sábado, 15 de mayo de 2010

San Isidro

San Isidro, como todos sabéis, además de ser el patrón de Madrid, lo es también de muchos pueblos españoles y extranjeros, pues le tienen por patrón todos los labradores.
Aquí en España se le venera mucho, pues al ser un país más bien seco se le hacen muy a menudo rogativas pidiendo agua del Cielo.
Allá por los años cuarenta, cuando habíamos tenido una "pertinaz sequía" y la seguíamos teniendo, pues teníamos hasta restricciones de luz por falta de agua (todavía no se habían hecho los pantanos), decidieron las autoridades, sacar al Santo a ver si llovía.
Mi padre y sus compañeros (Policías Municipales), tuvieron que hacer doble turno de trabajo, pues se suponía gran afluencia de público. Cuando se estaba poniendo el uniforme, nos dijo:
-Si quereis venir a la procesión, os prometo un buen sitio.
Antes de terminar la frase, ya estábamos todos preparados...y nos fuimos tan contentos.
Papá nos colocó en unas sillas instaladas por donde iba a pasar el santo, nos dijo:
No os movais de aquí, cuando termine el acto, yo os recogeré.
Estábamos en plena Plaza mayor de Madrid sentaditos tan ricamente cuando empezamos a ver el principio de la procesión, aparecer por uno de los arcos de la plaza.
Iban niñas vestidas de primera comunión, muy guapas. Señoras con mantilla y peineta, muy elegantes, el Alcalde de Madrid, por aquel entonces era el conde Mayalde. El señor Obispo, muchos curas, muchos concejales...mucho de todo...y por fin vimos aparecer a los hombres que potaban las andas con, la imagen de San Isidro.
Todo el mundo muy recogido, rezando y cantando. Yo creo que el Santo se canso de oírlos porque cuando estaban en todo el centro de la hermosa Plaza Mayor...empezó a caer tal tromba de agua que la gente no sabía para donde ir...no llovía...jarreaba, tal es así, que el alcalde salió corriendo detrás del obispo, las niñas de blanco, corrían sin saber donde, también corrían los acompañantes y por fin...los que llevaban en las andas a San Isidro, le dejaron en el suelo y salieron corriendo hacia los soportales de la plaza. !Pobre San Isidro¡ Encima de concederles el agua que le habían pedido...lo abandonaron en mitad de la plaza. !Que ingratos¡
Nosotros, como nos habían dicho que no nos moviéramos de las sillas...aguantamos la tromba de agua...no fuimos obedientes...fuimos tontos. Encima por no habernos refugiado de la lluvia...nos ganamos una zurra. Hoy recordándolo me estoy riendo, si cierro los ojos veo la escena y me hace gracia.
Esto se lo dedico a mi seguidora Nuria.
Gracias por tus halagos, muchos besos para ti y para tu preciosa niña Claudia.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por tu dedicatoria, me hace mucha ilusión que te acuerdes de nosotros.
    Y gracias a tí por seguir contando estas historias tan bonitas, que cada día me gustan mas. Estoy totalmente enganchada. Muchos besos para ti y para Ismael, que también nos tiene que aguantar de vez en cuando, con nuestros problemas infórmaticos, lo cual, se lo agradecemos mucho.

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