Aquí en mi querido Madrid no faltan casos, sucesos, leyendas y chismes de mentidero. Aunque yo tenga mucho que hacer, leer, coser o escribir, siempre hago un hueco para saber cosas de la antigüedad y si son madrileñas mejor que mejor.
Esta es un poco tétrica, pero a muchos os gustan, sobre todo a Piluca y Amylois...va por ellas.
Una dama de la alta sociedad madrileña, invitó a un diplomático extranjero que vivía en Madrid a un baile de mascaras que se celebraba en su lujosa casa. En esa noche de carnaval una bella joven vestida de negro con guantes blancos y una flor del mismo color se acercó al joven, con un gesto indicó que la siguiera. El joven no opuso resistencia y cogidos del brazo pasearon por el salón de baile. El joven extranjero fascinado e intrigado por aquella dama de la que ni siquiera conocía su nombre, decidió acompañarla fuera de la fiesta cuando ella se lo pidió esperanzado de que por fin descubriría su identidad. El joven sintió frió cuando la dama le agarró el brazo con su mano helada, cada vez más inquieto el joven insistía en conocer su identidad, ella callaba hasta que entraron por la puerta lateral de la sacristía de la Iglesia de San José, allí la dama avanzó por la nave central, al final había un catafalco cubierto con paños negros. La dama le dio la flor blanca y siguió avanzando hasta una parte más iluminada y exclamó:- Me pusieron aquí esta mañana, no se lo digáis a nadie.
Instantes después desparece.
El joven extranjero salio corriendo de la Iglesia pensando que la bebida le había pasado una mala jugada.
Volvió a entrar para cerciorarse de que todo había sido una alucinación, cual fue su sorpresa cuando vio el catafalco rodeado de flores blancas, aún así preguntó a una persona vestida de luto ¿que se celebra?.
La mujer le respondió: -Son los funerales de una joven condesita que murió ayer, era muy conocida en los ambientes aristocráticos.
El joven solo se atrevió a contar esta historia a su medico de cabecera que le atendió del resfriado que pilló esa noche del frío que pasó.
Lo que si se sabe es que esa noche nunca la olvidó.
¡¡¡Pobre chico!!! Pensó que había ligado y si se descuida...Lagarto, lagarto...
Muy preocupante. Moraleja: antes de ligar hay que mirar.
ResponderEliminarHistorias que encantan y hacen mas interesante nuestra vida.
Un beso.
Pues sí, me encanta!!!! jijijiji
ResponderEliminar