lunes, 31 de mayo de 2010

rumanos

!Ya no hay rumanos en mi parroquia¡
Como en Coslada, en muchos sitios de España, los rumanos no tienen Iglesia, no por ello dejan de practicar su culto. En nuestra parroquia de la Santa Cruz se les cedió un salón en la parte baja de la Iglesia. Ellos la acondicionaron y todos los domingos hacían su rito.
La verdad es que pusieron el salón precioso, digno como para recibir a un gran Señor.
Los domingos acudían en masa, con mucho fervor; ellos hacían su misa antes que nosotros que íbamos a las 13 horas, (madrugadores que somos), pues bien, ya se han procurado un local más grande. Aunque no lo parezca se les echa de menos, siempre iban en familia, (como nosotros antiguamente), llevaban muchos niños, daban colorido, pues las señoras mayores vestían con grandes pañoletas de colores, a las jóvenes también les gusta mucho el color, pues vestían con mucho de rojo, zapatos incluidos, como digo, les echamos de menos.
Me viene a la memoria, hace unos meses cuando nos mandaron un Párroco nuevo y el primer domingo que dijo la misa: entró el pope ortodoxo en nuestro recinto, seguido por un hermoso grupo de sus feligreses. Llevaba en sus manos un gran ramo de flores, se dirigió hacia el altar y se lo entregó a nuestro cura: dijo unas palabras, que yo aunque estaba en primera fila, no me enteré de lo que decía, pues no se hablar su idioma, solo le entendí:
Nos "verremos en Parraiso". le dio un abrazo y le entrego las flores. A todos nos emocionó, le dimos un aplauso...ellos a nosotros también. Hubo más abrazos y parabienes y...todos tan contentos. Pero como digo, les echamos de menos.
Como veis, hoy ya os he dado el sermón, que dicho sea de paso, no es acto para ateos.

viernes, 28 de mayo de 2010

día de huelga...

Hoy viernes, como todos los viernes, he andado un poco acelerada por la mañana. Tengo costumbre de ir a visitar a Jesús de Medinaceli, casi siempre quedo con una amiga, pero hoy no iba por motivos familiares.
Me dispongo a dejar la comida hecha, por lo menos la mitad. Mientras se me hacían las lentejas, me he arreglado mi cuarto (no muy bien) contra reloj y después de desayunar me dispongo a ponerme guapita...trabajo me cuesta.
Toda mi velocidad, era porque hoy había huelga de trenes, yo cojo cercanías, así que quiero ir con anticipación para que todo me salga tal como yo deseo. He tenido suerte, el tren llega a su hora. Al llegar a la estación, nada más salir de los controles, viene hacia mí un joven...por cierto guapísimo, me dice muy amable.-Señora, me quiere contestar un par de preguntas acerca de la huelga para la televisión ? Le digo que sí, me lleva hacia las cámaras, que estaban muy cerca y hacemos la "entrevista" que es muy fácil. Yo me creía Carmen Lomana, no he mirado a cámara en ningún momento, he contestado bien mirando a mi interlocutor (merecía la pena mirarle) y me he ido como se suele decir, con la música a otra parte, mejor dicho a la Basílica, que es donde iba.
A mitad de la misa...llega mi amiga, la que no tenía pensado ir, así que he llamado a mi hijo para decirle que no iba a comer con el. No pasa nada, me ha dicho, que te diviertas.
Nos hemos ido a comer y cuando voy a pagar, veo que no llevo dinero. Como no pensaba encontrarme con mi amiga llevaba poco dinero...bueno lo poco que llevaba, me lo había gastado en un libro (es mi vicio), no ha pasado nada, le ha tocado pagar a Piluca.
Después de despedirnos, cada una coge una dirección, me toca esperar 20 minutos, cuando llega, casi hay tortas para montar en el tren, menos mal que en la estación de entrevías se desocupa mucho.
Ya íbamos más tranquilos, todos sentaditos, los trabajadores, lógicamente, cansados, yo también un poco y antes de llegar el tren a Vicálvaro, aparece un joven de unos 30 años pidiendo. La mayoría de los viajeros, hombres y mujeres que vuelven del trabajo, ni le hacen caso, yo lo comprendo pues ya les cuesta bastante caro el billete como para dar limosnas, yo como viajo menos y me da pena que alguien te ponga la mano y no le de nada, aunque sea una moneda pequeña, ya debe ser bastante humillante tener que pedir.
Bueno, saco una moneda (que era la única que llevaba) y se la doy. No lo debía de decir, era un euro. Cuando ve la moneda, me mira y me dice: -¿Me podría dar 2o euros para poder dormir esta noche?
Yo con la sonrisa puesta, le digo: -No, no puedo.
-Como no va a poder, si tiene un euro para dar, es que tiene más.
Yo ya estaba avergonzada, pues todos estaban pendientes de nosotros, un hombre cuarentón, va y le dice:
-¿Quieres dejar a la señora? Ya te ha dado algo.
-Es que no me llega para la cama. Ya se oían rumores, me he envalentonado un poco al ver los apoyos de la gente, y le he dicho:
-Mira majo, si quieres te compro un chale para que duermas bien...
La gente se ha reído, pero yo al final he llegado a casa con mal sabor de boca.
La verdad es que algunos, "pobres"ya no se conforman...ni con un euro.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Supermercado

