Piscina de San Fernando
Hay personajes que cuanto más sabios son, mas despistados estan en ciertas ocasiones. Eso les pasó a unos sabios e inteligentes hombres que todos conocemos.
Como siempre estoy leyendo, aunque sea la publicidad que me echan en el buzón, pues me entero de cosas que quizá sepáis todos, pero que yo no sabía.
La que seguro que no sabéis es la que nos pasó el martes pasado a mi hijo y a mi en la piscina, pero no os preocupéis que os la voy a contar.
Una que me ha gustado mucho es la que le ocurrió a Mark Twain, estoy segura que le conocéis todos por su libro tan famoso "Tom Sawyer". Pues bien. Iba el señor Mark Twain en uno de sus viajes por Estados Unidos cuando se topó con el revisor y no encontraba su billete. Tras una larga espera y mientras buscaba en sus bolsillos, el empleado le dijo:
-Ya se que es el autor de Tom Sawyer, así que no se moleste, estoy seguro de que ha extraviado el billete.
-El problema es que, si no lo encuentro, no se donde debo bajarme, respondió Twain.
Don Ramón del Valle-Inclán, nuestro poeta español que fue citado ante el juez por un alboroto que había armado. Tras declarar su nombre y su oficio, tuvieron este dialogo:
-¿Sabe leer y escribir?
-No, dijo don Ramón.
-Me extraña la respuesta.
-Más me extraña a mi la pregunta.
Toreaba Francisco Arcona, mas conocido por Currito en la plaza de toros de Madrid con suerte más bien escasa y el publico empezaba a impacientarse. De pronto, un aficionado le gritó:
-¡Haga usted por arrimarse al toro!. A lo que Currito replicó:
-¡Déjelo "uste", que bastante hace él por arrimarse a mí!
Y ahora cuento una muy actual...la mía.
Después de venir de una vacaciones en la playa, a mi hijo le quedaban días de descanso y decidimos ir todos los días a la piscina. Elegimos la de San Fernando de Henares, un pueblo muy bonito de la Comunidad de Madrid. Que dicho sea de paso, tanto la piscina como el restaurante estan de maravilla, tanto es así, que pensábamos que todavía estábamos de vacaciones lejos de casa.
El martes pasado cuando llegamos a la taquilla, al darnos las entradas nos dice el operario que no hay luz, pero como eso no nos afectaba, cogimos nuestras entradas y entramos en el recinto de las piscinas.
Cuando ya estamos instalados en nuestra sombrita, nos fijamos que la piscina recreativa está a la mitad de agua y solo unos niños jugando.
Como yo no me baño en la Olímpica, me dice mi hijo:
-No te vas a poder bañar.
Yo le digo que no me importa, pues él se va a la Olímpica, me quedo tan tranquila.
Nos dicen los socorristas que en una hora está llena...a todo esto vemos que la están llenando con una manguera.
Cuando empieza a llegar público, deciden acordonar con vallas y la cinta esa de rayas roja y blanca que ponen en todas partes, por miedo a que algún crio se tire de cabeza y de en el fondo...
Pasa una hora, pasan dos horas y la cubeta que no se llena.
Mi hijo nada en la Olímpica..yo, miro.
Por fin a las dos de la tarde y después de haber tomado un aperitivo, decidimos marcharnos a casa.
(La piscina no había aumentado ni cuatro dedos de agua).
Cuando salimos por los vestuarios y ya cerca de la taquilla, me dice mi hijo:
- Voy ha hacer una reclamación.
Yo le digo que no se moleste pues al fin y al cabo él se ha bañado y hemos pasado la mañana bien.
Pero el sigue en sus trece. Yo le dejo solo y me voy hacia el coche pues me daba vergüenza reclamar algo tan barato.
Desde donde yo estaba ya en el coche, le veía casi metido en la ventanilla. Me caían sudores, pero ya sabemos como son los hombres de hoy que cuando tienen razón no dan su brazo a torcer.
¡Por fin viene hacia mí!
Llega riéndose y me enseña los 20 euros que le han devuelto.
Bueno, que voy a contar más.
Al pasar por Mac-Donal, para el coche, pide la comida y nos vamos a casa a comer unas ricas hamburguesas, aritos de cebolla, alitas y cerveza bien fresquita. y a dormir la siesta, que se nos da muy bien.
El viernes volvimos y el sábado y pude nadar como una sirena...
Pensábamos ir toda esta semana, pero le ha pedido un compañero a mi hijo que le cambie el turno y ya está trabajando.
Que dicho sea de paso yo ya estaba harta de tantas vacaciones.
Lo que no paro de pensar es que nos han ocultado algo...