Menos mal que ya ha pasado pero he estado mas de dos semanas de un humor, como solemos decir...de perros. No se si alguna vez los perros tienen mal humor los pobres pues me parece que siempre son muy simpáticos.
El caso es que empezó porque me tenía que renovar las gafas. Siempre estoy diciendo...mañana, pero ese mañana nunca llega, por fin mi hijo se enfada un poco y me dice:
-Prepárate que nos vamos al oftalmólogo. (Le hago caso), en la óptica, muy amablemente me hacen sentar y se disponen a mirarme mis lindos ojitos. Yo quieta y callada.
Después de un buen rato empiezan a decirme lo que me conviene y lo que no...yo...calladita. Pasa otro buen rato y así de sopetón me dicen que me cuestan 250 euros, que deje una señal de lo menos 50 y que ya me llamaran cuando estén. No digo ni pio, pues gracias a las gafas voy a poder ver mejor los hermosos árboles, el azul del cielo a los niños...incluido el mío que está a mi lado sin decir esta boca es mía, leer y escribir mejor.
Pasados unos días me han llamado, he ido y resulta que, no solo no veo bien, es que no ¡veo nada!
Me han empezado a dar unos sudores que casi me da un soponcio, no podía ver, ni las letras grandes a las que me decían que mirase. Me han dicho que las mandarían al taller...espero que resuelvan el problema, pues seguro que algo raro pasa. Pensé yo.
Mi hijo me ha dicho que no me preocupe. Ah, ¡como son los jóvenes! No solo me preocupa darme otro paseo sino los 250 euros que me van a costar las gafas cuando vaya a recogerlas, eso, suponiendo que estén bien. Solo de pensar en coger otra vez el autobús y...sobre todo tener que salir de casa.
Quizá os estoy aburriendo, pero no os hacéis una idea como estoy yo. Después de otros diez días en los que no dan señales "de gafas" me dicen en la óptica que no saben el motivo por el que no veo bien con las dichosas gafas. Menos mal que no veo mal con las que tengo.
Estaba pensando que esto ya era casi de juzgado de guardia cuando el sábado acompañada por mi hijo después de 28 días sin respuesta nos hemos presentado en la citada óptica, que dicho sea de paso es de fama nacional, no digo el nombre por elegancia.
Nada mas entrar en el establecimiento nos atiende una señorita muy mona y nos dice que qué deseamos, contesta mi hijo con un poco de "cabreo"
-Deseamos la señal que dejamos por una gafas que, como no dan señales de que estén, queremos eso, los 50 euros que habíamos dejado.
Dicha señorita dice que es muy raro que no hayan llegado de Barcelona. Digo yo. ¿Si las he comprado en Madrid, porque vienen de Barcelona? No me hubiera importado ir a Barcelona si hubiese sido necesario, pues esta ciudad bien merece un viaje, pero no para comprar unos lentes...
Enseguida viene la encargada, pregunta que pasa, la otra se lo cuenta, toma el teléfono, llama a no se quien y la oímos decir:
-Sí, "lo mismo que a la otra señora".
Mi hijo ya no aguanta más y dice que le den los 50 euros. La señorita primera, muy amable ella, ya está preparando un escrito para que lo firme, lo firmo, cogemos los 50 euros y después de muchas disculpas por parte de la señorita primera, le damos los buenos días y salimos rápidamente de la dichosa óptica.
Como fue el sábado y ya eran casi las dos de la tarde...nos hemos gastado los 50 euros en una rica, rica comida...ya me haré las gafas otro día...
Yo que soy profana en materia de gafas, pienso que a la otra señora y a mi nos dieron el cambiazo y, lógicamente ninguna de las dos veíamos...¡Qué profesionales!
Mª Ángeles acabo de pasar yo también un terrible calvario con el cambio de gafas que me ha tenido con los nervios en tensión y un dolor tremendo de ojos hasta llegar a hincharse bastante........¡¡y mis gafas cuestan casi los 1000 euros!! pues son progresivas y los cristales cuestan un pastón, es la primera vez que me ocurre esto y llevo gafas desde pequeña y progresivas desde hace 23 años. Después de pagarlas totalmente veía muy mal lo que me provocaba fuertes dolores de ojos, regreso y me dicen que se debe a que la montura es grande (me lo podían haber dicho en la prueba)....me cambian la montura por otra 72 euros más cara que la anterior ( lo cual me hizo sospechar muy mal) y sigo viendo mal y con los dolores, vuelvo y se lo digo haciendo el comentario de que me parecen que están descentradas....tras varias visitas más me las logran centrar pero la montura nueva que me "enchufaron" no me agrada ya que no es de mi estilo pero con lo que me ha costado todo, y al ver ya bien, las tendré que llevar aunque sea a disgusto pero ya no vuelvo más a esa öptica que también tiene fama a nivel nacional......todo esto ha durado alrededor de un mes o algo más.Besicos
ResponderEliminarCharo, me he reído al ver como cuentas tu "odisea" de las gafas. Creía que solo me pasaba a mi pero veo que no. Lo peor de todo es lo caras que te han salido, si me piden a mi 1000 euros...llego a Barcelona corriendo antes que el AVE.