Hoy he perdido un euro.
Quien lea esto dirá:
Pues no es para tanto...esperad que os o cuente todo:
Lo primero es que me he levantado de la cama con dolor de Ciática; lo que comúnmente nosotras decimos "dolor de riñones", no por ello estaba de mal humor, pues gracias a Dios, siempre lo tengo bueno, me pongo una faja... por aquello del dolor y me voy de compras. Como digo, hoy me tocaba ir al "Super", cojo mi carrito y salgo de casa tan maja yo...aunque me sigue el dolor.
Llego a Ahorramas y me voy derecha a colocar mi carrito en las cadenas que hay para ello.
Saco un euro de mi monedero...lo deposito en la ranura que hay para este fin...cojo la llave... también el cilindro...e introduzco cada uno en su sitio.
El "pitote" no hace caso a la llave. Como no me funcionan bien ninguno de los dos, trato de coger mi euro para cambiarme de cadena...ni me sale la llave, ni el "pitote", ni el euro. Trasteo un rato para estar segura de que lo he hecho bien...nada...todo sigue igual.
Como estoy cerca de una de las cajas, le digo a la señorita cajera lo que me pasa y llama a la encargada. Después de esperar un rato, viene con mucha prisa, me pregunta, le contesto. Ella tambien trastea y me dice...-Señora, usted no ha echado un euro, porque aquí no está.
!!!!!Dios mío¡¡¡
Le cuento otra vez todo el proceso. Empiezan las señoras a mirar unas y otras a quedarse allí para enterarse bien y no perderse detalle, yo me pongo nerviosa, estaba pasando un mal rato porque la encargada del "Super" no hacía más que decir que yo no había echado mi hermoso euro en la maldita ranura. Como yo insistía, me dice que quizá se me ha caído detrás de unas cajas enormes que había debajo de las cabinas y que si quería que las quitase yo...aunque hubiese querido, no podía, yo no tengo fuerzas para eso y me estaban dando ganas de llorar, no por el dichoso euro ( ¿O sí?)
Como se me estaba haciendo tarde y tenía que preparar comida a cierta hora, me he ido a hacer la compra. He sentido rabia por muchas cosas: una...la gente opina siempre a favor del más fuerte, (en este caso no era yo) hablan sin haber visto nada, te miran como si hubieses hecho algo malo, cuando no has hecho más que defender tu dinero...resumiendo.
He vuelto a casa nerviosa, me he sentido maltratada y casi insultada y...al final he perdido UN EURO y sigo con el dolor de la ciática...
Pero no creáis que me he quedado quieta, he llamado a ATENCIÓN AL CLIENTE DE LA EMPRESA. La verdad es que me han atendido muy bien, me han preguntado si sabía el nombre de la encargada, yo me he venido a casa con todos los datos de dicha señorita, (pues antes se los había pedido a la cajera)!!Soy...más...mala¡¡
La persona que me ha atendido al teléfono, además de calmarme, trataba de disculpar a la encargada del "Super" que estaría muy ocupada, le he dicho...
-No se si estaba muy ocupada, pero cuando yo he salido con mi compra, ella estaba cotilleando con una amiga...Ahí queda eso.

