jueves, 4 de febrero de 2010
novela
Acabo de matar a un niño; no, no os asustéis ha sido un niño ficticio o sea, un personaje de la última novela que estoy escribiendo. Eran cuatro, tenía que deshacerme de uno por lo menos y !zas! me lo he cargado. Aunque no lo creáis me ha dado pena, pero como sabéis, los escritores sacamos personajes y luego no sabemos que hacer con ellos. Cuando he terminado el capitulo aunque lo dudéis, he llorado de pena. Eran cuatro raterillos huérfanos que se dedicaban a pillar lo que fuera. Uno de ellos aún no sabe que es hijo de un duque inglés, el vive en los suburbios de Londres con sus amigos. Roban un reloj a un ricachón, este y sus amigos persiguen a los niños, uno de ello en su carrera, sin darse cuenta se mete delante de un carruaje y es pisoteado por los caballos; queda malherido...bueno ya no os cuento más porque si no cuando salga el libro no os va a gustar saber lo que pasa antes de leerlo. Quizá más adelante os vaya contando más cosas pero hoy ya no...un saludo
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La pregunta no es ya que hemos hecho nosotros para que Dios nos castigue haciéndonos sufrir de esa forma. La pregunta es qué han hecho los haitianos.
ResponderEliminarUn saludos desde Alcalá