martes, 23 de junio de 2015

Alpargatas de cáñamo

Las alpargatas de cáñamo antiguamente las llevaban los más humildes, o sea, los pobres. Ahora las cosas han cambiado, pues como somos ricos, riquísimos, las llevan los más pudientes.
El llevarlas los más pudientes es por el precio que tienen. En mis tiempos valían 5 pesetas, ahora valen 8 euros, que son...1.365, más o menos. (Las más sofisticadas valen más, claro está)
Recuerdo cuando yo era niña (de esto hace solo unos días), que los que más llevaban este calzado eran los albañiles, sus hijos, sus esposas y todos los que de ellos dependían. Yo también he calzado alpargatas, pero con el piso de goma, pues decía mi madre que duraban más y claro, había que mirar la economía.

¿Por qué cuento todo esto? Pues muy sencillo. Resulta que desde hace unos años he descubierto que estas alpargatas de cáñamo sientan muy bien a mis cansados y viejecitos pies, las uso para estar en casa en el verano, pues se daba el caso de que me estaba cambiando de zapatillas y chanclas buena parte del día hasta que me compre dichas alpargatas que al ser de materiales naturales mis pies descansaban que era una maravilla.
Ahora que tengo una pequeña dolencia en el talón y me ha recomendado el médico que no lleve zapato plano y aunque tengo alpargatas del año pasado lavaditas y limpitas, resulta que no me son tan cómodas.
Entonces pensé, pues a pesar de todo, algunas veces  pienso, que tenía que buscar unas alpargatas de cáñamo con una pequeña cuña.
Como lo pensé, lo hice y como en mi barrio de las encontraba, sabiendo que había una casa en Madrid que es precisamente una "Alpargatería", decidí ir en busca de unas lindas alpargatitas para que mis lindos pies estén todo lo cómodos que se merecen este verano. Dicho y hecho:

Me pongo en camino. Desde mi casa hasta la alpargateria hay casi 20 kilómetros, no me importa. Cojo el tren de cercanías y en media hora me presento en la calle de Toledo, la más típica de Madrid y rápidamente encuentro la dichosa alpargatería. Pero...
Cuando llego al establecimiento hay una cola de lo menos cien personas. Tal es así que estuve una hora esperando a que me tocara.
En un principio pensé marcharme, pero yo sola me decía: "Ya que has venido, espera un poco y llévate lo que has venido a comprar"
A todo esto, yo con mi bastón esperando a pie firme que me tocara.
Cuando llegó el momento, le pido dos pares, uno rojo y otro amarillo, así, como mi bandera...las dos del mismo número, me pruebo las amarillas y como me están bien pago y me voy. Ya casi no me tenía de pie. Vuelvo al tren y rápidamente estoy en casa.

Lo primero que hago es probármelas a ver lo bonitas que me quedaban. Las amarillas perfectas, entonces me pongo las rojas y...horror, me están grandes, aun siendo del mismo número, Ufffff.

¡¡¡Que rabia me dio!!!
He dejado pasar una semana pero no he tenido más remedio que volver y...hacer otra hora de cola.
Cuando llegué a la tienda dije en la puerta lo que me había ocurrido, que solo era un cambio, pero de muy malos modos me dijeron que me fuese a la cola...somos solidarios con los de fuera, a los de casa que les den...

Cuando me tocó me dijeron que las provase y cosa curiosa, todas las que me sacaba rojas, ninguna me sentaba bien. Como ya estaba cansada le dije al dependiente que no me importaba el color.
Las próximas que me probé eran blancas, me estaban bien, las cogí y salí corriendo sin mirar atrás no fuese a pasarme lo que a la mujer de Lot.

También tengo que decir por si le interesa a alguien, que son muchos los extranjeros que acuden a esta tienda pues está en la lista turística como la más antigua de España y quizá del mundo, pues data de 1845.
Claro que como les pase lo que a mi, no creo que vuelvan a cambiarlas. Vi a una señora mejicana comprando más de diez pares. ¡Claro, si no les valen, tiene excusa para volver a España a cambiar lo que el producto!. La verdad es que hay mucho surtido de todas clases y colores, de niños de caballero y, muchas, muchas de señora.

Después del cabreo, todavía les estoy haciendo publicidad...como dice mi hijo...
¡¡¡Soy de lo que no hay!!!

