Doña Isabel De Borbón
Mañana día 15 de agosto, es fiesta en casi todos, por no decir todos, los pueblos de España. Madrid no iba a ser menos, celebra la fiesta más castiza de todas, La Virgen de la Paloma.
Como tuvimos una Infanta en España que fue muy castiza, vaya mí homenaje a ella con este romance. Siento si es un poco largo, pero merece la pena leerlo. Lo voy a ajustar todo lo que pueda.
-¡Deprisa que no llegamos!
Que run run por los salones del Palacio de Quintana.
mayo y tarde de domingo, en el piano una sonata
se le deshacen los dedos, gordezuelos de la Infanta
-Maestro Saco del Valle, tanto Beethoven me cansa
os lo digo sin rodeos, Chopin si me llega al alma.
Mientras me visto, tocad este nocturno. ¡Caramba
son las cuatro menos cuarto, no llegamos a la plaza!
Las damas transmiten órdenes, el coche a las cuatro,
pasan las doncellas con el traje de Su Alteza ¡lila y grana!
con encajes de Bruselas apretando cuello y mangas
y rematando la orilla manola de la gran falda.
Mientras la visten no cesa de hablar la Señora Infanta
-Dame el abanico verde de Mercedes mi cuñada
el que ella llevo a los toros cuando era Reina de España.
-No, no quiero ese collar, ni esos pendientes, no, no, nada
unos claveles prendidos en el pelo y ¡a la plaza!
-Vamos, deprisa, ligeros, que las cuadrillas no aguardan.
¡Ah, recuerda que Romanones, viene a merendar mañana.
Armas, Armas a Su Alteza, grita el Teniente de Guardia
flecha de seda y charol, sale el Landó de la Infanta
y a ritmo de paso doble, van las yeguas alazanas
llevando a Doña Isabel de Borbón, casi en volandas.
Princesa, Bailén, Mayor, Alcalá, "Dame el programa"
-Ajá, hoy torea mi torero, ¿Cuál es tu torero Juana?
-El mío es el Gallo, Alteza ¡Huy el Gallo, quien lo pensara!
Torero gracioso, pero, no te arriendo la ganancia
Yo de Vicente Pastor. Huy que raro, Antonio Maura.
-Adiós, adiós, ¡cuanta gente! La reina se queda en casa,
pretextando una jaqueca, los toros la asustan ¡Vaya!
Ya estamos ¿Y mi abanico? Junto al coche de la Infanta
la gente se arremolina, buenas tardes, muchas gracias!!!
¿Qué tal Arbox? ¿A los toros? No faltaré esta semana
quiero asistir al estreno que anuncian de ese tal... Falla !
¿Qué tal Benlliure? Hola, Tamames, con Dios Duque de Veragua
Ya se que los toros que hoy se lidian son de tu casa.
Abren paso como pueden los de la Guardia Montada
"Quitasoooles, abanicos, almohadillas, naranjaaadas!!!!
-Que hay Empresario ?contento? Vengo yo sola ¡Más ancha!
-Si, si, que me brinden toros. No, no, al contrario. ¡Me agrada!
Ya traía en previsión, tres pitilleras de plata.
La Infanta llega a su palco y al entrar, toda la plaza
puesta en pie se arremolina batiendo alegres las palmas,
mientras la Marcha de Infantes resuena en las altas gradas
y el sol pone al rojo vivo las barreras encarnadas.
En la andanada de sol, con popular algazara
los morenos se alborotan y gritan ¡¡Viva la Chata!!
Y en los tendidos de sombra, las cabezas inclinadas
se rinden por un segundo ante su augusta mirada.
Cuando se sienta Isabel, resuena el clarín de plata
y entre un clamor las cuadrillas cruzan la arena dorada,
Pastor, Machaco y el Gallo, un trío de rompe y rasga.
La Almudena, la Mezquita y un poquito de Giralda.
La corrida se desliza, bien y mal, ¡una de tantas!
