Lo mismo da ser rico, pobre o regular. Lo que no es lo mismo es ser: ansioso, tramposo o cara dura, por eso, a nuestro mendigo su ambición...bueno mejor que sigamos:
Erase una vez un hombre que estaba sentado en las calles pidiendo limosna a todos los que pasaban.
Un día al ver acercarse desde lejos al rey, pensó que éste se apiadaría de el y le llenaría las alforjas de dinero. Por eso, al tenerlo delante, le dijo:
Majestad, ¿me podría regalar una moneda?. Su sorpresa fue mayúscula cuando el monarca, mirándolo fijamente, le respondió:
¿Y tú, que me darás? Piensa que soy tu señor. El mendigo que no sabía como reaccionar, respondió:
Pero, majestad, yo no poseo nada que ofreceros.
Algo tendrás, busca en tu bolsa, dijo el rey.
Enfadado, el mendigo empezó a hurgar entre sus escasas pertenencias y encontró un pan, una naranja y cinco granos de arroz. Pensó que dárselo todo era demasiado, así que solo le ofreció el arroz.
El rey le entregó cinco monedas de oro, una por cada grano de arroz.
Viendo el pordiosero que aquello era buen negocio, le dijo al monarca:
Espere, no se vaya, creo que puedo darle algo más.
Pero el rey rehusó su oferta diciéndole:
Solo te puedo corresponder a lo que me has dado de corazón.
El pidón se debió de quedar con tres palmos de narices. al igual que el mendigo, muchos actúan pensando en lo que recibirán a cambio, pero en la vida la mayor felicidad vendrá de lo que hagamos sinceramente, de corazón, sin pretender ser recompensados.
Después de esta lección que nos ha dado este buen rey y dado que las cosas que están pasando nos tiene el corazón en un puño, creo conveniente poner alguna sonrisa para animarnos. Allá voy.
En un funeral el señor que está dentro del ataúd empieza a gritar: ¡María, María, abre, abre que estoy vivo!
Y María dice: Calla Manolo, vas a saber tu más que el médico.
Dos rubias conversando.
La primera pregunta:
-¿Que queda más lejos, la Luna o Londres?
A lo que la otra responde:
-¡Tu si que eres bruta! ¿Acaso puedes ver Londres ?
Reparto de limosnas.
Son tres curas, un inglés, un francés y un catalán que están discutiendo la manera de repartir las limosnas:
El inglés: Nosotros tenemos un método que nos va muy bien. Tiramos las monedas al aire, trazamos un circulo en el suelo. Las que caen dentro, se las ofrecemos a Dios, y las otras, para la Parroquia.
El francés: ¡Ah, el nuestro es mucho mejor: trazamos una línea recta en el suelo y tiramos las monedas , las que caen a la derecha, se las ofrecemos a Dios, y las otras, para la Parroquia.
El catalán: El nuestro es aún mejor: tiramos las monedas al aire, ¡ Las que coge Dios son para El, y las otras para la Parroquia!
Todo está pensado con humor...que nadie se ofenda...
Así suele ocurrir que si haces algo con la intención de que te lo paguen siempre recibes decepciones y si lo das de corazón la satisfacción que sientes no se paga con nada. Por mi tierra hay un refrán que dice: "Pariente que no da y cuchillo que no corta aunque lo tires no importa. Muy buenos los chistes.Besicos
ResponderEliminarMis cuchillos cortan poco y mal, pero los parientes solo aparecen cuando necesitan algo, me refiero a los parientes lejanos.
EliminarUn beso Charo
Un cuento para reflexionar.
ResponderEliminarLos chistes muy buenos, gracias por hacernos reír.
Besos
Gracias a ti y me alegro haberte hecho reír un poco.
EliminarUn besito Verónica
Todo aquello que se da con el alma y el corazon, siempre tiene gratuita retribucion de la vida. Lo que se calcula y premedita, siempre nos ha de dejar un mal sabor de boca...
ResponderEliminarMuy Buena la metafora y el relato y los chistes; ni se diga. Todo aquello que leo de ti me cautiva como siempre.Un beso gatita, muy buena tu entrada.
Muchas gracias José Luis, ya se que me lees con cariño y eso te pierde porque todo te parece bien.
EliminarUn besazo
Muy bien Ma de los Angeles, la anécdota y el humor tan importante para salir de los problemas diarios con una sonrisa, un abrazo!
ResponderEliminarHola María Cristina, como se que te gusta el humor trato de no decepcionarte. A ver si encuentro algo más para esté fin de semana.
EliminarUn abrazo bien fuerte