20 comentarios:

  1. gracias por hacernos conocer cosas que no conocemos abrazo

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    1. Gracias a ti por visitarme y hacerme una buena crítica a mi escrito.
      Un abrazo RECOMENZAR

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  2. Bueno al menos ya te has desahogado aquí contando tu desventura alpargatera.........yo creo que no hubiera tenido paciencia ni fuerza de esperar en la cola a no ser que me llevara una silla. Besicos

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    1. Eso de la silla está muy bien pensado.
      No creo que necesite ya la sillita pues no pienso volver más a dicha tienda.
      Un beso Charo

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  3. Las alpargatas son estupendas para el verano. Yo también soy de pies delicados y cada vez que tengo que comprar zapatos nuevos, sudo tinta para dar con algo que no me haga daño. ¡En fin, cosas que pasan! Un abrazo y que disfrutes de tus alpargatas este verano.

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    1. Querida Pilar, desde hace unos años calzo deportivos de la marca Pitillos, aunque tienen ese nombre son muy majos y los hay de muchos colores.
      Yo los compro negros y marrones y voy la mar de cómoda.
      Por si te sirve de algo te diré que mi hijo me los compra por Internet.
      Puedes pedir el catálogo y los ves cómodamente desde casa.
      Un besito

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  4. ja ja ja, Ma de los Angeles, salió tu fin de semana de humor a la mitad! Lamento tus idas y venidas, pero te resultó una historia de lo más entretenida para los que no tuvimos que andar de acá para allá claro, yo tuve unas bordadas en color y fondo negro, el problema era que no las podía usar porque daban mal olor, así las disfruté mirándolas hasta que las descarté, mala suerte, tendré que ir a hacer la famosa cola allá, otra buena excusa para ir a España, además de tus ricas y suculentas comidas! Un abrazo!

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    1. Ya me estoy preparando para que no tengas que hacer cola cuando vengas a Madrid.
      Te tendré la vez cogida y así nos podremos ir rápidamente a Las Cuevas de Luis Candelas a comer ricas viandas acompañadas por una no menos rica sangría.
      ¿Qué te parece la idea?
      Un abrazo María Cristina

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    1. No es que lo piense, es que lo soy. Puedes comprobarlo en el Registro de la Propiedad Intelectual de Madrid.
      Muchas gracias por tu visita, espero que me sigas leyendo.
      Un abrazo...Soy Mujer.

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  6. Conozco la tienda, estuvimos el verano pasado, y la hora de cola fue a pleno sol, ni te cuento, eso sí, mi mujer se llevó también dos pares. Me gustó tu crónica.
    Un saludo.

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    1. Gracias Alfred por tus simpáticas palabras.
      Cuando yo estuve de compras también hacía un sol de justicia, pues aquí en Madrid los veranos son la mar de "majos".
      Un saludo

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  7. Tú tranquila Mª Angeles, que si vas otra vez encontrarás las que te vayan bien. Creo que es una alpargatería en el centro que siempre hay mucha fila; tiene mucha tradición. Un fuerte abrazo de corazón, me despido ya de ti hasta Septiembre por el Verano. @Pepe_Lasala

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  8. ¡Ay María de los Ángeles! Usted con alpargatas y yo loca buscando unas sandalias cerradas de atrás porque llevo plantillas y no las encontré que cupieran las dichosas plantillas. No sé dónde encontrar una sandalia normal y corriente, hoy las hacen que pesan un montón y nada baratas.
    En fin...cosas de la vida, cuídese ese espolón, que son muy molestos, yo ando con los juanetes de sastre.
    Me tomo un descanso y nos vemos en septiembre.
    Hasta entonces, un abrazo
    Sor. Cecilia

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    1. Sor Cecilia, quizá pueda encontrar calzado en Pitillos. Mi hijo me los compra por Internet, no cobran gastos de envío y tampoco si hay que cambiarlos.
      Puede encontrar el catalogo a través de Internet y tienen para toda clase de plantillas.
      Mi dolencia se debe al tendón de Aquiles.
      Le deseo que pase un buen verano.
      Un abrazo

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    1. Un abrazo para ti también y se bienvenido a mi casa que desde este momento es la tuya.

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  10. Eso es lo que pasa con ellas, son lo mejor para los pies pero no hay dos pares iguales aunque sean el mismo número. Yo también las llevaba en verano y las echo de menos, pero ahora mis pies sólo quieren las de montaña ... que caprichosos se vuelven !!

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    1. No sabía eso de que no hay dos pares iguales de alpargatas de cáñamo.
      Creo que tendré más cuidado la próxima ves que las compre.
      Por otra parte tu has acertado con tu calzado de montaña y es que tienes razón...nuestros pies se vuelven más que caprichosos.
      Un beso trimbolera

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