La figura del pregonero o portavoz ambulante de noticias existe desde hace mucho tiempo, incluso en la época de los romanos. En España se sabe que existían pregoneros desde el siglo XV y además tenían la particularidad de estar divididos en tres clases: los oficiales, que estaban al servicio de la administración: los heraldos, que marchaban delante de los nobles anunciando el paso de estos, y los voceadores mercantiles que, por encargo de cualquier vendedor, pregonaban los artículos más diversos.
La tarifa normal de estos últimos era de un cuarto de moneda, de manera que dar "un cuarto al pregonero" significa pagar sus servicios para que difundiese en voz alta cualquier tipo de noticia.
Aunque os parezca lejano, no lo es, pues yo en una ocasión tuve que echar mano de un pregonero, digamos mercantil.. la verdad es que hace más de 60 años: yo estaba recién casada, vivía en las afueras de Madrid (hoy el barrio de Lisboa, muy elegante por cierto). Había estado en casa de mi madre todo el día y junto con mi marido, despues de su trabajo, nos fuimos hacia nuestra casita, que estaba allí donde Sansón perdió el flequillo. Tomamos el metro, un tranvía y por fin un autocar de aquella época que sin exagerar, era como los que vemos en las películas del tercer mundo. Este autobús iba lleno hasta los topes. Pocos éramos los que íbamos sentados, casi todo mujeres. Yo estaba embarazada de mi primer hijo, mi marido iba de pie a mi lado. Hacía mucho calor, mucho movimiento por los baches que tenía la carretera de Extremadura y no debía de encontrarme muy bien pues todo me estorbaba.
En algún momento me puse el bolso encima de mi regazo y...cuando llegué a mi destino, final de trayecto...no tenía mi lindo bolsito encima de mi. Empezamos a buscar y JA...lógicamente no apareció.
No llevaba nada de valor, pero si había un hermoso billete de 100 pesetas, que era mucho en aquella época. ¡¡Que sofocón me lleve!! Con el revuelo que se armó, me aconseja una compañera de viaje que se lo diga al pregonero, que eche un pregón a ver si aparecía. ¡Que tontos fuimos!...
Buscamos al pregonero...dio el pregón... y lo que conseguimos fue...perder las 15 pesetas que nos cobró Agapito, creo que así se llamaba el señor pregonero.
Ya no hay pregoneros, ni tampoco aquellos medios de locomoción que eran puros "cacharros". ¡Que maravilla los que tenemos hoy! Son cómodos y muy rápidos es una pena que muchos no los hayan conocido. Sobre todo aquellos que cogían el tranvía al vuelo y muchos de ellos en los topes.
Eran otros tiempos.
ResponderEliminarEn el pueblo que pasábamos el verano, sí recuerdo que había un pregonero para dar noticias, pero creo que era del ayuntamiento.
Lo de lo cacharros lo sufrí y más de una vez nos tocaba bajar a empujar. ;))))
Un abrazo.
Todos los pregoneros de épocas pasadas eran parte del Ayuntamiento, o sea, que estás en lo cierto.
EliminarLo de los medios de locomoción eran como decía una amiga mía, "de bájate y empuja". Suerte que tienen nuestros jóvenes que no han conocido aquello...
Un fuerte abrazo Alfred.
Que épocas, te mando un beso.
ResponderEliminarPero de todas maneras lo pasábamos bien, sería la juventud...
EliminarUn beso J.P.
No hace tanto tiempo de eso como parece. Un beso
ResponderEliminarPues querida Susana, solo unos 60 o más años. Seguro que con tu juventud no lo has conocido.
EliminarUn beso.
Seguro se adormecieron en el viaje y algún vivillo aprovechó la ocasión! Y bueno, paciencia, el que ganó fue Agapito, le habrán venido muy bien esos pesitos, pero el que se robó los cien habrán sido para remedios! Un abrazote Ma de los Angeles!