domingo, 23 de mayo de 2010

el silencio de Dios

Antigua leyenda Noruega: Un hombre llamado Haakon que siempre miraba una imagen de Cristo crucificado, a esta cruz acudía gente a orar con mucha devoción. Un día Haacon pidió un favor ante la cruz y dijo:
"Señor, quiero padecer por ti, déjame ocupar Tu puesto, quiero reemplazarte en la cruz"
Se quedó fijo esperando respuesta, El Señor abrió los labios y habló con palabras sobrantes.
"Siervo mío accedo a tu deseo con una condición"
-¿Cual Señor? ¿Es una condición difícil?
-Escucha...suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardar silencio. Haakon contestó:
-" !Os lo prometo Señor"¡ Y se efectuó el cambio. Nadie reconoció a Haakon colgado en la cruz. El Señor ocupaba el puesto de Haakon.
Un día llegó un rico y después de haber orado, dejó allí olvidada su cartera. Haakon vio y calló. Tampoco dijo nada cuando un pobre que vino dos horas después, se apropió de la cartera del rico. Tampoco dijo nada cuando un muchacho se postró ante él para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvió el rico en busca de su cartera. Al no hallarla, pensó que el muchacho la tenía, el rico le dijo: -"! Dame la cartera que me has robado¡"
El joven dijo:"!Yo no he robado ninguna cartera¡" !No mientas devuelvemela "! Le repito que yo no he cogido ninguna cartera¡"El rico arremetió contra el joven. Sonó una voz fuerte.-"!Detente¡"
El rico miró hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haacon no pudo permanecer callado, gritó defendiendo al joven e increpando al rico por la falsa acusación. Se quedó anonadado y salio corriendo, el joven se fue también con prisa para emprender su viaje. Cuando la cruz quedó sola, Cristo se dirigió a Haakon y le dijo:
-"Baja de la cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio.
-Pero Señor ¿Como iba a permitir esa injusticia? Jesús ocupó la cruz de nuevo y Haakon quedó ante la cruz y el Señor le dijo:
-"Tu no sabías que al rico le convenía perder la cartera, pues llevaba en ella el precio de la virginidad de una joven. El pobre tenía necesidad e hizo bien en llevarselo. El muchacho que iba a ser golpeado...sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para el iba a ser fatal. Ahora, hace unos minutos, acaba de zozobrar el barco en el que ha perdido la vida. Tú no sabías nada... Yo sí... Por eso callo...El Señor nuevamente guardó silencio.

Muchas veces nos preguntamos: ¿ Por que Dios no nos contesta...
Dios nos responde aún con el silencio. En su silencio nos dice con amor, confiad en mi...!! SE BIEN LO QUE DEBO HACER¡¡

Esto se lo dedico a alguien que me ha preguntado...enfadado, que es lo que hace Dios ante las catástrofes...yo te digo. El sabe lo que hace y porque.
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viernes, 21 de mayo de 2010

yogurt

Hace unos días mencioné en mi texto "Repostera" que en mis años de niña no existía el yogurt; me ha llamado mi vecina Marta y me dice: -No me puedo creer lo que dices respecto a los yogures.
Me voy a explicar querida Marta:
Tú tienes razón y yo también, ya que por el año l52o, en la Alhambra de Granada se desayunaban con buenos platos de yogurt. Claro que los árabes eran más listos que nosotros, pues mientras ellos tomaban yogurt, dátiles y frutas en el desayuno, nosotros nos atracábamos de chorizos, morcillas, migas, tocino etc.etc.etc. todo ello muy rico pero...así estábamos y así hemos heredado sus "buenas costumbres". Exitía el yogurt.
Yo tengo mi razón, pues hasta los años sesenta y más, aquí no se conocía nada más que los Danone, y apenas se consumían.
Mira te voy a contar una pequeña historia:
Uno de mis hermanos, tendría unos 6 años cuando le dio, me supongo que una gastroenteritis, entonces le decían diarrea. Mi madre le llevo al médico y le dijo que le diera yogurt, le dio una receta, pues se vendía en farmacias, cuando fue a comprarlo, le dijeron que no tenían, que quizá en una cafetería de la calle de la Montera (Madrid) lo encontraría. Vivíamos en la zona de Pacifico, la pobre tomó el metro y se fue hasta la puerta del Sol a comprar el yogurt.
Como el doctor no le dio ninguna explicación, volvió a casa con un solo tarro, que por cierto le costó dos pesetas...una barbaridad en aquella época. ¿Creería ella que con esa cantidad se iba a curar el niño? Se curó, porque gracias a Dios, aún vive.
Hasta bien entrados los años setenta, el líder de los yogures, fue Danone. Luego empezaron a salir los de Clesa, Yoplay y otros. No digamos los que tenemos ahora¡¡¡
Creo mi querida seguidora Marta que las dos tenemos razón, gracias por tu seguimiento...mañana más.

