Los botones de mi bote.
Desde hace unos años cuando un señor se compra una camisa, aparecen botones de varios colores (excepto en las blancas),
En mis tiempos, todo hacía juego: los botones, el hilo y hasta las entretelas, cosa que ahora son de colorines.
Hace unos días mi hijo se compró una camisa muy bonita, en Zara, es de color azulado, más bien clarita y como es natural llevaba todos los botones blancos.
Yo, que me creo muy enterada, me pongo a mirarla a ver si estaba bien cosida y bien terminada. En ese momento me doy cuenta de que en la parte baja de dicha camisa, uno de los botones es NEGRO, si, si, como lo digo. Un botón negro en una camisa casi blanca.
Yo, muy seria le digo a mi hijo que esa camisa tiene un error y él me dice que es la moda...¡¡Dios mío!! ya no saben que inventar.
Al hacerle yo esta advertencia, me dice que yo no entiendo de las nuevas modas. Yo, como una escopeta le contesto:
Desde luego que no, yo he vivido en una época que íbamos todos limpios, planchados, cosidos y ·relavados".
Jamás nos tirábamos al suelo, jamás hemos llevados los bajos de los vestidos deshilachados y mucho menos, rotos...pero claro, nosotros los mayores, no entendemos.
Me viene a la memoria una anécdota que me contó mi suegra.
Resulta que un día su padre fue a ponerse una camisa (entonces eran todas blancas), y le faltaba un botón. Como tenía varias hijas, pidió que le cosieran uno.
También en aquellos tiempos todas las niñas sabían coser un botón.
Entonces, la más pequeña de las niñas, Manuela se llamaba, se prestó para ello. La cría no tenía mas de 5 años y se puso muy afanosa a coserle el botón a su padre.
Cogió el cesto de la costura, una aguja, hilo y...el primer botón que encontró...era negro.
Cuando su padre lo vio, cogió la camisa, se la puso y se marchó como tenía previsto a la Plaza del pueblo a tomarse la copeja con sus amigos.
Estos, cuando le vieron con un botón tan llamativo en el centro de la camisa, se echaron a reír y le preguntaban quien había tenido tan mal gusto. Él, contestó.
-Me lo ha cosido mi hija y no me lo quitaré hasta que la camisa se rompa.
Según me contó, mi encantadora suegra, cumplió su palabra. La camisa se rompió con el botón negro.
Pero ni era moda, ni había sido comprada en Zara. Así que, no se pongan tontitos con eso de la moda
de un botón negro, pues ya en el años 1800 y pico, el bisabuelo Antonio llevaba un botón negro en una camisa blanca.
Yo por si acaso, tengo un bote lleno de botones, cuando me hace falta alguno, enseguida encuentro sustituto.