ResponderEliminarEl vivillo anduvo listo. Yo pienso, ahora, que quizá fue la señora que tanto empeño tenía en llamar al pregonero. Lo demás no podían dormirse, pues la mayoría iba de pie.
EliminarSeguro que le hacían más falta que a mi...eran otros tiempos.
Un gran abrazo María Cristina.
Recuerdo al pregonero del pueblo de mi madre donde pasábamos los veranos.Tocaba una trompetilla y siempre empezaba igual: De parte del Señor alcalde se hace saber........ Y la gente a su alrededor escuchando .No sabía lo de contratar pregoneross particularmente, a buen precio te salió el robo de tu bolso.A mi madre también le quitaron el bolso en el metro de Madrid cuando vivíamos allí.Besicos
ResponderEliminarSi queri Charo, es como tu dices. Priemro sacaban la trompetilla y siempre eran dependientes del Ayuntamiento de turno. Seguro que al ser extra el pregón sería por sacarse unas pesetillas.
EliminarLa verdad es que muy listos no fuimos. Lo de tu madre, no me extraña pues había mucho ratero en el metro.
Un besito querida amiga.
Aquí en mi pueblo también había pregonero y como dice Charo, empezaba así " por orden del señor alcalde " ahora los echan desde el ayuntamiento, a mí me gustaban los de antes. Besos.
ResponderEliminarEn todas partes empezaban igual, Ahora ya apenas se ven por ningún sitio, pasa lo mismo con los serenos, que dentro de poco tocaré el tema que me ha pedido un amigo.
EliminarUn beso amiga Teresa
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ResponderEliminarYa lo había leído recomenzar, por ello te mando una beso que vuele hacia Miami.
Eliminar¡Que tiempos aquellos!. Cuanto pícaro había suelto y cuantas necesidades había, con esto no quiero justificar al que te robó el bolso.
ResponderEliminarYo recuerdo a los pregoneros cantando los bandos de la alcaldía, y pregonando que si fulanita había muerto, y el entierro era a la hora... Que si a menganito se le había escapado un puerco, y daba dos reales al que lo encontrara, etc. etc. Eran los periódicos de la época.
A ver si un día, se te ocurre contar algo de los serenos, que en Sevilla hasta los años sesenta no faltaban en los barrios.
Un fuerte abrazo, y me ha encantado tu historia, a pesar de lo que te costó y el sofocón que te llevarías.
Un fuerte abrazo, estimada amiga.
Cuando iba al pueblo de mis abuelos, el pregonero decía hasta cuando había llegado la "pesca", como ellos decían. Entonces todas las mujeres iban a comprar.
EliminarLos ladrones de poca monta los ha habido siempre, sueles robar a los pobre porque a los ricos no se atreven.
Un fuerte abrazo amigo Manuel
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ResponderEliminarotro besito guapa.
EliminarHola María De Los Ángeles. La verdad que no conocía este estilo de pregoneros. Supongo que serían en otros tiempos. Lo que sí me da pena es situación que te encontraste. Embarazada, calor y con la mala suerte de haber encontrado por el camino aún carterista, como los que tenemos hoy al orden del día. Es una verdadera vergüenza en los tiempos que estamos y haya tanta pobreza. Has escrito una buena experiencia que diferencia lo de antes a lo de ahora.
ResponderEliminarBuen domingo. Abrazos, guapa.
Si no los conoces es porque eres mu joven querida Mónica. La verdad es que eran otros tiempos en los que ni teníamos coche ni los medios de locomoción eran muy buenos. Hoy todo ha cambiando para bien, gracias a Dios.
EliminarYa se está acabando el domingo, pero mañana lunes tenemos fiesta pues ya sabes que es San Isidro.
Un beso querida amiga.
Que pases un buen día de San Isidro.
ResponderEliminarAbrazos, guapa.
Muchas gracias preciosa, hoy lunes...sigue la fiesta.
EliminarUn fuerte abrazo amiga