lunes, 8 de agosto de 2016

"Batallitas"

Seguro que todos os acordáis del "Abuelo Cebolleta". Si alguien no sabe quien es, cosa que dudo, os diré que es un personaje de comic ideado por Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón, El botones Sacarino etc.
Nos hace mucha gracia cuando estamos leyendo las historietas, pero cuando uno se hace mayor piensa...¡caramba! pero si yo estoy actuando igual. Y es que como hemos vivido mucho tenemos la memoria llena de anécdotas.
Hoy precisamente estaba recordando algo de hace muchos años. De 1955, total nada, muchos de vosotros no habíais nacido.

Dos monjas, veinte chicas y yo.
Estábamos pasando nuestras vacaciones en El Espinar, provincia de Segovia. Teníamos entre los 14 y los 20 años.
Estas vacaciones nos las pagaban por nuestro buen comportamiento. 1º por no faltar a todas las cosas que nos mandaran las monjas. Si teníamos que rezar...rezábamos. si nos mandaban coser (canastillas) cosíamos. Si nos mandaban cantar...cantábamos. En fin, no voy a enumerar mas "obligaciones". El caso es que nos ganábamos bien merecidas las vacaciones.
Estando en El Espinar, nos enteramos de que había una ermita a unos cinco kilómetros del pueblo donde habían rodado la película que todos conocéis "Marcelino Pan y Vino", además cerca de ella había una fabrica de miel. No se lo que harían, el caso es que vimos unos grandes tanques llenos de miel, podíamos comprar y además comer toda la que quisiéramos. Compramos y no os digo lo que comimos.
Era el mes de julio, cuando llegamos a la ermita, caminando cinco kilómetros a pleno sol...(si fuera ahora yo no llegaría).
Llevábamos nuestra pobre merienda que nos habían preparado las monjas del convento donde estábamos...pan con chocolate. Cuando fuimos a comerlo era más bien chocolate a la taza.
Éramos tan jóvenes que todo nos parecía bien.
Antes de merendar visitamos la ermita y el hermoso Crucifijo que sale en la película. ¡Era impresionante! no es de extrañar que el niño se quedara extasiado mirándolo, nosotras también.
Según los lugareños era muy milagroso pues había una sala llena de miembros de cera, brazos, piernas, pies. Cada persona que era curada le llevaba un trozo de su cuerpo en cera...
Una vez hecha la visita nos dieron permiso para ver los alrededores o jugar.
Al poco rato aparecieron por la ermita unos labriegos con un burro cargado de frutas, se lo dijimos a la hermana Paquita y nos dijo que si vendían nos compraba de todo. ¡Para que nos dijo más!
¡Nos compró un serón de uvas y ciruelas!
Los hortelanos una vez hubieron vendido la mercancía se tumbaron a la bartola debajo de un árbol. Al burro lo ataron en la parte de atrás de la ermita para que descansara.¡¡Pobre burrito!!
Después de nuestro pan con chocolate, las uvas y las ciruelas, nosotras, jóvenes, teníamos más ganas de retozar que el pobre burro.
Las monjas y demás gentes que allí había estaban junto a la puerta principal de la ermita donde había buena sombra. A nosotras no nos molestaba el sol.
Nos fuimos donde estaba el burro.
 Una chica se puso de guardia en una esquina para avisarnos si venía alguien.
Empezamos a montar en el burro una tras otra. Una cogía el ramal, la otra montaba le daba una vuelta y volvía al sitio de destino. Así una tras otra, las casi treinta que éramos...¡¡¡Que paliza le dimos al pobre burrito!!!
Después de un par de horas, vimos que venían los dueños del asno. Le echan los serones al lomo. Como ya nos habíamos comido las frutas estaban vacíos. Nosotras como buenas "niñas" mirábamos lo que hacían.
Entonces llenaron los serones de niños, sus hijos, y el pobre burro hizo algo así como.¡¡ Uaaaag!!.
Uno de los labriegos, encarándose al asno dijo:
¡¡¡Vamos Pilón, no te enfades que has estado toda la tarde descansando, so vago!!!
Nosotras nos mirábamos y poco a poco nos fuimos hacia donde estaban las monjas como si nunca hubiésemos roto un plato, mejor dicho...¡¡¡como si nunca hubiésemos montado en el pobre burrito!!!
Volvimos a caminar los cinco kilómetros que nos separaban del pueblo, íbamos cantando tan contentas...¡¡¡Lo que es la juventud!!!

No se si alguna de mis compañeras de aquellos tiempos leerá esto, no me voy a hacer ilusiones, pero si que me acuerdo de cada una de vosotras muy a menudo. Recuerdo los nombres, el color de vuestros cabellos, lo simpáticas que erais, en fin todo. Otro día contaré algo más a ver si tengo suerte y localizo a alguna de vosotras.
Por la edad, quizá ya no este entre nosotras la madre "Ito" (cuanto la hacíamos de rabiar), la hermana Paquita, la guapísima hermana Salvadora, que cuando le decíamos que era muy bella nos regañaba...nosotras éramos casi niñas y ellas ya pasaban de los cuarenta...

Es un recuerdo de mi juventud y doy gracias a Dios por poder recordar....
No me importa si me llamáis, como mis hijo, "La abuela Cebolleta!

15 comentarios:

  1. Una linda anécdota, digna de unas viñetas del abuelo Cebolleta ;)
    Un abrazo.

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    1. Seguro que tu si has conocido al encantador abuelo Cebolleta, con aquel pie vendado por la gota y los nietos corriendo para que no les contara más "batallitas".
      ¡Que bien lo pasábamos con él!
      Gracias Alfred.
      Un saludo

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  2. Viste cómo nos miran nuestros hijos cuando se nos da por recordar? Mejor contar las historias acá Ma de los Angeles, entre nosotras, las que somos tus seguidoras, nos entendemos, la riqueza que atesoramos con las cosas vividas, ojalá sigas recordando, pobre burro!!!! Un abrazo!

