sábado, 10 de mayo de 2014

¡Feliz fin de semana!

Vamos a sonreír un poco este fin de semana. Esto que cuento me lo ha contado su vez un amigo, varón y machista. Pero me ha hecho tanta gracia que he decidido contarlo, pues pienso que también los machistas tienen su puntito de gracia de vez en cuando.
Que no se enfade ninguna mujer...Yo digo...Perdonémoslos, pues no saben lo que dicen.¡¡¡Hombres!!!
Lo ha titulado con el nombre de...
 TRIGAMIA.
Un día, una dueña de casa buscaba leña para su cocina, estaba cerca del río, cortando una rama de un árbol caído, cuando se le escapo el hacha de las manos y fue a parar al fondo del río.
La mujer suplicó a Dios y Él apareció. Le preguntó:
¿Por qué estás llorando mujer?
La mujer respondió que su hacha se había caído al río.
Dios entró al río, sacó un hacha de oro y le preguntó a la mujer:
¿Es esta tu hacha?
La noble mujer respondió:
No, Dios no es esa.
Dios entró nuevamente en el río y sacó un hacha de plata y volvió a preguntar:
¿Esta es tu hacha mujer?
No, respondió ella...
Dios volvió nuevamente al río y sacó un hacha de hierro y madera y de nuevo preguntó:
¿Es esta tu hacha?
Si, respondió ella, esa es...
Dios estaba tan contento con la sinceridad de la mujer que la mandó de vuelta a casa, regalándole las otras dos hachas, la de oro y la de plata...
Otro día, la mujer y su amado esposo estaban paseando por los campos, cuando él tropezó y cayó al río. La infeliz mujer, que no sabía nadar, se puso a suplicar a Dios, Él apareció y le preguntó:
Mujer, otra vez tu, ¿por qué estás llorando?
La mujer respondió que su esposo había caído al río y se había ahogado.
Inmediatamente, Dios se tiró de cabeza al río, sacó de las mechas a Brad Pitt y le preguntó a la mujer:
¿Es este tu esposo?
Si, si, asintió la mujer.
Entonces Dios se enfureció:
¡Eres una mentirosa!
Pero rápidamente la mujer le explicó:
Dios, usted perdone, pero fue un malentendido. Si yo hubiese dicho que " no ", entonces Usted me habría traído a Mel Gibson del río y si le hubiera vuelto a decir que tampoco era él, Usted me habría traído a mi marido, y cuando dijera que sí, Usted me mandaría para mi casa con los tres hombres.
Más yo soy una humilde mujer y no podría cometer TRIGAMIA...Por eso es que le dije sí al primero de ellos...
Dios halló justo el comentario de la mujer y la perdonó.

MORALEJA

"Las mujeres mienten tan bien que hasta Dios les cree".

4 comentarios:

  1. Pues ya lo creo que tiene su gracia:-)) Besicos

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  2. Creo que me voy a acercar al Manzanares a ver que tiro...
    Un beso Charo

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  3. ja ja ja, cómo me había perdido esto Ma. de los Angeles, un abrazo grande!

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    1. Sabia que te gustaría y por ello te avisé. Aunque eres una seguidora fiel, ese día se te debó de olvidar.
      Un fuerte abrazo María Cristina

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