Doña Isabel de Borbón, tras de la regia baranda
bulle, ríe, palmotea y hasta jalea en voz baja y,
rompiendo el protocolo, más de un ¡olé! se le escapa
con el acento chispero que suspira su garganta,
cuando Rafael el Gallo, tras su clásica espantada
se adorna por bulerías con la larga farolada.
La Infanta luego al salir, la tarde ya de oro y malva
desde Alcalá por Cibeles remonta la Castellana.
Dan una vuelta y por Génova suben después hacia casa.
en Glorieta de Bilbao, al pasar piden horchata
en un puesto en que se le antoja beber ¡No pueden pagarlo!
No llevan ni un perro chico. ¡Apuros de la azafata!
La Infanta y el horchatero, ríen de muy buena gana.
-"Ya te pagaré otro día" -¿Pagarme? ¡Está convidada!
Yo estoy pagao tan solo con verla a Usted en mi casa
y con poner un letrero "Proveedor de la Infanta"
Palmoteos, sombrerazos, el coche sigue su marcha.
¡Fijaos, la Infanta Isabel, mirad, mirad, si es la Chata!
Cuando llegan a Palacio, la tarde ya declinada
un organillo en la esquina con ritmo alegre desgrana
notas del Cabo primero, mientras presentan sus armas
al paso de la Señora, los soldados de su guardia.
-¡Vamos que hay cena en Palacio y en el Real la Traviata!
Como siempre llegaremos al acto segundo. ¡Ah! llama
pregúntale por teléfono a la Empresa de la plaza
para el domingo que viene que corrida nos prepara
yo quizá no pueda ir, con esto de ser Infanta.
¡Demonios de protocolo! No me negarás mi dama
que ese Vicente Pastor es el que manda en España.
Sshht. Se entiende después del Rey. ¿Cómo dices?
Si, si, claro. La noche es noche de alhajas.
Quiero el collar de chatones, y ese broche de esmeraldas,
quiero epatar a esa tonta Embajadora de Francia.
En fin, vamos a Palacio. Ay...con lo bien que se está en casa.
O como mi hermano hacía cenando por esas tascas, de tapadillo.
Ay, era un hombre que, aun siendo Rey, se saltaba las cosas a la torera.
-"Ay Madre y Señora, quien volver a nacer lograra
para ser solo mujer, en vez de nacer Infanta".
Unos segundos después , con sus sobrinos estaba.
Las dos Reinas impacientes se acercan para besarla.
Chicoleo con los nobles, sonrisa a la Diplomacia
taconazos de saludo, golpe de las alabardas.
¡Paso a Su Alteza Real, La Infanta Isabel de España!
Fuera en la Plaza de Oriente, un Chavea, un raterillo
con la colilla apagada por la calle Arrieta arriba, gritaba.
¡¡¡HE VISTO A LA CHATA!!!
Autor Rafael Duyos, 1953
Hola Mª Angeles, es largo pero como bien dices vale la pena leerlo ya que es bonito, me ha echo gracia lo de ir a pagar y entre tantos no llevar dinero jeje, sabia de la infanta llamada "la chata" pero el romance no lo conocía y como te digo me ha encantado, gracias por darlo a conocer:)
ResponderEliminarBesos.
Se me olvidaba, fui a YouTube pora ver la peli y al empezar y ver a los protagonistas me acorde que si la había visto, ya lo creo que si y es preciosa, gracias de nuevo:)
EliminarBesos.
Me alegro que te haya gustado, se ve que eres muy joven pues en los años 50 y 60 lo ponían todas las tardes en la radio, es por eso que me lo se de memoria y he querido ponerlo por si alguien no lo conocía.
EliminarLo de no llevar dinero, aún hoy, nuestro Rey no lleva ni un euro en el bolsillo, si quiere algo lo pagan los escoltas. No es de extrañar que la infanta no llevara ni "un perro chico".
Un beso Piruja
Piruja, he contrapeado mis respuestas, espero que te des cuenta de ello. Ahora voy con tu segundo comentario.
EliminarYa veo que has encontrado la película "Escarlata y Negro", así cuando quieras la puedes volver a recordar.
