Antigua casa de fieras

 

             Hoy es San Isidro, Patrón de Madrid y como tal todos los madrileños estamos de fiesta (yo estoy en casa), mas que nada por la tranquilidad, claro que me acompaña mi hijo que es tan tranquilo como yo.

          No voy a contaros como otros años si llueve, si no llueve, que si hemos comido las rosquillas del Santo...en fin, hoy como buena madrileña os voy a contar como era la casa de fieras que estaba en el Retiro madrileño, que aunque era un poco inhumana, íbamos muy a menudo a verla. Ahora es otra cosa.

          Esta casa de fieras estaba en el Noroeste del parque y la hemos visitado siendo niños, jóvenes y mayores. Aunque no se trata del primer zoológico de la Capital, los madrileños recordamos con cariño y nostalgia este rincón del parque que en su día habitaban, elefantes, monos, hienas, osos y hasta celebridades de Hollywood, como los camellos que intervinieron en la película, Lawrence de Arabia.

          Fue Fernando VII quien decidió ubicar en el lado Noroeste del Retiro el primer zoológico madrileño que en 1770 había inaugurado Carlos III (no el ingles), nuestro rey, que asi se llamaba, mucho antes de nacer nosotros. Tambien hizo el Jardín Botánico.

          De esta época eran las jaulas y el edificio conocido como "la leonera", en cuya parte inferior se alojaba varios felinos, panteras, leones, chacales, etc.

          Los huéspedes del piso de arriba, eran sin embargo, bastantes mas ilustres... los monarcas y sus invitados. Y es que, inicialmente, el uso y disfrute de este zoo era privilegio exclusivo de la familia real.

          Tambien durante estos años, los osos ocuparon la conocida como montaña artificial...que ya contaré en otro momento.

          Uno de los ejemplares mas famosos de esta época, aún en el recuerdo de muchos de los madrileños, es la Elefanta Pizarro, que protagonizó una simpática anecdota el día que se escapó y salió a dar un paseo por la calle de Alcalá, tras haberse bebido varias botellas de vino a su paso por las casetas de feria. La elefanta terminó en una panadería, dando buena cuenta de las existencias.

          En 1920, la casa de fueras volvía a manos del Ayuntamiento de Madrid y permaneció en su ubicación actual hasta 1972, cuando todas las especies se trasladaron a la Casa de Campo.

          No cabe duda de que en este recinto estan mucho mejor, todos los espacios son mucho mas grandes y los animales pueden correr a sus anchas. Hay un espacio donde los Perritos de las Praderas tienen sus madrigueras, hechas tan cerca del publico visitante que casi los puedes tocar, (si se dejan, claro).

Una frase:

MILLARES DE AÑOS NO BASTARÍAN PARA EXPRESAR ESE SEGUNDO DE ETERNIDAD EN EL QUE TU ME HAS BESADO.

Autor: Yves Montand.