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    1. Ya llegaran nuestros hijos a contar sus propias historias y sus hijos o sus nietos dirán lo mismo que dicen ellos, es ley de vida.
      Como bien dices, ¡Pobre burrito!
      Nosotras como jóvenes que éramos no lo teníamos en cuenta y mucho menos siendo chicas de ciudad.
      ¡¡¡Que tiempos aquellos!!!
      Un fuerte abrazó María Cristina.

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  3. Buena anécdota infantil y me sorprende las monjas tan majas que teníais, las monjas donde estudié yo no eran así, estaban siempre enfadadas y si nos tenían que atizar un mamporro pues lo hacían sin ningún problema.Es verdad que a veces dábamos guerra pero no era justificable el castigo que solía sobrepasar a la lata que podíamos dar.No recurdo al abuelo Cebolleta aunque si a los otros personajes.Besicos

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    1. Si es verdad que eran muy buenas, no te puedes hacer una idea lo que pasaron con nosotras que siempre estábamos haciendo diabluras. Algunas veces hasta se reían de lo que inventábamos. Una noche nos disfrazamos de fantasmas ¡la que armamos! las pequeñas se asustaron y la pobre monja, con aquella toca que parecía una paloma calmado a las crías, aquel día si que nos regañó pues se despertaron las niñas y le costó mucho volverlas a recoger. Otro día lo cuento.
      Un besito Charo.

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  4. Olá Mª de los Ángeles.
    Está ótima a sua crônica, que pode ser lida com
    o pensamento no passado, nos tempos sem grande
    responsabilidade, e com os sonhos da adolescência.
    Muito bom, minha amiga. Parabéns.
    Abraço.
    Pedro.
    PS: Ainda está muito quente em Madri?

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    1. Gracias Pedro. Te voy a dar una buena noticia a tu pregunta si está muy caliente Madrid. Pues si piensas venir lo puedes hacer perfectamente pues ha refrescado mucho.
      Ya dije hace unos días que aquí solo tenemos 15 días de calor, pues bien, hoy ha empezado a bajar el termómetro y estamos muy fresquitos, tanto es así que no hemos podido ir a la piscina.
      Me alegro que te haya gustado mi "batallita".
      Un fuerte abrazo

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    2. Fico contente, Maria, que agora o calor deu trégua. Como você disse, são apenas 15 dias de calor intenso. Então, agora é aproveitar os dias mais fresquinhos.
      Abraço.

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    3. No te puedes hacer una idea lo que ha cambiado el tiempo, ahora estamos muy a gusto tanto en casa como en la calle.
      Gracias por tu interés, ah, y puedes tutearme pues aunque soy mayor, soy una "chica" moderna.
      Un abrazo Pedro

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  5. Por lo que leo en tu historieta parece ser que estabas interna;pasar día y noche todas las compañeras juntas daba para muchas batallitas.La que has contado es muy graciosa.Yo también fui a colegio de monjas y guardo un bonito recuerdo.Además de la enseñanza básica, nos enseñaban labores,canciones,teatro...las monjas en general eran buenas y las niñas muy traviesas.Lo importante es que recibimos una educación buena y nos ha servido de base para lo que hemos aprendido después.Personalmente les estoy muy agradecida.
    Un fuerte abrazo

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    1. No Carmen no estaba interna aunque no me hubiese importado. Verás. En aquellos años, tanto la iglesia como nuestros padres nos protegían mucho. Yo iba a un Centro Religioso de la parroquia todos los domingos por la tarde, allí pasábamos varias horas jugando cantando y nos daban una pequeña Catequesis.
      Sino faltabas ningún domingo del curso te premiaban con 20 días de vacaciones. Era como una especie de soborno para tenernos recogidas los domingos. Los demás días eran normales, al colegio y la mayores muchas trabajaban.
      El caso es que nos lo pasábamos muy bien.
      Un fuerte abrazo

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  6. Hola Mª Angeles, la de recuerdos que me has traído con tu "batallita", yo también fui a las monjas y se hacia todo lo que dices, solo que a nosotras no nos compensaban con esos días de vacaciones, ahora rezar ya te digo, a toda hora y los domingos pobres de nosotras si faltábamos a misa que al día siguiente castigo teníamos:), que tiempos aquellos verdad?, lo del burrito pobrecillo la paliza que le disteis al pobre, así luego el pobre no quería caminar jeje, y no te preocupes por lo de "cebolleta", lo que importa es poder seguir contando, a que a ellos les gusta que le cuentes cosas?, ya llegaran ellos y les dirán otra cosa:), sigue contando aventuras que nos encanta.

    Besos.

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    1. Ya he explicado que nuestras monjas eran la mar de buenas aunque a veces les hacíamos "perrerías".
      Lo nuestro era un premio por no faltar ningún domingo a la catequesis. No creas que todas hacían ese sacrificio, pues lo era, pero yo he sido siempre muy disciplinada tanto en mi casa, en el colegio y los domingos al Centro, o sea, que era mas bien tonta. Claro que cuando me iba de viaje con mis compañeras, todo el sacrificio me parecía bueno.
      Hice viajes por casi toda la geografía española, también fuimos a Lourdes, en fin me lo pasé muy requetebién.
      Besitos para ti también Piruja.

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  7. Mal podría criticar cuando soy una negada para la poesía. Me gusta, pero soy incapaz de hacer una rima.
    Muchas gracias por tu visita.
    Un abrazo

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