Otro besito.
Qué bonito romance. Muy original. Un beso.
ResponderEliminarSeguro que ya lo conocías, pero creo que ha valido la pena recordarlo.
EliminarUn beso Susana.
Todo un gran paseo contado en versos, gracias Ma de los Angeles, y pregunto por qué le dicen La Chata? Un abrazo!
ResponderEliminarPues verás mi querida María Cristina. Los españoles y muy concretamente los madrileños, somos muy chistosos y enseguida le ponemos un mote o una critica a lo que sea, en este caso, fue con mucho cariño pues al ver a la infantita con esa naricilla pequeña y respingona...no les falto tiempo para llamarle "Chata".
EliminarEra muy dicharachera y el pueblo la adoraba. En cierta ocasión que iba de viaje hacia Sudamérica y le estaban cubriendo carrera los soldados, uno de ellos, que como te imaginarás no tenía permiso ni para moverse, dijo al paso del coche de la Infanta. ¡¡Viva la Chata!!
Ella, sacó la cabeza por la ventanilla y le dijo, ¡¡Cuando vuelva pásate por casa!!
Esto hizo ponerse ufano al soldado y a ver quien era el guapo que le arrestaba.
Lo mismo ocurrió con su "padre" oficial, que no biológico. El marido de la Reyna madre, era lo que ahora se dice Gay. se llamaba Francisco de Asís y enseguida le apodaron...Paco Natillas".
Lo mismo ocurrió con José Bonaparte, hermano de Napoleón, que era el que reinaba en España cuando esta se sublevó dando paso a nuestra Independencia. era tanto lo que le gustaba el vino, que los españoles le pusieron el apodo de "Pepe Botella".
No se si te lo he explicado bien, si quieres que te cuente algo más, no tienes más que decirlo, yo rauda como una centella, le daría muy gustosa a las teclas para complacerte.
Un abrazo guapa.
Qué gracias para los apodos! Acá son rápidos pero no tan graciosos! Me encantaron tus historias, conocía la de Pepe Botella porque tengo la biografía de Napoleón, grande como una Biblia! Gracias Ma de los Angeles, y cuando quieras acá estamos tus seguidores para poner la oreja y el ojo! Un abrazote!
EliminarYa te contaré alguno más.
EliminarUn abrazo
Un bonito y merecido homenaja a esta infanta por ser tan campechana.Besicos
ResponderEliminarCierto amiga Charo, si te fijas un poco notarás que nuestra Infanta Cristina ( que haya hecho lo que haya hecho no deja de ser una Infanta de España) se le parece un poco y su hijo mayor, tiene la misma naricilla respingona.
EliminarTambién la Infantita Sofía, se parece a las dos, a su tía y a La Chata.
Un besito guapa.
Mi querida amiga, luego de mi periplo "veraniego" y de disfrutar de cálidos idas, en tierras norteñas peruanas; me encuentro con este hermoso relato escrito en romance, que es un bálsamo para cualquier lector. Tu siempre estas buscando un as bajo la manga para sorprendernos gratamente y hacernos pasar un buen trago de la esencia misma de la historia de tu país.
ResponderEliminarFelicitaciones por este regalito y espero estar a la altura, con mi proximo post. Pues tengo un material muy interesante que espero te agrade.
Un beso muy grande y un abrazo de esos que solo sabe dar el oso.
Espero que te haya valido para descansar, disfrutar y despejar la mente para que escribas mucho después de estas vacaciones.
EliminarMe alegro que os gusten mis canticos a la historia de España.
En Madrid sigue haciendo mucho calor, pero muy alegres con las fiestas tan castizas que hemos tenido homenajeando a la Virgen de la Paloma.
La han sacado en procesión los bomberos de Madrid, pues es su patrona. Todo estuvo muy bonito. Procesión, misa, limonada, mejor dicho, sangría para todo el que pasaba por allí...alguno se quedó a dormirla en un banco después, jajaja.
Un beso bien fuerte.