EliminarAntes de este percance me ocurrió algo parecido a lo tuyo: Fui a la óptica para una renovación. Yo tengo dos gafas, unas para lejos y otras para leer, bien, elegí una moldura para las de lejos, moderna y muy bonita y...cara. Para las de cerca les dije que quería aprovechar las viejas pues solo las veo yo y estaban en buen estado. Ya me pusieron mala cara y después de mirar allí y aquí me dicen otro presupuesto al anterior, claro cobrando más pues según ellos los cristales eran más caros. Como ya estaba hasta el moño de consultas, presupuestos y narices, les dije que no tenía tanto dinero que ya volvería otro día.
A menos de diez metros había otra óptica, también muy famosa, entré, me miró una joven muy agradable, le dije lo que quería y como lo quería...Me aprovechó las dos monturas y todo ello me salió por la mitad de precio que la anterior, mejor dicho, solo me tuvo que cambiar la montura que estaba rota pues me dijo que no me hacía falta cambiar los cristales.
En muchos sitios que te ven mayor, se creen que somos tontos, solo tenemos que echarle la misma cara que echan ellos.
Siento que te hayas gastado tanto dinero, pero lo principal es que ya veas bien y no te hagan daño en los ojos. Seguro que tu montura es moderna y bonita así que no te preocupes ya de nada más.
Un besito cariñoso
Ma de los Angeles, nadie te quita los malos momentos, al menos pudieron recompensarse, creo que tu opinión es válida, seguro se intercambiaron los anteojos, como en la famosa clínica donde te querían hacer un estudio y el paciente era tu hijo! Mucho lujo poco seso. Por ahí está mi mail contándote mi experiencia con el libro, un abrazo!
ResponderEliminarTienes razón Mª Cristina, cuanto mas lujo, menos sabiduría, se creen que tener pintado todo de colores o el suelo de mármol ya vale para cobrar cantidades desorbitadas a los clientes y más sin son mayores.
ResponderEliminarMi hijo me dice que soy muy tacaña, quizá sea verdad, pero lo que hago es pagar a lo tonto...bueno ni a lo listo, jajaja.
Muchas gracias por todo.
Un fuerte abrazo
Hola Maria Angeles. Después de mucho tiempo, paso a saludarte. Compruebo con cariño que sigues narrando tus anécdotas con el humor de siempre a pesar del enfado que debíte pasar.Al menos disfrutaste con tu hijo de buena mesa y buena compañia.
ResponderEliminarNo lo pienses, más ven a Barcelona, por la ciudad y...por todo lo que quieras
Un beso.
Roser
Hola reser, me da mucha alegría saber de ti. ¡Claro que me gustaría ir a Barcelona!
EliminarEn el puente de mayo estuvo mi hijo invitado por sus compañeros de Barcelona, pues trabaja en una empresa que tiene filiales en toda España, vino muy contento, tanto de la ciudad como de los compañeros catalanes que le hicieron pasar unos días estupendos. Yo, ya no tengo muchas ganas de viajar, lo hago una vez al año por complacer a mi hijo. Le gustó tanto Tosa de Mar, que me quiere llevar este verano. Si voy, ya te lo contaré.
Un besito
Hola Maria Angeles. Después de mucho tiempo, paso a saludarte. Compruebo con cariño que sigues narrando tus anécdotas con el humor de siempre a pesar del enfado que debíte pasar.Al menos disfrutaste con tu hijo de buena mesa y buena compañia.
ResponderEliminarNo lo pienses, más ven a Barcelona, por la ciudad y...por todo lo que quieras
Un beso.
Roser
Otro besito de propina reser
EliminarHola Mª Angeles, caray con los listillos de la óptica, deberías decir cual es para que así no lo visitemos, es lo que se merecen, ya podían tener mas cuidado que con la salud no se juega y con la vista menos, mira si se lo hacen a un niño y no le creen que es verdad que no ve bien, desde luego que hay cada uno..., menos mal que al menos os devolvieron el dinero y lo disfrutasteis con esa buena comida, yo me las acabo de graduar, espero no me pase lo mismo que a ti cuando me las den:)
ResponderEliminarBesos.
Ya sabes Piruja que las grandes empresas ponen oficinas o despachos a nuevos empresarios, ellos ganan dinerito fácil por poner su nombre pero en realidad los que trabajan a lo mejor no tienen la experiencia que debían tener.
EliminarComo bien dices, si se lo hacen a un niño, la tenemos liada, pues los chavales son menos creíbles que los mayores.
Al final la cosa terminó bien, sobretodo, que después de comer no tuve que recoger la cocina, jajaja.
Un fuerte beso