miércoles, 19 de mayo de 2010

repostería

Hoy me he vuelto repostera.
Hago unos pestiños por Navidad, que los que los comen se chupan los dedos. Pueden dar fe unos vecinos con los que pasamos todos los años las doce campanadas. Ellos ponen el champán y las uvas y yo subo una enorme bandeja de pestiños. Tanto los mayores como los niños (mejor dicho, niñas) pues mi vecina Ana sólo tiene nietas, a todos les gustan mucho.
Hoy me apetecía hacer rosquillas...y las he hecho.
He recordado los años cuarenta cuando mi madre nos hacía todo lo habido y por haber, que se hiciera con harina para quitarnos el hambre.
Cuando ella se ponía a hacer dulces, todos la ayudábamos. Hacíamos una cadena, mamá amasaba y daba forma a lo que estuviese haciendo, mis hermanos llevaban la masa a donde yo, (que era la mayor), estaba preparada junto al fuego y la sartén para ir friéndolo.
Si bajaba alguna vecina por la escalera en aquellos momentos, se le oía decir.-!Que bien huele ¡ Por lo tanto ya teníamos una invitada.
Mi madre en aquellos años que no había tanta bollería industrial como ahora... ni siquiera había yogures...los pocos que había se vendían en las farmacias...os prometo que es verdad.
Como iba diciendo, cuando se ponía de reportera, hacía grandes cantidades, lo primero: éramos muchos, lo segundo: no había una vecina que se quedara sin probar lo que hubiese hecho, por ese motivo era por lo siempre cocinaba mucho.
Una vez que había hecho el reparto vecinal y nos habíamos artado, cosa curiosa, nunca teníamos el estómago saciado y ahora, no puedo comer dos piezas sin que me moleste el dichoso estómago,
como decía ya artos, guardaba las rosquillas en una maleta de madera, los que habéis leído mi libro "el soldado Feliciano" ya sabéis a que maleta me refiero. La maleta la acondicionó para este fin y para que no nos las comiéramos; no se si por temor a que nos hicieran daño, o, porque unos iban a comer muchas y otros ninguna, el caso es que le puso un candado a la maleta de madera.
Nosotros, que, o, eramos golosos ,o, estábamos hambrientos, el caso es que ideamos "robar" las rosquillas, ¿Como? Muy fácil, el hambre agudiza el ingenio: con una aguja de hacer punto, uno ensartaba las rosquilla, otro sujetaba la maleta el ancho del candado. Cuando el de la aguja daba orden de que ya la tenía llena y el que sujetaba la abertura para que no se cerrase hacía todos los esfuerzos que podía para que cupieran...el "maestro" de la aguja, hacía que las rosquillas se tumbasen y, despacito, despacito..."zas" sacaba dicha aguja llena. Nos las comíamos y vuelta a empezar.
Mamá se hacía cruces de lo poco que le duraba su abastecimiento. Siempre poníamos al más pequeño de guardia, le decíamos:- Tú a la puerta, si viene mamá nos avisas.
Un día vino mamá...papá...y la abuela. Los tres a la vez y por supuesto nos pillaron.
Lo primero y sin preguntar...la zurra, después a la cama sin cenar. Todos en la cama estábamos llorando, no por la zurra, si no por no haber cenado.
Hoy como os he dicho he hecho rosquillas, le he subido a la vecina que más confianza tengo (mi madre les daba a todas), ahora los vecinos no somos iguales.
Entonces, lloraba porque no me daban más, ahora casi lloro por que tengo una bandeja y no me atrevo a comerlas...

lunes, 17 de mayo de 2010

juez

Hoy voy a referirme al juez Garzón: el juez que nos tenía a todos ilusionados cuando era el juez más joven de España, tan majo, tan listo que daba gloria verlo. Como la mayoría (que puede), chupó de la "teta" para situarse, luego dejo esa "teta" para volverse contra ellos.
No hace mucho, una asociación de víctimas...no recuerdo su nombre, le pidió que investigara los asesinatos de Paracuellos y, él contestó que eso ya había prescrito. O sea, que han prescrito unos, pero no los otros. No voy a decir...si mal no recuerdo...no, porque lo recuerdo perfectamente. Todo ocurrió hace 73 años, ¿No es tiempo de olvidar? Claro a nuestro presidente no le interesa, solamente para tener al personal distraído y que no piense en otra cosa. No dudo de que como persona sea excelente,no, puede ser bueno, guapo y todo lo que queráis, pero como gestor, es una nulidad.
Todos no podemos ser iguales, en mi familia, por ejemplo, somos seis hermanos y no votamos todos al mismo partido, pero yo amo a mis hermanos y ellos a mí aunque nos gusten distintos colores. Yo tampoco he votado nunca a los mismos que mi padre, y hasta el día de su ,muerte, le he honrado y respetado, lo mismo que hago con todo el mundo, pero no por ello voy sembrando cizaña a la gente que no tiene mis ideas. En ese sentido, me alegro de que mis hijos no sigan al pie de la letra lo que yo hago...les he educado libres y jamás les he dicho, estos son malos y estos buenos, que ellos juzguen.
Algunos padres les dicen a sus hijos:- Hijo, yo no pude estudiar, no teníamos dinero, había que trabajar...mentiroso. Muchos hemos estudiado y trabajado a la vez. Muchos no hemos ido al cine, ni a las discotecas, ni al futbol porque estábamos estudiando o trabajando. ¿Sabéis como veían el futbol dos de mis hermanos? Colaboraban con Cruz Roja y así tenían entrada libre a los estadios. Claro que si lesionaban a "Pirri" en el primer tiempo, tenían que recogerlo en una camilla y, mientras lo llevaban a la enfermería a lo mejor se había terminado el partido.
No culpo a nadie por no ser rica, he sido feliz haciendo una cena romántica con boquerones y champán. !Que rico me supo!
Bueno me he puesto un poco trascendente, otro día más.

