Yo no conocía a esta señora, pero hoy, no hay quien me impida de hacerle un homenaje. Pero un buen homenaje, ya que con su invento nos facilito muchas alegrías a las amas de casa y ahora, también a los amos...
Muchos, la mayoría jóvenes os habéis preguntado cómo era la vida antes de la llegada del frigorífico a nuestras casas. Seguro que sí, porque cuando falla la luz y la nevera se apaga, contamos con pavor las horas que pasan -especialmente si es verano- hasta que vuelve el suministro eléctrico, no sea que se estropee la fruta, la verdura, la carne o el pescado que atesoramos en su interior. Y no digamos si tememos algún cajón lleno de congelados. Verduras, croquetitas, empanadillas, algún rollito de primavera, e incluso pan.
Y es que la conservación de los alimentos ha sido una de las mayores preocupaciones de la humanidad a lo largo de la historia.
El camino ha sido largo y se ha pasado de la sal, yo aún recuerdo cuando mi madre echaba en salazón hasta los tomates. Tenía que ir todos los días a la compra y lo primero que hacía, era echar sal al pescado de la cena después de haberlo limpiado y dejarlo en el sitio más fresco de la casa mientras cocinaba lo que hubiera comprado para el almuerzo.
Los que seáis muy jóvenes, quizá no, pero yo todavía he llegado a "tiempo" de tener que hacer uso de la sal para conservar las viandas los fines de semana, pues además de tener que ir todos los días a la compra, incluso el sábado, teníamos que protegerlo, ¿con qué? Pues con sal.
También especiaban algunos alimentos para su conservación y así alargaban la vida de los que nos teníamos que comer.
Pero tuvo que llegar una mujer para dar, a principios del siglo XX, con el invento más fresco y duradero: el refrigerador eléctrico.
Ella fue Florence Parpart, la persona a quien los amantes de la cocina y los "gourmets" más exquisitos deberían rendir tributo cada vez que abren ese electrodoméstico tan integrado en nuestras vidas.
Aquel innovador aparato sustituyó a las heladeras de madera, en las que nuestros antepasados colocaban barras de hielo para mantener los alimentos en buen estado.
Sin querer presumir de edad, os diré que también yo tuve una nevera de hielo, pues fui ama de casa antes de inventarse el frigorífico.
Íbamos todos los días a comprar un cuarto de barra de hielo, pues no cabía mas en aquella neverita, y así todos los días. Ni que decir tiene que los alimentos subían y bajaban de temperatura, pues según se iba consumiendo el hielo, la nevera estaba menos fría...cosas del pasado.
Poco sabemos de Florence, aparte de que nació a finales del siglo XIX, fue una gran emprendedora y que entre otros inventos, se cuenta una maquina para limpiar las calles de las ciudades que se implantó en todo Estados Unidos.
Fue una excelente embajadora y vendedora de sus productos, dígannos que fue una mujer completa, que debería estudiarse en las escuelas de negocios y emprendimiento, una palabra tan de moda ahora en nuestros días y de la que ella fue, no hay duda, precursora.
Una pequeña anécdota fría:
Una de esas veces que íbamos a comprar el consabido hielo, pues lo teníamos que hacer todos los días, me acompañó uno de mis hermanos. La verdad es que un "cuarto de barra de hielo" pesaba bastante y yo sola apenas podía con ella, a pesar de ser joven, fuerte y bella...
Pues bien.
Cogimos una bolsa que teníamos adecuada para ello. Cogimos a mi hijo de la mano y raudos como una centella nos presentamos en la heladería o lo que fuese, donde vendían el hielo por trozos.
Como pesaba, mi hermano cogió un asa y yo la otra.
No se si alguno de los dos tropezó, lo que si se, es una de las asas de la bolsa se rompió y el maldito "un cuarto de barra de hielo" le cayó a mi pobre hermano en un pie, no es que le magulló, es que le destrozó el dedo gordo del pie derecho.
Mi hermano dando gritos, solo tenía 14 años, el "cuarto de barra de hielo" rodando por una pequeña cuesta abajo, yo dando gritos por mi hermano y por el hielo, el niño llorando de ver el espectáculo...
Palabra de honor que no es un chiste, pero cuando lo recordamos en alguna reunión familiar, nos reímos y hacemos reír a los que nos escuchan.
¡Que alguien se atreva a impedirte algo! Eso seria una locura.
ResponderEliminarAquella dama creo que invento el invento de los inventos. Gracias a su genialidad, hoy nuestras vidas son tremendamente fáciles, en cuanto a la conservación de alimentos.
Me encanto este articulo, es mas que merecido este homenaje.
En cuanto a lo de la anecdota: El dia que a ti no te pase algo y que luego traiga consigo, consecuencias hilarantes; ese dia se acaba el mundo. eres "friamente" insuperable.
Un beso con mucho cariño.
Me encanta que estés de acuerdo en homenajear a esta señora, es verdad que no solo nos ha hecho la vida más fácil, sino que comemos las cosas en mejores condiciones.
ResponderEliminarLas anécdotas le pasan a todo el mundo, lo que ocurre es...que yo las cuento, por lo tanto, seguro que tu también tendrás mucho que contar y te lo callas.
No obstante, te agradezco tus palabras pues son muy importantes para mi ya que siempre me hacen una buena critica.
Un cariñoso beso para ti.
Buena anecdota! También recuerdo lo de ir a comprar hielo...Cosas de la edad ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchos de nuestros jóvenes no han visto aquellos trajines del hielo, eso que se han perdido, como otras muchas cosas.
EliminarUn abrazo Alfred.
