No hace mucho tiempo yo escribía una Bitácora, o sea, todos los días, ahora lo hago una vez a la semana por aquello de que tengo muchas cosas que hacer y no me puedo partir en dos, ni en tres.
Por este motivo casi siempre llego tarde a las efemérides o fiestas, tales como las de la mujer trabajadora y el día del padre, que también se me ha pasado.
Esta entrada la quise poner el día 8, o sea, el día que algunos han destinado que sea de la mujer, cosa que a mi no me agrada, pues todos los días son de mujeres y hombres. Lo de mujer trabajadora no me cuadra, ya que no hay ninguna mujer que no trabaje, ya sea fuera o dentro de casa. ¡He dicho!...
Hoy voy a romper una lanza por los hombres, no por los que asesinan a mujeres y niños indefensos, sino por aquellos buenos hombres, que los hay, que sufren el mal trato de algunas mujeres malas, que también las hay.
Tengo dos casos, para no cansaros a los que pasáis por mi blog y que yo os agradezco mucho, pues me siento muy feliz leyendo vuestros comentarios, que siempre son muy agradables. Dicho esto, paso a contaros dos casos verídicos y contrastados:
El primero es de un abogado, tenía mujer, hijos y mucho dinero. Hace 20 años su mujer le abandonó, según me han contado, por un amigo de él, que estaba más "bueno".
Me han contado sus vecinos, (de Zaragoza por más señas), que estaba llevando un caso jurídico que, al final perdió por esta causa y la depresión que "pilló". No lo pudo soportar y la única solución que encontró fue, dejar su casa. sus hijos, su dinero y...Ya no levantó cabeza.
Decidió vivir en la calle, en la más absoluta pobreza y sin ser esclavo de sus vicios. Está en la calle, mendigando, en una zona lejos de donde vivía con su familia y que nunca ha dejado. Ha sabido hacerse con el cariño de las gentes que lo conocen y le dan de comer y algún café cuando lo ven con la mirada perdida mirando al infinito...
El segundo caso es un amigo de mi hijo, por lo tanto, le conozco personalmente y le aprecio mucho.
Es un joven policía, que, además de su trabajo, cuando terminaba su servicio se iba a casa, pues es muy hacendoso y un manitas.
Ella, policía también.
Estuvieron viviendo juntos 10 años y se casaron hace cuatro. Un día que estaba en su chale recién comprado, arreglando unos armarios, pues ella estaba de servicio, llega la muy "zángana", según ella de trabajar.
Él subido en una escalera, con un martillo en la mano porque estaba clavando unos clavos.
Se acerca a él y le dice a boca jarro:
-Mira Fulanito, vengo de acostarme con tu amigo Zutanito y he llegado a una conclusión...me voy con él definitivamente.
Fulanito tuvo la sangre fría de bajarse de la escalera, dejar el martillo en el suelo, hacer su maleta y salir a casa de su madre.
En los días siguientes, buscó un abogado y tramitó las cosas en la legalidad.
Hoy ya está casi feliz. Han repartido sus bienes. ella está con el otro policía y él...ha comprado un piso muy majo y vive solo.
Hace unos días estuvieron mi hijo y el en Malta en unas cortas vacaciones, cuando han vuelto se pasó por casa y en una pequeña conversación, que yo no inicie por prudencia, me dijo:
Nines, han creado en mi un monstruo, ya jamás quiero ver ni en pintura a una mujer.
Si estos hombres hubieran cometido un delito contra sus esposas...ellos serían los malos. ¡¡Menos mal que no lo hicieron!!
¡Ojala! que otros hombres tomen ejemplo de estos dos, que aunque desgraciados, pueden salir a la calle. Uno siendo un mendigo y el otro, gracias a Dios sigue en su puesto de trabajo.
¿Estarán felices estas exesposas que tan desgraciados han hecho a sus maridos?
Hay muchos casos de buenos hombres que se quedan solos y desamparados. Quizás demasiados. Y no suelen salir en los telediarios. (Aunque alguna vez vi un reportaje de hombres que vivían en su coche porque no tenían otro sitio dónde vivir)
ResponderEliminarTodos conocemos casos de hombres que se han quedado en la calle y son buenos hombres.
Para quitarle hierro al asunto recuerdo aquel chiste que decía:
"En la boda todo es arroz y en el divorcio todo es "paella"
Estoy contigo en que todos los días deberían ser de los hombres y las mujeres a la vez.