domingo, 16 de mayo de 2010

el pasado

!La vida es un pañuelo¡ Hoy al salir de mi Parroquia de la Santa Cruz de Coslada, se me acerca una señora y me pregunta. Señora, ¿ha ido usted al colegio de las monjas Avemarianas? Yo le respondo que sí y dice.-Yo también y la conozco desde que las dos teníamos 17 años. Yo le contesto.- De eso ya hace mucho tiempo, ¿Es posible que me haya reconocido?
Si, porque tienes la misma carita redondita, como entonces.
Estoy a punto de decirle.-La que tiene cara eres tú,¿Como voy a tener la misma "carita" después de casi 50 años? Me contengo, empezamos a charlar, me dice su nombre, le digo el mío, que por cierto se lo sabe perfecta mente, y ya si, ya me acuerdo, nos damos unos besitos y empezamos a recordar. !que pena, las cosas que recordamos¡
Esta señora y yo, con otras cuarenta chicas, veraneamos muchos años juntas con las monjas de un centro religioso al que pertenecíamos. Eramos buenas chicas, jóvenes, revoltosas, algunas más que otras. Esta señora era de las otras: las revoltosas un poco egoístas.
Cuando íbamos con las monjas, teníamos todas las puertas abiertas. Si en el lugar que estábamos había algo que visitar, nosotras lo visitábamos sin que nadie nos pusiera impedimento, tales como museos,Catedrales, conventos que no estaban abiertos al público...para nosotras siempre se abrían.
Se dio el caso, creo que era el año 54. !ahí es nada¡ estábamos veraneando en Cóbreces en la provincia de Santander. Allí en aquellos tiempos no iba nadie, sólo niños de colonias o cómo en este caso, nosotras con las monjas, así que la playa (preciosa) era para nosotras solas, yo creo que nos llevaban allí por eso, ya que además de no haber nadie, teníamos que ir muy recatadas, tanto la ropa como los bañadores, !si nos hubierais visto¡...
Como iba diciendo. En este precioso pueblecito había un convento de frailes Trapenses, estos frailes no hablaban nada más que una vez al año, el día de su patrón Y los novicios cuando entraban, lo primero que tenían que hacer era cavar su propia tumba. Con las visitas si hablaban, por eso, cuando íbamos a comprar algo, con nosotras hablaban más que un sacamuelas.
Vivían de su trabajo, tenían animales domésticos, tales como cerdos, ovejas, vacas, pollos y el huerto. !Que huerto¡ aquel huerto era una maravilla, hay que tener en cuenta que los frailes y las monjas, tienen sus conventos muy limpios y organizados.
Como muchos sabéis, los trapenses hacen mantequilla y chocolate, ya conocéis los bombones de la Trapa, !riquísimos¡
Un día cuando veníamos de la playa, la monja que iba a nuestro cargo, se encontró con el abad y nos invitó a pasar, nos saludo una por una y nos hizo que cantáramos una canción a la Virgen, nosotras lo hicimos con mucho gusto, pues siempre íbamos cantando; le gustó y dijo que por la tarde nos podía enseñar todas las instalaciones y el huerto.
Desde luego que por la tarde fuimos (no teníamos otra cosa que hacer), vimos como y donde se hacía la mantequilla y el queso, vimos los más hermosos animales que yo haya visto jamás, bien cuidados, gordos, había un cerdo que parecía un toro, también un toro semental enorme y muchas vacas, en fin todo muy bien. Por fin se le ocurrió al abad que fuésemos a ver el huerto. !Que hermosura¡ !que árboles frutales, que tomates...nosotras cuando vimos el peral que teníamos delante, nos miramos unas a otras...el abad se dio cuenta y pensaría !Pobrecitas, querrán una pera¡ y dijo: -Las peras que hay en el suelo las podéis...no terminó la frase, como una tromba fuimos hacia el peral y empezamos a coger alguna pera, Pero claro no eran muchas las que habían caído. Entonces una de las chicas arremetió contra el peral...!Dios mío las que cayeron¡
El abad y nuestra monja se echaron las manos a la cabeza; el abad, asustado, la monja avergonzada.
Sabéis que el abad tiene la categoría de obispo, en aquél momento se le olvidó su categoría, dando palmadas decía: Niñas, niñas por favor...mirad coged un tomate y un pimiento cada una, dejad las peras. Era tal el revuelo que estábamos organizando que la monja sacó el pito (lo llevaba para sacarnos del agua cuando no oíamos sus voces, que eran siempre), dio no se cuantos pitidos, nosotras estábamos obcecadas y no la oíamos...hicimos tal destrozo que el pobre abad estaba rojo, verde y amarillo, la hermana Consuelo, (Lito, como la llamábamos nosotras), no se de que color estaba, pero tenía una cara...ese día no comió.
Algunas de nosotras (yo incluida), cogimos un tomate, pero otras, se llenaron los bolsillos y otras no cogieron nada. La hermana "Lito" cuando se enteró, dijo que las que tenían más, lo tenían que compartir. Nunca nos nos regañaba más de lo necesario, ese día sí, y como nadie quería dar nada, a las que no habían cogido ninguna pieza...hizo un registro a ver lo que teníamos cada una. Yo mi tomate me lo había comido por el camino, por lo tanto no tenía nada, otras, la mayoría tampoco, a lo sumo un par de peras, pero Juanita, la señora que yo he visto hoy después de 50 años, tenía la mochila llena, además decía que no daba a nadie que se lo traía a Madrid... Sin más comentarios, al final no quisimos nada, que se lo metiera en...la maleta.
Lo que sí estoy segura, es que el abad del monasterio trapense de Cóbreces, no dejaría a nadie más entrar en su hermoso huerto.
Si alguna de aquellas "chicas" ve esto, desde aquí le mando un beso, todo aquello lo recuerdo con mucho cariño y un gran placer.

