martes, 16 de octubre de 2018

Corriendo por Toledo

 
Alcázar de Toledo antes del asedio.


 Lo primero que voy a decir es:
 Que soy mayor de edad, soy libre, vivo en un país libre y pago mis impuestos como todos los que me leen.
 Dicho esto y, como ahora todo el mundo dice y hace lo que le viene en gana (aunque sea mentira), pues también yo diré, sin animo de ofender a nadie, lo que quiera (siempre la verdad),
 Lo que cuento ocurrió en 1936, en Toledo.
 No echo la culpa a nadie y a todos. Los dos bandos tuvieron la culpa de lo que pasó y, me temo, que como no andemos listos, volverá a ocurrir.
Ese edificio tan hermoso que vemos en la primera foto, en 1936 a causa de esta maldita Guerra Civil Española fue prácticamente reducido a escombros.
Fue reconstruido por el Ministerio del Ejercito.
 Para ello utilizaron como modelo fotografías y planos existentes, dotando al Alcázar de un aspecto similar al que presentaba antes de su destrucción.
Aquel aciago día yo me encontraba en Toledo en brazos de mi madre, pues lógicamente era un bebé.
Mi padre estaba en Brunete, dándose mamporros con sus amigos, hermanos, primos...etc.
 Es un decir porque mi padre era Sanitario y el pobre se dedicaba a llevar heridos a las curas.
A mi madre ese día se le ocurrió ir a Toledo para que me hicieran una fotografía para mandársela a mi padre y viera lo hermosa que estaba su niña.
 Todo ello después de haber caminado 27 kilómetros, pues en aquellos días no había ningún medio de locomoción desde Recas, donde vivíamos, a Toledo.
Según me contó mi madre, se sentó en un banco de piedra para darme de mamar y al momento empezaron a sonar las sirenas y todo el mundo corría despavorido.
 Unos a refugiarse en el Alcázar, otros hacia un refugio que estaba cerca de la Plaza de Zocodover.
Al pasar cerca de ella, un hombre le dijo:
¡Corra señora! ¡Al Alcázar no nos da tiempo, vamos al refugio!. (Quizá esto les salvó, pues la lista de fallecidos, que hubo en El Alcázar, era interminable).
En pocos segundos llegaron al refugio.
Tenían que tirarse al suelo para entrar y estaba apenas visible la "boca" de entrada  por unas enormes piedras rocosas.
Todo el mundo corría y se atropellaba para entrar en la seguridad del refugio.
Cuando mi madre vio donde se tenía que meter con su niña (que era yo), le dio tal pánico que pensó:
¡Yo en ese agujero no entro!
Se sentó en una de las rocas que había junto a la "boca" del refugio con su niña en el regazo...Y ahí aguanto el bombardeo que destruyó el Alcázar y parte de Toledo.
Habían minado los bajos del Alcázar unos mineros traídos de Asturias que excavaron un túnel. Una mano anónima activó el mecanismo eléctrico. Si se sabe que fue por orden de Francisco Largo Caballero, Presidente de la Republica.
Esto es pura Memoria Histórica.
A partir de ahora voy a seguir contando lo que se, contado a su vez por mis padres.
 
Ahora os digo: Si queréis saber más anécdotas, batallitas o como queramos llamarlo, y como lograron reunirse mis padres, os aconsejo mi libro:

EL SOLDADO FELICIANO Comprar Aquí

Se vende en  AMAZON.

Tambien os digo que no os vais a arruinar, es muy barato y si entráis en AMAZON podéis leer varias páginas gratuitamente...





Asi quedo El Alcázar después del asedio....