¡Feliz semana!
Tienes mucha razón Manuel. Sé varios casos, que además son muy dolorosos.
EliminarEl chiste también esta muy logrado y tiene toda la razón del mundo.
Un fuerte abrazo
Hay injusticias por las dos partes, pero todos sabemos cual es casi siempre la parte perdedora.
ResponderEliminarEn la mayoría de los casos las parejas que se separan llegan a un acuerdo mas o menos razonable.
Pero vemos que cada año las desgracias van en aumento, la violencia contra la mujer es un problema de difícil solución, cuando ocurre una desgracia todos clamamos contra el asesino, pero nadie da una solución efectiva que pueda acabar con tanta atrocidad.
Por lo que se ve es un problema de difícil solución, creo que ambas partes tienen que poner remedio a tantas y tantas muertes inútiles.
EliminarUn saludo Matías.
Ma de los Angeles, primero, en todo de acuerdo, las mujeres y los hombres no deben tener día específico, acepto igualmente los saludos por educación y los retribuyo, pero también ese es mi pensamiento. En cuanto a los casos que citás, acá tenemos una organización de hombres maltratados, son minoría al lado de las mujeres pero existen. Para que haya maltrato tiene que haber dos, el abogado no pudo superar su tristeza, quizás perdió la razón, el segundo actuó con firmeza y valentía, y el tiempo va a curar su herida, y podrá quizás encontrar otro amor, si no es mujer por ahí es hombre, ahora se acepta la homosexualidad muy razonablemente. Nadie está exento de enamorarse de otra persona pero primero estuvo el mal pensamiento, si lo hubiera alejado no se desarmarían tantos matrimonios. Pero se debe actuar bien, el que no lo hace la vida lo confrontará, un abrazote!
ResponderEliminarLo cierto es que cada vez más hombres y mujeres se hacen a si mismos unos desgraciados. Hoy sin ir más lejos, en un pueblo de la Mancha, un hombre a asesinado a su esposa y dos hijitos, después el "muy valiente" se ha tirado por la ventana.
EliminarLa verdad es que cada vez lo veo de más difícil solución.
Un abrazo María Cristina.
Dos historias muy tristes donde las mujeres de ambos demostraron no tener ningún tipo de conciencia y estoy segura que así no se puede ser feliz. Me ha dado más pena el pobre hombre que está en la calle pidiendo limosna. MªÁngeles yo tampoco escribo todos los días (al principio del blog si que lo hacía) suelo hacerlo una vez a la semana y cuando hay días especiales.Besicos
ResponderEliminarCharo, guapa, a mi también me da mucha pena el pobre señor que además de ser abogado está en plena calle y medio ido. De que le valió hacer una carrera de cinco años, situarse, tener esposa e hijos...Mejor no seguir.
EliminarYa veo que no soy sola la que acorta un poco la escritura.
Un besito
A mi hermano también lo abandonó la mujer por otro y estuvo fatal. Hay muchos hombres buenos. Un beso.
ResponderEliminarYo también tuve un caso muy cercano, hasta tal punto estaba destrozado que se quiso tirar al tren. Mientras, la muy...estaba liada con su jefe.
EliminarEspero que tu hermano este bien, mi caso también está mejor.
Un beso Susana
De todo hay en la viña del Señor- Quien lo padece lo traumatiza para siempre.
ResponderEliminarSaludos, Mª Angeles.
Si Roser, somos muchos y hay de todo, buenos y buenas, malos y malas.
EliminarEspero que estés bien después de lo que os ha pasado.
Un beso.
Muy buen post, aun que con un comienzo algo enérgico y sin titubeos, que dicho sea de pasa hace translucir: el carácter férreo y contundente de la escritora.
ResponderEliminarMi opinion es que: en todas las aceras de la vida, transitan seres de sentimientos pobres y mezquinos.
Saludo eso si, el temple del amigo que sobrevivió a la debacle, aun que me apena mucho lo del otro protagonistas, que no corrió la misma suerte. también hay que ver que es algo muy fuerte y difícil de superar.
Un beso y un abrazo como siempre y con el mejor de mis afectos.
Gracias Don Gato Pardo por tus amables palabras que siempre son muy cariñosas.
ResponderEliminarLe daré tus saludos a "Fulanito" que viene mañana a comer conmigo.
Yo también te aprecio mucho.
Un fuerte beso.