Pingüinos enamorados.
Hace unos días, concretamente el viernes día 14 de febrero, fue San Valentín, día que han cogido los enamorados para celebrar su día y, de paso, darle ganancias al comercio. Tanto de cositas, que luego no sirven para nada, como de flores.
Las floristerías se llevan la palma pues hay para todos los gustos y mejor aún, para todos los bolsillos.
No se donde habrá comprado mi vecino Raúl el ramo tan hermoso que le trajo a su esposa, claro que, por la noche, le dió una paliza de las que hacen época.
Otro vecino llamó a la policía, pero cuando llegaron, ella, Rosita, se abrazó a él diciendo que lo quería mucho y que era muy bueno. La culpa se la echó a que celebrando tan señalado día, habían bebido unas copitas de más...
Claro que también hay enamorados entre los animales, esta es la historia de unos preciosos pingüinos.
La pingüina se llama Marcusa, el señor pingüino se llama Mustafá.
Resulta que el macho vivía con su pareja, Pipa. Esta iba a tener un hijito, pero a la pobre se le atascó el huevo y murió de lo que nosotros diríamos...de parto.
El pobre Mustafá se quedó triste y solo. También se volvió huraño y no quería nada de nada con ningún congénere suyo, ni nuestro.
Por allí estaba una linda pingüina a la que decían sus cuidadores que era la "soltera de oro".
La presencia de esta nueva pretendiente alegró a Mustafá que dejó la reclusión voluntaria en la que se había sumido, para regalarle piedrecitas y rozarse el pico (dos signos de amor entre pingüinos).
Marcusa, que así se llama la linda hembra, le ha seguido el juego y cosa curiosa, desde el día de San Valentín la pareja ya comparte habitaculo.
Es más que posible que su relación sea muy duradera puesto que los pingüinos acostumbran a ser monógamos.
Todo esto ha ocurrido muy cerca, concretamente en el Aquarium de Barcelona.
Por lo tanto, quizá una día de estos, me monte en el AVE y me acerque a verlos.
Una historia tan bonita no se ve muy a menudo.
La de mis vecinos Raúl y Rosita y otras muchas, las vemos casi todos los días.
Bonita historia la de los pingüinos sin embargo muy triste la de tus vecinos.Si vas a Barcelona a ver a la pareja de enamorados nos lo cuentas y mandas alguna foto.Besicos
ResponderEliminarA mi vecina es que la gusta que le zurren la badana. Dejó mal ante la policía a los que los llamaron diciendo que no la pegaba es que estaban jugando...¡¡y apareció con los dedos marcados en los carrillos!!
EliminarBesitos Charo.
La introducción se salva por el comportamiento animal, que según se mire se tendría que llamar a los primeros.
ResponderEliminarUn abtazo.
Es verdad Alfred. a veces nosotros somo unos animales o como tal nos comportamos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Los pingüinos ganan a los humanos. Un beso
ResponderEliminarLos pingüinos y cualquier animal. Ellos son mas formales.
EliminarUn beso Susana.
Qué triste lo de tus vecinos, Ma de los Angeles, las relaciones enfermas no deberían existir, ni para ellos ni para quienes los rodean y sufren sin poder hacer nada, tal el empecinamiento en seguir así. Los pingüinos son monógamos, creo que de las pocas especies que hay, hermosa historia la de Marcusa y Mustafá, espero que puedas ir a visitarlos pronto, un abrazote!
ResponderEliminarLo de mis vecinos no tiene arreglo. Se pelean y al rato ya están comiendose a besos en el ascenso, en el portál, en fin, donde sea.
EliminarPor otra parte, ella alardea de haberle puesto una buena cornamenta.
Un fuerte abrazo María Cristina
Lo de tus vecinos es tremendo. ¡Cuántos casos de esos hay! Y se van a celebrar San Valentín aunque luego estén todo el día a la greña...¡En fin, vivir para ver!
ResponderEliminarLo de los pingüinitos si que es bonito. Esa si que es una verdadera historia de amor, y encima no celebran nada ni van a comprar flores ni regalitos. Se aman simplemente y ya está, que es lo que debe ser.
Un abrazo
Hay muchos casos, pero dicho por la policía, algunos son masoquista y les gusta, o bien que les zurren, o bien darse mamporros uno al otro.
EliminarLo de los pingüinos es muy lindo, a ver si pronto tienen un nuevo hijito.
Un beso querida Rita.
Una bonita historia de los pingüinos.
ResponderEliminarSon muchas las mujeres que después de ser maltratadas, defienden al marido, unas por amor y otras por miedo.
Un abrazo.
Hoy precisamente he leído una noticia similar, a una mujer la apuñalan y dice que ha sido sin querer...sin comentarios.
EliminarUn abrazo Matías.
Me encantaría que así fuera. Muchas gracias por tus palabras y por tu visita.
ResponderEliminarUn saludo yonosoymillenium.