el pasado

sábado, 15 de mayo de 2010

San Isidro

San Isidro, como todos sabéis, además de ser el patrón de Madrid, lo es también de muchos pueblos españoles y extranjeros, pues le tienen por patrón todos los labradores.
Aquí en España se le venera mucho, pues al ser un país más bien seco se le hacen muy a menudo rogativas pidiendo agua del Cielo.
Allá por los años cuarenta, cuando habíamos tenido una "pertinaz sequía" y la seguíamos teniendo, pues teníamos hasta restricciones de luz por falta de agua (todavía no se habían hecho los pantanos), decidieron las autoridades, sacar al Santo a ver si llovía.
Mi padre y sus compañeros (Policías Municipales), tuvieron que hacer doble turno de trabajo, pues se suponía gran afluencia de público. Cuando se estaba poniendo el uniforme, nos dijo:
-Si quereis venir a la procesión, os prometo un buen sitio.
Antes de terminar la frase, ya estábamos todos preparados...y nos fuimos tan contentos.
Papá nos colocó en unas sillas instaladas por donde iba a pasar el santo, nos dijo:
No os movais de aquí, cuando termine el acto, yo os recogeré.
Estábamos en plena Plaza mayor de Madrid sentaditos tan ricamente cuando empezamos a ver el principio de la procesión, aparecer por uno de los arcos de la plaza.
Iban niñas vestidas de primera comunión, muy guapas. Señoras con mantilla y peineta, muy elegantes, el Alcalde de Madrid, por aquel entonces era el conde Mayalde. El señor Obispo, muchos curas, muchos concejales...mucho de todo...y por fin vimos aparecer a los hombres que potaban las andas con, la imagen de San Isidro.
Todo el mundo muy recogido, rezando y cantando. Yo creo que el Santo se canso de oírlos porque cuando estaban en todo el centro de la hermosa Plaza Mayor...empezó a caer tal tromba de agua que la gente no sabía para donde ir...no llovía...jarreaba, tal es así, que el alcalde salió corriendo detrás del obispo, las niñas de blanco, corrían sin saber donde, también corrían los acompañantes y por fin...los que llevaban en las andas a San Isidro, le dejaron en el suelo y salieron corriendo hacia los soportales de la plaza. !Pobre San Isidro¡ Encima de concederles el agua que le habían pedido...lo abandonaron en mitad de la plaza. !Que ingratos¡
Nosotros, como nos habían dicho que no nos moviéramos de las sillas...aguantamos la tromba de agua...no fuimos obedientes...fuimos tontos. Encima por no habernos refugiado de la lluvia...nos ganamos una zurra. Hoy recordándolo me estoy riendo, si cierro los ojos veo la escena y me hace gracia.
Esto se lo dedico a mi seguidora Nuria.
Gracias por tus halagos, muchos besos para ti y para tu preciosa niña Claudia.

