Los ricos también se ponen "malitos". Digo esto, porque el viernes día 23 acompañé a uno de mis hijos y su esposa al hospital, pues le tenían que hacer a mi hijo una colonoscopia.
El hospital era el de la Zarzuela, donde se supone que va la gente que puede pagarlo(yo tengo la Seguridad Social). Aquello estaba, como decía un gracioso humorista, "abarrotao", las salas de espera hasta los topes, en la cafetería tuvimos que hacer cola para poder desayunar, era autoservicio como si de un hotel se tratara.
La Seguridad Social por parte de algunos tiene mala prensa y se cuentan anécdotas para todos los gustos, cosa que a mi me da mucha rabia, pues parece que los que vamos a la SS somos ciudadanos de tercera, pero ahora viene lo bueno; os doy mi palabra de honor que lo que os voy a contar, me pasó tal como os lo digo:
La revisión de una colonoscopia dura entre hora y media o dos horas pues sedan al paciente. Mi nuera y yo estábamos en la sala de espera. Como es natural nerviosas.
Después de más de dos horas, salió una enfermera y dijo que pasara solo una persona, como es lógico entró mi nuera; yo me quedé sentadita, con los abrigos, los bolsos, las bufandas...en fin con todo lo que llevábamos.
No habían pasado quince minutos, cuando salio otra enfermera y me dijo:
Pase usted. Yo la mar de contenta hago intención de pasar pero dejando los abrigos en el asiento donde antes había estado sentada, la enfermera me dice: -No deje usted eso ahí. Lo recojo como puedo e intento entrar. Después de traspasar la puerta, me mira y dice: pase a esa cabina y desnudese de cintura para arriba. Me quedé que no sabía para donde correr, no veía ninguna puerta y no sabía que decir, pero si dije rápidamente: -Señorita, yo he venido acompañando a mis hijos y no creo que me tenga que desnudar para ello.
A todo esto, mi hijo que estaba volviendo de la sedación, me ve y le dice a su mujer:- Veo a mi madre. Mi nuera que estaba pendiente de él porque no reaccionaba bien, pensó...!Dios mío que mal está. Pues claro está ella no me había visto a mí, porque salí de allí echando chispas, cualquiera se quedaba.
Cuando por fin salieron mis hijos y se lo conté, no se lo creían...pero fue real. Lo cuento para que vean que en todas partes "cuecen habas", este refrán lo decía mucho mi madre.
Y o de momento estoy muy contenta con la Seguridad Social. Amén
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