Ma de los Angeles, desconocía por completo a esta señora y sus gran descubrimiento, todavía recuerdo antes de llegar la heladera Siam, grandota, que duró más de cuarenta y pico de años, ahora ni pensar no? la de guardar el hielo, chiquita, y me causa gracia tu "joven y bella", siempre digo, yo fui joven y bella! ja ja ja. Pobre tu hermano y su dedo magullado! En fin, gracias por tus historias y anécdotas, un abrazote!
ResponderEliminarYo también lo desconocía hasta hace unos días que cayó una revista en mis manos.
EliminarCreo que todo el mundo estará muy agradecido a esta buena y lista señora.
Noto que todos conocíais las neveras de hielo. Respecto a lo de ser joven y bella, creo, mejor dicho se, que todos y todas hemos tenido 18 años y sí, éramos muy bellos.
Un abrazo bien fuerte María Cristina.
No sabía lo de las neveritas de hielo, ni tampoco de lo la inventora. Graicas por la información. Un beso.
ResponderEliminarSusana, se ve que eres muy, pero que muy joven. Mis hijos si se acuerdan de la nevera de hielo.
EliminarUn beso.
Pues mi agradecimiento a Florence Parpart por su gran invento. Desconocía que fuera una mujer la que había inventado el frogorífico.Recuerdo de pequeña que en casa de mis padres había una nevera de hielo pero el hielero iba por las casas vendiéndolo todos los días. También recuerdo cuando mis padres compraron el primer frigorífico, no nos podíamos creer que ya no había que comprar hielo.Las cosas del pasado ahora nos producen risa pero en su momento seguro que a tu hermano no le hizo gracia machacarse el dedo gordo ni a tí ver rodar el hielo.Besicos
ResponderEliminarTe asombrarías de las cosas que han inventado muchas mujeres, no solo los hombres son grandes inventores.
Eliminarteníais mucha suerte de que os llevaran el hielo a casa, otra ventaja de los pueblos. En Madrid siempre nos hemos tenido que valer por nosotros mismos, tal es el caso del hielo y, ¡¡No sabes como pesaba aunque fuese solo un cuarto de barra!!
Ahora estamos mejor que queremos. Le damos a un botón y ¡zas! se lavan los platos. Otro botón y se lava la ropa...espero que inventen pronto algo que nos plache.
Un besito Charo.
Hola Mª Angeles, pues gracias a ti y a este homenaje que le haces, se que este invento lo hizo esta gran mujer, como bien dices se merece ser mas reconocida ya que sin el frigorífico no se yo que haríamos hoy en día:)
ResponderEliminarRecuerdo también lo de las barras de hielo y como en casa teníamos como una jaula con la tela de rejilla y hay ponía mi madre alimentos para que las moscas no los tocasen, que tiempos verdad?
Besos.
Ya lo creo ¡¡Que tiempos aquellos! Aunque no dejan de tener su encanto. Yo los recuerdo con amor, si, ya se que pasamos bastantes penurias pero entonces no sabríamos valorar lo que tenemos hoy, ¿No es cierto?
ResponderEliminarDe todas maneras, veo que somos muchos los que hemos acarreado el hielo.
Un besito Piruja.
Tampoco conocía a esta señora, como a la mayoría de los inventores, pero está claro en cierto modo cambió el modo de vida de la humanidad.
ResponderEliminarLa anécdota del cuarto de barra de hielo, la entendemos perfectamente los que vivimos en aquellos años, era lo único que existía para refrigerar los alimentos.
Un abrazo.
Ya veo que tu también te acuerdas de la barra de hielo y de las neveras que usábamos en aquella época.
ResponderEliminarGracias a Dios y a la inteligente señora Florence hoy disfrutamos de una de las maravillas del hogar, con la lavadora y el lavaplatos.
¡¡Que tiempos aquellos!!
Pero a pesar de todo, los recordamos con mucho cariño, verdad Matías?
Un abrazo
Yo no es que sea muy joven, jeje, pero no he conocido la vida sin el frigo. Buen homenaje Mª Ángeles. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarLo primero bienvenido de tus largas vacaciones. Lo segundo, decirte que si, que eres muy joven ya que no sabias que teníamos neveras de hielo no hace mucho. Mi hijo el mayor que aún no se ha jubilado, me acompañaba a comprar "un cuarto de barra de hielo"
EliminarBuen fin de semana Pepe, un abrazo.
He pasado por tu blog y me alegro, no conocía el origen del frigorífico y no me extraña que lo inventara una mujer. En todo lo doméstico y arquitectónico hay multitud de inventos que parecen menores pero nos han dado una buena calidad de vida, como el simple hecho de colocar la cocina junto al comedor. Enhorabuena por la página.
ResponderEliminarAmiga Ana Mª Ferrin, tengo recopiladas un montón de señoras inventoras, las iré intercalando con otras historias para no cansar siempre con lo mismo, pero todas son la mar de interesantes.
EliminarGracias por tu visita.
Un abrazo.
He pasado por tu blog y me alegro, no conocía el origen del frigorífico y no me extraña que lo inventara una mujer. En todo lo doméstico y arquitectónico hay multitud de inventos que parecen menores pero nos han dado una buena calidad de vida, como el simple hecho de colocar la cocina junto al comedor. Enhorabuena por la página.
ResponderEliminarGracias por lo que dices de mi blog.
EliminarOtro abrazo
Un invento maravilloso, que si hora no lo tuvieramos, seria un horror ¿verdad?, pero antesa porque no podia ser un horror
ResponderEliminarSeria ilogico por mi parte, no me gusten los avances, pero entiendeme, no enteriamos la vida sin las comodidades de hoy
un abrazo
Seguro que el frigorífico nos ha hecho la vida mucho más fácil, especialmente a las mujeres que hemos tenido que trabajar fuera de casa y no poder ir a la compra todos los días.
EliminarUn fuerte abrazo mjesus.
Ok
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