Guadalupe

Hace unos años hicimos una visita a Guadalupe, es un sitio precioso y con mucha historia, pero cuando llegué a casa prometí que no volvería. Además del hermoso Santuario con la Imagen de la Virgen de Guadalupe, el pueblo es precioso, también los alrededores y no digamos la estancia en el parador y la comida tan exquisita en el convento de los frailes que lo tienen como hospedería, todo fenomenal...menos los cincuenta kilómetros de curvas...¡Ya no estoy para esos trotes!
La historia de este Santuario empezó, cuando el papa San Gregorio el Magno mandó a Sevilla una imagen de la Virgen tallada por el mismo evangelista Lucas. Al ser enviada a España, una gran tormenta puso en peligro de zozobrar al barco que la transportaba. Los tripulantes subieron la imagen a cubierta y empezaron a orar, calmándose  de inmediato el terrible temporal.
En el año 711, cuando las tropas musulmanas penetraron en España, por Andalucía, derrotando a Don Rodrigo a orillas del río Guadalete, unos clérigos que huían de Sevilla decidieron llevar consigo la imagen donada por san Gregorio, a fin de ponerla a salvo del avance de los árabes. Al llegar a la montaña de Guadalupe, entre Trujillo y Talavera, los religiosos hallaron una pequeña cueva donde enterraron a la Virgen, junto con varios documentos que detallaban su procedencia, cubriendo la entrada de aquel lugar con grandes piedras, a fin de evitar su posible acceso.
En 1325, seis siglos más tarde, un pastor extremeño llamado Gil Cordero, deambulaba por aquellos parajes en busca de una res que acababa de extraviar; al tropezar al fin con ella, yaciendo muerta en el suelo y al comenzar a descuartizarla, la súbita aparición de una "bella señora" le hizo frenar su intento.
" Yo soy la Madre de Dios y es mi deseo que caves en este lugar hasta hallar en él una imagen mía"
Una vez pronunciadas estas palabras la visión se desvaneció, mientras el pastor contemplaba con gran estupor como la res muerta volvía a la vida.
Regresó a su casa y decidido a cumplir fielmente los deseos de la Virgen María, relató lo que le había sucedido a nos sacerdotes amigos, los cuales, fiados de sus palabras, le acompañaron a la montaña de Guadalupe en busca de la Virgen enterrada. Al llegar al lugar preciso, comenzaron a escavar la tierra hasta encontrar, sepultada en ella, la imagen sepultada por los clérigos sevillanos, junto a los documentos donde se  detallaba su procedencia.
Cuando este importante hallazgo fue ya un hecho público, se comenzó la edificación de una pequeña ermita en la cueva donde la imagen fue hallada, que posteriormente, el rey Alfonso XI, mandó ampliar. La devoción del monarca hacia la Virgen de Guadalupe aún se acrecentó más después de su victoria en la batalla del Salado (1340), atribuida por él, a la intercesión de la Virgen guadalupana. Este hecho, movió a Alfonso XI a convertir el santuario, en un Priorato que gozaba del Patrimonio Real.
Más tarde, se edificó un monasterio a cargo de los monjes Jerónimos, un hospital cercano y varias hospederías para los numerosos peregrinos que visitaban aquel lugar. También los Reyes Católicos fueron con frecuencia al Monasterio de Guadalupe.
Y yo gracias a Dios también he estado allí.
En su segunda expedición, Cristóbal Colón, llamó Guadalupe a una de las islas descubiertas.

Otro día hablaremos de la Guadalupe Mexicana, que también es muy interesante.
¡Feliz fin de semana a todos!
¡Ah, y los que me leéis y no me dejáis comentario, hacerlo... aunque sea malo...