viernes, 7 de mayo de 2010

mi tía Crisanta

Mi tía Crisanta era una encantadora mujer, vivió casi toda su vida en Campo de Criptana (Ciudad Real), su esposo era el molinero de dicho pueblo y a ella lógicamente le llamaban, la molinera.
Como era hermana de mi madre, la visitábamos de vez en cuando. Una de esas veces y, como el molino era de viento, tuve la fortuna de verlo en acción. No os podéis imaginar la hermosura de ver aquellas cuatro aspas dando vueltas a la velocidad del viento, el ruido que hacían, todavía lo siento si cierro los ojos. Comprendo la locura de Don Quijote. Yo era una niña, pero no se me ha olvidado.
Con el paso del tiempo, los molinos dejaron de trabajar y...mis tíos también.
Como mi tío había heredado el molino de su padre, antes lo tuvo su abuelo y él no sabía hacer otra cosa, además ya era mayor, se pasaba el día en su molino. Iban muchos mayores allí para estar con él y con mi tía , total que en aquella sierra junto a los molinos, se reunía todos los días mucha gente. Un día el Ayuntamiento le propuso que dejara visitar los molinos a los turistas y él aceptó, así estaba más distraído. Para que todo estuviese perfecto, el Ayuntamiento le compro un traje como los de los guardas forestales...!!!que guapo que estaba mi tío¡¡¡
A finales de los años sesenta o principio de los setenta, siendo ministro de Información y Turismo, don Manuel Fraga Iribarne, a las autoridades se les ocurrió ir a visitar los molinos de Campo de Criptana.
Para acompañar a un ministro, iba mucha gente, además del señor Fraga iba, el gobernador de Ciudad Real con todo su séquito, el ministro con todo su séquito, no iban a ser menos los del pueblo, así que iba el alcalde...con todo su séquito, en fin, una enorme comitiva.
Como se presentaron de improviso, no les dio tiempo de preparar nada y mucho menos de avisar a mi tío, claro le pillaron con sus pantalones de pana, su camisa de rayas, un palillo en la comisura de los labios y su sombrero de paja.
Él ni se inmutó, cuando llegó la comitiva, le saludaron y dirigiéndose al Ministro le dijo:-Señor, tengo un traje muy bonito y nuevo en el baúl, pero no me lo pongo para no estropearlo. Todos se sonrieron... menos el alcalde.
Les enseñó su precioso molino "El Burleta" y luego fueron viendo los demás. Aquí entra mi tía:
Como la sierra y los molinos estaban retirados del pueblo(aunque no mucho), uno de los secretarios del Gobernador le dijo a la tía Crisanta:-¿Por aquí hay muchos ladrones,verdad?
Ella le contesta:-No señor, ya no hay ladrones aquí, ahora están todos en el Ayuntamiento escribiendo con la "FILOGRÁFICA", el buen hombre creyendo que había oído mal, le volvió a preguntar-¡Con qué ha dicho señora, ella muy seria y muy digna, le volvió a repetir lo que el hombre quería oír. -Le he dicho, que ahora están todos en el Ayuntamiento con la "filográfica".
Los que la oyeron, sonrieron prudente mente, pero este hombre y durante todo el tiempo que duró la visita, no paró de decirle que repitiera la palabreja, seguro que la quería memorizar.
este pequeño homenaje a mis tíos, se lo dedico a Mar...su nieta.

Ya se que todos sois muy listos, pero por si alguno no se ha dado cuenta, "la filográfica" era una pluma estilográfica.

jueves, 6 de mayo de 2010

vecinos

Los que seguís mis temas en este apartado sabéis que lo que escribo lo hago con sentido del humor...hoy no lo tengo. Os cuento.
Cuando me he levantado esta mañana sobre las ocho y media, veo a mi hijo vestido y dando paseos por el pasillo. Como es lógico me asusto, al preguntarle me cuenta lo que ha pasado:
Resulta que a las siete de la mañana, suena el teléfono (yo no me entero), salta el contestador (yo ni me entero), mi hijo oye que una vecina dice:-Por favor coge el teléfono...claro él lo toma y dicha vecina le dice que salga al aparcamiento, que quite su coche (bien aparcado), que su hija no puede salir pues otro vecino les ha tapado la salida y aunque le están llamando a su puerta no abre, y va a llegar tarde al trabajo.
Mi hijo, sale para hacerles el favor, se encuentra que los que han salido antes, se han metido entre los dos coches y al de mi hijo le han rallado todo el lado derecho.
El pobre, sin comerlo ni beberlo tiene el coche hecho una ruina.
Para poneros en situación, os diré que dicho aparcamiento es privado de la comunidad y no debemos de meter más de un coche, pues si lo hacemos, algún vecino no entra. La vecina que ha llamado a mi hijo a las siete de la mañana...tiene tres, el del padre, el de la niña y el del novio de la niña que no sabemos donde vive, pero no en nuestra comunidad.
La niña ha cogido su coche y se ha marchado, el padre se ha ido a su casa y la madre que la parió también. Después ha aparecido el otro vecino,este se ha encontrado con mi hijo que estaba bufando viendo como tenía el coche...¿Y que creéis que ha pasado?
Pues claro, que han discutido. Si lo miramos bien, ni mi hijo ni él tenían culpa...y son los que ha salido perdiendo, pues él también tenía el coche rozado. Ha mi hijo se le ha quitado la gana de comer, no por el coche, sino porque le ha dicho al vecino algo que no debía...! Y yo tengo un cabreo¡. Ah, tampoco he comido de ver a mi niño triste...claro que no me viene mal, así haber si rebajo algo de peso. Mañana prometo hacer algo más alegre.

