lunes, 19 de mayo de 2014

Fin de fiestas

Bueno, casi fin, pues todavía quedan varias corridas de toros, a las que yo no voy a  asistir. Por cierto, hablando de toros, el viernes se escapó un toro aquí en Coslada, no era para torearlo, todo lo contrario. Ocurrió porque se escapó de un matadero que hay en el polígono industrial de la cuidad. Después de darse unos paseítos buscando quizá un campo hermoso donde pastar, el pobre animalito acorralado por la policía se metió en una obra y allí fue abatido a tiros. Es de suponer que no pudieron hacer otra cosa ya que habían avisado a los colegios de la zona de que no dejaran salir a los niños y dio un buen susto a varios vecinos que lo vieron. Estuvo muy cerca de mi domicilio pero yo estaba segura en mi casita, lo vi por la televisión. Y, cosa curiosa, la noticia dijo que como era día de mercadillo sembró el pánico entre el público...mentira, los que estaban en el mercadillo ni se enteraron, más que nada, porque está la vía de ferrocarril que separa el lugar de la noticia...Los periodistas, más de una vez meten la pata.
Después de esta perorata festivalera, vamos a seguir con nuestra rutina, o sea, dándole a la tecla para bien de algunos y el mío propio que me causa gran placer.
Muchas veces me he preguntado viendo las carreteras de aquí y de allá llenas de curvas, por que no las han hecho rectas o por lo menos con menos, creo que he encontrado la solución...las han hecho animales, si, sí, varéis por que.

Un día, un becerro atravesó un bosque virgen para volver a sus pastos. Como era un animal y no pensaba, trazó un camino lleno de curvas colina abajo, colina arriba. Al día siguiente, pasó por allí un perro y cogió el sendero abierto por el ternero. Poco después, pasó lo mismo con un rebaño de ovejas.
Los hombres no tardaron en transitar por esa ruta. Todos iban por el mismo camino lleno de obstáculos a derecha e izquierda  no paraban de quejarse, pero nadie se preocupaba en trazar un nuevo itinerario que les ahorrase tiempo y esfuerzos. Su uso lo convirtió en un amplio camino, que acogía gran tráfico de personas y animales que se veían obligados a caminar casi tres horas cuando la misma distancia podría haber sido recorrida en apeas una, si el trazado fuese más recto.
Pasaron los años y, lejos de solucionar el problema, el sendero acabó siendo la calle principal de un pueblo. Todos seguían transitando por ella como desde el primer día que el becerro creó el sendero por azar. Mientras tanto, el sabio bosque se reía al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir ciegamente el camino ya abierto por otros sin plantearse si ésa es la mejor solución.

Estoy segura de que algún chotillo hizo el camino que hay para llegar al santuario de la Cabeza entre este y Andújar. O el que hay hasta llegar a Guadalupe, en Cáceres, este tiene 50 kilómetros de curvas. Yo a los dos sitios he ido una vez...No vuelvo. A menos que me deje el estómago en casa.





10 comentarios:

  1. Pobre toro, penica me da, pero también miedo.
    Un camino más corto y sin curvas sólo en avión !!

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    1. No les dio ninguna pena a los más de diez policías que se pasaron tres horas detrás del toro, ni a los vecinos que lo vieron y se llevaron un buen susto.
      Cuando se hicieron os caminos ni siquiera existía el avión, claro que a mi me da igual, no subo a un avión ni aunque me regalen el viaje, jajaja.
      Un besito trimbolera

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  2. Con semejante explicación ahora entiendo el motivo de tantas curvas innecesarias que yo también me lo había preguntado muchas veces.Besicos

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    1. Menos mal que no soy yo sola la que le tiene tirria a las curvas.
      Un beso Charo

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  3. Ah Ma de los Angeles, tenés siempre a mano una anécdota divertida para explicar cosas inexplicables a veces, me hacés reir mucho, gracias, un abrazo!

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    1. Pásate por la entrada que hice el sábado día diez de mayo, o sea, dos entradas mas atrás, seguro que te vas a reír.
      Un abrazo María Cristina

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  4. Hola Maria,
    Gosto de suas estórias porque são espirituosas e nos levam a sentir reações: diversas. Horas tristes Horas alegres e também para se meditar.
    Tive pena do touro.
    Un abrazo.

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    1. Hola Geraldo, me alegro que te gusten mis historias y me alegra que lo pases bien y te gusten.
      Un abrazo

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  5. Muy interesante la historia del becerro y el camino; ya sabes que la gente a veces es de "¿a donde vas Vicente? a donde va la gente"
    Abrazos

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    1. La verdad es que si lo pensamos un poco nos damos cuenta de que los caminos los han hecho nuestros antepasados cuando iban montados en un buro, seguro que se dormían y el asno caminaba por donde quería.
      Un abrazo Julia

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