12 comentarios:

  1. Gracias por la recomendación. Lo buscaré. Un beso

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    1. Seguro que a ti te es fácil, si lo encuentras espero que te agrade.
      Un beso Susana

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  2. Es curioso cómo da la impresión de que la Memoria Histórica sólo es de uno de los bandos pues se habla de ella contínuamente pero olvidan que el otro bando también tuvo su Memoria Histórica aunque la ignoren.....te agradezco que cuentes esa ota Memoria olvidada a propósito porque no interesa que se sepa.Menuda experiencia que pasaste en Toledo aunque tu madre lo sufriera mucho más que tú.Mi padre también le tocó luchar en esa maldita guerra pero siempre calló y no nos contó nunca nada.He leído las páginas de tu libro y me ha parecido estupendo, mi problema es que nunca he comprado nada a través de Internet y no sabría cómo hacerlo.Cuando venga mi hija por casa ya le preguntaré.Besicos

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    1. Yo, como te habrás dado cuenta no puedo recordar pues era una bebé, pero mi madre me contó eso y mucho más, tambien mi padre. Luego ya en la posguerra me di cuenta de muchas cosas, todas ellas estan en el libro.
      De todas maneras yo seguiré escribiendo en el blog lo que me apetezca, pues ya sabes que "los otros" lo hacen.
      Un besito Charo

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  3. Qué tristes y terribles las guerras! Tengo tus libros en mi escritorio Ma de los Angeles, ahí se quedan para releerlos, hay mucho sufrimiento para llegar a veces a un final feliz, otras no lo es así y hay que llevarlo hasta el fin de nuestras vidas, un abrazote!

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    1. Aprovecho para decirte que si los quieres recomendar a algún amigo o hacer un regalo lo tienes muy fácil, además, como ya los has leído puedes opinar.
      Un fuerte abrazo querida María Cristina.

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  4. Hola Mª Angeles, que seria te has puesto hija:), el año pasado estuve en Toledo gracias a mi querido amigo que nos dejo hace poco, gracias a el conocí rincones preciosos de esta bella ciudad que me encanto.
    Lo que nos cuentas es bien triste y es lo que nos traen las guerras, destrucción por todos lados y todo por los ideales de unos y perdiendo los que no comulgan con estos, yo creo que en estos casos nadie sale ganando.
    Espero que nos sigas contando mas anécdotas he historias:)

    Besos.

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    1. Es verdad Piruja. Empiezo mi libro con esta frase:
      "Jamás hubo una guerra buena o una Paz mala"
      No me extraña que te gustara Toledo, además de ser bonita la ciudad, es mu interesante por su estilo Medieval y sus interesantes monumentos.
      Yo estuve una vez oyendo misa con mi nieta en la Catedrál. Nos pusimos en primera fila del Altar Mayor y nos dolían los ojos de la luz que despedía el retablo que yo creo que es de oro.
      Espero que estés bien y más tranquila por la falta de tu amigo.
      Un beso

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  5. Hola, María. En primer lugar felicitarte por ese libro, que yo desconocía que habías escrito, y que voy a intentar hacerme con un ejemplar. Vamos a ver como lo hago, ya que soy muy torpe para esto de Internet.
    De la historia que cuentas hoy, me gustaría destacar la valentía de tu madre, como ocurrió con muchas otras que fueron el único sostén de las familias de esa triste época.
    Yo soy algo más optimista que tu, y pienso, que no se volverá a repetir, porque ese cúmulo de circunstancias que acabaron con el golpe de estado franquista, hoy, es muy difícil que se repita. Al menos es lo que pienso y espero no equivocarme.
    Un beso, amiga.

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    1. Espero que consigas el libro y veas como era y lo que pasaron mis padres, como toda la gente de aquella época, yo incluida, pues aunque era pequeña, llegué a conocer varias cosas de la posguerra.
      Algunas veces yo tambien soy optimista, pero con lo que está pasando en Barcelona y el Gobierno tan raro que tenemos...me asusta un poco. Esperemos que todo salga bien.
      Un beso amigo Manuel.

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  6. No sabía que tenías libro!!! de lo que se entera una!! y tarde, como siempre!!
    Pues con lo que me gusta la manera que tienes de narrar las cosas, si el libro está escrito igual, tiene que ser fabuloso!!

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    1. Pues amiga Zhura, ya lo sabes. Tengo "libros" lo que ocurre es que no lo he puesto en el blog por humildad, pero como me vino bien por lo que decía en la entrada, y pensé. "Hasta aquí hemos llegado" o sea, que se me fue un poco la pinza, como dice mi hijo.
      En la próxima entrada pondré otro a ver si me hacéis rica, jajaja.
      Un besito guapa.

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