martes, 4 de mayo de 2010

el gallo

Mis tíos tenían un gallo que no era sólo el rey del gallinero, era también el rey y amo del corral.
Me invitó mi prima Victoria a pasar el mes de agosto con sus padres en Campo de Criptana; mi tío era el molinero, vivían de moler la harina a casi todos los habitantes del pueblo. La última vez que estuve con ellos, los molinos estaban ya sólo para el turismo.
Lo pasábamos muy bien paseando por la sierra entre los molinos, más de un vez nos echábamos la siesta en uno de ellos, pues allí hacía mucho fresquito.
Bueno lo que nos ocupa ahora es el gallo:
Como es natural, estaba en el corral, pero en el corral también había un retrete al que no teníamos más remedio que acudir de vez en cuando. El gallo tenía manía a mis piernas y a las de mi prima, más a las de mi prima que eran las piernas mas largas y bonitas que yo haya visto. Claro, a mi tío no se las veía porque llevaba pantalones y mi tía, la enagua, el refajo, la saya, claro no veía más piernas que las nuestras( entonces se llevaban poco los pantalones), así cuando teníamos que entrar al corral, el gallo salía a picárnos, nosotras corríamos y llamábamos a la tía, esta entraba, cogía un palo y le decía:-¿me vas a picar a mi?, anda pícame, y el condenado del gallo corría a esconderse, ella se ponía en la puerta y nos esperaba. Esto ocurría todos los días.
Un día, entró el tío, claro el gallo ni apareció. El retrete estaba hecho sobre una plataforma de cemento con una tabla que tenía un agujero y los excrementos caían al corral, el gallo se paseaba dando vueltas quizá esperando a ver si podía picar algo y aquel día, saltó y picó al tío en...
Oímos al tío chillar...al momento oímos palabrotas, se había quitado el cinto y no paraba de dar cintarazos a diestro y siniestro, pero según nos dijo no atinó ni una sola vez al gallo.
Como sabíamos que el tío estaría cabreado (y con razón), nosotras nos fuimos hacia los molinos y allí pasamos toda la mañana.
Sobre las dos de la tarde, bajamos a comer, no se nos ocurrió preguntarle al tío lo que había pasado. Nos sentamos a la mesa, sale mi tía con la comida, que por cierto, olía que daba gloria, y nos pusimos a comer.
Mi prima, cuando vio en su plato aquel muslo de pollo tan enorme, dijo:
-Madre, ¿no será este muslo del Gallo? su respuesta fue:
-Comer y callar...ya no os va a picar más.
Nosotras nos miramos, como pensando que ibamos a hacer...pero el hambre es muy mala...comimos el mejor gallo del gallinero, tenía la carne oscura de viejo que era, pero... !Estaba de rico¡

lunes, 3 de mayo de 2010

día de la madre

Ayer fue el día de la madre, nos felicitaron, nos dieron regalitos, nos invitaron a comer,para que no cocináramos...todo muy bien. Nos han tratado como si fuésemos algo extraordinario y, no, somos normales, o mejor dicho, somos egoístas. Si, egoístas. Porque todas las madres tenemos tanto amor por nuestros hijos, que querríamos tenerlos siempre debajo de nuestras faldas. Que nadie les toque, que nadie les haga daño. Y si ves a un hijo llorando (aunque tenga 30 años), piensas, ojala pudiera metérmelo otra vez en el útero para que nadie me lo haga sufrir. ¿Verdad que somos egoístas? !Pero cuanto los amamos!
Como esto es cosa de madres... pienso que las nuestras han sido igualmente "egoístas".
Ayer en la Iglesia, cantamos a nuestra madre del Cielo, rezamos por todas las madres de la tierra, incluso por aquellas que tienen hijos ateos que no rezan.
Desde aquí una mención especial para mi madre que era además de buena, graciosa, cuando no tenía la zapatilla en la mano...pero lo que yo más le agradezco a mi madre...es que me enseñara a leer, gracias mamá, te recuerdo cada vez que cojo un libro y lo hago a diario.