Todos sabéis que en este mes de agosto hay fiestas en casi todos los pueblos de España. Da lo mismo si están lejos o cerca de las capitales, sea como sea, el caso es que somos unos "paletos", lo digo sin animo de ofender, me encanta ver estas fiestas.
El pueblo en el que yo he estado este fin de semana está a 15 kilómetros de Madrid, capital de España, pues bien, son más paletos que quizá los que viven en el monte cuidando del ganado. Pero son graciosos como ellos solos.
Empiezan por la mañana con pasacalles para divertir a los niños, les ponen una cucaña que tiran a base de porrazos, pero lo mejor de todo y que no falta es..."la corrida de toros".
Por supuesto que no hay plaza de toros, pues el pueblo es una pedanía de Paracuellos del Jarama y tiene menos de 200 habitantes, pero ellos se las arreglan y construyen una.
No se les ocurre mejor cosa que hacerla en el patio de la escuela. Sacan troncos de no se donde y hacen un circulo...con un árbol en el centro. Lo que no se, ni se me ha ocurrido preguntar, es como meten la vaquilla.
Los vecinos y los que vamos invitados entramos: primero a la escuela, recorremos dos o tres aulas y por fin salimos por una puerta pequeñísima a "la flamante plaza de...toros".
Por supuesto que no hay donde sentarse, todos estamos alrededor de la "plaza" subidos a los troncos, dando gritos y riéndonos a mandíbula batiente.
Los "valientes toreros" caen se levantan, algunos valentones vuelve a citar a la vaca y, esta que sabe más que la han enseñado, los vuelve a voltear, con el regocijo de todos los presentes.
En más de una ocasión la vaquilla va hacia el público que está protegido tras los troncos. Pues bien, en una de esas ocasiones metió la cabeza entre dos palos, yo estaba muy cerca, pero no me paré a ver que pasaba y como soy una escandalosa, según corría hacia la salida de las escuelas, iba gritando de tal manera, que los que trataban de entrar a ver tan famosa "corrida de toros"...corrían más que yo sin preguntar lo que pasaba.
Cuando por fin logré llegar a la calle, vi con asombro que más de 100 vecinos que no habían entrado todavía, corrían desesperados calle principal arriba, a todo esto, sin saber ni preguntar que es lo que pasaba, claro que yo seguía gritando a todo pulmón.
Había unos 50 metros a la plaza del pueblo donde hay un bar en el cual se habían refugiado los que pudieron llegar.
Yo muy calladita en ese momento me di la vuelta, y al entrar otra vez en la "magnifica plaza de toros", veo a mi hijo y unos amigos que no paraban de reír. También reían todos los que me habían visto salir corriendo gritando.
No me importó pues les hice pasar un buen rato, los que no me lo perdonaron fueron los que corrían calle arriba asustados...claro que se les pasó pronto, justo el tiempo que tardaron en matar a la vaca y guisarla.
Varios hombres hicieron en el centro de la plaza del pueblo una hoguera, varias mujeres la cocinaron estofada, estaba buenísima.
Ya bien entrada la noche, mi hijo y yo íbamos con dirección a Madrid capital, de vez en cuando nos reíamos de las cosas que me contaba, que habían dicho, cuando me vieron correr. Una de las cosas que decían era..."Eso que es mayor, pero mira como corre". "Luego dirá que le duelen las piernas" y muchas cosas más...
Pero no me importa, conozco a todos y...todos me conocen.
Lo dicho, les hice pasar un buen rato...El año que bien más....
Ay Ma de los Angeles, sos todo un personaje, qué haríamos tus seguidores si un día dejaras de sorprendernos con estos sucesos que vivís o narrás de oídas? Simplemente vemos lo que contás como una película que va pasando ante nuestros ojos en lugar de letras. Nunca de canses de hacerlo, un abrazo!
ResponderEliminarNo te preocupes María Cristina que aunque solo sea para ti, no voy a dejar de contarte las cosas que tanto te gustan.
EliminarGracias por tu amabilidad.
Un besito
En un caso así yo también bato el record mundial de velocidad si te veo correr y gritar:-)) Besicos
ResponderEliminarSeguro que habrías corrido como yo, aunque luego dijeron que la vaquilla no podía salir de donde estaba, yo por si acaso puse tierra por medio.
EliminarUn beso Charo