buena conducta que los vigilantes les quitaban las cadenas durante la noche para que durmieran "con la pierna suelta"
Me ha encantado este relato, se lo pusieron muy dificil las hijas a su padre.La frase si que la conocía.Besicos
ResponderEliminarLas cosas son así, cada uno escogemos nuestro trabajo, pero como les ocurrió a estas hermanas, cada uno elegimos lo que más nos gusta o algunas veces, lo que podemos.
EliminarUn besito querida Charo.
Em Portugal há um ditado popular que diz: Não se pode ter sol na eira e chuva no nabal.
ResponderEliminarTudo de bom.
Abraço.
Juvenal Nunes
Muy interesante el dicho portugués, al fin y al cabo viene a decir lo mismo.
EliminarGracias por tu visita y te envio un abrazo desde Madrid.
Un relato que presenta un dilema de difícil solución.
ResponderEliminarAbrazo
Es cierto Matías, ni nosotros ni nuestros hijos, por no ir más lejos en lo familiar, pensamos lo que íbamos a ser o trabajar. Pero al fin todo se arregla. Lo importante es encontrar un buen trabajo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy buenas historias. Un beso
ResponderEliminarGracias Susana. Espero que esteis bien toda la familia.
EliminarUn beso.
Es muy cierto, y en el caso de los hijos, cuantos más, más pedidos! Muy bueno el hallazgo de "pierna suelta"! Un abrazote Ma de los Angeles!
ResponderEliminarTanto nuestros padres, como nuestros hijos y nosotros mismos, hemos trabajado en lo que hemos querido o podido. Suerte que no hemos tenido que depender del tiempo.
EliminarUn fuerte abrazo María Cristina.
No, nunca llueve a gusto de todos, pero el sol sale para todos.
ResponderEliminarNo sabía lo de la pierna suelta, como ya soy un poco mayor, voy a ver si lo consigo.
Un abrazo.
.Creo amigo Alfred que yo soy mayor que tú y sin embargo duermo como un lirón. A veces creo que me quedo dormida de pie.También pienso que es herencia de familia pues mi padre también dormía mucho. En fin, espero que te sueltes la pierna y que duermas mucho y bien.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Mª Angeles, es difícil complacer a todos y nunca mejor dicho que llueva a gusto de todos, al pobre padre lo pusieron entre la espada y la pared.
ResponderEliminarNo sabia de donde venia lo de dormir a pierna suelta, contigo siempre aprendemos algo nuevo y me encanta:)
Besos.
Gracias Piruja, pero tus entradas son mucho más intelectuales que las mías. Muchas veces me pregunto de donde sacas tantas leyendas bonitas.
EliminarUn beso ¡ guapa!
Buena lección la moraleja de la fábula.
ResponderEliminarPasar de lo que es un comportamiento normal en la mayoría de las personas, a una obsesión por quedar bien y ser bien vistos por el resto de la humanidad, tiene unas causas bastante claras, y no ocurre por casualidad.
Principalmente es la baja autoestima la que consigue que una persona se obsesione con esto. Por lo general, ocurre en personas que no tienen un buen concepto de sí mismas. Y hacen lo posible y también lo imposible, para que los demás sí que la tengan.
Me ha encantado también el origen de la frase hecha.
Un gran blog, enhorabuena, te sigo.
Saludos.
Muchas gracias por tu extenso comentario Pitt Tristán.
EliminarUn saludo.