viernes, 12 de septiembre de 2014

Madreros

La primera vez que oí esta palabra fue hace muchos años, la dijo una prima hermana mía que acababa de romper con su novio, al preguntarle yo cual había sido el motivo, me contestó:- Era un madrero. Después me contó los motivos y las dos reímos, claro está, después de que mi prima echara unas lagrimitas. No mucho tiempo después conoció al que hoy es su marido, un buen hombre que la ama y la tiene como a un a reina.
Hace unos días  he vuelto a escuchar la palabra madrero, de labios de una amiga de la parroquia. No me he reído, pues la cosa no tiene gracia...¿O sí ?
Me contó un poco de su vida y me dio la razón cuando le dije que yo pensaba y sigo pensando que, cuando una mujer le dice a su novio que está embarazada...casi siempre corre .(Salvo raras excepciones).
María, (nombre ficticio) tenía por entonces 30 años, su novio, 27.
Cuando le dijo que estaba embarazada no es que saliera corriendo como muchos hacen, no, es que le dijo que él no se atrevía a decírselo a su madre.
Como este "angelito" solo tenía 27 años tenía miedo a su "mamá", por supuesto que le dijo mil y una manera de deshacerse del bebé, el muy sinvergüenza.
La chica, claro está, aunque ya era una mujer hecha y derecha tenía temor ante su familia y...así fueron pasando los meses...
La familia de María tampoco se lo tomó muy bien, le dijeron de todo, menos bonita...tuvo que salir de su casa.
La dio cobijo la madre de una amiga y compañera de trabajo...nació el bebé, un hermoso varón, como dicen las novelas, sano y robusto, pues pesó 4 kilos.
Entonces no había eso que llaman ahora "baja maternal" y la muchacha tras pasar los días estipulados después del parto comenzó a trabajar de nuevo. Trabajó y trabajó, no podía echar horas extras, pues su trabajo era en una oficina de unos grandes almacenes y se fichaba a la entrada y a la salida, pero encontró otro empleo extra  que le permitía trabajar sábados, domingos y festivos. (En un restaurante).
Con la ayuda de la familia de su amiga, no en poco tiempo claro está, pasaron unos años, cuando el niño empezó a ir a la escuela con cuatro años, nuestra buena amiga María ya tenía un pisito en alquiler. Como es lógico siguió trabajando, el niño estudiando y el muy zángano de su padre, dando la lata y con miedo de que no se enterara su "mamá".
Nos podemos hacer una idea lo que pasó esta mujer hasta que vio a su hijo hecho un hombre, terminados sus estudios, buscando trabajo...lo encontró.
Conozco a este hombre, pues algunas veces acompaña a su madre a la iglesia. Además de ser muy atractivo es todo un caballero y para alegría de todos los que leáis esta entrada, os digo que es Director de una gran Multinacional, que tiene que viajar por todo el mundo acompañado siempre por un par de secretarios y que tiene a su madre con chale propio, puesto a su nombre, con un sin fin de comodidades y...ella sigue siendo una mujer sencilla. Su hijo...siempre nos saluda como si fuese un chico del barrio, sencillo como su madre. Del zángano del padre hace años que no saben nada, ni quieren saber.
Esto parece un folletón, pero es la pura verdad...Ah, las que podáis huir del hombre madrero, hacerlo.
Yo pienso que se escudan detrás de la madre pero lo que son es...tontos y débiles.

6 comentarios:

  1. Ma de los Angeles, son admirables las mujeres que luchan solas criando a sus hijos, y nada que decir de estos poco hombres, hermosa historia esta de hoy, gracias, un abrazo!

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    1. Muchas gracia María Cristina en nombre de todas esas mujeres pues...yo soy una de ellas.
      Un abrazote bien fuerte

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  2. Me ha encantado la historia, primero ese esfuerzo y sacrificio de la madre por sacar a su hijo adelante, esa ayuda de los amigos que la acogieron en su casa y ese final del hijo ya un triunfador y que tiene a su madre tan bien acomodada........Conozco a un "hombre" mucho peor del que cuentas, y no es madrero, pero esa historia mejor no contarla amiga. Besicos

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    1. Si conoces aun hombre peor que el de mi historia, ya es malo, o mejor dicho malísimo.
      No te preocupes que ya tendrán su merecido.
      Gracias por todo Charo

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  3. Ni tontos ni debiles. Cobardes en toda regla, cobardes y miserables. Cuando un hombre engendra un hijo, inmediatamente deja de ser hijo, para pasara ser padre y quien no asume este papel; no sirve para nada.
    Suerte la de aquella señora el de tener una vejez digna con un hijo digno.
    Estoy de vuelta luego de unas largas vacaciones.
    te dejo un abrazo y un beso.

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    1. Lo primero bienvenido de nuevo al redil. No sabes la alegría de verte por aquí.

      Un beso

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