lunes, 26 de marzo de 2018

Una señora lista

  


                                                             Marie Marvingt



Esta inteligente señora fue, nada más y nada menos que la pionera de las ambulancias aéreas.
Actualmente ver aviones medicalizados, que salvan cada año miles de vidas, nos parece normal, pero hubo una época en la que estos artefactos eran impensables.
 Hasta que una mujer casi desconocida fuera de Francia, Marie Marvingt, imaginó en 1910 un avión preparado para incorporar una ambulancia en su interior.
Marie destacó en todos los deportes que practicó: atletismo, esquí, fútbol, tenis, golf, boxeo, ciclismo-por ser mujer, no le permitieron participar en el Tour de Francia y ella lo hizo fuera de competición-, natación, escalada- fue la primera en coronar algunos de los picos más altos de los Alpes-. e incluso ganó una competición militar.
Me imagino que caras pondrían los señores generales.
Pronto sintió la llamada del aire y empezó a volar en globo- cruzó el Canal de la Mancha en uno- y, después, en avión.
 No conforme con eso, durante la Gran Guerra, se convirtió en la primera mujer en pilotar un avión de combate tras luchar en el frente y colaborar con la Cruz Roja. Precisamente la combinación de su vocación por ayudar a los heridos y su pasión por el vuelo hizo que, después de la contienda recuperara su antigua idea de un avión ambulancia.
 Así, en el periodo de entreguerras, Marie recorrió medio mundo dando conferencias acerca de sus ideas sobre la sanidad aérea.
Al fin, en 1934, cuando trabajaba en el norte de África como periodista- sí, tambien escribía-, logró materializar un servicio civil de ambulancias aéreas en Marruecos, país que le concedió la Medalla de la Paz.
Tanto en la Guerra Civil española como en la Segunda Guerra Mundial, en la que trabajó como enfermera e inventó un nuevo tipo de sutura, la iniciativa de Marie ayudó a salvar las vidas de miles de heridos. Además, su coraje, su rebeldía y su energía- a los 80 años aprendió a pilotar helicópteros- fueron una inspiración para muchas francesas que siguieron los pasos de esta mujer que se ganó a  pulso el apodo de >la novia del peligro<.

Vaya mi admiración a esta señora y a todas las mujeres que trabajan para el bien de la humanidad. Especialmente a una amiga que trabaja en la Fuerzas Armadas Españolas y que tiene a un batallón de hombres a su cargo.
 Aunque todo lo cuento, no digo su nombre por seguridad.
¡¡Te admiro, amiga mía!!

10 comentarios:

  1. Todo eso y además una hermosa mujer! Que se podría haber dedicado a las tablas explotando su belleza, pero el destino quiso que fuera necesaria para la vida de mucha gente, un ejemplo más, Ma de los Angeles, gracias por traernos su historia, un abrazote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya ves María Cristina lo listas que somos las mujeres.
      Un abrazo.

      Eliminar
  2. No me extraña que yo haya salido tan torpe pues esta gran mujer se "cogió" todo lo bueno y encima destacando en lo que hizo........a mí no me dejó nada:-))
    Me hubiera gustado ser militar cómo mi padre pero en mi época tampoco podían ser militares las mujeres así que no he llegado a "na" que es menos que nada.Admiro a tu amiga que lo ha podido hacer.Besicos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tu no eres torpe porque yo me he llevado todas las papeletas de la rifa.
      Un beso Charo

      Eliminar
  3. Una señora muy lista :)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Con tanto deporte, no debió tener mucha vida social.
    Una vida con demasiada actividad.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A los amantes del deporte, todo se les hace poco. Eso a mí no me ocurre.
      Un abrazo Matías.

      Eliminar